UN CORAZÓN APASIONADO
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El amor de Dios es que nos alcanza
Hechos de los Apóstoles 26:15 (RVR60)
15 Yo entonces dije: ¿Quién eres, Señor? Y el Señor dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues.
> Saulo de tarso es alcanzado por el amor de Dios, no porque hubiese hecho méritos, vemos que Jesús mismo le dice: “Tú me persigues”
> Saulo de Tarso pensaba que lo que hacía estaba bien, pues su celo religioso lo había cegado. Pero el Señor con Su amor y bondad le hace ver su gran equivocación.“Yo entonces dije: ¿Quién eres Señor? Y el Señor dijo: Yo soy Jesús a quien tú persigues” Hechos 26:15.
Jesús tiene grandes planes con nosotros
Hechos de los Apóstoles 26:16–18 (RVR60)
16 Pero levántate, y ponte sobre tus pies; porque para esto he aparecido a ti, para ponerte por ministro y testigo de las cosas que has visto, y de aquellas en que me apareceré a ti, 17 librándote de tu pueblo, y de los gentiles, a quienes ahora te envío, 18 para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre los santificados.
> El Señor le revela a Saulo el plan del cielo para su vida. Nunca él se había visto predicando Jesús por las naciones y aún ante reyes, pero así son las cosas de Dios, sus pensamientos son más altos que los nuestros.
> Dios quiere manifestar su gloria y poder a través de aquellos corazones que se disponen para él.
> En muchas ocasiones nos cuesta trabajo comprender sus planes, pero al final con su amor y soberanía Dios nos conduce hacia su propósito eterno.
> Ahora irás a las naciones.
EN LA PRESENCIA DE JESÚS HAY PROFUNDOS CAMBIOS.
La visión de Dios en nosotros genera una gran pasión
Hechos de los Apóstoles 26:19–20 (RVR60)
19 Por lo cual, oh rey Agripa, no fui rebelde a la visión celestial,20 sino que anuncié primeramente a los que están en Damasco, y Jerusalén, y por toda la tierra de Judea, y a los gentiles, que se arrepintiesen y se convirtiesen a Dios, haciendo obras dignas de arrepentimiento.
> El apóstol expresa su obediencia a la visión dada por Dios. Cualidad que debe estar en todos nosotros.
> Así como un pueblo sin visión fracasa, lo mismo ocurre con una persona, matrimonio, iglesia, etc.
> Pablo antes respiraba amenazas contra los cristianos, ahora respira una profunda pasión por Dios y sus planes.
> Una señal del llamado de Dios es el profundo deseo de anunciar su Nombre.
> Cuando Dios nos llama a servirle, también deposita un fuego en nuestro corazón para cumplir con aquello que nos llama a hacer.
> Es necesario un corazón apasionado por Dios para cumplir el plan divino para nuestra vida.
> A partir de ese momento Pablo empezó a predicar a Jesús, lo hacía por todas partes y en todo tiempo.
> Ahora vivía para cumplir con ese fuego en su interior.
> Cuando en su bondad y amor Dios toca nuestro corazón, también se genera en nosotros un mayor deseo por habitar en su presencia.
III. UN CORAZÓN APASIONADO POR DIOS PRODUCE PERSEVERANCIA ANTE TODA OPOSICIÓN
Por causa de esto los judíos, prendiéndome en el templo, intentaron matarme.Pero habiendo obtenido auxilio de Dios, persevero hasta el día de hoy, dando testimonio a pequeños y a grandes, no diciendo nada fuera de las cosas que los profetas y Moisés dijeron que habían de suceder:
> Saulo de Tarso fue transformado, lleno del Espíritu de Dios y fue otro hombre
> El apóstol Pablo, quien fundó muchas iglesias, instruyó muchos siervos de Dios, marcó la historia de la iglesia de Jesucristo, y fue usado por el Señor para escribir buena parte del Nuevo Testamento, dejando un gran legado y ejemplo.
> Pablo está haciendo la voluntad del Señor y aun así se encuentra con oposición y dificultades, pero él se fortalecía en Dios. Su corazón apasionado por la presencia divina, sólo respiraba (ya no amenazas) sino un profundo deseo de hablar con Dios y hacer su perfecta voluntad en esta tierra.
> Cuando nos encontramos con Jesús nuestra vida experimenta el más poderoso cambio.
> No importa cuán duro u obstinado sea el corazón, o cuán débil o acomplejado sea, Dios tiene el poder de transformar y restaurar a todas las personas.
> Qué bueno que le digamos al Señor: “¿qué quieres que yo haga?”. Con la ayuda de Dios procura un corazón apasionado por Dios y por su voluntad, Y que podamos decir como el Salmista: “¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti? Y fuera de ti nada deseo en la tierra”
Salmo 73:25 (RVR60)
25 ¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti? Y fuera de ti nada deseo en la tierra.