LA IGLESIA: SU FUNCIÓN, CARÁCTER Y MENSAJE

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INTRODUCCIÓN

Lectura: 1 Timoteo 3:14-16.
Oración
Una de los elementos básicos en la arquitectura es la estructura un edificio. Ésta es la parte fundamental que no solo da forma y diseño al edificio sino que es la que permite que todo el edificio se mantenga en pie. Sin una buena estructura, el edificio completo colapsa.
De hecho, en muchos países se han desarrollado tecnologías para crear estructuras antisismicas que sean capaces de resistir los movimientos telúricos de mayor escala. Todo esto amados, porque sin una buena estructura, todo el edificio se derrumba.
Una de las cosas que descubrimos en el nuevo local, es que el suelo no tenía una buena estructura, y por lo tanto, había un riesgo de que con cualquier golpe pudiera colapsar. La falta de estructura en el nuevo local no garantizaba que pudiera soportar todo el peso cuando nos reuniéramos allí. Hacía falta un mallazo que ayudara a sostener todo el peso. Pero, no se alarmen esto ya está solucionado, o al menos en proceso de solucionarse.
Pero nos sirve de ejemplo para entender la necesidad de tener una buena estructura que sostenga a todo el edificio.
Esta idea de estructura y arquitectura, es una de las imágenes que el Nuevo Testamento usa para referirse a la iglesia.
Cuando Pablo le escribe a Timoteo su primera carta, se refiere a la iglesia en términos arquitectónicos. La describe como “la casa de Dios” y como la “columna y sostén de la verdad”, y aunque Pablo no se está refiriendo al espacio físico, sí usa esta imagen para mostrarnos una gran verdad. Y es que la iglesia tiene una función estructural, sostenida por un testimonio de piedad, que respalda su proclamación de la verdad.
Voy a decirlo de nuevo, la iglesia tiene una función estructural, sostenida por su carácter de piedad, que respalda su proclamación de la verdad.
La iglesia es descrita, primeramente, como aquel lugar donde Dios mora, y en segundo lugar, como la estructura arquitectónica que sostiene a la verdad. La iglesia es la columna y el fundamento de la verdad. En otras palabras, la iglesia es el pilar donde el techo de la verdad es sostenido. Por esta razón, he puesto por título a este mensaje: “La iglesia: su función, carácter y mensaje”.
El argumento para esta tarde es que “la iglesia debe tener un testimonio de piedad que respalde su proclamación de la verdad
Y vamos a ver esto en tres partes:
La función de la iglesia.
El carácter de la iglesia.
El mensaje de la iglesia.
Así que, quiero que me acompañes nuevamente a leer el texto de hoy: 1 Timoteo 3:14-16.

I. LA FUNCIÓN DE LA IGLESIA

DECLARACIÓN DE PROPÓSITO
Lo primero que vemos en el texto de hoy, es al autor bíblico explicando el motivo por el cuál ha redactado esta carta. Bien podríamos decir que este pasaje es la declaración de propósito, es decir, es el motivo que llevó a Pablo a escribirle a su amado hijo en la fe.
Recordemos que el apóstol había dejado a Timoteo en Éfeso y él había seguido su camino a Macedonia, en lo que muchos denominan su cuarto viaje misionero. Y estando en Macedonia, escribe esta carta. El deseo de Pablo era reencontrarse con Timoteo, sin embargo, lo más probable -según nos indica en el mismo versículo- es que se iba a tardar más de lo que deseaba en volver a verlo. Esto lleva al autor a escribir su carta y nos muestra la suma importancia de estos temas. Pablo no quería esperar a reencontrarse con el joven pastor en Éfeso, pues lo que quería decirle era urgente.
Por eso dice, 1 Timoteo 3:14–15Te escribo estas cosas, esperando ir a verte pronto, pero en caso que me tarde, te escribo para que sepas cómo debe conducirse uno en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios vivo, columna y sostén de la verdad.
Pablo quiere que Timoteo sepa cómo debe conducirse la casa de Dios. Y aquí entramos en nuestro primer punto, ¿cuál es la función de la iglesia?
LA IGLESIA COMO CASA DE DIOS
En el mismo versículo 15, la expresión “la casa de Dios” se refiere a la iglesia. Ahora, cuando Pablo habla de la iglesia, no se está refiriendo a un edificio ni a un lugar concreto, sino a las personas que forman parte del pueblo de Dios.
