Joel 6

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Joel 2:12-17

Papas de niños se quedan.
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Niños en acción
Joel miércoles
discipulado sábado 5 pm
Alpha
INTRO
La nación de Israel se ha alejado y están viviendo como si Dios no existiera. Todo se ha reducido a ritos, tradiciones. Esa es la situación cuando Dios envía al profeta Joel para llamarles la atención y que puedan entender. Les dice que enfrentarán una situación complicada, oscura, es urgente hacer algo porque si creen que lo que está pasando es una mala racha, o algún dios está haciendo eso, Joel les dice que es Dios mismo quién está detrás de esos castigos, por eso es el único que puede aliviarlos.
Esa situación exige cambios radicales, si no cambian, no hay forma de superar la crisis. El bien o mal del futuro depende de lo que hagan, depende de su reacción espiritual.
Por eso dice el Señor: «Vuélvanse a mí ahora, mientras haya tiempo; entréguenme su corazón. Acérquense con ayuno, llanto y luto.” (Joel 2:12, NTV)
Es una orden ¡Vuelvan a ÉL YA! mientras hay tiempo. El pueblo no se acercó cuando todo estaba bien, si no entienden que es Dios quién está detrás, no volverán a ÉL necesariamente, por eso les dice que es ahora y con un corazón arrepentido. Por muy oscuro que esté, no es demasiado tarde.
Podemos cree que es demasiado tarde cuando la alarma ha sonado y no hemos escuchado. Las plagas fueron enviadas por Dios, pero es Dios mismo quién los está llamando a regresar a ÉL. Pueden atribuir esa calamidad a la naturaleza, el destino, baal, san fulano, pero si saben que Dios controla todo, entonces volver a ÉL ¡tiene sentido! Y si es Dios quién te está dando esta oportunidad, entonces volver es obedecer.
La palabra volver les recuerda el pasado cuando lo que Dios desea obtener con la crisis es ¡arrepentimiento!
»En un futuro lejano, cuando estén sufriendo todas esas cosas, finalmente regresarán al Señor su Dios y escucharán lo que él les dice.” (Deuteronomio 4:30, NTV)
Dios les promete salvación a Adán y Eva, repite el pacto con Abraham, Isaac, Jacob y sus descendientes. Los liberó de Egipto, hizo un pacto en el Sinaí, ellos serían su pueblo y Él su Dios; pero ellos rompen el pacto a los pocos días y se alejan. Por eso el clamor del profeta ¡vuelvan a Dios!
Ayunar cuando no hay comida no es tanto un sacrificio como cuando sí hay y esa es su situación. Lo que debe ser una decisión es cómo viven ese ayuno: con llanto y luto. Si ayunas porque no hay comida ¿cuál es el mérito? Es como un vida religiosa, ir a la iglesia porque es parte de mi rutina, pero si no surge de un corazón apasionado que anhela a Dios de nada sirve.
El ayuno era negarse a si mismo para confesar a Dios su arrepentimiento. A Joel le preocupa que el pueblo no acepte esa oportunidad, porque se han endurecido como cualquier nación pagana. Si quieren seguir igual pondrán defensas, argumentos. Pero a pesar que por mucho tiempo han abusado la paciencia de Dios, aún así Dios los llama a entregar su corazón.
Aun hay tiempo, no saben cuánto tiempo más. Hoy Dios muestra misericordia ¡acérquense!
Esto dice el Señor: «En el momento preciso te responderé; en el día de salvación te ayudaré. Te protegeré y te daré a las naciones para que seas mi pacto con ellas. Por medio de ti restableceré la tierra de Israel y la devolveré a su propio pueblo.” (Isaías 49:8, NTV)
Pero entreguen todo el corazón no una parte. Dios sabe todo, ve todo, sabe si has dado una parte de tu vida, si hay algo que no quieres obedecer y aun así crees que agradas a Dios. El profeta condena ese vicio. Es como el juez que le dice al criminal: tenemos toda la evidencia ¡sólo confiesa! ¿de qué te sirve esconderte? sólo empeoras tu caso. Confiesa y pide misericordia.
