Mayordomos que glorifican a Dios
Haciendo la voluntad de Dios • Sermon • Submitted • Presented
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En la Antigüedad, la construcción del Templo de Salomón fue una obra monumental. Los relatos biblicos indican que era impresionante. Cada trabajador, desde el más humilde hasta el más reconocido arquitecto, aportó su habilidad única. Sin ellos, seguramente el templo no habría sido posible. Así mismo, cada uno de nosotros tiene un papel en el cuerpo de Cristo. Reconocer y utilizar nuestros dones es esencial para construir la iglesia que va a pregonar el nombre de Dios. Cuando nosotros como el cuerpo de Cristo trabajamos juntos, vamos a glorificar Su el Nombre de Cristo.
Idea Homilética: Reconozcamos nuestros dones, y utilicémoslos para edificar a los miembros del cuerpo de Cristo, para que nuestro Dios sea glorificado en todo.
Idea Homilética: Reconozcamos nuestros dones, y utilicémoslos para edificar a los miembros del cuerpo de Cristo, para que nuestro Dios sea glorificado en todo.
Vamos a contemplar este texto con estos cuatro puntos:
Seamos buenos mayordomos
Hablemos la palabra de Dios
Sirvamos con el poder de Dios
Los resultados de la buena mayordomía
1. Seamos buenos mayordomos
1. Seamos buenos mayordomos
Definición
Antes de comenzar con el texto, creo prudente hacer unas definiciones, ya que, este texto y sermón no tiene la finalidad de profundizar en los dones espirituales.
Como definición general, podemos decir que los dones espirituales son habilidades especiales con las cuales el Espíritu Santo dota a cada uno de los creyentes para una función específica y un propósito en común, y por medio de los cuales el mismo Espíritu Santo ministra al cuerpo de Cristo para la correcta edificación de Su iglesia.
Los dones, podrían categorizarse en dos grandes grupos: a) los dones de habla (verbales): Profecía, exhortación, enseñanza, conocimiento, sabiduría, lenguas; y por otro lado, los dones de servicio (no verbales), liderazgo, ayuda, generosidad, misericordia, fe y discernimiento, sanidad, milagros etc.
Cuando hablamos de esto, en nuestro contexto cultural evangélico, podemos vernos tentados a pensar en los excesos y distorsiones que hemos visto en muchas congregaciones actuales, en donde el uso de los “dones espirituales” son hablar en idiomas desconocidos, experiencias que implican el descontrol del cuerpo, supuestos mensajes privados de parte de Dios, visiones, sanidades dudosas y muchas cosas de este tipo que nunca traen provecho ni edificación real en las personas. Muy al contrario, el uso de los dones espirituales siempre implica acciones sobrias que son para provecho, crecimiento y bien común de la congregación, nunca implican experiencias místicas para la satisfacción personal, ni menos perder el control de nosotros mismos, Romanos 12 induce a la cordura como exigida para el uso de los dones. Esto lo digo para una orientación correcta cuando pensemos en dones espirituales.
Bien, dicho esto...
La mayordomía de los dones
Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios
O dicho de otra manera: Que todos, como buenos administradores de los múltiples dones de Dios, pongan al servicio de los demás el don que recibieron.
Nuestro texto, por lo menos quiere decir las siguientes cosas:
- Cada uno de los creyentes tiene dones espirituales
- No todos tenemos los mismos dones
- Los dones nos son dados
- Debemos ser activos con los dones
- Su uso es para servir a otros
- Somos administradores de los dones de Dios.
- Los dones de Dios son múltiples y diversos.
Se nos llama “administradores” lo que quiere decir que cada uno de nosotros es un mayordomo de Dios, y todos los mayordomos reciben recursos de parte de su Amo, es decir, nosotros recibimos dones espirituales para administrarlos. Y administrarlos bien, es usarlos bien, y usarlos bien es ponerlos al servicio y atender a los demás con estas habilidades que hemos recibido. Usted y yo somos responsables de administrar bien los dones espirituales que hemos recibido del Señor, sean muchos o pocos, en grandes o pequeñas cantidades, debemos usarlos correctamente y servir a los hermanos de la iglesia de Cristo.
