Pasciencia y Perseverancia: Los formadores de caracter I.

La formación del carácter I.  •  Sermon  •  Submitted   •  Presented
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La madurez espiritual es el resultado del nivel de sabiduría que vallamos desarrollando a lo largo de nuestro andar con Dios.

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Introducción.

La paciencia y la perseverancia son dos factores fundamentales para alcanzar madurez espiritual.

El crecimiento espiritual y la madurez no son automáticos en la vida cristiana.
Bob Utley
Cierto día un hombre encontró una planta desconocida en su jardín. Intrigado por su forma y su peculiar color decidió dejarla y no cortarla. Al principio, aquel hombre la regó todos los días, esperando que con eso creciera rápidamente. Pero luego de un largo tiempo se dio cuenta que la planta, no crecía al ritmo que el quería. Esto desanimo a aquel hombre al grado de querer desarraigar esa planta, pero después de meditar y voltear a ver otras de las plantas alrededor recordó que también, el crecimiento necesita tiempo y paciencia.
Así es la madurez espiritual: no se trata solo de regar nuestra fe con oraciones y sermones sino de esperar con paciencia y aguantar con firmeza para crecer y madurar en la fe, a veces a un ritmo más lento de lo que quisiéramos pero sin dejar de crecer.

Algunos hermanos suelen pasar por momentos como los de el hombre de nuestra ilustración, no ven crecimiento en sus vidas y se desaniman.

Muchos cristianos suelen caer en el desanimo al darse cuenta que por mas que asisten regularmente a la iglesia, sirven en algun ministerio, asisten a varias capacitaciones y cursos bíblicos, y a pesar de eso continuamente tienen problemas por su inmadurez (fallas de su carácter).
Algunos incluso llegan al punto que llego el personaje de la historia, quieren desarraigarse por completo al darse cuenta que no crecen al ritmo que ellos quisieran.
En nuestro estudio de hoy veremos que “Paciencia y Perseverancia: Los formadores de carácter”.

Desarrollo.

Santiago 1:2–8 “Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas,sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia.Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna. Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor. El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos.”
En este pasaje encontramos principios importantes para un correcto crecimiento y madurez espiritual.

La actitud correcta crea el ambiente correcto para madurar.

En lo natural todos sabemos que las plantas requieren de cierto tipo de cuidados y ambientes según sea el tipo.

Existen plantas que por sus características les es imposible madurar expuestas al sol y viceversa.
Para solucionar este problema los expertos en la materia crearon sistemas de ambiente controlado (Invernaderos, Sistemas de riego, Macro túneles, et.)
En nuestra vida cristiana debemos aplicar las medidas necesarias para nuestro crecimiento, debemos generar el ambiente correcto con la actitud correcta.
Jacobo uno de los padres de la iglesia enseño sobre este mismo tema una serie de principios que, al ser comprendidos y aplicados, nos ayudarán a aguantar en medio de las dificultades y problemas que muchas veces nos desanimas a continuar.
Son principios que el hombre que tiene una fe viva aplicará para sobrellevar la tribulación y seguir su camino hacia la madurez.
Jacobo empieza con una descripción de la situación de quienes, como Job, se encuentran golpeados por una serie de problemas de toda clase.
El pasaje dice literalmente que los problemas “les abrazan”. cuando os halléis en diversas pruebas
Estas pruebas son diversas, vienen de todo tamaño y de todos los colores. Las pruebas se les amontonaban
A pesar de las circunstancias de estos hermanos, semejantes a las de Job, el contenido del libro es diferente.
Mientras que Job discute el porqué de las aflicciones. Santiago no se preocupa por el porqué, sino que nos enseña cómo debemos vivir en medio de ellas.

V.2. “tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas”

El Principio de una Actitud Positiva 1:2
La primera ayuda para la victoria en medio de la aflicción es una actitud positiva (1:2).
Se deben tener “sumo gozo”. El pasaje no dice que vamos a “estar conformes”, ni tener “una santa resignación”.
Regularmente esos son los consejos que nos repetimos al tratar de animarnos cuando sufrimos.
La actitud positiva a la que se refiere Santiago se basa en el reconocimiento de la realidad de los problemas.
Tened = Gr. jeguéomai = comandar, mandar con autoridad, estimar, considerar, creer, dirigir, gobernar, guiar.
Al darnos cuenta de la realidad, podemos tener gozo verdadero, a pesar de la aflicción.
Gozo = Gr. χαρά (chara) = motivo de alegría, estado de regocijo, felicidad, deleite.
Cuando entendemos que el propósito de Dios para nuestras vidas se realiza por medio de los problemas es que nos gozamos en grado sumo.
Es un acto consiente de la mente dirigida por el dominio propio, asi lo dice la exegesis de la palabra.
Debemos gobernar nuestra mente con el dominio propio y comandar, mandar con autoridad, estimar, considerar, dirigir y guiar mis pensamientos no a discutir el porque sino a a entender el como.
El Principio de la Perspectiva Divina V. 3.4
Santiago 1:3–4“sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia.Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna.”
Para hacer frente con gozo al sufrimiento hay que verlo desde el punto de vista de Dios.
Dios permite problemas en nuestra vida con el fin de producir madurez.
Podemos regocijarnos porque nos damos cuenta del buen propósito de Dios para nuestras vidas.
Dios manda tribulación para producir paciencia en nosotros.
Esa paciencia sigue trabajando para producir la perfección.
Aceptamos el dolor porque entendemos Quién nos lo manda.
Un Dios de amor Quien quiere perfeccionarnos, está buscando lo mejor para nosotros.
El resultado del proceso es que lleguemos a la madurez, a ser todo lo que Dios quiere que seamos.
Así no nos faltará nada. Al comprender esta verdad, podemos aceptar las pruebas con gozo.
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