No se desgarren la ropa en su dolor sino desgarren sus corazones». Regresen al Señor su Dios, porque él es misericordioso y compasivo, lento para enojarse y lleno de amor inagotable...” (Joel 2:13, NTV)
El peso de las palabras de una persona dependen de su carácter. Una petición de un compadre de parranda no pesan igual que las del profeta de Dios y les está diciendo que el Dios de pactos quiere que regresen, que reconozcan Su bondad y compasión.
El mismo Dios que habla con Moisés en el Sinaí cuando el pueblo en el desierto se postró para adorar un becerro de oro. Después de eso, Dios desciende en una nube y dice:
Después, el Señor descendió en una nube y se quedó allí con Moisés; y proclamó su propio nombre, «Yahveh». El Señor pasó por delante de Moisés proclamando: «¡Yahveh! ¡El Señor! ¡El Dios de compasión y misericordia! Soy lento para enojarme y estoy lleno de amor inagotable y fidelidad. Yo derramo amor inagotable a mil generaciones, y perdono la iniquidad, la rebelión y el pecado...».” (Éxodo 34:5–7, NTV)
Ni han pasado 40 días que les dio el pacto, serían SU pueblo y Él su Dios para siempre y ¿qué hacen? un becerro para adorarlo, aun así Dios les dice SU Nombre y Su carácter. Joel lo recuerda y añade esto:
… Está deseoso de desistir y no de castigar.” (Joel 2:13, NTV)
El pueblo puede confirmar SU misericordia y disposición a perdonar a quién se arrepiente, por eso la insistencia ¡vayan a orar! pidan perdón ÉL está deseoso de desistir y no de castigar.
«He oído todo acerca de ti, Señor. Estoy maravillado por tus hechos asombrosos. En este momento de profunda necesidad, ayúdanos otra vez como lo hiciste en el pasado. Y en tu enojo, recuerda tu misericordia.” (Habacuc 3:2, NTV)
Como cuando sabes que la has regado te cuesta regresar porque es más probable que no seas bien recibido, Joel dice: ¡confíen! Aunque no merecen nada ¡no tienen más qué perder! Es Su Dios, pero vengan arrepentidos de verdad, que sea vea el fruto de su arrepentimiento.
Demuestren con su forma de vivir que se han arrepentido de sus pecados y han vuelto a Dios.” (Mateo 3:8, NTV)
No vengan con ritos, sacrificios, apariencias, ÉL los quiere perdonar, que disfruten SU presencia, no quiere hablar del por qué, ni dar un diagnóstico ¡sólo que vuelvan a ÉL! EL Señor no ha cambiado desde esa tarde en el Edén, al preguntarle a Adán ¿dónde estás? hasta el Apocalípsis cuando vuelve a invitar:
El Espíritu y la esposa dicen: «Ven». Que todos los que oyen esto, digan: «Ven». Todos los que tengan sed, vengan...” (Apocalipsis 22:17, NTV)
Pero vengan arrepentidos de verdad, no se desgarren la ropa como un acto emocional, rasquen el corazón, un corazón quebrantado. Cuando llegas así, cualquier acto externo es bueno, el problema es cuando haces actos externos que no vienen de un corazón arrepentido. Es lo mismo en todo acto de adoración: cantar, orar, hablar, puede volverse una rutina que no refleja nada del interior y eso desagrada a Dios.
«Odio todos sus grandes alardes y pretensiones, la hipocresía de sus festivales religiosos y asambleas solemnes.” (Amós 5:21, NTV)
Lo que pide: ayuno, lamento, llanto se relaciona con duelo asociadas al dolor por la pérdida. Dios está preocupado porque la relación ¡está muerta! Quiere que el pueblo se de cuenta y se arrepientan, vuelvan a ÉL. Antes ya se han rasgado las vestiduras y no han querido cambiar de verdad. Si hay arrepentimiento sincero, habrá perdón y una relación restaurada que trae bendiciones.