Muchas veces pensamos de manera errónea que los creyentes venimos a la casa de Dios, pero realmente somos la casa de Dios. No venimos a la iglesia, somos la iglesia, y la iglesia es la casa de Dios. Esto es consistente con la enseñanza del Nuevo Testamento. Escuche lo que dicen los siguientes pasajes:
El mismo Pablo en Hechos 17:24 Pablo le estaba hablando a los atenienses y les dice lo siguiente: “»El Dios que hizo el mundo y todo lo que en él hay, puesto que es Señor del cielo y de la tierra, no mora en templos hechos por manos de hombres,
En 1 Corintios 6:19¿O no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo que está en ustedes, el cual tienen de Dios, y que ustedes no se pertenecen a sí mismos?
El apóstol Pedro en su primera carta dijo 1 Pedro 2:5también ustedes, como piedras vivas, sean edificados como casa espiritual para un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.
Todos estos textos nos muestran lo mismo, la casa de Dios no es un edificio, sino las personas que Él ha redimido.
El Señor nos ha permitido comprar un nuevo local, y ahora que estamos con las reformas de ese nuevo local, y no puedo evitar pensar que muchos creerán que el local es la iglesia, y que estamos edificando la iglesia porque estamos reformando un local. Pero amados hermanos, el local no es la iglesia, de hecho, el local puede derrumbarse mañana -Dios quiera que no- y la iglesia seguiría. El local es el sitio donde la iglesia se reúne, por lo tanto el local no es la casa de Dios. La casa de Dios somos nosotros.
Por eso, en 1 Timoteo 3:14-15, Pablo no se está refiriendo a un lugar, sino a un grupo de personas que han sido redimidas por el Señor, compradas con su sangre, y ahora han sido edificados como su hogar, como su casa.
Dios habita en y con su pueblo.
Amados, desde el primer momento en la creación, Dios siempre ha querido habitar con su pueblo. Lo hizo en Génesis cuando plantó el huerto en Edén, donde habitó con la humanidad por primera vez; luego en el Éxodo, lo vemos habitando con su pueblo en el Tabernáculo; y finalmente en la época de los Reyes cuando Salomón hizo el Templo en el que Dios habitaría con su pueblo. Pero la verdad es que todo esto era una sombra y figura de lo que realmente Dios estaba haciendo.
Porque el Señor, cuando redimió y reconcilió consigo todas las cosas, no mandó a la iglesia a construir un nuevo templo sino que Él hizo de nosotros su templo.
Cristo no nos salva para que nos convirtamos a un religión, sino que para que nos convirtamos en su hogar. La unión que el creyente tiene con Cristo, es tal, Él ahora habita en nosotros. Por eso me gusta cómo lo pone el pasaje en 1 Corintios, porque nos recuerda que ya no nos pertenecemos a nosotros mismos sino que ahora somos la casa de Dios. El templo de Dios.
Un autor cristiano, ya fallecido, Robert Boyd Munger, escribió un pequeño librito en el que describía de una manera ilustrativa la experiencia de los creyentes cuando Cristo comenzaba a morar en sus corazones. Y me encantaría poder leerlo todo aquí y ahora, pero no tenemos tiempo. Robert comienza describiendo como El Señor comienza a habitar en su corazón, y recorre cada habitación de su corazón. Pasando por el estudio, que representa la menta y los pensamientos, donde el Señor ve todos los pensamientos y las cosas en las que meditaba este creyente. Incluso, describe como había en el estudio algunas revistas que le hacían sentir avergonzado.
Pero luego llega al comedor, y ésta es la parte que quisiera leer para ustedes:
Él se sentó a la mesa conmigo y preguntó: “¿Qué tenemos para la cena?”
“Bueno” -le dije-, “mis platillos favoritos son: Huesos secos, tusas de maíz, basura agria; puerros, cebollas y ajos directos de Egipto; éstas eran las cosas que me gustaban en la feria del mundo”.
Cuando la comida le fue puesta delante, Él no dijo nada, pero observé que no comió. Le dije: “Maestro, ¿no te gusta esta comida?”
