La respuesta de Dios frente a las quejas de Habacuc.
una palabra clave: violencia (hms). Este término tiene relación con el sistema legal y podría traducirse como “desorden”, “injusticia” o también “opresión” de las clases más altas sobre las bajas mediante la manipulación del sistema legal.
El SEÑOR inicia su respuesta con la expresión ¡Miren a las naciones! El verbo mirar (heb. r’h) tiene un amplio abanico de significados, aunque aquí implicaría mirar con una actitud de búsqueda. La respuesta a la queja del profeta se encontraría mediante una mirada atenta y profunda de lo que ocurre en las naciones. Dios va a incitar a los caldeos. Esta mención de los caldeos es importante para entender el contexto del libro, ya que es la única referencia histórica que encontramos en él. En cinco versículos el texto se explaya sobre el poder devastador, la fuerza y capacidad bélica de los caldeos. Pero, debido a que las victorias militares se atribuían a los dioses de los ejércitos, el texto alerta sobre el pecado de los caldeos al adjudicar esos triunfos a sus ídolos. Al inexplicable silencio de Dios frente al mal se suma ahora su desconcertante elección de un pueblo perverso para llevar adelante su propósito.
A diferencia de la primera queja, el clamor ahora no es por la injusticia doméstica en Judá, sino por la injusticia de un imperio global.