El hombre espiritual
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Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.
Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse. Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios. Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza; porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios. Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora; y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo.
Hemos hablado sobre esta batalla entre el espíritu y la carne no en el sentido neoplatónico de que haya cierta enemistad entre lo material y lo espiritual, porque sabemos que no es asi, sino en el sentido de el nuevo hombre batallando con el viejo, nuestra nueva naturaleza batallando con el pecado que todavía reside en nosotros.
Pablo en verso 14 hace una declaración bastante reveladora y contundente, al decir que aquellos que son guiados por el Espíritu son hijos de Dios, y esto es muy interesante porque aclara y deja ver de una manera muy sencilla quienes son aquellos que son hijos de Dios.
El antinomianismo o la no-ley ha producido mucha confusión en esto precisamente, en como saber o distinguir si alguien es un verdadero hijo de Dios, primeramente porque al rechazar la ley como un estándar de juicio, es suplantada por el misticismo, el “yo creo o yo siento” de tal manera que podemos llegar a caer en el error de pensar que porque hice una oración muy bonita o porque pase al frente en la congregación e impusieron manos sobre mi, pero no cualquier persona, sino el mismo pastor impuso manos sobre mi, pero sobretodo, senti algo distinto, entonces creo que si soy hijo de Dios.
Esto pasa cuando se rechaza la ley de Dios, caemos en el misticismo y en la práctica del “yo creo”
Pero en esta porción el apóstol Pablo nos aclara que los que son guiados por el Espíritu, esos son hijos de Dios. No los que han hecho esto o aquello como una especie de fórmula, sino los que son guiados por el Espíritu.
Ahora, nuevamente si la ley es desechada caemos en el mismo problema, digamos que ya entendimos que un hijo de Dios es aquel que es guiado por el E.S., bien, entonces ¿que es ser guiado por el E.S.?
¿Que es ser un hombre espiritual? Esto podría llevarnos a pensar que un hombre espiritual es aquel que tiene un tipo de actitud muy “santa” muy “recatada” que no se exalta, que no se enoja que habla quedito, alguien que emana mucha paz, pero esta es la imagen mistica de un hombre espiritual, porque podría variar de persona a persona, mi percepción de alguien asi es distinta a la del otro.
Ahora un hombre espiritual no es alguien que levita o que emana paz, como los maestros que enseñan el budhismo o el zen. EN este caso ellos serían hijos de Dios tambien.
En el cristianismo existen aquellos que rechazan la ley y la aportan su lado mistico al ser guiados por el Espíritu. Y nuevamente se cae en el misticismo, dicen que ser guiado por el Espiritu es algo distintivo del nuevo pacto o del nuevo testamento, porque como comienzan con la premisa de que ya no estamos bajo la ley sino bajo la gracia, entonces la ley no aplica y lo que “yo” crea o sienta que el espiritu me dicta eso es.
Alguna vez platicando con alguien justamente hablabamos de esto, sobre la vigencia de la ley, este amigo decía que ya no aplicaba en nuestros días, y que lo que Dios pnía en tu corazón eso debías hacer, ahora mientras seguíamos platicando, me comentó que se había separado de su mujer porque ella le argunmentó que Dios le había dado a entender que era lo mejor por esto y aquello, a lo cual el no estuvo de acuerdo porque la Biblia dice que no son razones válidas, entonces?
Entonces un hombre espiritual no es lo que el misticismo dice, sino es lo que la Biblia dice.
El hombre espiritual es aquel que retrata hebreos 5:14.
pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal.
¿Como podremos discernir entre lo bueno y lo malo?, aqui entra el concepto de moralidad. Cual es nuestra norma entre lo bueno y lo malo, cual es el estándar para definir y contrastar uno de lo otro?
Todo hombre tiene una ética que esta basada en su moralidad o sea en su concepto de bueno y malo, asi es como toma decisiones y vive. Algunos dicen que no hay moralidad y te dicen que lo que tu creas es bueno siempre y cuando no afecte a los demas esta bien, pero es inconsistente esta declaración porque esto mismo es una declaración moral, entonces es bueno que cada quien haga lo que quiere.
Deuteronomio 6 leemos el shemá de Israel, que parte dice : Jehová tu Dios Jehová uno es, esto significa una ley, una verdad un Dios, solo hay una fuente de moralidad y esa es la Palabra de Dios, La ley. No hay dos verdades asi como no hay dos conceptos de bueno o de malo.
Aquel hombre espiritual según hebreos 5 es aquel que discierne o distingue entre lo bueno y lo malo segun la ley de DIos, no segun otra norma o ley. Ahora esto no se queda así, sino que sigue, los conceptos no solo deben quedarse en nuestra mente sino que debemos llevarlos a la práctica.
Es interesante que Hebreos 5 nos dice que aquel que tiene “los sentidos ejercitados” en el discernimiento. No solo la mente sino todos los sentidos, de tal manera que los que nos está tratando de decir es que el hombre en su totoalidad no solo distingue sino que actua según este discernimiento.
No solo considera algo bueno y hace lo contrario, repetir los mandamientos de Dios pero hacer lo opuesto dista de ser un hombre espiritual.
1 cor 13:1-3
Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy. Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve.
Recuerda que el amor es el cumplimiento de la ley.
Entonces el hombre espiritual es quien discierne entre el bien y el mal, pero sobretodo es quien vive según esto.
Volviendo a lo que romanos 8:14 nos dice, auqellos que son hijos de Dios, son aquellos que distinguen entre lo bueno y lo malo y vivien según esto.
Mateo 12:50 es claro, siendo las palabras de nuestro Señor:
Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi hermano, y hermana, y madre.
Entonces es una cuestion mas alla de simplemente hacer una oración lo que comunmente se llama la oración del pecador, o pasar al altar para que oren por ti, sino que es mas un aspecto ético.
Es hacer la voluntad del Padre, y como sabemos cual es la voluntad del padre? Observando su Ley, ejercitando los sentidos en el discernimiento del bien y del mal, buscando aplicaciones a su ley en el día a día.
La nueva naturaleza de los hijos de Dios es manifiesta en sus obras, no en un aspecto mistico.
El nuevo naciemitno y nuestra identidad como hijos de DIos esta marcada por la obediencia a los mandamientos de la ley, ahi es donde expresamente leemos acerca de la voluntad de DIos para nuestra vida y para su creación, que ya lo veremos versiculos mas adelante.
No es hijo de Dios quien dice serlo cuando su ética es opuesta a la ley recuerda que “por sus frutos los conoceréis” no las acciones que me parecen cristianas sino acciones según la ley de Dios.
No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
Es un pasaje que nos deja una muy buena reflexión, ¿estamos viviendo de acuerdo a la voluntad de DIos? ¿Soy un hijo de Dios en estos tperminos? ¿Mi vida esta siendo guiada por el E.S?
Recuerda que es una práctica diaria. Posicionalmente somos declarados hijos de Dios, pero el día a día lo que se llama santificación es lo que nos asemeja mas y mas a Cristo.