“¿Cuál es el problema?” -me contestó-. “Yo tengo una comida que tú no conoces... si quieres comida que realmente satisface, busca la voluntad del Padre, no tus propios placeres ni tus deseos, ni tu propia satisfacción, sino busca agradarme. Esa comida te satisfará”.
Allí, a la mesa, me dio a probar del gozo de hacer la voluntad de Dios. ¡Qué sabor! ¡Qué nutrición y vitalidad da al alma! No hay nada parecido en todo el mundo. Sólo ello satisface.
Esta historia me encanta porque me recuerda la gran diferencia que hay entre las demás religiones y el cristianismo. Todas las religiones asisten a un templo para adorar a imágenes muertas incapaces de moverse, imágenes que no tienen vida. Pero la Biblia nos enseña que es el Dios viviente, el Dios inmortal, el Dios Creador de los cielos y la tierra quien viene a nosotros a hacer de nuestro podrido corazón su morada.
La iglesia es la casa de Dios.
LA IGLESIA COMO COLUMNA Y SOSTÉN DE LA VERDAD
Y al ser la casa de Dios, tiene una función muy especial, es que la función de ser columna y sostén de la verdad.
Como hemos dicho al principio, de nuevo, Pablo está usando un lenguaje arquitectónico pero no se está refiriendo al edificio físico sino al espiritual que está compuesto por todos los creyentes unidos.
Ahora bien, algunos autores comentan que la frase en sí supone un reto de interpretación, ya que al poner a la iglesia como la columna y el sostén de la verdad, pareciera dar mayor importancia a la iglesia que a la verdad. Cosa que sería contraria a la enseñanza del Nuevo Testamento. Lo cierto es que la verdad es la que sostiene a la iglesia, la iglesia está fundamentada en la verdad.
En Mateo 16:18»Yo también te digo que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré Mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.” Cuando el Señor Jesús le dijo a sus discípulos que sobre ésta roca edificaría su iglesia, se refería a la verdad declarada por Pedro acerca de Jesús, y sobre esa verdad edificaría su iglesia.
De modo que, parece ser confuso, pero creo que Pablo intencionalmente usa esta expresión para recordarnos la función de la iglesia como cuidadora y protectora de esa verdad sobre la que ella misma se fundamenta.

II. EL CARÁCTER DE LA IGLESIA

Y esto nos lleva a nuestro segundo punto, el carácter de la iglesia.
La iglesia, como casa de Dios, y como columna y sostén de la verdad, debe vivir de una manera piadosa. Debe tener un estilo de vida santo y apartado del pecado.
Nuevamente, 1 Timoteo 3:14–15Te escribo estas cosas, esperando ir a verte pronto, pero en caso que me tarde, te escribo para que sepas cómo debe conducirse uno en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios vivo, columna y sostén de la verdad.
Hay dos frases que nos llevan a pensar en el carácter de la iglesia. Pablo le dice a Timoteo que le escribe “estas cosas”, y uno podría preguntarse, ¿qué cosas son las que le escribe? La frase griega es una frase que Pablo usa varias veces en 1 Timoteo, de hecho aparece por primera vez en este texto, pero luego Pablo vuelve a decir lo mismo en
1 Timoteo 4:6Al señalar estas cosas a los hermanos serás un buen ministro de Cristo Jesús…”
1 Timoteo 4:11Estas cosas manda y enseña.”
1 Timoteo 4:15Reflexiona sobre estas cosas; dedícate a ellas…
Esta expresión es utilizada para señalar el contenido inmediatamente anterior. Es decir, cuando Pablo dice te escribo estas cosas, se refiere a lo que escribió en el capítulo 2 y 3 de la carta.
Lo que nos muestra es que toda la enseñanza sobre la piedad, primeramente de los miembros de la iglesia, y en especial, de los líderes de la iglesia es lo que Pablo tiene en mente cuando dice te escribo estas cosas. Esto se confirma, cuando Pablo menciona que estas cosas son para que Timoteo sepa como debe conducirse uno en la iglesia.
La expresión “cómo debe conducirse uno” en el griego es un poco difícil de traducir, porque puede ser traducida como “conducirte”. Y si bien es cierto que ésta es una carta dirigida a Timoteo, no es una carta privada, sino que debe ser extendida a toda la iglesia. Pablo quería que esta carta se leyera públicamente. Evidenciamos esto en la salutación final, en 1 Timoteo 6:21… La gracia sea con ustedes.” ¿Quiénes son el “ustedes”? La iglesia.
