Los Atributos de la Santidad
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Desarrollo del Punto: La Justicia Santa de Dios
1. Justicia Santa
1. Justicia Santa
Deuteronomio 32:4
"Él es la Roca, sus obras son perfectas, y todos sus caminos son justos. Dios es fiel, no practica la injusticia; Él es recto y justo."
La santidad de Dios requiere justicia, lo que significa que Él no puede tolerar el pecado ni pasarlo por alto. En la visión de Isaías, el profeta se encuentra ante la presencia de un Dios santo y justo, y su reacción inmediata es decir: "¡Ay de mí, que estoy perdido!" (Isaías 6:5). Este lamento refleja la profunda conciencia de Isaías sobre su propia condición pecaminosa frente a la santidad y justicia de Dios. La justicia de Dios no es simplemente un atributo adicional, sino que es una expresión de Su santidad perfecta. La justicia divina implica que Dios debe juzgar el pecado con rectitud; no puede ser ignorado ni trivializado.
Cita de Millard Erickson
El teólogo Millard Erickson define la justicia de Dios como "la cualidad por la cual Dios, en Su santidad, se mantiene fiel a Su propio carácter y exige que Sus criaturas también vivan conforme a Su estándar perfecto."
Según Erickson, la justicia es una expresión necesaria de la santidad de Dios. Él actúa de acuerdo con lo que es justo, porque Su naturaleza misma es recta y pura. Dios no puede comprometer Su justicia, ya que hacerlo iría en contra de Su santidad y Su esencia.
La Llamada a la Pureza: 2 Corintios 7:1
“Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.”
En 2 Corintios 7:1, Pablo exhorta a los creyentes a purificarse de todo lo que contamina el cuerpo y el espíritu, completando en el temor de Dios la obra de santificación.
La palabra "santidad" aquí se relaciona con el término hebreo "kadosh," que significa "separado" o "puro para Dios." Esto implica una pureza integral, tanto interna como externa. Nuestras acciones de pecado no solo se manifiestan físicamente, sino también en nuestras actitudes y pensamientos. Dios nos llama a ser puros en todo nuestro ser, a reflejar Su justicia en nuestra vida diaria.
No Hacer Yugo Desigual: 2 Corintios 6:14
“No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?”
2 Corintios 6:14 RVR1960
En 2 Corintios 6:14, Pablo advierte: "No formen yunta con los incrédulos.
¿Qué tiene en común la justicia con la injusticia?
¿O qué comunión puede tener la luz con la oscuridad?
" Este versículo no solo aplica a las relaciones matrimoniales, sino también a asociaciones y proyectos donde los valores y principios cristianos podrían ser comprometidos.
La justicia y la injusticia son opuestos irreconciliables; no pueden coexistir. Así como no hay armonía entre Dios y Satanás, tampoco puede haber comunión entre la luz y las tinieblas.
Pablo nos desafía a vivir una vida separada del pecado y del compromiso con el mundo. Cuando tratamos de seguir a Cristo pero mantenemos prácticas mundanas, estamos ignorando la justicia santa de Dios.
No hay concordia entre Dios y Satanás,
ni comunión entre el creyente y el incrédulo.
Dios nos llama a vivir en verdad, en pureza y en justicia, porque Su naturaleza no permite otra cosa.
Tenemos que Practicar, ejercitarnos en la santidad.
Cada célula de nuestro cuerpo sea santificado, purificado para Dios.
Somos templo de DIos
Ex Hueso de Eliseo- Hubo un terremoto y el cuerpo tocaron los huesos de Eliseo.
Su Espiritu tiene que sentirse invitado en nuestra vida!
Pecado por Omisión: Santiago 4:17
“Pero ahora os jactáis en vuestras soberbias. Toda jactancia semejante es mala; y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado.”
En Santiago 4:17, leemos: "Si alguien, pues, sabe hacer el bien y no lo hace, comete pecado." El pecado no solo ocurre por acciones malas, sino también por omisión. Cuando ignoramos lo que es correcto y justo, pecamos contra la justicia santa de Dios. El estándar de Dios para nuestras vidas es elevado, porque Su carácter es perfecto. Él nos llama a actuar con justicia, no solo para evitar el mal, sino también para hacer el bien activamente.
Aplicación:
La justicia de Dios es inquebrantable, y Su estándar no puede ser comprometido. Así como Isaías fue confrontado con su propio pecado, también debemos permitir que la santidad de Dios examine nuestras vidas. Debemos acercarnos a Él con un corazón humilde, reconociendo nuestras fallas y buscando Su perdón. La justicia de Dios expone el pecado en nuestra vida, pero también nos invita a experimentar Su misericordia y gracia transformadora.