Debido a que las operaciones y ministerios en el cuerpo de Cristo son múltiples, de la misma forma la gracia recibida en los dones es multiforme, es decir, variada, diversa. Todos somos llamados a servir, aunque en distintos ministerios, para el mismo fin, la edificación del cuerpo de Cristo. Por eso no todos tenemos los mismos dones, ni en las mismas cantidades. Algunos pueden tener don de enseñanza junto con exhortación, otro don de misericordia junto con exhortación, pero en una mayor capacidad y así etc.
Y esto lo hace solo el Espíritu Santo, no se obtienen en un seminario de dones espirituales, o a un taller de profetas o un curso de milagros, El Espíritu Santo es quien reparte a cada uno en particular como Él quiere, y da según la capacidad que cada uno tiene.
Somos llamados a ser activos en el uso de los dones “minístrelo a los otros” es la instrucción, no importa el contexto adverso, no debemos ser perezosos ni mucho menos restarnos de usarlos; los creyentes destinatarios de esta carta estaban siendo perseguidos viviendo lejos de sus hogares y sus países y aun así la instrucción es a ponerlos en servicio a los demás, es decir, no hay excusa para no usarlos. Y su uso en las escrituras, siempre es hacia los demás; y sirvo a otros con los dones recibidos, y otros me sirven con sus dones. Así es cómo funcionan los buenos administradores de la multiforme gracia de Dios.
Ahora, si no sabemos o no tenemos claridad de nuestros dones, no desesperemos, El Señor quiere que sepamos cuál es nuestro don, y quiere que los usemos, y que sirvamos a nuestros hermanos. No hay una fórmula que nos dará el resultado inmediato, pero hay principios que podemos seguir para llegar a entender cuál es el don o los dones, con el cual el Señor nos ha capacitado.
a) La base de toda acción en la vida cristiana, es estar siendo lleno de Espíritu todos los días, y otra vez digo, esto no es algo místico de sentir que mi cuerpo recibe cosas, no, esto se logra únicamente pasando tiempo con el Señor en oración y estudio de su palabra. Solo así lograremos verificar y conocer la voluntad de Dios para nosotros.
Romanos 12: Y no os adaptéis a este mundo, sino transformaos mediante la renovación de vuestra mente, para que verifiquéis cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno, aceptable y perfecto.
b) Debemos estar unidos a la iglesia local. Participemos activamente en la membresía. Es imposible concebir que el Espíritu Santo nos confirmara un don espiritual, que debe ser usado para servir a los demás, quedándonos en casa (Por supuesto que hay excepciones de enfermedades, el Señor conoce cada caso), o asistiendo a nuestra congregación de vez en cuando porque prefiero otras actividades y si sobra espacio voy al culto. ¿por qué el Espíritu Santo confirmaría un don en mi si yo no tengo la intención de congregarme? Entonces hermanos, seamos motivados para estar en la comunión con los santos.
c) Sirviendo a los hermanos en lo que esté a nuestro alcance. En lo que nuestra capacidad nos dé, no todos tenemos las mismas habilidades naturales; ¿te gusta y sabes organizar actividades, o moderar grupos? Ofrécete o sigue haciéndolo, el Señor podría confirmar en ti algún don de presidir. ¿te gusta y sabes cuidar/visitar enfermos, ancianos? No dejes de hacerlo, quien sabe si quizás el Señor ha confirmado en ti el don de misericordia. O quizás oras en tu casa por la iglesia y has visto como el Señor ha respondido a tus plegarias, háznoslo saber, quizás el Señor te ha dado el poderoso don de la fe (que es distinto a la fe requerida para ser salvos), así como el famoso George Müller en el Orfanato. Mantengámonos sirviendo a nuestros hermanos con lo que sabemos y nos gusta hacer y dejemos que el Espíritu de Dios vaya guiándonos hasta que podamos entender cada uno de nosotros, con que nos ha dotado el Señor para servirle.