De manera que, no importa mucho si se traduce como “conducirse uno” o “conducirte” lo importante es que tanto Timoteo como toda la congregación deben conducirse de una manera piadosa ya que ellos son la iglesia, la casa del Dios viviente.
La piedad es la idea central que Pablo está desarrollando en 1 Timoteo. Como hemos comentado en muchas otras oportunidades, Pablo comienza corrigiendo la falsa doctrina y denunciando a los falsos maestros, y es necesario que comience por corregir la falsa doctrina porque ésta es la que había producido impiedad en la vida de la iglesia en Éfeso. Tanto los líderes como los miembros se habían corrompido, prestando atención a genealogías interminables en vez de la verdad. Y como consecuencia, sus vidas ya no reflejaban la piedad que el evangelio produce en el creyente.
Por eso Pablo da instrucciones sobre cómo deben vivir los hombres y las mujeres creyentes.
Los hombres, deben vivir en santidad y pureza, sin ira ni contienda (1 Timoteo 2:8).
Las mujeres, deben mostrar su hermosura, no con maquillaje y vestido, sino con buenas obras de piedad (1 Timoteo 2:9-10).
Los líderes, deben ser ejemplo de piedad para el resto de la congregación al tener un carácter irreprochable (1 Timoteo 3:2).
Éstas son las cosas que Pablo le escribe a Timoteo para que, tanto él como el resto de la congregación, sepan que deben vivir de una manera piadosa. El carácter de la iglesia debe ser un carácter santo y piadoso:
Porque es la morada de Dios.
Por es la columna que sostiene la verdad.
Quiero que entendamos algo, la verdad siempre será la verdad. La verdad no cambia porque nosotros la vivamos o no. La verdad sigue siendo verdad aunque quien la predique no viva esa verdad. Sin embargo, al mismo tiempo, la recepción de esa verdad se verá afectada por el testimonio de quien la predica.
Tú puedes ser un cristiano con un mal testimonio, eso no invalida el evangelio. Jesucristo murió y resucitó y eso no cambia porque tú seas un mal cristiano. Pero la gente a tu alrededor será más receptiva a escucharte si ven en ti un coherencia entre lo que crees y lo que vives.
Las noticias más recientes ponen esto en evidencia. Hombres que por haber sido descubiertos en su estilo de vida pecaminoso, afectan el testimonio de la enseñanza pública que daban. Ahora todo el contenido de lo que enseñó este hombre no es recibido con buenos oídos, porque se evidencia una hipocresía entre su vida y su mensaje.
No debe ser así con la iglesia.
Por eso, el carácter de la iglesia, debe ser uno de piedad y santidad. De buenas obras para la gloria de Dios.

III. EL MENSAJE DE LA IGLESIA

Así que, hemos visto la función de la iglesia y el carácter de la iglesia. Ambos, tienen el propósito de respaldar la proclamación del mensaje de la iglesia.
1 Timoteo 3:16E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Él fue manifestado en la carne, Vindicado en el Espíritu, Contemplado por ángeles, Proclamado entre las naciones, Creído en el mundo, Recibido arriba en gloria.
Pablo describe el mensaje de la iglesia como “el misterio de la piedad”. Es prácticamente la misma frase que usa cuando dice que los diáconos deben “guardar el misterio de la fe con limpia conciencia.” (1 Timoteo 3:9).
La palabra misterio se refiere a algo que estaba oculto y ahora ha sido descubierto. Algo que estaba velado y ahora ha sido manifestado. Este misterio, se refiere a Cristo mismo. Pablo lo pone de esta manera en Romanos 16:25–27Y a Aquel que es poderoso para afirmarlos conforme a mi evangelio y a la predicación de Jesucristo, según la revelación del misterio que ha sido mantenido en secreto durante siglos sin fin, pero que ahora ha sido manifestado, y por las Escrituras de los profetas, conforme al mandamiento del Dios eterno, se ha dado a conocer a todas las naciones para guiarlas a la obediencia de la fe, al único y sabio Dios, por medio de Jesucristo, sea la gloria para siempre. Amén.
