3. Jesús es el Hijo de Dios | (Juan 1:15-28) - Descubriendo a Jesús en Navidad
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Descubriendo a Jesús en Navidad (Juan 1)
Descubriendo a Jesús en Navidad (Juan 1)
7 títulos que Revelan la Divinidad de Jesús:
1. Jesús es el Verbo (Juan 1:1-3, 14)
2. Jesús es la Luz (Juan 1:4-13)
3. Jesús es el Hijo de Dios (Juan 1:15-28, 49)
4. Jesús es el Cordero de Dios (Juan 1:29-34)
5. Jesús es el Mesías (Juan 1:35-42)
6. Jesús es el Rey de Israel (Juan 1:43-49)
7. Jesús es el Hijo del Hombre (Juan 1:50-51)
3 características de Jesucristo como Verbo para que permanezcamos creyendo en Él.
3 características de Jesucristo como Verbo para que permanezcamos creyendo en Él.
Jesucristo es el Verbo eterno (v. 1-2)
Jesucristo es el Verbo creador (v. 3)
Jesucristo es el Verbo encarnado (v. 14)
4 acciones de la Luz verdadera para que permanezcamos creyendo en Él.
4 acciones de la Luz verdadera para que permanezcamos creyendo en Él.
La Luz que da Vida (Juan 1:4-5)
La Luz Anunciada (Juan 1:6-8)
La Luz Rechazada (Juan 1:9-11)
La Luz Aceptada (Juan 1:12-13)
3 características de Jesús como el Hijo de Dios para que permanezcamos creyendo en Él.
3 características de Jesús como el Hijo de Dios para que permanezcamos creyendo en Él.
Jesús es suficiente (v. 15-18)
Jesús es el Señor del camino (v. 19-23)
Jesús es el bautizador (v. 24-28)
INTRODUCCIÓN
Imaginemos por un momento una reunión familiar durante la Navidad. Es un tiempo de compartir, de abrazar a nuestros seres queridos, y de recordar lo que significa estar juntos. En una ocasión, una madre, mientras todos estaban reunidos alrededor de la mesa, comenzó a hablar de su hijo que había estado lejos por mucho tiempo debido a su trabajo. Cuando el hijo finalmente llegó, no solo trajo regalos, sino que trajo su presencia, su amor y su cercanía. Todos sintieron la paz y la alegría de tenerlo en casa. Este hijo representaba algo mucho más profundo que los regalos materiales: representaba el amor y la unión de la familia.
De manera similar, cuando pensamos en Jesús como el Hijo de Dios, vemos cómo Su venida al mundo trae algo mucho más profundo que cualquier regalo terrenal. Él nos trae la revelación del amor del Padre y la intimidad de una relación con Dios. Hoy vamos a ver cómo el evangelista Juan nos presenta a Jesús como el Hijo de Dios, destacando su suficiencia, su señorío y su poder bautizador.
CUERPO
1. Jesús es suficiente (v. 15-18)
1. Jesús es suficiente (v. 15-18)
A. Jesús es preeminente (v. 15)
A. Jesús es preeminente (v. 15)
Aquí, Juan el Bautista testifica que Jesús es preeminente, es decir, que existía antes que él. Esta preeminencia no es solo temporal sino también espiritual y eterna. Jesús es el Verbo que existía desde el principio con Dios (Juan 1:1-2).
Referencia: Colosenses 1:17: "Y Él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en Él subsisten."
John MacArthur explica que "la preeminencia de Cristo es fundamental para entender su naturaleza divina y su rol en la creación y redención".
Aplicación: Para nosotros, reconocer la preeminencia de Jesús significa darle el primer lugar en nuestras vidas, confiando en que Él es eterno y soberano sobre todas las circunstancias.
B. Jesús es plenitud (v. 16)
B. Jesús es plenitud (v. 16)
En el versículo 16 leemos: "Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia". La palabra "plenitud" (en griego "pleroma") indica que en Jesús habita toda la plenitud de Dios. En Él encontramos toda la gracia y la verdad necesarias para nuestras vidas.
Referencia: Colosenses 2:9: "Porque en Él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad."
William Hendriksen señala que "esta plenitud es inagotable y siempre accesible para nosotros".
Aplicación: Vivir en la plenitud de Cristo significa que no necesitamos buscar fuera de Él lo que ya tenemos en Él: amor, perdón, paz y dirección.
C. Jesús es resplandeciente (vv. 17-18)
C. Jesús es resplandeciente (vv. 17-18)
Los versículos 17-18 dicen: "Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo. A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, Él le ha dado a conocer." Jesús es la manifestación visible de Dios, resplandeciendo en gracia y verdad.
Referencia: Hebreos 1:3: "El cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia..."
Fausset dice que "Jesús no solo trae un mensaje de gracia y verdad, sino que Él mismo es la personificación de ambos".
Aplicación: Debemos buscar a Jesús para conocer verdaderamente a Dios. No hay otro camino para ver la gloria de Dios sino a través de Jesucristo.
2. Jesús es el Señor del camino (v. 19-23)
2. Jesús es el Señor del camino (v. 19-23)
Juan 1:19-23 relata cómo Juan el Bautista aclara su identidad y misión. Él no es el Cristo, ni Elías, ni el profeta. Su misión es preparar el camino para Jesús, quien es el Señor.
Referencia: Isaías 40:3: "Voz que clama en el desierto: Preparad camino a Jehová; enderezad calzada en la soledad a nuestro Dios."
A.T. Robertson comenta que "Juan el Bautista desempeñó un papel crucial como precursor, dirigiendo a las personas hacia Cristo".
Aplicación: Al igual que Juan, nosotros estamos llamados a preparar el camino para Jesús en los corazones de las personas a nuestro alrededor, viviendo y proclamando su señorío.
3. Jesús es el bautizador (v. 24-28)
3. Jesús es el bautizador (v. 24-28)
En los versículos 24-28, Juan el Bautista habla de su bautismo con agua y señala que viene uno después de él que es mucho mayor. Este es Jesús, quien bautiza con el Espíritu Santo.
Referencia: Mateo 3:11: "Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; Él os bautizará en Espíritu Santo y fuego."
Warren Wiersbe comenta que "el bautismo de Jesús con el Espíritu Santo es una señal de la nueva vida y poder que Él ofrece a sus seguidores".
Aplicación: Debemos buscar vivir en el poder del Espíritu Santo, recordando que Jesús nos bautiza con su Espíritu para capacitarnos en nuestra vida cristiana.
CONCLUSIÓN
Hemos visto tres características de Jesús como el Hijo de Dios: Su suficiencia, Su señorío y Su poder bautizador. Jesús es suficiente porque en Él encontramos toda la plenitud de Dios. Es el Señor del camino, guiándonos y preparándonos para una relación íntima con el Padre. Y es el bautizador, dándonos el Espíritu Santo para vivir en Su poder.
Que estas verdades nos lleven a adorar a Jesús, reconociendo Su divinidad y su relación íntima con el Padre. Que permanezcamos creyendo en Él, confiando en Su preeminencia, viviendo en Su plenitud, y caminando en el poder de Su Espíritu Santo. Amén.