Aún los Gentíles Pueden Ser Salvos
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Introducción
Introducción
Recuerdo cuando era niño e ibamos a las citas del médico.
Nuestro médico solía ser anglo.
En ocasiones teníamos un médico asíatico.
Pero, en esta ocasión recuerdo que el especialista que me atendió fue un cardiólogo hispano (méxicano).
Esto me llamó la atención.
Toda mi infancia había sido entre gente hispana.
Pero, fue algo bastante sorprendente ver un médico que hablaba mi idioma, tenía mi tono de piel, y sobre todo conocía mi cultura.
Lo primero que se me vino a la mente fue, “aún nosotros los méxicanos podemos ser médicos”.
En el pasaje que hoy estaremos considerando vemos a los líderes de la iglesia cristiana completamente sorprendidos al ver como Dios aún a los gentíles les ha concedido la salvación. Hoy veremos:
Dios obra en las vidas, aún de los géntiles
Dios vence la resistencia del ser humano
Dios salva a judíos y géntiles - de la misma manera
Dios obra en las vidas, aún de los gentiles
Dios obra en las vidas, aún de los gentiles
En el último mensaje vimos como Dios envió a Pedro para llevar el mensaje de salvación al hogar de géntil. Pues, ahora vemos como respondieron Cornelio y su familia.
Mientras Pedro aún hablaba estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que escuchaban el mensaje.
Notemos que Pedro no ha dejado de hablar cuando Dios de pronto derrama su Espíritu Santo sobre aquellos que están escuchando el mensaje de Pedro.
Dios interrumpe la predicación de Pedro porque los oyentes están experimentando una obra sobrenatural de salvación en sus vidas.
La Biblia no dice explicitamente que Cornelio y su familia están aceptando el mensaje pero vemos una clara evidencia que estas personas abrazan el mensaje de Pedro con todo su corazón.
Pedro les ha predicado acerca de la obra de Dios en Cristo y como Dios ofrece salvación en base a la obra de Jesús.
»Y nos mandó predicar al pueblo, y testificar con toda solemnidad que este Jesús es el que Dios ha designado como Juez de los vivos y de los muertos.
»De Él dan testimonio todos los profetas, de que por Su nombre, todo el que cree en Él recibe el perdón de los pecados»
Dios, que conoce los corazones, les concede el don de su Espíritu Santo, igual como lo experimentaron los discípulos en Jerusalén el día de Pentecostés.
Todos los creyentes que eran de la circuncisión, que habían venido con Pedro, se quedaron asombrados, porque el don del Espíritu Santo había sido derramado también sobre los gentiles,
pues los oían hablar en lenguas y exaltar a Dios. Entonces Pedro dijo:
El Espíritu Santo ha sido derramado sobre estos gentiles.
La gente sabe que esto es lo que ha sucedido pues los escuchan hablar en lenguas desconocidos y alaban a Dios, trayendo a la memoria lo ocurrido en Hechos 2.
Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba habilidad para expresarse.
cretenses y árabes, los oímos hablar en nuestros propios idiomas de las maravillas de Dios»
Esto que está sucediendo debe sorprendernos tal como se sorprendieron los creyentes judíos (e.g., Todos los creyentes que eran de la circuncisión).
Ellos se sorprenden porque se dan cuenta que Dios está tratando con los gentiles al igual que ha tratado con los judíos.
En otras palabras, Dios no está mostrando favoritísimo para aquellos que son judíos.
Dios ha repartido la misma bendición que dio a los gentiles y la está concedienco a los gentiles.
Dios está concediendo su misma gracia sobre los que han sido circuncidados y aquellos que son incircuncisos.
Dios está bendiciendo aquellos que guardan los rituales judíos y aquellos que no tiene parte de estas costumbres o tradiciones.
Pedro, al ver el trato que Dios tiene para con los gentiles llega a una conclusión monumental:
«¿Puede acaso alguien negar el agua para que sean bautizados estos que han recibido el Espíritu Santo lo mismo que nosotros?»
Y mandó que fueran bautizados en el nombre de Jesucristo. Entonces le pidieron que se quedara con ellos unos días.
Pedro declara - estos gentiles han recibido el Espíritu Santo igual que nosotros.
Por tanto, si Dios les ha concedido esta gracia, nada impide para que ellos sean bautizados.
Nadie tiene autoridad para negarles el derecho de ser bautizados como creyentes, como testimonio de la obra que Dios ha hecho en sus vidas.
Esta es una conclusión monumental y sumamente rádical.
En el judaísmo existe el concepto de la conversión, pero no es algo muy común.
El judaísmo moderno permite pero no promueve la conversión al judaísmo.
Requiere años de estudio.
Requiere que la persona conozca los 613 mandamientos.
Requiere que la persona se comprometa a vivir como judío y someterse a las leyes de Moisés.
Requiere que si es varón - que sea circuncidado.
Pero, en este caso, vemos que no tuvieron que cumplir con ningún requisito ya que Dios mismo dio testimonio de Cornelio y su familia, de que Dios los ha salvado y que el Espíritu Santo mora en sus vidas.
Por tanto, esto es suficiente para que se les administre el bautismo como creyentes como sello de su conversión.
