La gran cosecha que viene: El poder de la música de Dios

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Estamos viviendo en el tiempo más glorioso de la historia de la humanidad. Está a la puerta el más profundo mover del Espíritu Santo, el mejor vino espiritual de todas las edades, la mayor cosecha de almas de todos los tiempos.

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La gran cosecha que viene: El poder de la música de Dios
Domingo 20 de Octubre 2024 - Iglesia Senda Antigua
LECCIÓN 16
ORACIÓN
Podemos confesarle:
“Señor, Tú eres Poderoso, yo soy débil; Tú eres sabio, yo soy necio; Tú eres luz, yo soy tinieblas; Tú nunca fallas, mi carne siempre falla; Tú eres puro, Señor, y yo nací impuro; Tú eres infinito, y yo soy muy pequeño; Tú me amas y por tanto yo te amo a Tí; Tú conoces todas las cosas, y yo no conozco nada como debiera.
Señor, toma el control de mi vida; Señor enséñame cómo cederte, entregarte espíritu, alma y cuerpo y no entregarme a mi carne y dejar de permitirle a mi carne que haga cosas Señor y empiece a permitirme a Tí que vivas y te muevas a través de mi vida.
Y vamos a ver cambios grandes, cuando la Iglesia se empiece a dar cuenta de que somos hijos de Dios (ginome, “gennao” engendrados), de que Él vive en ellos, a través de ellos y cuando Él habla el diablo es arruinado, sus planes son arruinados.”
Señor, el Todopoderoso, el Dios que creó este universo con Sus dedos, que puede lograr cualquier cosa con facilidad te suplicamos que seas Tú el Maestro en esta iglesia y que Tus Palabras penetren nuestros corazones hasta lo más profundo y que veamos con claridad Tu voluntad, Tu plan, Tu deseo, Tu gran misericordia para con nosotros Señor.
Gracias Cristo. Amén.”
EL PODER DE LA MÚSICA DE DIOS
Habiendo explicado que hay cierta música que procede de Dios y otras que no, quiero que veamos el resultado que produce oír música de las diferentes fuentes que mencionamos en la elección anterior.
Empezaré considerando la música que proviene de Dios.
1- Atrae la presencia del Señor
Dios responde a la música celestial
Un fundamento más que debemos tener presente en la adoración que agrada a Dios es que la música atrae la presencia de aquel que la originó o que es su fuente.
La música de Dios atrae la presencia de Dios y hace descender la unción verdadera.
En 1 Crónicas 15 David utilizó cánticos, música e instrumentos musicales para regresar el arca del pacto a Jerusalén.
Podemos regresar la presencia del Señor a la iglesia con cánticos y alabanza, pero para hacerlo, necesitamos la música ordenada por nuestro David celestial: Cristo.
2 Crónicas 5:13 dice:
“13cuando sonaban, pues, las trompetas, y cantaban todos a una, para alabar y dar gracias a Jehová, y a medida que alzaban la voz con trompetas y címbalos y otros instrumentos de música, y alababan a Jehová, diciendo: Porque él es bueno, porque su misericordia es para siempre; entonces la casa se llenó de una nube, la casa de Jehová.”
2 Crónicas 5:14 dice:
“14Y no podían los sacerdotes estar allí para ministrar, por causa de la nube; porque la gloria de Jehová había llenado la casa de Dios.”
En la dedicación del templo de Salomón, la gloria de Dios llenó la casa cuando alababan al Señor.
La música que proviene de los cielos causa que el ambiente terrenal se convierta en un lugar propicio para la presencia de Dios.
Esdras y Nehemías son los libros de la restauración, y es interesante que en estos libros se mencionen cantores más que en cualquier otro libro de la Biblia.
Los cantores serán muy importantes en la restauración de la Iglesia que viene pronto.
2 Reyes 3:15 dice:
“15Mas ahora traedme un tañedor. Y mientras el tañedor tocaba, la mano de Jehová vino sobre Eliseo,”
Un tañed es un músico.
En este pasaje, mientras el tañedor tocaba el Espíritu de Dios vino sobre el Eliseo, quien profetizó acerca de una liberación gloriosa.
La música ungida puede atraer la presencia del Omnipotente.
Otro ejemplo del impacto que la música ungida produce sobre los seres humanos lo tenemos en un evento que ocurrió hace algunos años, y lo cuento el hermano Marvin cuando en el cuarteto en donde cantaba fue invitado a cantar en un evento cristiano; era una cena.
La forma de pensar de este cuarteto era no cantar en banquetes, fiestas o reuniones de esa clase, aunque fueran cristianas, porque el objetivo de ellos era ministrar con la música al Señor y no al pueblo, no las personas.
Sin embargo, con titubeos, aceptaron la invitación en esa oportunidad.
