La Transformación por la Misericordia de Dios

I. Presentación de nuestros cuerpos como sacrificio vivo (Romanos 12:1)

Parakaleo = ruego, alentar, consolar, exhortar, llamar.

Romanos La base de la conducta cristiana (12:1–2)

La exhortación es venir al lado de un hermano con un ruego para que oriente su vida en una determinada dirección. De manera que ruego no es en modo alguno una súplica, sino un aliento hacia algo. El verbo se usaba en el griego clásico cuando un oficial arengaba a las tropas bajo su mando, antes de entrar en combate. La exhortación, dirigía el pensamiento de los soldados hacia la victoria y los enardecía, orientándolos hacia algo concreto.

Presentar nuestros cuerpos: Aquel que presenta su cuerpo es porque ya ha presentado su alma y su espiritu anteriormente.

Sacrificio vivo: Para aquellos que piensan que Dios pide o demanda mucho de su pueblo, tienen razon, Dios no se conforma con sacrificios, no quiere las ofrendas, sino al donante en plenitud, todo El. Apocalipsis 2:10 dice asi: “Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida.” No podemos creer que con vivir una vida religiosa es suficiente como hijo de Dios

Sacrificio Santo: 1 Pedro 1:18-20 Dios no nos rescato para vivir nuevamente en pecado, o para vivir como el mundo quiere que vivas.

II. No conformarse a este mundo, sino transformarse (Romanos 12:2)

No conformarse: Identificar las formas en que el mundo trata de conformarnos a sus patrones.

Transformación por la renovación de la mente: La importancia de renovar nuestra mente a través de la Palabra de Dios.

El verbo μεταμορφόω, que significa literalmente “cambiar mas alla” y se traduce como transformar, es del que se deriva la palabra castellana metamorfosis, que implica el profundo cambio ocurrido en una oruga que luego como crisálida se transforma en mariposa

No solo se trata de cambiar externamente (de apariencias) sino internamente.

Comprobar la voluntad de Dios: La única forma de poner a prueba si la voluntad de Dios es buena o mala es renovando nuestra mente. El resultado es darnos cuenta de que es buena, agradable y perfecta. Por eso el mundo no puede ver que Dios es bueno, porque no quiere cambiar su forma de pensar a la de Cristo.

III. Humildad y servicio en el cuerpo de Cristo (Romanos 12:3-5)

Humildad en la auto evaluación: No tener un concepto más alto de nosotros mismos del que debemos tener.

Unidad en la diversidad: Explicar cómo, aunque somos muchos, formamos un solo cuerpo en Cristo.

Interdependencia en el cuerpo: La importancia de reconocer y valorar los dones y funciones de cada miembro.

IV. Uso de los dones espirituales (Romanos 12:6-8)

Diversidad de dones: Enumerar los diferentes dones mencionados en el pasaje.

Uso adecuado de los dones: Cómo cada don debe ser usado para edificar el cuerpo de Cristo.

Profecía: Usarla conforme a la fe.

Servicio: Dedicarse a servir.

Enseñanza: Dedicarse a la enseñanza.

Exhortación: Animar a otros.

Repartir: Hacerlo con generosidad.

Presidir: Hacerlo con diligencia.

Misericordia: Hacerlo con alegría.