Agradecido
Notes
Transcript
Introducción
Introducción
Desde niños enseñamos a nuestros hijos dos palabras muy importantes:
Por favor
Gracias
…de hecho, cuando estamos en una situación en que un niño, joven, o adulto no dice “por favor” o “gracias” nos sorprende.
Es más, llegamos a pensar en que la persona no tiene buenos modales.
Tal vez no se le educó con este principio de respeto.
La palabra “gracias” es muy pequeña pero es una manera de demostrar nuestro agradecimiento, aprecio, por el bien recibido, por favor que se nos hizo.
De momento no tenemos como pagar el favor, pero esta palabra permite que la otra persona pueda sentir el valor que le damos al favor que recibimos.
El pasaje que hoy veremos es una historia muy conocida con un detalle sorprendente ya que aunque habla acerca de un grupo de diez personas, a final de cuentas se enfoca en uno entre esas diez personas. Hoy veremos:
El contexto del milagro
Los diez hombres necesitados
El milagro
La gratitud sorpresa
El contexto del milagro
El contexto del milagro
Lucas introduce la escena donde va a ocurrir el milagro.
11 Aconteció que mientras Jesús iba camino a Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea,
12 y al entrar en cierta aldea, le salieron al encuentro diez hombres leprosos, que se pararon a distancia,
De norte a sur vemos en Israel vemos la región de Galilea, luego Samaria, y finalmente Judea.
Jerusalén está en Judea.
Aquí Lucas nos dice que Jesús se dirige hacia Jerusalén y está pasando por la frontera entre Samaria y Galilea.
No sabemos exactamente en que aldea entra Jesús ni aun si es en la región de Galilea o de Samaria.
Los diez hombres necesitados
Los diez hombres necesitados
Al entrar en esta aldea salen a su encuentro diez hombres leprosos que se paran a distancia.
Son diez hombres que podríamos decir - son muertos en vida.
Es posible que tienen lo que ahora conocemos como enfermedad de Hansen en la cual los nervios de la piel se deterioran a tal punto que la persona no siente frio, calor, ni dolor.
Con el tiempo el cuerpo puede sufrir heridas y la persona no se da cuenta. Estas heridas se agravan, se infectan, hasta que acaban con la vida de la persona.
Es una enfermedad infecciosa que se puede transmitir con el contacto físico.
Se consideraba esta enfermedad una sentencia de muerte porque a los afectados, en el mundo antiguo, se les excluía de la sociedad para evitar el contagio de la comunidad.
El aislamiento era indispensable ya que era una enfermedad incurable.
En el Antiguo Testamento hay leyes acerca de como tratar con una persona leprosa:
45 »En cuanto al leproso que tenga la infección, sus vestidos estarán rasgados, el cabello de su cabeza estará descubierto, se cubrirá el bozo y gritará: “¡Inmundo, inmundo!”
46 »Permanecerá inmundo todos los días que tenga la infección; es inmundo. Vivirá solo; su morada estará fuera del campamento.
Debería vivir solo el resto de sus días.
Se entiende pues que estas personas eran temidas y tristemente vivían en la miseria.
Así que salen al encuentro estos diez leprosos, a la distancia.
No se acercan a Jesús porque conocían la ordenanza de Moisés. Debían permanecer alejados de la comunidad.
Un dato interesante en esta historia es que uno de los leprosos es samaritano (v. 16).
¿Qué sabemos acerca de los samaritanos?
Según la historia y el testimonio de la mujer samaritana:
9 Entonces la mujer samaritana le dijo*: «¿Cómo es que Tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana?». (Porque los judíos no tienen tratos con los samaritanos)
Pero en este caso andan juntos, entre la frontera de estas dos regiones; Galilea mayormente judía, y Samaria mayormente samaritana.
Aunque los judíos miraban a los samaritanos con desprecio en este caso los vemos juntos.
Si los otros nueve eran judíos, no tenían nada de que jactarse, no podían jactarse ni siquiera que eran hijos de Abraham, herederos de la promesa, pues su condición de ellos y el samaritano - era la misma - todos eran leprosos.
