¿Hemos llevado fruto?

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Introducción

Amados hermanos, nos estamos acercando al final de este año. Restan 4 días del Señor para finalizar este año y deseo de corazón que podamos meditar en el siguiente pasaje para analizar nuestros corazones y cómo han caminado en la fe que profesamos este año.
Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí y yo en él, este lleva mucho fruto, porque sin mí nada podéis hacer.
(Jn 15:5)
Amados, nuestro Señor en el contexto de este pasaje está exhortando y animando a sus discípulos en la tarea que pronto tendrán que realizar cuando él tenga que padecer, morir, resucitar y ascender al Padre. Se encuentran en el aposento alto, momentos próximos a su arresto. Amados nuestro Señor está brindando sus últimas enseñanzas a sus discípulos.
En esta parábola que el Señor cuenta a sus discípulos, toma un símil que encontramos en el AT.
Ahora cantaré por mi amado el cantar de mi amado a su viña. Una viña tenía mi amado en una ladera fértil.
Y la había cercado, y la había despedregado, y la había plantado de vides escogidas, y había edificado en medio de ella una torre, y también había cavado un lagar en ella; y esperaba que diera uvas, pero dio uvas silvestres.
Ahora, pues, habitantes de Jerusalén y varones de Judá, juzgad, os ruego, entre mí y mi viña.
¿Qué más se había de hacer a mi viña que yo no haya hecho en ella? ¿Cómo, esperando yo que diera uvas, ha dado uvas silvestres?
Ahora, pues, os mostraré lo que yo haré a mi viña: le quitaré el vallado, y vendrá a ser consumida; aportillaré su cerca, y vendrá a ser hollada.
Y la dejaré desierta; no será podada ni cavada, y crecerán cardos y espinos, y a las nubes mandaré que no derramen lluvia sobre ella.
Ciertamente la viña de Jehová de los ejércitos es la casa de Israel y los hombres de Judá son su planta deliciosa. Y él esperaba juicio, y he aquí iniquidad; justicia, y he aquí clamor.
(Is 5:1-7)
El Señor enseña a sus discípulos que esa vid de la que hablaba el profeta Isaías era Él. Él es la vida verdadera, aquella que cualquiera que se encuentre unido a la vid tendrá vida. En ese contexto podemos meditar en nuestro pasaje.
Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí y yo en él, este lleva mucho fruto, porque sin mí nada podéis hacer.
(Jn 15:5)
Bosquejo del sermón
Cristo y su pueblo
Cristo es la vid
Su pueblo son los pámpanos
La unión del creyente con Cristo
Nuestra permanencia en Cristo es solo por la fe
Él permanece en el creyente por la sola gracia
El resultado de permanecer en Cristo
La consecuencia de estar fuera de Cristo

1. Cristo y su pueblo

Nuestro Señor es el maestro más excelente, ya que sabe como ser condescendiente con la criatura que no puede comprender las verdades celestiales sino es por medio de las ilustraciones. Seríamos necios al no tomar enserio esta enseñanza del maestro.
Si os he dicho cosas terrenales, y no creéis, ¿cómo creeréis si os dijere las celestiales?
(Jn 3:12)

Cristo es la vid

Yo soy la vid...
El Señor Jesús es la vid, es decir, es el tronco o tallo mismo de Dios. Aquella vara del tronco de Isaí que fue profetizada por Isaías.
Y saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces.
Y sobre él reposará el Espíritu de Jehová, espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de fortaleza, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová.
(Is 11:1-2)
En este símil debe ser comprendido en la amplitud de la revelación entera del Señor, es decir, debemos ver a Cristo como la simiente prometida, acá representada en la vid o tronco de la planta de uva.

Su pueblo son los pámpanos

vosotros los pámpanos...
Nuestro sabio Señor Jesús usó este símil para enseñar a sus discípulos que cualquiera que se identifique con él, deberá estar unido a Él.
El pueblo del Señor es representado acá, ya que todos lo que pertenecen al Señor desde antes de la fundación del mundo brotan de la vid verdadera.

2. La unión del creyente con Cristo

el que permanece en mí y yo en él...

Nuestra permanencia en Cristo es solo por la fe

La unión con Cristo es una de las doctrinas más consoladoras que enseña la Palabra del Señor.
La unión con Cristo si bien es comprendida desde el mismo pacto de redención, esta es efectiva por medio de la fe.
en quien tenemos seguridad y entrada con confianza por medio de la fe en él.
(Ef 3:12)

Él permanece en el creyente por la sola gracia

Nuestro Señor permanece o persevera en nosotros por pura gracia.
Los discípulos estaban próximos a pasar muchas tribulaciones

3. El resultado de permanecer en Cristo

este lleva mucho fruto..
Amados acá esta la exhortación y ánimo para los discípulos de Cristo.
Los pámpanos son las ramas que salen de la vid y son donde crecen las uvas.
El Señor está enseñando que si permanecemos en Él, llevaremos mucho fruto.

Aplicación

¿Amado, este año hemos llevado fruto?
Son 48 días del Señor aprox. 96 sermones predicados en la iglesia.
Son 48 reuniones de oración
¿Hemos permanecido en Cristo?
¿Frutos del Espíritu este año?
Mas el fruto del Espíritu es: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
(Gl 5:22-23)
¿A cuántas personas hemos llevado a los pies de Cristo?

4. La consecuencia de estar fuera de Cristo

porque sin mí nada podéis hacer...
Este es el terrible estado del incrédulo y del hipócrita. Nada de lo que hace en esta tierra vale la pena ya que al final de su vida, será echado al fuego eterno.
Si alguno no permanece en mí, es echado fuera como pámpano, y se seca; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden.
(Jn 15:6)

Aplicación

¿Debería preocuparte no haber crecido en la fe este año?
Los estándares de Westminster y la forma de gobierno de Westminster Capítulo Diecisiete: De la perseverancia de los santos

CAPÍTULO DIECISIETE

De la perseverancia de los santos

XVII.1 Los que han sido aceptados por Dios en su Hijo Amado, eficazmente llamados y santificados por su Espíritu, no pueden caer total ni finalmente del estado de gracia, sino que ciertamente perseverarán en ella hasta el final y serán salvos eternamente.

XVII.2 Esta perseverancia de los santos no depende de su propio libre albedrío, sino de la inmutabilidad del decreto de elección, que fluye del amor gratuito e inmutable de Dios el Padre; de la eficacia del mérito e intercesión de Cristo Jesús,336 de la permanencia del Espíritu y de la simiente de Dios dentro de ellos; y de la naturaleza del Pacto de Gracia.338 De todo esto, surge también la certeza e infalibilidad de la perseverancia.

XVII.3 Sin embargo, puede ser que los santos caigan en pecados graves, mediante las tentaciones de Satanás y del mundo, el predominio de la corrupción que aún queda en ellos, y el olvido de los medios de su preservación; y que por un tiempo continúen en sus graves pecados:341 por lo cual incurren en el desagrado de Dios y contristan su Santo Espíritu,343 llegan a ser, en alguna medida, privados de sus gracias y privilegios, sus corazones pueden endurecerse y sus conciencias pueden herirse,346 pueden herir y escandalizar a otros y traer juicios temporales sobre ellos mismos.348

¿Qué pretendes hacer objetivamente para no vivir en vano?
Humíllate delante del Señor y hazlo pronto.
Pero tengo contra ti que has dejado tu primer amor.
Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti y quitaré tu candelabro de su lugar, si no te hubieres arrepentido.
(Ap 2:4-5)
¿Realmente estás unido a Cristo?
Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
(Jn 15:4)
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