LA VIDA CRISTIANA - Su Madurez

Sermon  •  Submitted   •  Presented
0 ratings
· 7 views
Notes
Transcript

INTRODUCCIÓN

La desaprobación que el libro a los Hebreos presenta a la lentitud que algunos habían demostrado en confesar y producir progresos en la vida cristiana, se debe principalmente al abandono que habían hecho de las prioridades exigidas por el Señor. Lo contrario sería andar el camino a la madurez.

1. Capacidad para vivir las cosas espirituales

Hebreos 5:14
El “alimento sólido” se refiere a todo el contenido de las Escrituras que nutre adecuadamente (1 Timoteo 4:6) y prepara para el testimonio (1 Juan 5:4, 5, 6, 10–11). Pero, los que no han comprendido el evangelio y no han verificado las pautas que exige, tropiezan y hacen tropezar (Ejemplo Romanos 16:17). El retardo en el crecimiento se debe esencialmente a la desobediencia o rebeldía (2 Pedro 1:8–10).

2. Experiencia para usar la palabra de Dios

Hebreos 5:13
El texto dice que el “inexperto en la palabra de justicia” es niño, es decir, no tiene capacidad de discernimiento, no tiene desarrollo en las funciones espirituales y por lo tanto está increíblemente limitado. En cambio, el estudiante que aplica lo que lee es sabio en el andar, y puede aplicar la Escritura a su vida y a la de los demás.
Crece por el suministro que recibe (Efesios 4:12, 16) y se ubica en los objetivos de Dios (Romanos 16:19).

3. Discernimiento de los valores espirituales

Hebreos 5:14
También dice el texto que tienen los “sentidos ejercitados en el discernimiento”, porque han comprendido que deben depender del Señor para poner en práctica lo que dice su palabra (1 Timoteo 4:7–8).
Nuestros sentidos son los canales por los cuales nos comunicamos con el mundo que nos rodea, nos sirven para guardarnos de los peligros, rechazar lo malo y apropiarnos de lo que ayuda a nuestra vida espiritual (1 Corintios 6:12; 10:23; 1 Tesalonicenses 5:21).
Según Hebreos 4:12, para discernir debemos usar la palabra de Dios y aplicarla a nuestras vidas (1 Corintios 2:14) para conocer qué es lo que Dios nos quiere enseñar (comp.1 Corintios 11:29).

CONCLUSION

Tiempo atrás me entrevistó un hermano que para nuestro caso llamaremos Roberto. Es uno de esos hermanos que siempre se anima pero nunca está animado. Me contó sus problemas tal como venían a la mente. Roberto —le dije— puedes enumerarme nuevamente tus problemas y escribirlos? Sí, como no —respondió—, trabajo, hogar, matrimonio, iglesia, estudios, vida espiritual, todos fueron escritos así, sin guardar ningún orden.
Bien —le dije— de toda esta lista ¿dónde pondrías el número uno? Debería ser el Señor—respondió— ¿y el dos? No sé, dijo. Bueno, ya tenemos la clave —dije— ahora puedes orar con sabiduría: “Señor, ayúdame a mantenerte número uno, y dame discernimiento para el número dos”.
Related Media
See more
Related Sermons
See more
Earn an accredited degree from Redemption Seminary with Logos.