¿Qué tan lejos estamos del Reino de Dios?

Acercándonos al Corazón de Dios

Mr 12:28–34 (Mt. 22:34-40)

Este pasaje narra la interacción entre Jesús y un escriba que pregunta cuál es el mandamiento más importante. Jesús responde citando Deuteronomio 6:5 y Levítico 19:18, revelando que amar a Dios y al prójimo son esenciales para experimentar el Reino de Dios.

Este pasaje nos desafía a reflexionar sobre cómo amamos a Dios y a los demás en nuestra vida cotidiana. En tiempos de conflicto y división, volvemos al corazón del mensaje de Jesús: el amor es la clave que abre las puertas del Reino de Dios.

La enseñanza central de este sermón es que el amor es la esencia de nuestra fe y la base para vivir en comunidad. El cumplimiento de los mandamientos se encuentra en el amor que debemos demostrar hacia Dios y hacia otros.

Este pasaje muestra a Jesús como el cumplimiento de la ley y los profetas, demuestra que su vida encarna estos dos mandamientos y que, a través de su sacrificio, nos habilita a amar plenamente a Dios y a nuestro prójimo.

El amor a Dios y al prójimo es la puertas que nos conducen al Reino de Dios, donde somos llamados a vivir en relaciones restaurativas y transformadoras.

Te sugiero que examines las tradiciones rabínicas sobre los mandamientos y su contexto cultural en Logos. También considera la crítica textual en los pasajes citados por Jesús de Deuteronomio y Levítico. Analiza cómo la interpretación de estos mandamientos influye en la comprensión del Reino de Dios en el Nuevo Testamento. Esto te proporcionará una profundidad al preparar tu sermón sobre el amor como núcleo de la fe.

1. Priorizar el Amor a Dios

Mr 12:28-30

Jesús responde a la pregunta sobre el mandamiento más importante al citar Deuteronomio 6:5. Amar a Dios con todo nuestro ser es el punto de partida para nuestras vidas de fe. Nuestra devoción a Dios establece el fundamento para todo lo demás. Este amor radical hacia Dios nos acerca al Reino, recordándonos que nada es más importante que nuestra relación con Él. Sin embargo vemos en el pasaje un enfrentamiento de ideas y conceptos teológicos. A los maestros de la Ley no se les había perdido nada con los saduceos. La profesión de los escribas consistía en interpretar la Ley en todas sus muchas reglas y normas. A lo que se dedicaban los escribas era a conocer y aplicar la ley oral; mientras que, como ya hemos visto, los saduceos no aceptaban la ley oral en absoluto. El maestro de la Ley se alegraría sin duda de que los saduceos se retiraran con el rabo entre las piernas.

Comentario Al Nuevo Testamento EL AMOR A DIOS Y AL PRÓJIMO (Marcos 12:28–34)

Este escriba vino a Jesús con una pregunta que se debatía a menudo en las escuelas rabínicas. En el judaísmo había una especie de doble tendencia. Estaba la tendencia a extender la Ley ilimitadamente en cientos y miles de reglas y normas; pero también existía la tendencia a tratar de reunir la Ley en una sola frase, una afirmación general que fuera el compendio de todo su mensaje.

Existían dos escuelas pricipales de pensamiento en el judaísmo de la época: La escuela de Hillel y la de Shammay. La escuela de Hillel tendía a compendiar y resumir los 613 preceptos de la Ley de forma practica y simple; Shammay era mas apegada a seguir la estricta letra de la ley. En este pasaje Jesús combina, y es la primera vez que alguien lo hace, las enseñanzas que tienen que ver con la adoración a Dios y el deber práctico hacia nuestros semejantes.

Barclay, W. (2006). Comentario Al Nuevo Testamento (p. 266). Editorial CLIE.

2. Promover Amor al Prójimo

Mr 12:31

Jesús coloca el amor al prójimo al mismo nivel que el amor a Dios, añadiendo profundidad a lo que significa vivir en el Reino de Dios. Este mandato impulsa una ética de amor que trasciende el mero cumplimiento de reglas. Tal vez al cultivar una comunidad basada en el amor profundo hacia todos, reflejamos fielmente el corazón de Jesús en nuestro entorno.

3. Práctica y Cercanía al Reino

Mr 12:32-34

La reacción del escriba y la afirmación de que el amor prevalece sobre los sacrificios rituales indica que El escriba aceptó esto de buena gana, y añadió que tal amor era mejor que todos los sacrificios. Eso estaba en armonía con el pensamiento más elevado de su pueblo. Hacía mucho, mucho tiempo, Samuel había dicho: «¿Es que se complace el Señor tanto en holocaustos y sacrificios como en que se obedezcan las palabras del Señor? Mejor es obedecerle que ofrecer sacrificios, y prestarle atención, que el sebo de los carneros» (1 Samuel 15:22). Y Oseas Le oyó decir a Dios: «Lo que Yo quiero es fidelidad, y no sacrificios» (Oseas 6:6).

La respuesta de Jesús, confirmando que el escriba está cerca del Reino de Dios, indica que el entendimiento es solo el comienzo. Posiblemente nos desafíe a movernos de la comprensión teórica a la práctica visible del amor en nuestras acciones diarias.

Comentario Al Nuevo Testamento EL AMOR A DIOS Y AL PRÓJIMO (Marcos 12:28–34)

Pero es siempre más fácil dejar que el ritual ocupe el lugar del amor. Siempre es más fácil dejar que el culto se convierta en un asunto de la iglesia en lugar de algo de toda la vida. El sacerdote y el levita podían pasar de largo al viajero herido porque estaban ansiosos por cumplir con el ritual del templo. Este escriba se había remontado por encima de sus contemporáneos, y por eso se encontró de acuerdo con Jesús.

Tiene que haber habido una mirada de amor en los ojos de Jesús, y también una mirada de invitación cuando le dijo al escriba: «Hasta aquí has llegado tú. ¿No quieres seguir adelante, y aceptar Mi manera de ver las cosas? Entonces llegarías a ser un verdadero ciudadano del Reino de Dios».