La palabra que se traduce como misericordia es “Hessed” que es amor leal. Nos recuerda a Nehemías:
Se negaron a obedecerte y no se acordaron de los milagros que habías hecho a favor de ellos. En cambio, se pusieron tercos y nombraron a un líder para que los llevara de regreso a su esclavitud en Egipto; pero tú eres Dios de perdón, bondadoso y misericordioso, lento para enojarte y rico en amor inagotable. No los abandonaste,” (Nehemías 9:17, NTV)
El profeta insiste ¡desgarren el corazón! no sean religiosos, no hagan como que se arrepienten, como que obedecen. El religioso cree que porque va a la iglesia, escucha el sermón, pone lo que quiere en la canasta y que así Dios debe estar contento. No se ha dado cuenta que Dios sigue siendo misericordioso, porque no hay obediencia, sinceridad del corazón, ni frutos en la vida. Joel invita a regresar:
Ten misericordia de mí, oh Dios, debido a tu amor inagotable; a causa de tu gran compasión, borra la mancha de mis pecados.” (Salmo 51:1, NTV)
No hagan como que se arrepienten. Joel quiere que sus palabras toquen las conciencias y corazones. Que el ayuno sea una muestra externa de una tristeza y dolor que lleva al arrepentimiento.
Pues la clase de tristeza que Dios desea que suframos nos aleja del pecado y trae como resultado salvación. No hay que lamentarse por esa clase de tristeza; pero la tristeza del mundo, al cual le falta arrepentimiento, resulta en muerte espiritual.” (2 Corintios 7:10, NTV)
Dios nos ama cuando no lo merecemos por eso es clemente. SU corazón se duele por los pecadores, por eso es compasivo. Aunque lo hemos provocado SU ira no nos destruye, por eso es tardo para la ira. Es fiel en guardar SU promesa, por eso es grande en misericordia. Aunque Su ley es clara, con gusto la hace a un lado cuando ve que SU Palabra surte efecto, por eso es pronto para quitar el castigo ¡ese es nuestro Dios! La salida a los problemas, las crisis, no es financiera ni emocional, sino espiritual.
¿Quién sabe? Quizá les suspenda el castigo y les envíe una bendición en vez de esta maldición. Quizá puedan ofrendar grano y vino al Señor su Dios, como lo hacían antes.” (Joel 2:14, NTV)
El profeta les dice que no tienen la seguridad del perdón, no quiere que se confíen y crean que Dios está obligado, más bien quiere que se acerquen con humildad y vean que es SU compasión lo que impide el desastre. En el pasado 2 reyes usaron esa frase, el rey de Nínive:
¡Quién sabe!, puede ser que todavía Dios cambie de parecer, contenga su ira feroz y no nos destruya».” (Jonás 3:9, NTV)
Y el rey David cuando su hijo enferma de muerte, y estuvo orando:
Y él respondió: Viviendo aún el niño, yo ayunaba y lloraba, diciendo: ¿Quién sabe si Dios tendrá compasión de mí, y vivirá el niño?” (2º Samuel 12:22, RVR60)
A los de Nínive perdonó y el hijo de David murió.Esa expresión es el reflejo de un corazón quebrantado, que sabe que no puede obligar a que Dios haga lo que pide, dependemos completamente de Su Gracia. La oración de fe es pedir con confianza, sabiendo que ÉL hará lo que es mejor, aunque no sea lo que esperamos.
Joel dice: si Dios los bendice con grano y vino, lo primero que deben hacer es ¡restaurar la adoración en el templo! Esa debe ser la mayor bendición, el verdadero gozo. Si no podemos gozarnos de que conocemos a Dios, la vida no tiene sentido. El profeta anhela que el pueblo restaure su relación con Dios.
Para ti ¿qué es bendición? venir a SU Casa y adorar, conocerle más, o vienes para saber qué hacer para obtener lo que es tu “bendición”: dinero, salud, amor, cosas materiales ¿ves la bendición material como una oportunidad de dar más a Dios? o sólo porque quieres más.
Les dice que llevarán ofrendas al templo, pero ¡hay escasez, hay crisis. Pero ¡algo queda! es en el acto de dar cómo se ve si están dispuestos a reconocer que es Dios quién les ha dado todo. Si reconocen que Dios les ha dado todo, no les costará entregar su vida misma, mucho menos sus recursos.