Cuando llegaron a la cena, se desanimaron al darse cuenta de qué habían invitado a tres grupos más.
No era cuestión de competencia; pero ellos pensaron: “Si hay tanto ‘entretenimiento’, entonces ¿para qué vamos a cantar?”.
A ellos les tocaba cantar de último, y se desanimaron aún más cuando se dieron cuenta de qué la gente platicaba en medio del ruido de los cubiertos mientras los primeros tres grupos cantaban, siendo ignorados completamente como si fuera música de fondo.
Entonces oraron: “Señor ayúdanos, que cuando cantemos sea diferente y suceda algo, que otra vez manifiesta es el poder de tu música”.
Llegó su turno y empezaron a cantar.
A los pocos segundos de haber empezado, todos a una pusieron a un lado de sus cubiertos y dejaron de hablar: la gloria de Cristo había ha caído sobre el lugar.
Al terminar el primer canto, sin ser invitados por el cuarteto o por alguien más, se pusieron de pie, levantaron sus manos y empezaron a adorar al Señor.
Fue un encuentro maravilloso con Dios.
Eso es lo que la música va a hacer en estos últimos tiempos: moverá al pueblo y lo llevará al Lugar Santísimo, a la presencia irresistible de Dios.
2- Nos mantiene llenos del Espíritu Santo
Además de agradar al Señor, los oyentes son bendecidos al escuchar esa música, porque algo de Dios les está haciendo impartido a través de ella.
Algunos creyentes dicen que la música es amoral, es neutra, que es lo que importa es la letra de lo que se canta.
Esta forma de pensar ignora algo que es muy importante y es una realidad: la música, al igual que la letra, también comunica bendición o maldición.
Veamos por qué esto es así.
El lenguaje de la música
La música es una forma de comunicación que, al igual que las palabras, permite proyectar e impartir a otros lo que somos y lo que tenemos en nuestro interior.
Dios nos ha dado las dos formas para comunicarnos.
Así como sucede en los idiomas, la música puede inscribirse y expresarse; el medio de expresión que utiliza es un instrumento musical.
Según la Biblia, con las palabras podemos impartir vida o muerte, lo dice Proverbios 18:21:
“21La muerte y la vida están en poder de la lengua,
Y el que la ama comerá de sus frutos.”
Si alguien habla la palabra viva de Dios, producir vida en los oyentes; se dice palabras satánicas o carnales, les extraerán muerte.
No tenemos algo interesante: el lenguaje hablado está compuesto de palabras y las palabras de letras.
Las letras por sí solas no son buenas ni malas, pero al unirlas podemos formar palabras buenas o malas; y al decirlas o expresarlas, podemos hacerlo de una forma buena o mala, gentil o grosera, suave o áspera.
Lo mismo sucede con la música.
El lenguaje musical se forma por la unión de las notas musicales.
Estas por sí solas, no son buenas ni malas.
Pero al unirlas en una composición musical y al ejecutarlas a través de instrumentos musicales, son para bien o para mal.
Porque a través del instrumento, un músico proyecta a los oyentes lo que él es, lo que hay en su interior.
Si tenemos esto veremos que es mentira la aseveración que dice: “La música es amoral y no importa que música utilicemos, lo que importa es la letra”.
Dios es compositor de música
Un ejemplo que ilustra que la música es un lenguaje es el siguiente:
1 Crónicas 25:1 dice:
“1Asimismo David y los jefes del ejército apartaron para el ministerio a los hijos de Asaf, de Hemán y de Jedutún, para que profetizasen con arpas, salterios y címbalos; y el número de ellos, hombres idóneos para la obra de su ministerio, fue:”
Tal vez nosotros podríamos pensar que para profetizar es indispensable hablar, porque usualmente la profecía es un mensaje recibido por inspiración y expresado por palabras.
¡Pero los músicos de David profetizaban con sus instrumentos!
Había un mensaje profético que salía a través de esos instrumentos; no con palabras; sino con música inspirada por Dios.
En otras palabras, estos profetas impartían la inspiración profética del Espíritu a través de sus instrumentos, mientras adoraban a Dios con música inspirada por el Espíritu Santo.
Hago énfasis en la palabra “inspiración”, debido a que la profecía genuina procede de Dios; Él la da; la inspira a los hombres para ser expresada con palabras o por medio de música e instrumentos musicales.
Cuando escuchamos o cantamos la música y los cantos que son dados o inspirados por Dios, nos llenamos de lo que Él es.
Efesios 5:18-19 dice:
“18No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu, 19hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones;”
Si queremos mantenernos llenos del Espíritu, el secreto es cantar siempre al Señor en nuestros corazones.
Pero no cualquier canto; no se trata de la música que no proviene de Dios, como rancheras, baladas o rock.