...es en el ejercicio cotidiano de servir a los demás, que la manifestación del Espíritu se hace evidente… Cita de Jairo Namnun, pastor Republica Dominicana.
Pero cuidemos también que, este servir a los hermanos no sea un motivo para faltar a nuestros ministerios principales, en nuestros hogares, sea nuestros cónyuges, nuestros hijos, nuestros padres, es a quien primero debemos servir, y este servicio continúa en nuestra iglesia local.
Por lo tanto, reconozcamos nuestros dones espirituales, seamos buenos mayordomos y usémoslos sirviendo a los demás.
Ahora, para edificar al cuerpo de Cristo, en cualquier contexto adverso, se nos instruye también en cómo debemos usarlos.
2. Hablemos la palabra de Dios
2. Hablemos la palabra de Dios
1 Pedro 4:11a
...Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios...
Como mencionábamos antes, una gran categoría de dones, son los de Habla, por lo tanto, si vamos a ministrar a los santos con algún don de Habla, El Señor nos ha dado Sus Palabras para hacerlo.
En el original es más concisa la frase, es “si alguno habla, conforme a palabra de Dios” Es muy interesante que la palabra usada por Pedro cuando dice “palabras de Dios” es logion, o logia, se refiere a los oráculos de Dios. Los oráculos son palabras divinamente inspiradas, que se registraban para ser coleccionadas y leídas a los demás, eran respuestas de Dios a través de un intermediario con respecto al futuro o a direcciones importantes; ejemplo, Moisés que recibió palabras de vida para darnos a nosotros, o los profetas del AT que registraron los mensajes que Dios quería entregar a la humanidad, cuyo cumplimiento podemos ver en el NT gran parte de esos mensajes y desarrollados por la iglesia.
Hoy en día, como sabemos, Dios no está entregando nuevos “oráculos” a la humanidad, es decir, nuevos mensajes con respecto al futuro o direcciones importantes a su iglesia. Él ya entrego todo Su Consejo, y la misión de la iglesia hoy, es proclamar lo que Cristo ya hizo y nos dejó registrado en las Santas Escrituras, el santo evangelio. Dios... en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, dice Hebreos 1:2
Por lo tanto, el ejercicio de los dones de habla consiste en comunicar las palabras de Dios en todos sus usos (enseñanza, exhortación, sabiduría, conocimiento, proclamación etc.) conforme a Las Escrituras, pues como administradores de estos dones, a quienes les han sido confiadas estas palabras, así debemos hablarlas.
Hermanos, el fin de todas las cosas se acerca, no perdamos el tiempo que nos queda aconsejándonos, exhortándonos, enseñándonos entre nosotros con las cosmovisiones mundanas; que nuestro hablar sea el hablar de Cristo, no nuestras sugerencias, o experiencias; si hemos de aconsejar a otros, que sea con el consejo que otorgan los principios de las Escrituras, no con la sabiduría de Freud, ni la psicología mundana, no con “el Señor me dice que…” o “yo siento en mi corazón que” etc; Si hemos de exhortar (animar, rogar con el sentido de estar al lado de) a algún hermano, que sea con la fortaleza que otorga la palabra de Dios, no con mensajes de autosuperación (“tú puedes, eres una guerrera de Dios”, “Dios les envía sus pruebas más difíciles a sus mejores guerreros”) no somos coach somos mayordomos de los recursos de Dios; si hemos de enseñar a otros, que sea la doctrina de Dios; si hemos de profetizar a otros (que, dicho sea de paso, la palabra profetizar significa proclamar), que sea la palabra que Dios ya revelo, y no sueños o experiencias subjetivas extrañas que haya podido tener. El conocido puritano John Owen muy sabiamente una vez dijo:
Si las revelaciones privadas concuerdan con las Escrituras, no son necesarias, y si no concuerdan entonces son falsas.
Entonces hermanos, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios, si hemos sido llamados para edificar a la iglesia con nuestro proclamar, exhortar, enseñar, alguna palabra de sabiduría o conocimiento, hagámoslo como si Dios mismo estuviera hablando a través nuestro; eso es, con las escrituras.
