Viviendo en la tierra, pensando en el cielo

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Colosenses 3:1–4 RVR60
1 Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. 2 Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. 3 Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. 4 Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria.

INTRODUCCIÓN

En los últimos dos capítulos de la carta a los Colosenses, Pablo pasa a las aplicaciones prácticas de las doctrinas que él ha estado enseñando. Y esto es parte importante de la enseñanza doctrinal, del cristianismo y del evangelio en sí mismo.
La verdad es que muy poco hace si los cristianos declaramos y defendemos la verdad, pero fallamos en demostrar la verdad que defendemos en nuestras vidas.
Hay algunos cristianos en el día de hoy, o personas que se llaman a sí misma cristianas que defienden la verdad de un momento a otro en determinadas circunstancias, sin embargo sus vidas personales niegan las doctrinas que ellos dicen amar, o haber creído.
Como dijo el apóstol a Tito en una de sus cartas, “profesan conocer a Dios, pero con sus hechos lo niegan”, (Tito 1:16).
Algo que necesitamos tener en nuestra mente es que el paganismo religioso en los días de Pablo decía poco o nada acerca de la moralidad personal. Y no solo en aquellos días, también en los nuestros.
En ambos tiempos un adorador se arrodilla delante de un ídolo, pone sus ofrendas en el altar, recita unos versos fuera de contexto y sale de la iglesia o del templo para seguir viviendo su vieja vida de pecado de los cuales no se ha arrepentido y los cuales no ha abandonado completamente.
Muchos de nosotros venimos de ese estilo de vida religioso, que nos amonestaba poco o nada acerca del pecado y la santidad.
En esos entornos, lo que una persona cree no se relaciona directamente con su estilo de vida y no puede condenar a una persona por su vida impía o pecaminosa.
Sin embargo, en el cristianismo autentico, la fe en Cristo nos abre el entendimiento a un nuevo concepto, completamente diferente al paganismo religioso de las sociedades.
Lo que creemos tiene una muy bien definida conexión con nuestros estilos de vida. Después de todo, en el cristianismo Bíblico, fe en Cristo significa estar unido a Cristo mismo, y si nosotros compartimos Su vida, entonces deberíamos seguir Su ejemplo.
Él no puede vivir en nosotros por medio de Su Espíritu y permitirnos vivir en pecado.
Así que lo que el apóstol bajo la dirección divina escribe, conecta la doctrina, con el deber, proveyéndonos tres instrucciones claras.

BUSCAD LAS COSAS DE ARRIBA

Colosenses 3:1–4 RVR60
1 Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. 2 Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. 3 Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. 4 Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria.
Este pasaje es considerado uno de los textos más gloriosos de la epístola.
El énfasis por supuesto está en la relación de los creyentes con Cristo.
Al final del capítulo dos Pablo nos ha dicho cómo no debemos vivir. El cristiano no debe vivir siguiendo las pautas legalistas de los falsos maestros conforme a este mundo. Ahora nos dice cómo debemos vivir.
En estos versículos nos ha dicho una verdades con las cuales quiero cerrar esta primera parte de la enseñanza.

HEMOS MUERTO CON CRISTO

Colosenses 3:3 RVR60
3 Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios.
La completa explicación de esta verdad Bíblica, Pablo la escribió en Romanos 6-8.
Cristo no solo murió por nosotros, lo cual habla de la sustitución, sino que nosotros morimos con Él y eso habla de identificación.
Cristo no solo murió por nuestros pecados soportando su pena, sino que Él murió al pecado, rompiendo o anulando su poder. Y porque nosotros estamos en Cristo, por medio de la obra del Espíritu Santo, nosotros morimos con Él. Y esto significa que nosotros también podemos tener victoria sobre nuestra vieja naturaleza pecaminosa que aún pretende controlarnos.
Los creyentes estamos muertos al pecado y vivos para Dios, eso significa que nuestra vida en Cristo debe apuntar hacía las cosas de arriba, imitando a Cristo en esta tierra.

