¿Es Dios tu prioridad?

Hageo 1:1, Hageo 1:2

El libro de Hageo nos presenta un contexto donde el pueblo de Israel se había desviado de la reconstrucción del templo, priorizando sus propias casas y necesidades sobre la obra de Dios. Este pasaje inicia con un llamado de Dios a través del profeta Hageo, cuestionando la dedicación y la prioridad del pueblo hacia Él.

Este sermón invita a la congregación a reflexionar sobre sus propias prioridades. ¿Estamos invirtiendo nuestro tiempo, dinero y recursos en las cosas de Dios, o estamos más enfocados en nuestras propias preocupaciones? Podemos encontrar respuesta en la forma en que organizamos nuestras vidas y nuestras agendas.

La enseñanza central es que Dios debe ser la máxima prioridad en nuestro día a día. Ignorar su llamado y su obra puede llevar a la frustración y la falta de satisfacción en nuestras vidas. La obediencia a su palabra y la dedicación a su obra deben ser el centro de nuestra existencia.

La llamada a priorizar a Dios se comunica a través de toda la Escritura, culminando en Cristo, quien es el verdadero templo y el cumplimiento de todas las promesas de Dios. Al poner a Cristo en el centro de nuestras vidas, encontramos el propósito verdadero y la razón para nuestra existencia.

Si Dios no es tu prioridad, entonces estás construyendo sobre arena. Priorizar a Dios traerá dirección, propósito y paz a tu vida.

Considera explorar el contexto histórico de Hageo para entender mejor la resistencia del pueblo a la reconstrucción y las implicaciones de esta priorización. Investiga en Logos sobre la crítica textual de los libros de Hageo, así como la intertextualidad con otros profetas, para comprender cómo este llamado se aplica a la vida contemporánea de los cristianos.

1. Comienza Con Escuchar

Hageo 1:1

Podrías encontrar que al igual que en el tiempo de Hageo, Dios está llamando tu atención. Nos recuerda que Dios inicia su llamado a través del profeta Hageo en un momento preciso, subrayando la importancia de escuchar y responder al llamado divino hoy. Evalúa qué voces permites que guíen tus decisiones diarias y considera si estás sintonizado para escuchar lo que Dios tiene que decir.

2. Confía En El Momento

Hageo 1:2

Tal vez, como el pueblo de Israel, te sientes atrapado en el pensamiento de que no es el momento adecuado para priorizar a Dios. Sin embargo, Dios desafía esa mentalidad a través de Hageo, resaltando el peligro de postergar la obra divina. Reflexiona sobre cómo las excusas y las prioridades personales pueden diferirse del propósito y el llamado de Dios para tu vida.