3. Sirvamos con el poder que Dios da
3. Sirvamos con el poder que Dios da
1 Pedro 4:11b
...si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da...
Para ministrar Sirviendo a Su cuerpo, El Señor nos ha dado Su Poder y fortaleza.
La instrucción para quienes tienen dones de servicio es ejecutar las labores con el poder que Dios da; Pero ¿qué quiere decir esto? Creo que servir con la fortaleza que Dios da implica en la práctica: Un reconocimiento de que el poder y la competencia que tenemos para hacer las cosas proviene de Dios. Otra traducción dice: el que presta un servicio, hágalo consciente de que es Dios quien le da las fuerzas. Escuche como esto se ve en la práctica:
2 Corintios 3:4–6 Y tal confianza tenemos mediante Cristo para con Dios; no que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios, el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto,
Nuestras competencias para hacer algo, no proviene de nuestra virtud, sino por causa de Dios tenemos competencia para servir eficazmente a los hermanos, y esto debe ser reconocido en todo tiempo por los mayordomos de Dios. Tanto la herramienta como la habilidad para usarla, vienen de Dios.
1 Corintios 15:10 Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo.
Por la gracia de Dios somos lo que somos y podemos trabajar arduamente por nuestros hermanos.
1 Crónicas 29 en tu mano está la fuerza y el poder, y en tu mano el hacer grande y el dar poder a todos... 14 Porque ¿quién soy yo, y quién es mi pueblo, para que pudiésemos ofrecer voluntariamente cosas semejantes? Pues todo es tuyo, y de lo recibido de tu mano te damos.
¿Quiénes somos nosotros para que ofrezcamos voluntariamente nuestro servicio o nuestros recursos? No somos sino criaturas completamente dependientes de un Dios bueno y misericordioso, que nos ha tomado como sus mayordomos, nos ha dado recursos para administrarlos y a quien le damos lo que ya hemos recibido de su propia mano.
1 Corintios 3:10 Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento.
Conforme a la gracia de Dios que le fue dado a Pablo, puso el fundamento en la obra de la iglesia de los Corintios. Conforme a la gracia que Dios le ha dado a pastor Julio, hace unos años lideró el inicio de IBG, conforme a la gracia de Dios que nos ha sido dada podemos repartir alimentos, conforme a la gracia de Dios que nos ha dado podemos ayudar a los hermanos.
Esta forma de ver el servicio a los santos, debe llevarnos a una dependencia en hacer las cosas a la manera de Dios, es decir, con el poder que Dios nos da.
Finalmente, antes de pasar al último punto, quiero leer Romanos capitulo 12, para que impulsemos nuestros dones en la dirección correcta:
Y puesto que tenemos dones diferentes según la gracia que Dios nos ha otorgado:
a quien haya concedido hablar en su nombre, hágalo sin apartarse de la fe;
el que sirve, que lo haga con diligencia (con dedicación);
el que enseña, que se dedique a enseñar a otros;
el que exhorta, aplicándose a exhortar;
el encargado de repartir a los necesitados, hágalo con generosidad (dedicarse a la generosidad);
el que preside, con solicitud (diligencia y entusiasmo); y
el que practica la misericordia (obras de misericordia), con alegría (debe mostrar alegría al hacerlo).
4. ¿Cuál es el resultado?
4. ¿Cuál es el resultado?
1 Pedro 4:11c
para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén
La gloria de Dios hermanos es el proposito final de todas nuestras acciones. Mediante Cristo, descienden todas las bendiciones espirituales a nosotros, y tambien mediante Cristo nuestras alabanzas son recibidas por Dios; por lo tanto, solo mediante Jesucristo, Dios el Padre puede ser glorificado, con nuestros dichos y con nuestros actos; de esta manera contribuimos tambien en hacer la voluntad de Dios, pues le pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos.