Notemos lo que gritan a una voz:
13 y gritaron: «¡Jesús, Maestro! ¡Ten misericordia de nosotros!»
De alguna manera ha llegado la noticia a ellos de tal manera que reconocen que el hombre que va pasando por allí es Jesús, el hacedor de milagros.
No podemos decir con seguridad que es lo que podían haber escuchado acerca de Jesús.
Pero conocen lo suficiente como para reconocer que es un Maestro y claman pidiendo misericordia.
¿Cómo podría tener Jesús misericordia de ellos que tenían una enfermedad incurable?
¿Qué sabían ellos acerca de Jesús?
¿Qué creían ellos que Jesús podía hacer por ellos?
Nuevamente no podemos decir con seguridad pero lo que si podemos observar es la situación tan desesperante en la que ellos se encontraban.
…la clave es ver que todo el grupo tenía la misma necesidad en base a su clamor.
El milagro
El milagro
Jesús no responde alzando su mano haciendo una oración.
Tampoco se acerca a ellos para tocarlos.
Da una orden sencilla:
14 Cuando Él los vio, les dijo: «Vayan y muéstrense a los sacerdotes». Y sucedió que mientras iban, quedaron limpios.
Jesús les da la simple orden de ir a los sacerdotes.
Jesús da la orden para cumplir con la ley de Moisés, según Levítico 14.
La gente que podrían haberse curado de alguna enfermedad de la piel debían ir primero al sacerdote para ser examinados.
El sacerdote lo examinaría para determinar si la piel de la persona estaba sana.
Solo así podían reintegrarse a la sociedad y tener el privilegio de nuevamente adorar a Dios junto con la comunidad.
Los hombres no titubearon en obedecer la orden de Jesús.
Lo llamaron “Maestro”. No le llaman Rabí, el otro título que usaban algunos para referirse a Jesús.
Usan un término que significa jefe, comandante, o director.
Fueron muy sinceros al usar esa palabra porque cuando Jesús les ordena ir a los sacerdotes, ellos obedecen sin titubear.
Seguramente ellos sabían la Torá y conocían que para que un leproso fuera al sacerdote era para ser examinado y declarado sano.
…pero ellos aun estaban enfermos. Es por eso que clamaron pidiendo misericordia.
Pero, su fe no fue en vano.
14 Cuando Él los vio, les dijo: «Vayan y muéstrense a los sacerdotes». Y sucedió que mientras iban, quedaron limpios.
Mientras iban caminado fueron completamente sanados.
No sabemos en que momento sucedió pero su piel fue completamente restaurada.
Ahora si podrían ir a los sacerdotes para ser declarados sanos, se reintegrarían a la sociedad, podrían regresar a sus hogares, regresarían a sus familias, y su vida jamás será igual.
La gratitud sorpresa
La gratitud sorpresa
Si resumimos la historia hasta este momento, tenemos:
Diez hombres distintos, 9 judíos y 1 samaritano.
…distintos pero con la misma enfermedad. Comparten la experiencia de vivir en la soledad y miseria a causa de su enfermedad.
Viven en el mismo lugar, entre la frontera de Samaria y Galilea - fuera de las ciudades, alejados de su familia, viviendo entre las montañas y caminos esperando que algún viajero tenga misericordia de ellos y les diera alguna limosna o alimento.
Los diez gritan con la misma desesperación al ver a Jesús clamando por misericordia.
Los diez se dirigen a los sacerdotes:
Cabe aclarar que los judíos se dirigen al tempo de Jerusalem para ser examinados por los sacerdotes del templo.
…mientras que el samaritano se dirige al Monte Gerizim donde tenían su centro de adoración los samaritanos.
Y mientras ellos se dirigen…todos son sanados.
Así que hasta el momento vemos una historia mayormente compartida entre los diez hombres.
Diez hombres necesitados que ahora son sanados por Jesús.
Y es aquí donde la historia tiene un desenlace sorpresivo.
16 Cayó sobre su rostro a los pies de Jesús, y le dio gracias; y este era samaritano.
Uno de estos hombres regresa.
No continua su viaje para llegar al sacerdote.