Joel lo tiene claro. Cualquier prosperidad será inmerecida. Si Dios termina la plaga, la sequía ¡deben ir al templo, lleven las ofrendas de grano y vino!
Para eso ¡arrepiéntanse! no es tiempo de cantar sino de llorar. Esta ocasión van con las manos vacías, sin ofrendas de gratitud y en esa época era algo impensable. Que su ofrenda sea esas lágrima de arrepentimiento.
Cuando traes tus ofrendas y diezmos a Dios ¡es porque ya te ha bendecido! Si vienes con las manos vacías es porque no te ha bendecido ¡o porque le estás robando o crees que ÉL no tiene nada que ver con tu empresa, negocio, trabajo! y eso es realmente triste.
Dios quiere enseñarles que lo que los sustenta es consagrado a ÉL, porque si es así, no permitirá que falte nada. ÉL dijo:
Traigan todos los diezmos al depósito del templo, para que haya suficiente comida en mi casa. Si lo hacen —dice el Señor de los Ejércitos Celestiales— les abriré las ventanas de los cielos. ¡Derramaré una bendición tan grande que no tendrán suficiente espacio para guardarla! ¡Inténtenlo! ¡Pónganme a prueba!” (Malaquías 3:10, NTV)
¿Quieres la bendición aquí descrita? Asegúrate que haya suficiente comida en MI CASA, asegúrate de obedecer. Es Dios diciendo, quiero que participemos juntos la mesa.
»¡Toquen el cuerno de carnero en Jerusalén! Proclamen un tiempo de ayuno; convoquen al pueblo a una reunión solemne. Reúnan a toda la gente: ancianos, niños y aun los bebés. Llamen al novio de su habitación y a la novia de su cuarto de espera.” (Joel 2:15–16, NTV)
El cuerno de carnero lo tocaban ante una invasión, pero también para convocar asamblea. Las instrucciones son claras ¡todos deben asistir! Si hubiera dicho: ayunen en sus casas ¡no lo habrían hecho! Además la crisis es tanta que nadie puede decir que tiene algo más importante qué hacer, ni siquiera los recién casados a quienes la ley eximía de servicio militar por 1 año. Pero esta asamblea tiene prioridad, lo que está en riesgo es su vida misma.
Dios les había prometido verlos en el templo, pero la nación abandonó a Dios, lo hicieron una religión hueca, por eso Dios mismo también ha salido del templo. Dios les dijo:
Dejen de traerme sus regalos sin sentido. ¡El incienso de sus ofrendas me da asco! En cuanto a sus celebraciones de luna nueva, del día de descanso y de sus días especiales de ayuno, todos son pecaminosos y falsos. ¡No quiero más de sus piadosas reuniones!” (Isaías 1:13, NTV)
Esta reunió será diferente, si dejan la hipocresía ¡Dios estará ahí! Pero si llegan como antes, esa ofrenda que debía ser olor agradable a Dios, le dará asco.
A veces venimos a Dios con demandas, exigencias, cuando ÉL quiere que vengas porque ¡ÉL está aquí! Quiere mostrar SU gracia. Quien viene con disposición y anhelo ¡nunca sale sin recibir SU gracia! Pero quién viene por costumbre, religiosidad,se va igual que como entró.
Los niños debían ir para ver el arrepentimiento de sus padres y aprender del ejemplo. Los bebés, para que vean que ellos sufrirán el castigo y todo por la irresponsabilidad de los padres.
Que los sacerdotes, quienes sirven en la presencia del Señor, se levanten y lloren entre la entrada del templo y el altar. Que oren: “¡Perdona a tu pueblo, Señor! No permitas que tu preciada posesión se convierta en objeto de burla. No dejes que lleguen a ser la burla de los extranjeros incrédulos que dicen: “¿Los ha abandonado el Dios de Israel?”».” (Joel 2:17, NTV)
Los sacerdotes son los primeros en ser llamado a llorar. Su tarea era que el pueblo no perdiera el temor a Dios y ¡no fue así! Ahora es cuando el orden debe restablecerse. La posición privilegiada que tienen como sacerdote, como padre, madre, que no se vuelva una burla.
