2. Soy Rico

La Generosidad que Transforma

2 Corintios 8:6–9

Nueva Traducción Viviente Capítulo 8

6 Así que le hemos pedido a Tito —quien los alentó a que comenzaran a dar— que regrese a ustedes y los anime a completar este ministerio de ofrendar. 7 Dado que ustedes sobresalen en tantas maneras —en su fe, sus oradores talentosos, su conocimiento, su entusiasmo y el amor que reciben de nosotros— quiero que también sobresalgan en este acto bondadoso de ofrendar.

8 No estoy ordenándoles que lo hagan, pero pongo a prueba qué tan genuino es su amor al compararlo con el anhelo de las otras iglesias.

9 Ustedes conocen la gracia generosa de nuestro Señor Jesucristo. Aunque era rico, por amor a ustedes se hizo pobre para que mediante su pobreza pudiera hacerlos ricos.

En este pasaje, el apóstol Pablo anima a los corintios a seguir el ejemplo de generosidad que han visto en otras iglesias, destacando el amor y la gracia que se manifiestan en dar, estableciendo a Cristo como el modelo perfecto de esto.

Este sermón puede ayudar a los cristianos a entender que la generosidad no solo impacta a quienes reciben, sino que también enriquece al corazón del que da, fomentando una comunidad de amor y apoyo mutuo en tiempos de necesidad.

El sermón enseñará que la generosidad es una respuesta natural del corazón transformado por la gracia de Dios, y que dar no solo es un deber, sino un privilegio que refleja el amor de Cristo hacia nosotros.

Cristo es el supremo ejemplo de generosidad, no solo porque dio su vida por nosotros, sino porque su sacrificio es la motivación y el modelo para nuestra propia generosidad. En cada acto de dar, nos unimos a la misión de Cristo en el mundo.

La generosidad, impulsada por la gracia de Dios, transforma vidas y comunidades al reflejar el amor de Cristo.

1. Continuar con Corazón

2 Corinthians 8:6–7 NTV

Así que le hemos pedido a Tito —quien los alentó a que comenzaran a dar— que regrese a ustedes y los anime a completar este ministerio de ofrendar. Dado que ustedes sobresalen en tantas maneras —en su fe, sus oradores talentosos, su conocimiento, su entusiasmo y el amor que reciben de nosotros— quiero que también sobresalgan en este acto bondadoso de ofrendar.

El desafío de Pablo: completar lo que comenzaste, no solo como obediencia, sino como un reflejo de un corazón moldeado por la gracia.

Al igual que Tito fue enviado para fomentar esta obra de gracia, podrías ver la generosidad como una oportunidad para abundar en todas las áreas de tu vida, desde la fe hasta el amor, tal como los corintios fueron instados a hacer, reflejando así la plenitud de Cristo.

2. Probar el Amor Sincero

2 Corinthians 8:8 NTV

No estoy ordenándoles que lo hagan, pero pongo a prueba qué tan genuino es su amor al compararlo con el anhelo de las otras iglesias.

La naturaleza sincera de la generosidad es una prueba genuina de amor.

Pablo no lo impone como un mandamiento, sino como una manera de comprobar la autenticidad de tu amor al compararla con la dedicación de otros.

Quizás este punto te inspire a considerar la generosidad no como una carga, sino como una expresión de amor que trasciende las palabras, siguiendo el camino que Jesús preparó para ti.

3. Imitar la Gracia de Cristo

2 Corinthians 8:9 NTV

Ustedes conocen la gracia generosa de nuestro Señor Jesucristo. Aunque era rico, por amor a ustedes se hizo pobre para que mediante su pobreza pudiera hacerlos ricos.

Reconocer la gracia de Cristo, quien siendo rico se hizo pobre por ti, es el fundamento de toda verdadera generosidad.

Quizás veas la generosidad como imitación de esta gracia, recordando que aunque Cristo renunció a todo por nuestro bien, a través de su pobreza, nos ha enriquecido de una manera incomparable.

Dar es un reflejo de esa abundante gracia.