Recordemos que esto era necesario para ser declarado sano.
…para ser reintegrado en la sociedad.
…para regresar con su familia / a su hogar.
…todo esto era importante y no podía ser hasta que fuese con el sacerdote.
Pero todo esto puede esperar - hay algo más importante que debe hacer antes de ir con el sacerdote.
La Biblia nos dice que en una actitud de humillación y adoración se postra ante los pies de Jesús y le da gracias.
¿Qué tantas cosas podría haber dicho el leproso?
De su corazón emanó una fuente de gratitud a aquel que lo sanó.
Se entiende que no pudo contenerse - su corazón se desbordó en agradecimiento a Dios.
Lo sorprendente de todo esto es el detalle que nos da Lucas:
El hombre que regresó no era un judío.
El hombre que regresó era samaritano.
Era uno de los que tanto despreciaban los judíos.
Era uno del grupo que los judíos miraban como inferiores; la raza tan odiada por los judíos.
…y lo maravilloso de esta acción es que este samaritano viene a rendir adoración y agradecimiento a un judío, al descendiente de David, al Maestro de Galilea - al Mesías de Israel.
Y es aquí donde Jesús reconoce la acción del samaritano y lo contrasta los otros nueve.
17 Jesús le preguntó: «¿No fueron diez los que quedaron limpios? Y los otros nueve, ¿dónde están?
18 »¿No hubo ninguno que regresara a dar gloria a Dios, excepto este extranjero?».
Fueron diez los que recibieron sanidad.
Fueron diez los que quedaron limpios.
Fueron diez los que recibieron el beneficio de Dios.
Fueron diez los que clamaron pidiendo misericordia y en el camino la recibieron.
Por tanto, debían ser diez los que regresaron y no solo este samaritano / extranjero.
El judío conoce el principio del agradecimiento:
4 Entren por Sus puertas con acción de gracias, Y a Sus atrios con alabanza. Denle gracias, bendigan Su nombre.
1 Den gracias al Señor porque Él es bueno, Porque para siempre es Su misericordia.
Ni porque creían tener teología superior.
Ni porque eran descendientes de Abraham.
Ni porque se jactaban de ser el pueblo elegido de Dios.
…nada los movió a regresar a Jesús para darle las gracias.
Continuaron con el beneficio recibido sin dar gracias por ello.
Y ahora Jesús identifica lo que hace a este hombre tan diferente a los nueve.
Y no es que este hombre es samaritano o extranjero.
Es cierto, esto lo hace diferente…pero hay algo más que lo separa del grupo de 10.
Jesús dice:
18 »¿No hubo ninguno que regresara a dar gloria a Dios, excepto este extranjero?».
Este hombre regresó a dar la gloria a Dios por la sanidad que recibió.
Este hombre reconoció que esta obra vino directamente de la mano de Dios.
Este hombre vino a engrandecer el nombre de Dios, a exaltar su nombre, a postrarse ante su presencia y presentar su humilde adoración.
Conclusión
Conclusión
Jesús sabe que este hombre no fue movido por simple emoción.
Este hombre fue movido por una verdadera fe en la persona de Jesús.
Es por eso que Jesús lo despide con estas palabras:
19 Entonces le dijo: «Levántate y vete; tu fe te ha sanado».
Jesús le dice - tu fe te ha sanado.
Esta palabra en ocasiones se traduce como salvado o sanado.
Ambos sentidos son validos - fue sanado de su enfermedad, fue salvado de la miseria, pero sobre todo fue salvado de vivir una vida sin conocer al Mesías de Israel.
…el hecho de que este hombre tuvo fe salvadora, fe verdadera es lo que lo hizo distinto a los otros hombres.
…porque solo el hombre nacido de nuevo, solo el hombre salvo, solo el hombre que ha conocido a Dios puede verdaderamente expresar a Dios agradecimiento.
Es por eso que en este mundo todos disfrutamos del sol, el aire, el agua, la vida, salud, hijos, comida, etc., pero solo aquellos que han reconocido a Jesús como Salvador pueden verdaderamente expresar a Dios agradecimiento y dar gloria a Dios por todas sus bendiciones.