El misterio es el evangelio mismo, y esto es lo que Pablo describe a continuación:
1 Timoteo 3:16 Casi podríamos hacer una serie de predicaciones solamente del versículo 16, pero por razones de tiempo haremos un pequeño comentario de cada frase:
“Él fue manifestado en la carne”
La palabra griega para Él, es Hos, que se puede traducir como “quién o aquel”, algunos manuscritos posteriores reemplazan la palabra Hos por Theos, que significa Dios, pero los más antiguos no dicen esto. Pablo está hablando acerca de la encarnación de Cristo. Es la misma idea que el apóstol Juan menciona en su evangelio. En Juan 1:14El Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos Su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.
La gran verdad del evangelio es que Dios mismo, el Creador de los cielos y la tierra se hizo carne, tomó para sí una naturaleza humana, y se hizo semejante a los hombres, padeciendo los mismos padecimientos que los hombres, e incluso enfrentando las mismas, sino peores, tentaciones que cualquier otro ser humano. Cristo vino a este mundo, se encarnó para ser ahora el representante de los hombres ante Dios.
Cristo es el Dios-hombre.
“Vindicado en el Espíritu”
Y se hizo hombre para venir a morir por nosotros. De la misma forma que un hombre llevó a la humanidad a la condenación, así también era necesario que un hombre pagara por los pecados de la humanidad redimida.
Jesús vino, vivió una vida perfecta y justa, pero fue condenado como el peor de los pecadores. Los tribunales humanos lo condenaron a muerte considerándolo el peor de los malhechores. Fue hallado culpable sin verdaderamente serlo. Castigado siendo justo. Por eso El Padre lo vindicó por medio de su Espíritu Santo al levantarlo de los muertos. Esto es lo que significa la siguiente frase “vindicado en el Espíritu
En Romanos 1:4y que fue declarado Hijo de Dios con un acto de poder, conforme al Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos: nuestro Señor Jesucristo.
Esta declaración de Jesús como Justo y como Hijo de Dios, por medio de la resurrección que obró el Espíritu Santo es una vindicación de la justicia de Cristo. Otros los condenaron pero Dios lo vindicó al hallarlo justo. La prueba de la justificación de Cristo es la resurrección.
“Contemplado por ángeles”
Y esta resurrección fue contemplada, no solo por los hombres, sino por todas las huestes celestiales. Por eso dice que fue contemplado por los ángeles. En libro de los Hechos 1:10–11 leemos lo siguiente “Mientras Jesús ascendía, estando ellos mirando fijamente al cielo, se les presentaron dos hombres en vestiduras blancas, que les dijeron: «Varones galileos, ¿por qué están mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de ustedes al cielo, vendrá de la misma manera, tal como lo han visto ir al cielo»
Los ángeles mismos contemplaron al Creador del universo hacerse hombre, padeciendo en la cruz y resucitado de entre los muertos.
“Proclamado entre las naciones”
A este Cristo, es el que la iglesia predica. Este Cristo encarnado, crucificado y resucitado es el que proclamamos a todas las naciones. Mateo 28:19»Vayan, pues, y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,
En Hechos 17:30–31»Por tanto, habiendo pasado por alto los tiempos de ignorancia, Dios declara ahora a todos los hombres, en todas partes, que se arrepientan. »Porque Él ha establecido un día en el cual juzgará al mundo en justicia, por medio de un Hombre a quien Él ha designado, habiendo presentado pruebas a todos los hombres cuando lo resucitó de entre los muertos».
“Creído en el mundo”
La consecuencia de esta proclamación es la conversión de las almas perdidas que pasan de adorar a sus ídolos a servir al Dios verdadero. Como resultado de la predicación del evangelio, los pecadores en todas partes del mundo ponen su fe y esperanza en Cristo. Colosenses 1:6que ha llegado hasta ustedes. Así como en todo el mundo está dando fruto constantemente y creciendo, así lo ha estado haciendo también en ustedes, desde el día que oyeron y comprendieron la gracia de Dios en verdad.
Esto lo vemos aún en nuestros días, personas de diferentes culturas y naciones ponen su fe en Cristo, y creen en Él como su Señor y Salvador.
“Recibido arriba en gloria.
