Lucas
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Intro - Lucas 1-3
Intro - Lucas 1-3
Destinatario y Proposito
Destinatario y Proposito
3 también a mí me ha parecido conveniente, después de haberlo investigado todo con diligencia desde el principio, escribírtelas ordenadamente, excelentísimo Teófilo, 4 para que sepas la verdad precisa acerca de las cosas que te han sido enseñadas.
Salvación
Salvación
46 Entonces María dijo: «Mi alma engrandece al Señor, 47 Y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador.
69 Y nos ha levantado un cuerno de salvación En la casa de David Su siervo, 70 Tal como lo anunció por boca de Sus santos profetas desde los tiempos antiguos, 71 Salvación de nuestros enemigos Y de la mano de todos los que nos aborrecen;
76 “Y tú, niño, serás llamado profeta del Altísimo; Porque irás delante del Señor para preparar Sus caminos; 77 Para dar a Su pueblo el conocimiento de la salvación Por el perdón de sus pecados,
10 Pero el ángel les dijo: «No teman, porque les traigo buenas nuevas de gran gozo que serán para todo el pueblo; 11 porque les ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor.
30 Porque mis ojos han visto Tu salvación
3 Y Juan fue por toda la región alrededor del Jordán, predicando un bautismo de arrepentimiento para el perdón de los pecados;
6 Y toda carne verá la salvación de Dios”».
9 «Hoy ha venido la salvación a esta casa», le dijo Jesús, «ya que él también es hijo de Abraham; 10 porque el Hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que se había perdido».
El Niño Crecía
El Niño Crecía
40 Y el Niño crecía y se fortalecía, llenándose de sabiduría; y la gracia de Dios estaba sobre Él.
52 Y Jesús crecía en sabiduría, en estatura y en gracia para con Dios y los hombres.
Bautismo de Jesus
Bautismo de Jesus
21 Y aconteció que cuando todo el pueblo era bautizado, Jesús también fue bautizado; y mientras Él oraba, el cielo se abrió, 22 y el Espíritu Santo descendió sobre Él en forma corporal, como una paloma, y vino una voz del cielo, que decía: «Tú eres Mi Hijo amado, en Ti me he complacido»
Genealogía de Jesus
Genealogía de Jesus
23 Cuando Jesús comenzó Su ministerio, tenía unos treinta años, siendo, como se suponía, hijo de José, quien era hijo de Elí,
38 Cainán, de Enós; Enós, de Set; Set, de Adán; y Adán, de Dios.
ASOMBRO, MARAVILLA, GOZO
ASOMBRO, MARAVILLA, GOZO
El ángel mientras anunciaba el nacimiento de Juan el Bautista a Zacarías.
14 »Tendrás gozo y alegría y muchos se regocijarán por su nacimiento,
Elizabeth al recibir la visita de María
44 »Porque apenas la voz de tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de gozo en mi vientre.
María al escuchar las palabras de Elizabeth
47 Y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador.
Regocijo ante el nacimiento de Juan el Bautista
58 Y sus vecinos y parientes oyeron que el Señor había demostrado Su gran misericordia hacia ella, y se regocijaban con ella.
El ángel a los pastores
10 Pero el ángel les dijo: «No teman, porque les traigo buenas nuevas de gran gozo que serán para todo el pueblo;
32 Todos se admiraban de Su enseñanza porque Su mensaje era con autoridad.
36 Todos se quedaron asombrados, y discutían entre sí: «¿Qué mensaje es este? Porque con autoridad y poder manda a los espíritus inmundos y salen»
23 »Alégrense en ese día y salten de gozo, porque su recompensa es grande en el cielo, pues sus padres trataban de la misma manera a los profetas.
13 »Aquellos sobre la roca son los que, cuando oyen, reciben la palabra con gozo; pero no tienen raíz profunda; creen por algún tiempo, y en el momento de la tentación sucumben.
56 Sus padres estaban asombrados, pero Él les encargó que no dijeran a nadie lo que había sucedido.
43 Y todos estaban admirados de la grandeza de Dios. Mientras todos se maravillaban de todas las cosas que hacía, Jesús dijo a Sus discípulos:
17 Los setenta regresaron con gozo, diciendo: «Señor, hasta los demonios se nos sujetan en Tu nombre».
20 »Sin embargo, no se regocijen en esto, de que los espíritus se les sometan, sino regocíjense de que sus nombres están escritos en los cielos». 21 En aquella misma hora Jesús se regocijó mucho en el Espíritu Santo, y dijo: «Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque ocultaste estas cosas a sabios y a inteligentes, y las revelaste a niños. Sí, Padre, porque así fue de Tu agrado.
