No lo creeréis. Habacuc 1:5-11
Miercoles - Devocional • Sermon • Submitted • Presented
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Iglesia Bautista Victoria
Reunión de oración los miércoles por la noche, 30 de octubre
No lo creeréis. Habacuc 1:5-11
Una vez más, buenas noches. Gracias por estar aquí presente esta noche. Me alegra ver su deseo de estudiar la Palabra y orar como iglesia.
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En la Biblia vemos varios tipos de oraciones. Vemos oraciones que toman forma de alabanza. Oraciones de lamento como en los salmos. También vemos oraciones que reclaman a Dios. El miércoles pasado, comenzamos un estudio de la oración de Habacuc. Esta oración está en forma de reclamo a Dios.
Habacuc vivía en un tiempo lleno de injusticia social y un alejamiento de los judíos de Jehová. Habacuc describe la sociedad como lleno violencia, violación, leyes debilitadas, jueces egoístas, y la oprimación de los que deseaban andar en rectitud. La maldad llego a tal punto que la justicia era complemente torcida. En medio de una sociedad llenos de injusticia, Habacuc levanta este clamor al Señor. Y, al igual que Habacuc, nosotros también podemos clamar a Jehová para que
1) nos escuche y responde,
Aplicación: Hay que orar constante y fervientemente al juece perfeto.
2) que 2) él nos haga justicia,
Aplicación: Hay que tener un sabor desagradable por el pecado e injusticia; mas bien tener un amor por lo justo.
3) y que 3) establezca justica perfecta a la tierra.
Aplicación: Hay que reconocer que la humanidad necesita a Dios como el juece perfecto que mantenga la ley.
Esta noche vamos a estudiar la respuesta de Dios hacia Habacuc. Parte de orar es esperar la respuesta de Dios. De esta respuesta, vamos a notar dos enseñanzas. El primero en versículos 5-6a, Nunca interpretes la inactividad de Dios como indiferencia. Y el segundo en versículos 6b-11, Dios quiere que los creyentes respondan con fe (confiando en Él) cuando se enfrentan a una calamidad. Alguien por favor de leer Habacuc 1:5-6:
5Mirad entre las naciones, y ved, y asombraos; porque haré una obra en vuestros días, que aun cuando se os contare, no la creeréis. 6Porque he aquí, yo levanto a los caldeos, nación cruel y presurosa, que camina por la anchura de la tierra para poseer las moradas ajenas.
En el versículo 5, Dios entra a dialogar con Habacuc. Es muy similar (pero mas corto) al dialogo que Dios tuvo con Job. A Habacuc, Dios le dio una respuesta que no se esperaba. La respuesta de Dios comienza con lo que Habacuc debe hacer. Mirad, ved, y asómbrate. ¿Porque le dice esto a Habacuc? Porque sería difícil que Habacuc capte como Dios iba a obrar. Seria algo que para Habacuc (quien estaba rogando que Dios haga justicia entre el pueblo de Israel) seria incompresible. Lo increíble era que Dios estaba preparando a un nación aún más pecaminosa e injusta para juzgar a los judíos. Los caldeos, que sabemos que son el imperio babilónico bajo el gobierno de Nabucodonosor II, invadirían Jerusalén, destronarían al rey Joaquín, colocarían al hijo de Joaquín, Sedequías, como rey títere, y llevarían consigo a muchos judíos a Babilonia. Uno de esos judíos sería Daniel.
Y vemos en versículos 5-6 que, aunque parecía que Dios estaba en silencio y dejaba que la injusticia prospera, Dios si estaba obrando. El estaba preparando a la nación de Babilonia para llevar a cabo su plan de justicia. La primera enseñanza que vemos es que no debemos interpretar la inactividad de Dios como indiferencia o falta de obrar.Dios esta obrando y llevando a compleción su plan perfecto para la santificación de su pueblo. No servimos a un Dios pasivo. Él tiene el control. Debemos tratar de no ser impacientes con Dios. Él no trabaja de acuerdo con nuestro horario y deseos.
Los caldeos fueron invasores muy estratégicos. De la historia, podemos ver que sus líderes fueron educados y entendieron la importancia de la comunicación constante entre los líderes. Son conocidos por tener caballos rápidos que llevaban mensajes por todo el imperio. En el año 587 A.C., la nación egipcia convenció al rey títere Sedequías para que se uniera a ellos para romper con los babilonios, pero los espías del rey Nabucodonosor II enviaron mensajes tan rápidamente que Judá y los egipcios no tuvieron tiempo suficiente para reunir sus fuerzas. Después de un asedio de 18 meses, el rey Nabucodonosor II capturó Jerusalén, y miles de judíos fueron deportados a Babilonia. El Templo de Salomón fue arrasado hasta los cimientos. Alguien por favor de leer versículos 7-11:
8Sus caballos serán más ligeros que leopardos, y más feroces que lobos nocturnos, y sus jinetes se multiplicarán; vendrán de lejos sus jinetes, y volarán como águilas que se apresuran a devorar. 9Toda ella vendrá a la presa; el terror va delante de ella, y recogerá cautivos como arena. 10Escarnecerá a los reyes, y de los príncipes hará burla; se reirá de toda fortaleza, y levantará terraplén y la tomará. 11Luego pasará como el huracán, y ofenderá atribuyendo su fuerza a su dios.
Interesante la similar dada entre la respuesta de Dios y lo que ocurrió en la historia. En medio de esta respuesta dura, la última frase del versículo 11 da esperanza. Una traducción bien literal del hebreo de la última frase es, “y/pero es culpable aquel cuya su fuerza es su dios.” Es decir que, aunque Dios usara a la nación terrible para juzgar a Israel, Dios juzgara esa nación por sus pecados. Dios sigue siendo un Dios celoso. Ni siquiera permitirá que Su instrumento de castigo le usurpe la gloria. En esto vemos la segunda enseñanza: que Dios quiere que su pueblo responda con fe (confiando en Él) cuando se enfrentan a una calamidad. Desde las primeras palabras de versículo 5, “mirad” y “asombraos” Dios le esta dando mandato a confiar en su plan.
El próximo miércoles, continuaremos el dialogo viendo la reacción de Habacuc. Vamos a reforzar la enseñanza de esta noche.
