¿Cómo venir a la Cena del Señor?
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TEMA #
Basado en la Cena del Señor
TEXTO BÍBLICO
Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí. Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí. Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga.
PROPÓSITO
INTRODUCCIÓN
Seguramente varios de los miembros de iglesia lleven años participando de la Cena del Señor y por eso tenemos conocimiento acerca de ella y sabemos ciertamente que es un mandamiento y como tal tenemos que cumplirlo, porque si no lo hacemos nos va a ir mal con Dios. Pero se ha preguntado ¿por qué se hace de la manera en que lo practicamos los Adventistas del Séptimo Día?
Quiza algunos al reflexionar en esta pregunta, podriamos responder de tres maneras:
Porque así me enseñaron.
Porque así lo veo que lo hacen.
Porque si no lo hago así me van a ver mal los hermanos.
ILUSTRACIÓN:
FRASE INTRODUCTORIA
¿Como debemos participar de la cena del Señor?
MENSAJE
Quiza la manera más adecuada según la palabra de Dios, es destacable tres elementos:
I. EN SANTIDAD
El Cristiano es santo, porque Dios es Santo (1 Pedro 1:16).
por lo tanto, al participar de la Santa Cena esa santidad debe estar presente.
Antes de presentarnos al comer el pan sin levadura y beber la copa debemos limpiar esa levadura que nos aleja de Dios (1 Corintios 5:7-8).
No se puede estar con Dios y con el diablo al mismo tiempo.
Es una hipocresía el participar de la Santa Cena el domingo y toda la semana estar entregado al pecado (1 Corintios 10:21).
Por eso hay que probarnos persistentemente y pedir perdón de los pecados que se cometieron y ya no volverlos a hacer (1 Corintios 10:12).
II. RECORDANDO EL SACRIFICIO DE JESUS
Se explica en tres de los evangelios que se debe recordar la muerte de Jesucristo (Mateo 26:26-28; Marcos 15:22-24; Lucas 22:19-20).
Los elementos de la Santa Cena tienen significado para recordar.
El pan sin levadura: El cuerpo de Jesús.
El jugo de uva (la copa):
Es recordar el sacrificio de Jesucristo cuando fue clavado en la cruz.
Todo lo que tuvo que pasar por nosotros (Isaias 53:5)
Que siempre este en nuestra mente, así como Pablo se los recordaba a los corintos (1 Corintios 10:16).
El hacerlo de una manera indebidamente (indignamente) traerá consecuencias graves (1 Corintios 11:27-32).
Tales como:
“será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor”.
Que maldición es esta, más que nada es regresar al anterior estado del que salimos.
Comer juicio y beber para sí.
Enfermedad, debilidad y muerte (Espiritual).
Condenados con el mundo
III. DE MANERA ORDENADA.
La Biblia nos muestra el cómo hacerlo
El Espíritu Santo vio la importancia de dejarlo en tres de los evangelios (Mateo 26:26-27; Marcos 14:22-23; Lucas 22:19-20).
El orden es el siguiente:
Nuestro Señor tomo el:
Pan: Tomar, bendecir (dio gracias) y repartió.
Copa: Tomar, dio gracias y repartió.
Hubo problemas con los hermanos de Corinto por no hacerlo ordenadamente (1 Corintios 11:20-23).
Había un desorden:
No se esperaban a su turno (cada uno se adelanta a tomar su propia cena).
Tomaban cantidades no apropiadas (y uno tiene hambre, y otro se embriaga).
No solo reinaba el desorden, sino que también:
Estaban menospreciando a los hermanos.
Pablo pone orden, dejando lo que en principio había enseñado Jesús (1 Corintios 11:24-25).
Pablo refuerza el punto de tener orden en 1 Corintios 11:33-34.
Recordemos que Dios es Dios de orden (1 Corintios 14:33).
CONCLUSIÓN:
Con estos tres argumentos podemos asegurar que la Cena del Señor la debemos participar:
1. Con toda santidad.
2. Recordando el gran sacrificio que hizo nuestro Señor.
3. Y debemos hacerlo ordenadamente.
B. Cuidemos nuestro ser espiritual y participemos de la Santa cena de manera digna y como Dios nos lo dice.
Aura estaba pensativa cuando su familia llegó a su hogar, después de la iglesia. Esa mañana sirvieron la Cena del Señor en el culto y ella tenía algunas preguntas. “Sé que, cuando tomamos la cena, eso nos recuerda la muerte de Jesús… y se supone que debemos hacerlo hasta que Él regrese para hacer nuevas y perfectas todas las cosas. Pero ¿tendremos la Cena del Señor también en el cielo?”
Su padre negó con la cabeza. “No, hija, no habrá Santa Cena en el cielo”.
“¿Por qué no?’, preguntó la niña. “No entiendo”.
“Bueno…” Papá pensó por un momento y luego señaló una fotografía que estaba en el piano. “Antes que el tío Daniel y la tía Lisa se fueran para ser misioneros en África, se tomaron esa fotografía. Ahora nos recuerda que oremos por ellos mientras están lejos, mientras están trabajando para predicar de Jesús a otras personas”.
Aura asintió. “Nos ayuda a mantenerlos en nuestra mente cuando no podemos verlos”.
“¿Recuerdas cuando estuvieron aquí el verano pasado?”, le preguntó su padre. “Pasaron unas dos semanas con nosotros, cuando todos nuestros rosales estaban florecidos. Tu mamá cortó tantas rosas para adornar la casa que teníamos floreros por todos lados”.
Aura rio. “¡Lo recuerdo! Sacamos los adornos de todas las mesas para tener espacio para las flores. Incluso quitamos la fotografía del tío Daniel y la tía Lisa por un tiempo, porque necesitábamos el espacio en el piano para poner otro ramo”.
“Así es”, afirmó papá. “¿Crees que eso les haya molestado?”
“No”, respondió Aura. “No les importó porque estaban aquí, en persona. ¡eso es mejor que una fotografía!”
“¡Exactamente! Piensa en la Cena del Señor como una ilustración de lo que Jesús hizo por nosotros. El pan y el jugo son símbolos que nos recuerdan que Él sufrió y murió para pagar el castigo por nuestros pecados”, explicó su padre. “Pero llegará el tiempo en que no necesitaremos más esa ilustración, porque estaremos con Jesús en persona y veremos las cicatrices del sacrificio que Él hizo por nosotros en Sus manos y pies”.
Aura hizo un gesto afirmativo. “¡Tendremos a Jesús en persona, no solo en una ilustración!”
“Correcto”, expresó papá. “Y en vez de la Cena del Señor, la Biblia dice que tendremos un banquete en el cielo para celebrar el regalo de la vida eterna que Él nos ha provisto a través de Su muerte y resurrección”. — LINDA M. WEDDLE