A veces el miedo no es más que una ansiedad superficial; A veces está tan arraigada que el propio paciente niega su existencia y hace la ronda de médico en médico, tomando inyecciones, hormonas, tranquilizantes y tónicos en una búsqueda interminable de alivio”. En esta ocasión veremos tres requisitos que nos preparan en nuestro lugar de inicio cristiano para desarrollarnos en nuestra relación con Dios.