El Liderazgo en la Iglesia.
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El liderazgo en la iglesia no es solo un cargo o una posición, sino un llamado divino que implica ser un reflejo del carácter y de los valores de Cristo.
El Liderazgo en la iglesia es:
un servicio sacrificado,
una vocación de amor
y una responsabilidad que va más allá de lo organizacional o institucional.
El Liderazgo de Cristo: Modelo Perfecto.
El Liderazgo de Cristo: Modelo Perfecto.
El mejor ejemplo de liderazgo en la iglesia lo encontramos en Jesús.
El mejor ejemplo de liderazgo en la iglesia lo encontramos en Jesús.
Él, siendo el Hijo de Dios, se humilló para servir a los demás. En lugar de buscar ser servido, se entregó por completo a la voluntad de su Padre y a las necesidades de su pueblo.
Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros.
Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis.
Este es el principio central del liderazgo cristiano: el líder no es quien manda, sino quien sirve con amor, paciencia y dedicación.
El liderazgo en la iglesia debe emular el ejemplo de Cristo: servicio, sacrificio y amor incondicional.
El liderazgo en la iglesia debe emular el ejemplo de Cristo: servicio, sacrificio y amor incondicional.
1 Pedro 5:2 (RVR60)
Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto;
El liderazgo en la iglesia es un llamado a ser reflejo de Cristo, a servir a los demás con humildad, amor y sabiduría.
No se trata de buscar poder o reconocimiento, sino de cumplir con una misión divina que es, transformar sus vidas con el ejemplo de Cristo.
Al seguir el modelo de Jesús, los líderes pueden dirigir a la iglesia hacia una vida de fe, esperanza y amor.
“En la escuela aprendí que las partes de la oración son: SUJETO-VERBO y PREDICADO… Pero ahora sé que el secreto de la oración está en: Vivir SUJETO al VERBO y en todo lo que él ha PREDICADO.”
“En la escuela aprendí que las partes de la oración son: SUJETO-VERBO y PREDICADO… Pero ahora sé que el secreto de la oración está en: Vivir SUJETO al VERBO y en todo lo que él ha PREDICADO.”
Anónimo…