Dios vence la resistencia del ser humano
Dios vence la resistencia del ser humano
Pedro enfrenta mucha resistencia de parte de los apóstoles y los hermanos de Judea.
Los apóstoles y los hermanos que estaban por toda Judea oyeron que también los gentiles habían recibido la palabra de Dios.
Cuando Pedro subió a Jerusalén, los que eran de la circuncisión le reprocharon:
«Tú entraste en casa de incircuncisos y comiste con ellos»
No podían creer que Pedro, habiendo sido un hombre celoso de las tradiciones judías, ahora tuviera compañerismo con los gentiles incircuncisos.
Notemos que los hermanos ni siquiera mencionan el hecho de que estos judíos incircuncisos han recibido el Espíritu Santo, han esucuchado el mensaje del evangelio y lo han aceptado, han sido convertidos por el poder de Dios.
Nada de esto les importa - lo único que pueden ver es que Pedro ha violado las tradiciones/leyes judías que le prohíben convivir con los gentiles.
Claramente existe una barrera entre judíos y gentiles, una barrera que parece ser inmovible.
Los judíos y géntiles deben vivir separados.
No puede haber convivencia entre ellos.
No hace mucho que teníamos iglesias segregadas.
Iglesias para blancos e iglesias para negros.
Iglesias para blancos e iglesias para méxicanos.
Iglesias donde la membresía jamás aceptaría a una persona que no fuese de su misma cultura/raza/o clase social.
Existen razones de prudencia que requieren que tengamos congregaciones diferentes.
Por ejemplo, tenemos en EEUU iglesias dónde se habla en inglés y otras dónde se hablan el idioma de la mayoría de la congregación.
Pero una iglesia segregada es aquella que se separa porque vemos al otro grupo como gente inferior, gente indigna, gente que no es igual y jamás serán iguales a nosotros en valor o dignidad.
Así que Pedro explica detalladamente todo lo que ocurrió en su encuentro con Cornelio (vv. 4-15).
Pedro culimina su explicación reltando como Dios derramó su Esíritu Santo sobre los géntiles al igual que lo hizo con ellos.
Esto fue en cumplimiento en la promesa de Jesús:
»Entonces me acordé de las palabras del Señor, cuando dijo: “Juan bautizó con agua, pero ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo”.
Así que podrán ellos exigir una iglesia separada, demandar que Pedro no conviva con los gentiles, pero estarían en contra de lo que Dios está obrando.
»Por tanto, si Dios les dio a ellos el mismo don que también nos dio a nosotros después de creer en el Señor Jesucristo, ¿quién era yo para poder impedírselo a Dios?»
Estarían ellos tratando de impedir a Dios.
Quién podrá contra el todopoderoso?
Dios salva a judíos y gentiles - de la misma manera
Dios salva a judíos y gentiles - de la misma manera
Lo qué los creyentes judíos no pueden explicar es como pudo ser posible que Dios haya salvado a estos gentiles que no tienen nada que ver con las tradiciones y costumbres de los judíos.
No guardan las fiestas de Israel.
No guardan las leyes de alimentos.
No practican los rituales de purificación.
…cómo es posible que Dios los haya podido salvar.
La respuesta la tenemos en los últimos dos versículos:
»Por tanto, si Dios les dio a ellos el mismo don que también nos dio a nosotros después de creer en el Señor Jesucristo, ¿quién era yo para poder impedírselo a Dios?»
Al oír esto se calmaron, y glorificaron a Dios, diciendo: «Así que también a los gentiles ha concedido Dios el arrepentimiento que conduce a la vida».
En que momento fue que Dios les dio el regalo de su Esíritu Santo?
En que momento fue que Dios les dio la evidencia de haber creído en el evangelio?
La respuesta es sencilla - después de creer en el Señor Jesucristo.
Esto no se refiere a un simple “creo en Jesús”.
El creer en el concepto hebreo es confiar en, rendirse completamente, descansar su confianza plenamente en la obra de Jesús.
Aun Cornelio quien había dado tantas limosnas a los judíos - no podía confiar en su generosidad como medio de salvación.
Cornelio debía creer y confiar que solo creyendo en Jesús, solo por medio de la fe en él, es que podía tener paz para con Dios.
Esto es el mensaje del evangelio.
Esto lo declararon los reformadores.
No somos salvos por obras.
No somos salvos por hacer obras de caridad.
No somos salvos por guardar el sábado o por abstenernos de comer alimentos impuros.
No somos salvos porque evangelizamos o porque no usa joyas de oro.
No somos salvos porque un día fue un predicador.
Somos salvos solo cuando hemos creído plenamente en la obra de Jesús en la cruz.
Somos salvos cuando hemos reconocido que no nos podemos salvar a nosotros mismos.
Somos salvos cuando reconocemos que no hay obras suficientes que podamos hacer para ser libres de condenación.
Somos salvos gratuitamente, en base a la bondad y misericordia de Dios.
Y veamos la respuesta de aquellos que han entendido esta realidad:
Al oír esto se calmaron, y glorificaron a Dios, diciendo: «Así que también a los gentiles ha concedido Dios el arrepentimiento que conduce a la vida».
