HISTORIA DE LA PREDICACIÓN EXPOSITIVA
INTRODUCCIÓN
EL PERÍODO BÍBLICO
Aquellos que fueron originalmente comisionados con la tarea de proclamar la Palabra de Dios le revelaron a Dios a los hombres mientras hablaban.
David y Salomón ofrecieron profundos ejemplos de la predicación reveladora y descriptiva de la Palabra en forma poética. David dedicó muchos salmos a revelar la naturaleza y el carácter de Dios
Los mensajes proféticos no sólo fueron predicciones del futuro (Is 9, 53), sino que frecuentemente llamaron al pueblo al arrepentimiento y a la obediencia
Lo que resulta claro en el Antiguo Testamento es que luego de que se ofreciera cierta revelación, el pueblo regresaría a ella con la necesidad de que fuera explicada o expresada. Esto fue particularmente cierto en el caso de las porciones difíciles de comprender. La predicación del Antiguo Testamento proveyó la aclaración necesaria.
Una historia de los expositores bíblicos debe incluir a Cristo, que es tanto el modelo de la predicación como el mensaje a predicarse. Jesús vino predicando (Mr 1:14) y enseñando (Mt 9:35).
La predicación de los apóstoles y otros líderes de la iglesia primitiva contribuye significativamente a la historia de la predicación expositiva. Los mensajes de Pedro (Hch 2:14–36), Esteban (Hch 7:2–53), Pablo (Hch 17:16–31) y Santiago (Hch 15:14–21) tienen elementos de la predicación reveladora y descriptiva. Las epístolas son, en su mayoría, exposiciones escritas diseñadas para enseñar varias lecciones. Como señala Barclay
Una vez que la era del Nuevo Testamento llegaba a su fin, la obra de los predicadores bíblicos llegó a ser sólo descriptiva, en lugar de ocuparse de la revelación y la explicación.
La predicación en la Biblia manda sólo una respuesta bíblica para la era posbíblica: continuar explicando y exponiendo el mensaje que ahora está plenamente revelado (Heb 1:1–3). Toda predicación debe ser expositiva si ha de ajustarse al patrón de la Escritura.