Y finalmente, este Cristo encarnado, crucificado, resucitado, contemplado, proclamado y creído, ha sido también exaltado en gloria a la diestra el Padre. Hebreos 8:1Ahora bien, el punto principal de lo que se ha dicho es este: tenemos tal Sumo Sacerdote, que se ha sentado a la diestra del trono de la Majestad en los cielos,
En Hechos 7:56y dijo: «Veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre de pie a la diestra de Dios»
Cristo está reinando en gloria a la diestra del Padre.
EL MENSAJE DE LA IGLESIA
Amados, éste es el mensaje de la iglesia. Hay muchas cosas buenas y que pueden ser de provecho que la iglesia pudiera enseñar, pero nada de eso es el mensaje que Dios le ha dado. La iglesia tiene un único mensaje que es Cristo mismo.
Conexión con el evangelio: Y para los amigos que nos visitan hoy, aquellos que aún no han conocido de una forma personal e íntima al Creador de los cielos y la tierra, a Jesús. Este mensaje que acabamos de mencionar es el mismo que queremos compartir contigo, que Dios mismo se hizo hombre para venir a morir en tu lugar, y así pagar la deuda tan grande que tienes con Dios por el pecado. Pero, a menos que creas en Él, y reconozcas que tu pecado es grave y confíes únicamente en lo que Jesús hizo y no en lo tú puedes hacer, a menos que creas eso, no podrás ser la morada de Dios.
No es algo que decimos los hombres, es algo que vemos en la Escritura. Dios quiere morar contigo y para ello te llama al arrepentimiento de tus pecados y a la confianza en Cristo Jesús para recibir el perdón.
Y yo quiero animarte, ven a Cristo. Ven a Él y comienza a disfrutar de las maravillosas delicias que hay en Él.
Éste es nuestro mensaje, ésta es nuestra predicación. Cristo, y solo Cristo.
La iglesia, como casa de Dios tiene una función estructural, sostenida por un testimonio de piedad, que respalda su proclamación de la verdad.
APLICACIONES
Ahora bien, ¿cómo aplicamos esto en nuestras vidas de una forma práctica? Bueno, creo que el texto es muy evidente. Hay una realidad que debemos entender y dos cosas que debemos hacer.
Entiende que eres la casa de Dios: Debemos vivir siempre con la noción de que somos la casa de Dios, y que no nos pertenecemos a nosotros mismo. Que nuestro cuerpo no es para nosotros, sino para el Señor, y que todo lo que hagamos debe agradarle a Aquel que es nuestro dueño. Somos su hogar, su morada, su templo, y Él habita en nosotros. Hay cosas que vemos con nuestros ojos que Cristo nunca vería en su casa. Hay conversaciones que tenemos con nuestro labios que Cristo nunca hablaría en su casa. Hay cosas que deseamos que Cristo nunca serviría en su mesa. Somos su casa, y debemos vivir a la luz de esta verdad.
Y esto nos lleva a las dos cosas que debemos hacer:
Crece en la piedad: Lee 1 Timoteo 2-3, y aprende que ése es el carácter que debes tener. Tu vida debe ser irreprensible, la pregunta es ¿qué estás haciendo para crecer en la piedad? ¿Es acaso crecer en la piedad una prioridad en tu vida? Si no lo es, hazlo un prioridad. Los pastores estaremos encantados de caminar y ayudarte en este camino que tenemos que recorrer juntos.
Proclama la verdad: Dios nos ha dado la responsabilidad de evangelizar al mundo perdido. Este mensaje que la iglesia debe proclamar no es solo para los pastores sino para todos los miembros de la iglesia ¿Estás predicando el evangelio? ¿Estás compartiendo con otros lo que Jesús ha hecho? ¿Te estás entrenando para hacerlo de una mejor manera? ¿Entiendes que Dios te pedirá cuentas por no proclamar el evangelio a los perdidos? Amados, una buena forma de ser entrenados es quedarse al instituto bíblico. En estas clases estamos aprendiendo a cómo amar a nuestros vecinos.
Entiende que eres la casa de Dios, crece en la piedad y proclama la verdad.
Que Dios nos ayude a ser una iglesia que verdaderamente tenga un testimonio de piedad, porque solo eso hará creíble ante el mundo la verdad que somos llamados a proclamar.
¿Amén?
Oremos.
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