ESTAMOS VIVOS EN CRISTO

Colosenses 3:4 RVR60
4 Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria.
En este texto encontramos el concepto teológico de una vida intercambiada que también leemos en Gálatas.
Gálatas 2:20 RVR60
20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.
Aquí vemos entonces que Cristo es nuestra vida. La vida eterna no es una sustancia celestial que Dios nos da cuando como pecadores confiamos en Cristo y recibimos Su perdón. La vida eterna es Cristo mismo. De hecho tener a Cristo es tener vida, pues Él es la vida.
1 Juan 5:12 RVR60
12 El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.
Los cristianos estamos muertos y vivos al mismo tiempo, muertos al pecado y vivos en Cristo.
Y eso qué significa pastor, bueno mi hermano querido, eso significa que ya no vivimos nosotros, ahora vive Cristo en nosotros. Que para nosotros al igual que para Pablo el vivir debe ser Cristo el morir es para nosotros ganancia.
Permíteme ilustrar esto con mi hija Alana, generalmente como padres todos queremos y nos esforzamos porque coman bien y saludable en lo posible. Cuando estamos en la mesa y ella ve que hay vegetales y broccoli o coliflor ella generalmente no reacciona, es evidente que no disfruta cuando come estas cosas, sin embargo cuando le hablamos de pizza y de helado ella vuelve a la vida, su reacción es evidente, tiene gozo y come como si nunca hubiese comido.
Para ella el vivir es pizza y el morir es helado,
Si un cristiano no reacciona a la vida espiritual, venir a la Iglesia es como si fuese los vegetales en la mesa para mi hija, la vida cristiana es la calabaza, el broccoli hervido y sin sal, y usted viene y no reacciona, no tiene gozo de ser cristiano, es más se sienta, se lo come, pero no lo disfruta, y por otro lado al salir de la Iglesia, y del entorno cristiano comienza a rodearse de malas palabras, de alcohol y le ponen cualquier clase de pecado y usted reacciona y lo disfruta como mi hija el helado y la pizza entonces para ese cristiano el vivir no es Cristo y el morir es pérdida para él.
Cristo era el vivir para Pablo, lo que significa que él estaba vivo y atento y deseoso de disfrutar cualquier cosa ligada a Cristo y lo mismo debería ser Cristo para cada cristiano.
Si venir a la Iglesia es aburrido u opcional para usted, si la vida cristiana es aburrida para usted, si un estilo de vida piadosa es aburrida para usted, si el vivir para Cristo es opcional para usted, entonces usted es probablemente un cristiano que cree en la doctrina, dice que ama la doctrina, pelearías por la doctrina y defenderías la doctrina. Sin embargo, niegas la doctrina en el ejercicio practico que la vida en Cristo demanda a todos los que por Él hemos sido rescatados de aquella vana manera de vivir.

HEMOS RESUCITADO CON CRISTO

Colosenses 3:1 RVR60
1 Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.
Ya hemos dicho que en el contexto de este pasaje, Pablo nos ha dicho cómo no debemos vivir y ahora se propone a decirnos cómo si debemos vivir.
El versículo es una amonestación imperativa a buscar las cosas de arriba. Esto no esta sujeto a la consideración del creyente, ya que se espera, se da por hecho, sin embargo como si Dios supiera, (que lo sabe), que muchos creyentes no lo harían, por mano de Pablo exhorta a que dediquemos toda nuestra vida a hacer aquellas cosas que agradan a Dios, con la mirada en el cielo y no en la tierra.
Esto no significa que vamos a ser negligentes con nuestras responsabilidades terrenales, lo que implica es que todo lo concerniente a Cristo debe ser prioridad para un creyente y no opcional.
Para los que hemos resucitado con Cristo, ser consecuentes con su resurrección significa no solamente creer en ella como hecho histórico, sino también vivir en conformidad con ella.

ESTAMOS ESCONDIDOS CON CRISTO

Colosenses 3:3 RVR60
3 Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios.
Los creyentes hemos muerto en Cristo, ya no pertenecemos a este mundo, sino a Cristo; y las provisiones de vida que disfrutamos vienen sólo de Él. Pues nada de lo que hay en el mundo satisface más, nada nos llena, nada nos emociona más que Cristo, nuestra vida y cuando Él se haga manifiesto entonces nosotros lo haremos con Él.
Las cosas que deben y deberían atraer más a un creyente, estan en los cielos y en la Palabra de Dios por medio de la cual Él se nos reveló, no en la tierra, ni en las cosas terrenales.
Finalmente el creyente en Cristo, tiene la promesa de ser glorificado.

SOMOS GLORIFICADOS EN CRISTO

Colosenses 3:4 RVR60
4 Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria.
Cristo en este momento está sentado a la diestra del Padre, pero un día tarde o temprano volverá, para llevar a los suyos al hogar celestial, cuando lo haga, todos los creyentes entraremos con Él en la gloria eterna, cuando Él sea revelado en gloria, nosotros también lo seremos y allá estaremos para siempre con nuestro buen Salvador.

CONCLUSIÓN

Como vemos hermanos, los creyentes tenemos una gran responsabilidad, buscar coninuamente en nuestro vivir las cosas de arriba. Pero ¿cómo lo buscamos? Pablo nos dice como en el versículo dos.
Colosenses 3:2 RVR60
2 Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.
El verbo poner viene del griego φρονέω FRONEO, el cual tiene el sentido de concentrarse y habla de dirigir la propia atención y pensamiento a algo, que según el texto es las cosas de arriba, no las de la tierra.
En otras palabras, nuestros pies deben estar puestos en la tierra, pero nuestra mente debe estar en el cielo. Es decir la vida de un cristiano debe mirar lo terrenal desde el punto de vista celestial.
Si esta no es la forma en la cual estamos viviendo nuestro cristianismo entonces estamos aun viviendo como el paganismo religioso. Venimos a la Iglesia, traemos nuestra ofrenda, la dejamos en el altar, escuchas el mensaje, algunos hasta se inclinan y sin embargo salimos por esa puerta a seguir viviendo nuestra vida en Cristo sin Cristo, salimos de la Iglesia los domingos y durante la semana vivimos nosotros, no Cristo en nosotros, dejamos la ofrenda para salir y vivir en mis pecados pasados.
Si acaso eso le describe, entonces el mensaje a sido para usted.
Y hoy es un buen día para decirle al Señor, perdónanos, pues hemos estado viviendo nosotros y no Cristo en nosotros.
Perdónanos, pues hemos estado viviendo nuestro cristianismo con nuestra mente concentrada en las cosas terrenales y no las celestiales.
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