El resultado y propósito final de ser buenos mayordomos con los dones que el Espiritu Santo nos ha confiado, es inevitablemente la Gloria de Dios. Piénselo de esta manera, usted tiene un don de obras de misericordia, exhortación y dentro de la iglesia local llega un recién convertido a Cristo, con traumas y problemas. Esa persona ha visto al Señor, ha creído, pero aún no sabe cómo canalizar sus traumas, Si alegremente te muestras interesado por él o ella, haces un proceso de acompañamiento, de animar hablando las palabras de Dios y sirviendo con el poder que Dios te ha dado, cuando esa persona sea libre de sus traumas ¿qué crees que sucederá? Dará gloria a Dios por sanar sus heridas, dará gracias a Dios por quienes estuvieron al lado suyo; los que han escuchado de su restauración se gozarán por ello y darán gloria a Dios; sus familiares cercanos verán su sanidad y lo que parecía imposible, ahora es cierto, y si son incrédulos, ahora al menos tendrán un interés por saber más de Dios. Por donde lo miremos, Dios será glorificado.
Entonces amados hermanos, si queremos ser instrumentos que hacen que su Dios sea glorificado mediante el Señor Jesucristo en todo; Reconozcamos nuestros dones y seamos buenos mayordomos usándolos correctamente para servir a la iglesia, que pertenece a Cristo, y sera glorificado Dios el Padre.
Aplicaciones
Aplicaciones
Hermano, puedes sentir que tus habilidades no son valiosas o no son “suficientemente espirituales”. Solo te recuerdo que tanto servir las mesas, como predicar la palabra, para Dios es requisito que nosotros estemos en piadosa comunión, por lo tanto, lo uno y lo otro son para el Señor muy apreciados. Te animo a identificar qué dones especiales tienes, tal vez en la enseñanza, o la misericordia o el servicio, en todos ellos, si sirves a tus hermanos, mas aun segun el don que el Señor te ha dado, vas a glorificar a Dios de igual manera.
Reflexiona sobre cómo puedes procurar esos dones para servir y edificar a otras personas en la congregación, como ofreciendo enseñar o preparando alimentos para un evento de la iglesia; cualquier servicio es amado por el Señor de igual manera.
Recuerda que tu Señor siendo en forma de Dios se hizo un servidor y estando en condición de hombre camino entre nosotros, nos enseño las palabras de Dios y por su obra nuestras heridas fueron sanadas; Él mismo no hablaba por su propia cuenta; sino lo que el Padre le envió, pues le habia dado mandamiento de lo que debia de decir; El mismo no podia hacer nada por sí mismo, sino lo que veia hacer al Padre; Las palabras que Él decia, no las hablaba por su propia cuenta, sino que el Padre que mora en Él es el que hace las obras. Y lo culmine de su obra por nosotros: su cuerpo fue partido y su sangre derramada, habiendo dado gloria al Padre por su obediencia; oh hermanos y este Señor volvera por nosotros algun dia, vivamos el tiempo que nos queda animandonos unos a otros a estimularnos al servicio de nuestros dones, con la palabra y la fortaleza que Dios nos da; para que cuando nuestro Señor llegue nos halle haciendo asi, no nos restemos de glorificar al Señor a traves del servir a los demas con los dones espirituales recibidos.
Amigo que no conoces a Cristo, quizas habias escuchado antes acerca de esto, pero te aseguro que Dios tambien te ha puesto recursos por los cuales un dia daras cuentas. A lo mejor son personas, tu esposa, tu madre, tu padre, tus hermanos, tu vecino que dia a dia te hablan el evangelio, pero tu lo haz enterrado porque te da miedo, o no te importa, o te excusas en que tus pecados son muy grandes. Debo advertirte que Jesus enseño acerca de los que mal usan, o desprecian los recursos que les han sido dado, y a los tales, el mismo Señor los arrojara al infierno junto con los hipocritas. Ven a Cristo, no importa cuan viles son tus pecados, el precio que pago mi Señor Jesus alcanzá para todos quienes creen en Él, ven a Cristo, y recibe la vida eterna, y tendras genuina vida y verdadera satisfaccion en Cristo.