Versículo de Apoyo: Salmo 89:14
"La justicia y el derecho son el fundamento de tu trono; el amor y la fidelidad van delante de ti."
Conclusión del Punto:
Dios, en Su santidad, es un juez justo que no puede ignorar el pecado. Nos llama a purificarnos, tanto en nuestras acciones como en nuestras actitudes, y a vivir separados del mundo. La santidad de Dios nos confronta, pero también nos ofrece la oportunidad de ser limpiados y transformados. Que Su justicia santa nos inspire a vivir una vida de obediencia y pureza, reflejando Su luz en un mundo lleno de oscuridad.
2. Misericordia Santa
2. Misericordia Santa
Texto de Apoyo: Miqueas 7:18
”¿Qué Dios hay como tú, que perdona la maldad y olvida el pecado del remanente de su heredad? No retiene para siempre su enojo, porque se deleita en la misericordia.”
A pesar de Su justicia, la santidad de Dios también incluye Su misericordia. En Su compasión, Dios no destruye a Isaías; en cambio, envía a un serafín con un carbón encendido tomado del altar para tocar sus labios y purificarlo. Este acto de tocar los labios de Isaías con el carbón encendido simboliza el deseo de Dios de limpiar y restaurar a quienes se arrepienten. La misericordia de Dios es una expresión de Su santidad, ya que Él no solo juzga, sino que también se compadece de aquellos que buscan Su perdón.
Cita:
Charles Spurgeon escribió: “Dios, en Su santidad, odia el pecado, pero en Su misericordia, ama al pecador.” Esta cita refleja cómo Dios, en Su santidad, muestra misericordia al ofrecer perdón sin comprometer Su justicia.
Versículo de Apoyo: Salmo 103:11-12
“Tan grande es su amor por los que le temen como alto es el cielo sobre la tierra. Tan lejos de nosotros echó nuestras transgresiones como lejos del oriente está el occidente.”
Aplicación:
Dios, en Su misericordia, nos ofrece la oportunidad de ser limpiados y restaurados, tal como lo hizo con Isaías. La misericordia de Dios nos invita a acercarnos a Él con confianza, sabiendo que Su deseo es perdonarnos y limpiarnos. Al reconocer nuestras fallas, podemos recibir Su misericordia y ser restaurados en una relación pura y santa con Él.
3. Gracia Transformadora
3. Gracia Transformadora
Texto de Apoyo: 2 Corintios 5:17
“Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación; lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo.”
La santidad de Dios no solo exige justicia y extiende misericordia, sino que también nos ofrece gracia transformadora. Después de ser perdonado, Isaías está listo para responder al llamado de Dios y servirle. La santidad de Dios no solo limpia a Isaías de sus pecados, sino que también lo capacita para ser un instrumento en Sus manos. Dios no solo perdona, sino que transforma, permitiéndonos vivir en comunión con Él y cumplir Su propósito.
Cita:
El autor y predicador John Wesley dijo: “La gracia de Dios no solo nos encuentra donde estamos, sino que también nos lleva a donde Él quiere que estemos.” La gracia transformadora de Dios no solo perdona, sino que nos cambia y nos capacita para vivir en santidad.
Versículo de Apoyo: Romanos 12:2
“No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente.”
Aplicación:
Así como Isaías fue transformado para cumplir el llamado de Dios, también nosotros somos invitados a vivir en santidad y a dejar que Su gracia transforme cada área de nuestra vida. Al experimentar Su gracia, debemos permitir que nos transforme para ser Su reflejo en el mundo y para vivir en comunión con Su voluntad.
Conclusión:
La visión de Isaías nos muestra cómo la santidad de Dios se expresa a través de Su justicia, Su misericordia y Su gracia. Dios, en Su justicia, confronta el pecado; en Su misericordia, perdona al arrepentido; y en Su gracia, transforma nuestras vidas para que podamos ser instrumentos en Sus manos.
Así como Isaías fue purificado y transformado, nosotros también necesitamos la obra purificadora de Dios en nuestras vidas. Al acercarnos a Su santidad, debemos permitir que Él examine nuestro corazón, nos limpie y nos transforme. Que podamos responder con un corazón humilde y dispuesto a reflejar Su santidad en nuestro mundo.
Oración:
Dios santo y justo, reconocemos nuestra necesidad de Tu misericordia y gracia. Gracias por perdonarnos y transformarnos. Ayúdanos a vivir en santidad y a ser un reflejo de Tu carácter en cada aspecto de nuestra vida. Que podamos cumplir el propósito que tienes para nosotros, siendo instrumentos de Tu amor y justicia. En el nombre de Jesús, amén.