Se deben poner entre la entrada y el lugar santo, con las manos vacías, sin ofrendas de gratitud, en vez de cantar salmos, con lágrimas de arrepentimiento.
El profeta les dice dónde ponerse y qué orar, a los especialistas del templo, pero que han perdido la esencia de la adoración, su vocación se volvió una farsa, su mensaje vacío, era un grupo roto, sin visión. En una situación así, sólo un hombre de Dios puede llenar ese vacío de liderazgo espiritual ¡Sé esa persona en tu entorno!
Joel les dice ponerse en la entrada del templo, el mismo lugar dónde el profeta Zacarías fue apedreado:
... “¿Por qué desobedecen los mandatos del Señor e impiden su propia prosperidad? ¡Ustedes han abandonado al Señor, y ahora él los ha abandonado a ustedes!”».” (2º Crónicas 24:20, NTV)
Por decir eso lo asesinan. Quizá por miedo los sacerdotes dejaron de advertir y se acomodaron.
Entonces los líderes tramaron matar a Zacarías, y el rey Joás ordenó que lo mataran a pedradas en el atrio del templo del Señor.” (2º Crónicas 24:21, NTV)
Les dice no es el tiempo de orar de memoria o repetir frases, sino de reconocer la situación y que el corazón sea quebrantado ¡tomen su lugar como líderes espirituales y oren como nunca! Ese sigue siendo el llamado para los padres, madres, tíos, abuelos. Clamen como lo hizo Sofonías:
Reúnanse, sí, júntense, nación desvergonzada.” (Sofonías 2:1, NTV)
Busquen al Señor los que son humildes y sigan sus mandamientos. Procuren hacer lo que es correcto y vivir con humildad. Quizá todavía el Señor los proteja y los libre de su ira en ese día de destrucción.” (Sofonías 2:3, NTV)
Díganle a Dios que son SU pueblo, SU posesión; por mucho que han ignorado su identidad es un pueblo que lleva SU Nombre. El Nombre de Dios está en riesgo de convertirse en burla de los extranjeros quienes dirán ¿Su Dios ha renunciado al pacto? ¿dónde está su Dios? ¡los ha abandonado! ¿es SU Dios en realidad Dios de las naciones? ¿ha sido derrotado, se ha ido? ¿es real su Dios o lo han inventado?
Joel no le está diciendo a Dios qué hacer, pero se vuelve osado y anima al pueblo a recordar SUS promesas, que intercedan.
Esa fue la función del Señor Jesús (interceder) por eso oramos en SU Nombre. Es quién intercede por nosotros. El pueblo se quedó fuera, pero nosotros podemos llegar hasta la presencia de Dios con confianza ¿qué tanto te acercas a ese altar de SU Presencia?
Puedes regresar a Dios como consecuencia del pecado por ese accidente, enfermedad, fracaso, crisis financiera, pero hay mejores razone para regresar: es clemente, compasivo, lento para la ira y grande en misericordia que demostró al dar a SU Hijo en la cruz a morir por nuestros pecados.
FINAL
¿Qué nos enseña Joel? Cuando la iglesia ora por enfermedades, pide ayuda en la crisis, en dificultades o pedimos fuerzas, cuando alabamos con el corazón aunque esté roto, en esos momentos le recordamos a Dios que somos sus hijos, que glorifique Su Nombre en nuestras vidas para que otras personas puedan conocerlo a ÉL a través de nuestras vidas.
Ten misericordia de mí, oh Dios, debido a tu amor inagotable; a causa de tu gran compasión, borra la mancha de mis pecados.” (Salmo 51:1, NTV)
¿Cómo podemos librarnos del juicio venidero? ¡regresemos a Dios! con todo el corazón. La restauración trae tiempos de refrigerio espiritual. La vida cristiana puede y debe ser mejor después de cada gran sequía. ¿Quieres saber cómo termina esta historia? ¡Nos vemos el miércoles a las 7!
Palabra de Dios
Oremos
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