El apóstol Pablo dice que cantemos con himnos y cánticos espirituales, es decir, tantos que proceden del Espíritu de Dios.
Esto es una clave para mantener Su presencia en nosotros.
3- Trae liberación y victoria sobre los enemigos
Salmo 32:7 dice:
“7Tú eres mi refugio; me guardarás de la angustia;
Con cánticos de liberación me rodearás.”
Los cánticos del Señor traen liberación.
Por el contrario, los cantos que provienen de la carne, aunque tengan letra cristiana, producen más carne, y los que provienen de espíritus inmundos producen influencias demoníacas en el hombre.
Job 35:10 dice:
“10Y ninguno dice: ¿Dónde está Dios mi Hacedor,
Que da cánticos en la noche,”
Los cánticos de la noche son cantos de liberación que Dios concede a personas piadosas en tiempos de noches espirituales, es decir, de pruebas y dificultades.
Varios de los Salmos dicen que fueron escritos cuando David estaba pasando por noches espirituales, por tiempo difíciles como cuando era perseguido por Saúl o por Absalón, o cuando estaba en el desierto.
En Hechos 16:22-40 dice:
“22Y se agolpó el pueblo contra ellos; y los magistrados, rasgándoles las ropas, ordenaron azotarles con varas.
23Después de haberles azotado mucho, los echaron en la cárcel, mandando al carcelero que los guardase con seguridad.
24El cual, recibido este mandato, los metió en el calabozo de más adentro, y les aseguró los pies en el cepo.
25Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían.
26Entonces sobrevino de repente un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel se sacudían; y al instante se abrieron todas las puertas, y las cadenas de todos se soltaron.
27Despertando el carcelero, y viendo abiertas las puertas de la cárcel, sacó la espada y se iba a matar, pensando que los presos habían huido.
28Mas Pablo clamó a gran voz, diciendo: No te hagas ningún mal, pues todos estamos aquí.
29El entonces, pidiendo luz, se precipitó adentro, y temblando, se postró a los pies de Pablo y de Silas;
30y sacándolos, les dijo: Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo?
31Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.
32Y le hablaron la palabra del Señor a él y a todos los que estaban en su casa.
33Y él, tomándolos en aquella misma hora de la noche, les lavó las heridas; y en seguida se bautizó él con todos los suyos.
34Y llevándolos a su casa, les puso la mesa; y se regocijó con toda su casa de haber creído a Dios.
35Cuando fue de día, los magistrados enviaron alguaciles a decir: Suelta a aquellos hombres.
36Y el carcelero hizo saber estas palabras a Pablo: Los magistrados han mandado a decir que se os suelte; así que ahora salid, y marchaos en paz.
37Pero Pablo les dijo: Después de azotarnos públicamente sin sentencia judicial, siendo ciudadanos romanos, nos echaron en la cárcel, ¿y ahora nos echan encubiertamente? No, por cierto, sino vengan ellos mismos a sacarnos.
38Y los alguaciles hicieron saber estas palabras a los magistrados, los cuales tuvieron miedo al oír que eran romanos.
39Y viniendo, les rogaron; y sacándolos, les pidieron que salieran de la ciudad.
40Entonces, saliendo de la cárcel, entraron en casa de Lidia, y habiendo visto a los hermanos, los consolaron, y se fueron.”
Aquí vemos que el apóstol Pablo y Silas habían sido azotados y encarcelados injustamente.
En la cárcel, en vez de quejarse, empezaron a cantar himnos a Dios.
De pronto, un terremoto sacudió el lugar, haciendo que todas las puertas fueran abiertas y las cadenas de todos los presos se soltaran.
Finalmente fueron liberados después de haber cosechado un alma para Cristo.
Cuando Dios lucha por nosotros, es mucho más efectivo que cuando nosotros lo hacemos sin Su ayuda.
Cuando David tocaba el arpa en la casa de Saúl, dice la biblia que el espíritu malo que estaba sobre Saúl se apartaba de él (1 Samuel 16:23 dice: “23Y cuando el espíritu malo de parte de Dios venía sobre Saúl, David tomaba el arpa y tocaba con su mano; y Saúl tenía alivio y estaba mejor, y el espíritu malo se apartaba de él.”).
La música ungida puede atraer la presencia de Dios y ahuyentar a los enemigos, quienes no soportan estar en la presencia de Dios.
Salmo 19:13-14 dice:
“13Preserva también a tu siervo de las soberbias;
Que no se enseñoreen de mí;
Entonces seré íntegro, y estaré limpio de gran rebelión.
14Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti,
Oh Jehová, roca mía, y redentor mío.”
La música de Dios atrae la presencia y la naturaleza de Dios hacia nosotros, e inspira humildad, mansedumbre, arrepentimiento, y adoración divina.
COROS: Vámonos, Bendeciré a Jehová - C.
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