Dios está por mí.
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Tema: Dios está por mí.
Texto: Salmo 56.1 – 13
1 Oh Dios, ten misericordia de mí, porque la gente me acosa. Mis enemigos me atacan todo el día.
2 Los que me calumnian no dejan de acosarme, y muchos me atacan descaradamente.
3 Pero cuando tenga miedo, en ti pondré mi confianza.
4 Alabo a Dios por lo que ha prometido. En Dios confío, ¿por qué habría de tener miedo? ¿Qué pueden hacerme unos simples mortales?
5 Siempre tergiversan lo que digo; se pasan el día tramando cómo hacerme daño.
6 Se juntan para espiarme, vigilan cada paso que doy, ansiosos de matarme.
7 No permitas que estos malvados se salgan con la suya; en tu enojo, oh Dios, derríbalos.
8 Tú llevas la cuenta de todas mis angustias y has juntado todas mis lágrimas en tu frasco; has registrado cada una de ellas en tu libro.
9 Mis enemigos emprenderán la retirada cuando yo clame a ti por ayuda. Una cosa sé: ¡Dios está de mi lado!
10 Alabo a Dios por lo que ha prometido; sí, alabo al Señor por lo que ha prometido.
11 En Dios confío, ¿por qué habría de tener miedo? ¿Qué pueden hacerme unos simples mortales?
12 Cumpliré los votos que te hice, oh Dios, y ofreceré un sacrificio de gratitud por tu ayuda.
13 Pues me rescataste de la muerte; no dejaste que mis pies resbalaran. Así que ahora puedo caminar en tu presencia, oh Dios, en tu luz que da vida.
Propósito general: Aliento.
Propósito específico: Exhortar a cada creyente a tener la seguridad que en todo momento, incluyendo las situaciones difíciles, Dios está de nuestro lado.
Bosquejo:
v.1 – 4 – Dios quiere que le busquemos en medio del temor.
v.5 – 11 – Dios está al tanto de nuestro sufrimiento.
v.12 – 13 – Dios recibe la alabanza por la respuesta a nuestras oraciones.
Oración de transición: Encontramos en este salmo de David, la fortaleza que podemos encontrar en la confianza y seguridad cuando sabemos que Dios está con nosotros en medio de todo sufrimiento.
Introducción:
Ocasión por la que se escribe el salmo - 1 Samuel 21.10 – 15
10 Y levantándose David aquel día, huyó de la presencia de Saúl, y se fue a Aquis rey de Gat.
11 Y los siervos de Aquis le dijeron: ¿No es éste David, el rey de la tierra? ¿no es éste de quien cantaban en las danzas, diciendo: Hirió Saúl a sus miles, Y David a sus diez miles?
12 Y David puso en su corazón estas palabras, y tuvo gran temor de Aquis rey de Gat.
13 Y cambió su manera de comportarse delante de ellos, y se fingió loco entre ellos, y escribía en las portadas de las puertas, y dejaba correr la saliva por su barba.
14 Y dijo Aquis a sus siervos: He aquí, veis que este hombre es demente; ¿por qué lo habéis traído a mí?
15 ¿Acaso me faltan locos, para que hayáis traído a éste que hiciese de loco delante de mí? ¿Había de entrar éste en mi casa?
Muchas veces luchas con nuestras propias fuerzas, batallas que Dios ya ha ganado.
Es inevitable sentir temor.
El temor nos vence, o nos hace dependientes de Dios.
Ej.: Creación del Chapulín Colorado - Un héroe miedoso - En medio del temor, es fuerte al vencer sus miedos.
Definición de las clases de temores que existen.
Ablutofobia: Miedo a lavarse o bañarse
Bibliofobia: Miedo a los libros.
Ergofobia: Miedo a ir a trabajar.
Homofobia: aversión hacia los homosexuales.
Neofobia: Miedo a lo nuevo.
Peniafobia: Miedo a la pobreza.
Ritifobia: Miedo a las arrugas.
Rupofobia: Miedo a la suciedad.
Teofobia: Miedo a los dioses o a la religión.
Antropofobia: Miedo a las personas.
¿Cual fobia tiene usted?
Maridofobia… Suegrofobia...
David dice no tendré temor de las personas… porque ha aprendido a confiar en Dios.
Desarrollo:
v.1 – 4 – Dios está por mí en medio del temor.
Si temo al hombre, el antídoto es confiar en Dios
Fe en medio del temor…
¿Cómo puede uno aumentar su fe?
La fe es por el oír, y el oír por la palabra de Cristo.
17 Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.
Notese cómo el salmista concuerda: En Dios, cuya palabra alabo, en Dios he confiado.
Porque se basa en las promesas de Dios, la fe puede ser “específica”, no sólo un sentimiento vago.
Al orar debo ser específico, que yo mismo me escuche mis palabras.
Ej.: Esta comprobado… tu puedes, vamos, hablar con uno mismo...
Como no debemos confiar en el brazo de carne cuando está a nuestro favor, igualmente no debemos temer el brazo de carne cuando está contra nosotros.
v.5 – 11 – Dios está por mí en mi sufrimiento.
Dios conoce todos los problemas y ve cada una de nuestras lágrimas.
Dios está consciente de todos mis peligros, problemas y sufrimientos.
Dios no olvida ningún detalle de nuestra vida
“has juntado todas mis lágrimas en tu frasco”
Ej.: Plañideras – A más mujeres llorando más importante era el difunto… para ver cuánto habían llorado, tenían que guardar sus lágrimas (Lacrimatorios)
En el frasco que se guardaban las lágrimas no era hermético, sino que permitía que las lágrimas se evaporarán… hasta entonces duraba el luto de la familia por el difunto.
Esto sé… (v. 9); ¡qué confianza!
¿Que sabe usted de Dios?
Es lo mismo que dice
31 ¿Qué podemos decir acerca de cosas tan maravillosas como éstas? Si Dios está a favor de nosotros, ¿quién podrá ponerse en nuestra contra?
Ésta confianza se basa en su palabra.
Se basa en alguien que conoce a Dios.
No puede confiar en alguien que usted no conoce.
v.12 – 13 – Dios está por mí, porque da respuesta a mis oraciones.
Los salmistas nos dan un buen ejemplo, pues siempre están seguros de que Dios escucha y siempre alaban a Dios por su respuesta.
Dios me ha librado de la muerte y de la caída; y lo ha hecho muchas veces en respuesta a mi oración y a la de otros hermanos.
Dios nos libra con un propósito: que andemos delante de Dios en la luz de la vida.
El Señor es mi ayudador y no temeré lo que me haga el hombre, porque el hombre no tiene poder sino el que le es dado de lo alto.