17 Al decir Él esto, todos Sus adversarios se avergonzaban, pero toda la multitud se regocijaba por todas las cosas gloriosas hechas por Él.
37 Cuando ya se acercaba, junto a la bajada del monte de los Olivos, toda la multitud de los discípulos, regocijándose, comenzó a alabar a Dios a gran voz por todas las maravillas que habían visto,
41 Como ellos todavía no lo creían a causa de la alegría y porque estaban asombrados, les dijo: «¿Tienen aquí algo de comer?».
RECHAZO Y ACEPTACIÓN; ASOMBRO Y BURLAS; RECEPCION AL EVANGELIO
RECHAZO Y ACEPTACIÓN; ASOMBRO Y BURLAS; RECEPCION AL EVANGELIO
29 Al oír esto, todo el pueblo y los recaudadores de impuestos reconocieron la justicia de Dios, y fueron bautizados con el bautismo de Juan. 30 Pero los fariseos y los intérpretes de la ley rechazaron los propósitos de Dios para con ellos, al no ser bautizados por Juan.
33 »Porque ha venido Juan el Bautista, que no come pan, ni bebe vino, y ustedes dicen: “Tiene un demonio”. 34 »Ha venido el Hijo del Hombre, que come y bebe, y dicen: “Miren, un hombre glotón y bebedor de vino, amigo de recaudadores de impuestos y de pecadores”.
25 «¿Dónde está la fe de ustedes?», les dijo. Pero ellos estaban atemorizados y asombrados, diciéndose unos a otros: «¿Quién, pues, es Este que aun a los vientos y al agua manda y lo obedecen?».
39 «Vuelve a tu casa, y cuenta cuán grandes cosas Dios ha hecho por ti». Y él se fue, proclamando por toda la ciudad cuán grandes cosas Jesús había hecho por él.
8 »En cualquier ciudad donde entren y los reciban, coman lo que les sirvan; 9 sanen a los enfermos que haya en ella, y díganles: “Se ha acercado a ustedes el reino de Dios”. 10 »Pero en cualquier ciudad donde entren, y no los reciban, salgan a sus calles, y digan: 11 “Hasta el polvo de su ciudad que se pega a nuestros pies, nos lo sacudimos en protesta contra ustedes; pero sepan esto: que el reino de Dios se ha acercado”. 12 »Les digo que en aquel día será más tolerable el castigo para Sodoma que para aquella ciudad. 13 »¡Ay de ti Corazín! ¡Ay de ti Betsaida! Porque si los milagros que se hicieron entre ustedes hubieran sido hechos en Tiro y Sidón, hace tiempo que se hubieran arrepentido sentados en cilicio y ceniza. 14 »Por eso, en el juicio será más tolerable el castigo para Tiro y Sidón que para ustedes. 15 »Y tú, Capernaúm, ¿acaso serás elevada hasta los cielos? ¡Hasta el Hades serás hundida! 16 »El que a ustedes escucha, me escucha a Mí, y el que a ustedes rechaza, me rechaza a Mí; y el que me rechaza a Mí, rechaza al que me envió».
56 »¡Hipócritas! Saben examinar el aspecto de la tierra y del cielo; entonces, ¿por qué no examinan este tiempo presente?
1 En esa misma ocasión había allí algunos que contaron a Jesús acerca de los galileos cuya sangre Pilato había mezclado con la de sus sacrificios. 2 Él les respondió: «¿Piensan que estos galileos eran más pecadores que todos los demás galileos, porque sufrieron esto? 3 »Les digo que no; al contrario, si ustedes no se arrepienten, todos perecerán igualmente. 4 »¿O piensan que aquellos dieciocho, sobre los que cayó la torre en Siloé y los mató, eran más deudores que todos los hombres que habitan en Jerusalén? 5 »Les digo que no; al contrario, si ustedes no se arrepienten, todos perecerán igualmente».
12 Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: «Mujer, has quedado libre de tu enfermedad». 13 Y puso las manos sobre ella, y al instante se enderezó y glorificaba a Dios.
17 Al decir Él esto, todos Sus adversarios se avergonzaban, pero toda la multitud se regocijaba por todas las cosas gloriosas hechas por Él.
28 »Allí será el llanto y el crujir de dientes cuando vean a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, pero ustedes echados fuera. 29 »Y vendrán del oriente y del occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios. 30 »Por tanto, hay últimos que serán primeros, y hay primeros que serán últimos».
