Doblo mis Rodillas (2)
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Introducción
Introducción
Hace dos semanas hablamos del corazón del corazón del gran pastor: el apóstol Pablo. Vimos su corazón por medio de su oración por su iglesia. Él deseó lo máximo por sus ovejas.
Vimos que en la oración de Pablo por sus ovejas en Éfeso que el oró para que ellos fueran fortalecidos, y que tuverian más fuerza espiritual.
Vimos que esa fuerza espiritual no viene de nuestra fuerza o capacidad física en la carne sino del hombre interior donde mora el Espíritu Santo, la nueva naturaleza.
Hoy continuamos examinando su oración en el mismo pasaje. Hoy veremos que Pablo quería que sus ovejas tenían una profundidad espiritual.
Solamente el creyente que está madurando está entrando con más profundidad en el propósito fundamental de su vida, a saber, el servicio y la adoración.
Larry Crabb
Y así viene la profundidad espiritual. A través del proceso de aprender a vivir por el hombre interior, maduramos y nos abrimos a una iluminación mayor de su persona revelada en las Santas Escrituras.
Desarrollo
Desarrollo
14 Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, 15 de quien es nombrada toda la familia en el cielo y en la tierra, 16 para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu; 17 que habite Cristo por la fe en vuestros corazones; para que, arraigados y fundados en amor, 18 podáis comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura; 19 y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento; para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.
1 - Fortaleza
1 - Fortaleza
2 - Profundidad
2 - Profundidad
Las profundas raíces de la fe
Imagina un árbol erguido en un campo. Durante los tranquilos días de primavera y verano, parece fuerte e inquebrantable. Pero cuando llegan las fuertes tormentas del otoño y el invierno, sólo los árboles con las raíces más profundas pueden resistir los fuertes vientos y las lluvias torrenciales.
Nuestra fe se parece mucho a las raíces de ese árbol. En los días tranquilos, puede parecer que una fe superficial es suficiente. Pero cuando llegan las tormentas de la vida -ya sea una enfermedad, una pérdida o una dificultad-, sólo una fe profunda y bien arraigada puede mantenernos firmes.
Consideremos la historia de los misioneros Robert y Mary Moffat. Durante diez años trabajaron en Bechuanalandia (actual Botsuana) sin ver un solo converso. A pesar de la falta de resultados visibles, se aferraron a su fe, creyendo que Dios estaba obrando. Su profunda fe se vio recompensada cuando el Espíritu Santo se movió en los corazones de los aldeanos, dando lugar a la formación de la primera iglesia cristiana en aquella tierra.
Del mismo modo que las raíces del árbol se hacen más profundas para encontrar agua y nutrientes, nosotros debemos profundizar en nuestra fe mediante la oración, el estudio de la Palabra de Dios y la confianza en sus promesas. Cuando lo hacemos, podemos afrontar cualquier tormenta con confianza, sabiendo que nuestra fe está firmemente anclada en Dios.
17 que habite Cristo por la fe en vuestros corazones; para que, arraigados y fundados en amor,
Esta vida es tan pasajera hermanos
Los afanes nos distraen de lo importante
Los estudios, el trabajo, la familia, y los hijos parecen tomar lo mejor de nuestra vida
Nos centramos tanto en todo eso que vivimos nuestro tiempo aquí en la tierra espiritualmente agitados, confundidos, perdidos, decepcionados, y últimamente, débiles
Pero no es lo que Dios quiere para nosotros
Dice la Palabra que “habite Cristo”
Habitar se refiere a vivir o morar en un lugar
Quiere decir que Cristo ocupa en lugar permanente en nuestro corazón
15 Porque así dice el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados.
Dice “arraigados”…
Arraigado es el acto de avanzar del superficie (lo fácil, común, básico)
Ser arraigados es cuando las raíces se extienden y crecen
1 Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado; 2 antes en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche. 3 Y será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace, prosperará.
Dice “fundados”
Aquí es una referencia arquitectónica y se refiere a la base donde descansa la fe y práctica
Si preparamos un sitio adecuado en santidad, si seguimos avanzando en nuestro desarrollo espiritual y crecemos no valen nada si no recordamos la base verdadera de nuestra fe: el amor
1 Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo caridad, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. 2 Y si tuviese el don de profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia; y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo caridad, nada soy. 3 Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo caridad, de nada me sirve.
Conclusión
Pablo oró que Dios les diera el ser fortalecidos porque sin la capacidad de vivir según el hombre interior no hay paso para lo que sigue. Pero, si podemos sujetarnos al Espíritu como un estilo de vida podemos empezar a profundizarnos en las verdaderas riquezas de nuestra relación personal.
Viene por medio de mantener un lugar permanente en nuestro corazón para Dios. Es mantener su casa como a él le gusta. No termina allá. Tenemos que seguir creciendo. Es cada día estirar las manos espirituales para alcanzar lo que sigue. Y, recordemos la base de todo lo que somos como cristianos. Todo nuestro hablar y hacer se debe de basar en el amor de Dios.
Hermanos, oremos unos por otros para que nuestras vidas espirituales no sean regulares sino profundos.
Oremos.
3 - Comprehensión
3 - Comprehensión
18 podáis comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura;
4 - Conocimiento
4 - Conocimiento
19 y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento; para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.
Conclusión
Conclusión