7 pasos para una oración efectiva como la de Ana

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Una mujer de fe extraordinaria: Ana nos enseña lecciones valiosas sobre la oración y cómo puede transformar nuestras vidas. La oración puede traer esperanza, consuelo y cambio a nuestras almas sedientas.

1. Con la amargura del alma
1 Samuel 1:101. Con la amargura (severo dolor) del alma oro a JEHOVÁ (1 Samuel 1:10 > Ana experimentó una amargura profunda en su alma debido a su esterilidad.
> Su corazón estaba lleno de dolor y tristeza.
> Pero en lugar de dejarse consumir por la amargura, Ana eligió dirigir su dolor hacia Dios en oración.
> Nos enseña que cuando enfrentamos situaciones difíciles y dolorosas, la oración puede ser nuestro refugio y consuelo.
> La oración sanar nuestras heridas y aliviar nuestra amargura. 2. Con llanto de angustia
1º Samuel 1:10 (RVR60)
.... y lloró abundantemente.
> Ana también lloró amargamente mientras oraba.
Sus lágrimas fueron una expresión y su deseo sincero de un cambio en su vida.
> A través de sus lágrimas, Ana mostró una entrega total y una humildad ante Dios.
>Nos enseña que no importa cuán profundo sea nuestro dolor, Dios ve nuestras lágrimas y nos brinda consuelo.
3. Con ofertas de un voto solemne 1 Samuel 1:11 1 Samuel 1.11 11E hizo voto, (promesa solemne) diciendo: Jehová de los ejércitos, si te dignares (percibir, dirigir la mirada) mirar a la aflicción de tu sierva, y te acordares ( no me dejes en el olvido) de mí, y no te olvidares de tu sierva, sino que dieres a tu sierva un hijo varón, yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida, y no pasará navaja sobre su cabeza
> Ana hizo un voto solemne al Señor, prometiendo que si le daba un hijo, lo dedicaría al servicio de Dios.
>Su voto fue una expresión de su compromiso y devoción hacia Dios.
>Nos enseña que nuestras oraciones pueden ir acompañadas de promesas y compromisos sinceros hacia Dios. Cuando hacemos votos a Dios, debemos cumplirlos con fidelidad, sabiendo que Él es digno de toda nuestra entrega y compromiso. 4. Con persistencia (1 Samuel 1:12 12 Mientras ella oraba largamente (continuaba) delante de Jehová, Elí estaba observando la boca de ella
>Persistió en su oración a pesar de las dificultades.
>No se rindió ni abandonó su búsqueda de Dios.
>Nos enseña que la persistencia en la oración es clave para experimentar el poder de Dios en nuestras vidas.
>A menudo, enfrentaremos obstáculos y retrasos en nuestras oraciones, pero debemos perseverar con fe, sabiendo que Dios escucha nuestras peticiones y responderá en Su tiempo perfecto. 5. Con su corazón (1 Samuel 1:13) 13 Pero Ana hablaba en su corazón, y solamente se movían ( no temblaban sus labios) sus labios, y su voz no se oía; y Elí la tuvo por ebria.
> Ana oró con todo su corazón delante del Señor.
> Ella se entregó plenamente a la presencia de Dios, dejando de lado cualquier distracción o reserva.
> Nos enseña que nuestra oración debe ser un acto de rendición total de nuestro corazón a Dios.
> Debemos acercarnos a Él con sinceridad y abrirnos por completo, confiando en que Él nos escucha y se preocupa por nuestras necesidades.
6. Con toda su alma (1 Samuel 1:15-16) 15Y Ana le respondió diciendo: No, señor mío; yo soy una mujer atribulada de espíritu; no he bebido vino ni sidra, sino que he derramado ( expresado sin restricciones) mi alma delante de Jehová. 16No tengas a tu sierva por una mujer impía; porque por la magnitud de mis congojas y de mi aflicción he hablado hasta ahora.
> Oró con toda su alma, expresando su más profundo anhelo y fervor a Dios.
> Ella no solo habló palabras vacías, sino que mostró una conexión profunda con el Señor.
> Nos enseña que nuestras oraciones deben venir de lo más profundo de nuestro ser, involucrando nuestra mente, emociones y voluntad.
> Debemos buscar a Dios con todo nuestro ser, confiando en que Él nos escucha y responderá según Su perfecta voluntad.
7. Con fe en la promesa de Dios (1 Samuel 1:18)
18 Y ella dijo: Halle tu sierva gracia (Favor) delante de tus ojos. Y se fue la mujer por su camino, y comió, y no estuvo más triste.
> Ana tenía fe en la promesa de Dios de darle un hijo.
> Aunque no había evidencia visible de que esto sucedería, confió en la fidelidad de Dios.
> Nos enseña que nuestra oración debe estar fundamentada en la fe en las promesas de Dios.
> Aunque no veamos respuestas inmediatas, debemos confiar en que Dios es fiel y cumplirá Sus promesas en nuestras vidas.
> Nuestra fe en Dios nos da esperanza y nos capacita para perseverar en la oración.
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