13 »Ningún siervo puede servir a dos señores, porque o aborrecerá a uno y amará al otro, o se apegará a uno y despreciará al otro. No pueden servir a Dios y a las riquezas». 14 Los fariseos, que eran amantes del dinero, oían todas estas cosas y se burlaban de Él. 15 Y Jesús les dijo: «Ustedes son los que se justifican a sí mismos ante los hombres, pero Dios conoce sus corazones, porque lo que entre los hombres es de alta estima, abominable es delante de Dios. 16 »La ley y los profetas se proclamaron hasta Juan; desde entonces se anuncian las buenas nuevas del reino de Dios, y todos se esfuerzan por entrar en él.
10 »Así también ustedes, cuando hayan hecho todo lo que se les ha ordenado, digan: “Siervos inútiles somos; hemos hecho sólo lo que debíamos haber hecho”».
15 Entonces uno de ellos, al ver que había sido sanado, se volvió glorificando a Dios en alta voz. 16 Cayó sobre su rostro a los pies de Jesús, y le dio gracias; y este era samaritano. 17 Jesús le preguntó: «¿No fueron diez los que quedaron limpios? Y los otros nueve, ¿dónde están? 18 »¿No hubo ninguno que regresara a dar gloria a Dios, excepto este extranjero?».
35 Aconteció que al acercarse Jesús a Jericó, un ciego estaba sentado junto al camino mendigando. 36 Al oír que pasaba una multitud, preguntaba qué era aquello. 37 Y le informaron que pasaba Jesús de Nazaret. 38 Entonces gritó: «¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!» 39 Y los que iban delante lo reprendían para que se callara, pero él gritaba mucho más: «¡Hijo de David, ten misericordia de mí!» 40 Jesús se detuvo y ordenó que lo trajeran; y cuando estuvo cerca, le preguntó: 41 «¿Qué deseas que haga por ti?». «Señor, que recobre la vista», contestó el ciego. 42 Jesús entonces le dijo: «Recibe la vista, tu fe te ha sanado». 43 Al instante recobró la vista y lo seguía glorificando a Dios. Cuando toda la gente vio aquello, dieron gloria a Dios.
PARABOLAS
PARABOLAS
Parabola del Buen Samaritano
Parabola del Buen Samaritano
30 Jesús le respondió: «Cierto hombre bajaba de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de salteadores, los cuales después de despojarlo y de darle golpes, se fueron, dejándolo medio muerto. 31 »Por casualidad cierto sacerdote bajaba por aquel camino, y cuando lo vio, pasó por el otro lado del camino. 32 »Del mismo modo, también un levita, cuando llegó al lugar y lo vio, pasó por el otro lado del camino. 33 »Pero cierto samaritano, que iba de viaje, llegó adonde él estaba; y cuando lo vio, tuvo compasión. 34 »Acercándose, le vendó sus heridas, derramando aceite y vino sobre ellas; y poniéndolo sobre su propia cabalgadura, lo llevó a un mesón y lo cuidó. 35 »Al día siguiente, sacando dos denarios se los dio al mesonero, y dijo: “Cuídelo, y todo lo demás que gaste, cuando yo regrese se lo pagaré”. 36 »¿Cuál de estos tres piensas tú que demostró ser prójimo del que cayó en manos de los salteadores?». 37 El intérprete de la ley respondió: «El que tuvo misericordia de él». «Ve y haz tú lo mismo», le dijo Jesús.
Oveja perdida, Moneda perdida y el Hijo Prodigo
Oveja perdida, Moneda perdida y el Hijo Prodigo
5 »Al encontrarla, la pone sobre sus hombros, gozoso. 6 »Cuando llega a su casa, reúne a los amigos y a los vecinos, diciéndoles: “Alégrense conmigo, porque he hallado mi oveja que se había perdido”. 7 »Les digo que de la misma manera, habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente que por noventa y nueve justos que no necesitan arrepentimiento.
Parábola de la viuda y el juez injusto
Parábola de la viuda y el juez injusto
1 Jesús les contó una parábola para enseñarles que ellos debían orar en todo tiempo, y no desfallecer: 2 «Había en cierta ciudad un juez que ni temía a Dios ni respetaba a hombre alguno. 3 »También había en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él constantemente, diciendo: “Hágame usted justicia de mi adversario”. 4 »Por algún tiempo el juez no quiso, pero después dijo para sí: “Aunque ni temo a Dios, ni respeto a hombre alguno, 5 sin embargo, porque esta viuda me molesta, le haré justicia; no sea que por venir continuamente me agote la paciencia”». 6 El Señor dijo: «Escuchen lo que dijo* el juez injusto. 7 »¿Y no hará Dios justicia a Sus escogidos, que claman a Él día y noche? ¿Se tardará mucho en responderles? 8 »Les digo que pronto les hará justicia. No obstante, cuando el Hijo del Hombre venga, ¿hallará fe en la tierra?».
Parábola del fariseo y el publicando
Parábola del fariseo y el publicando
9 Dijo también Jesús esta parábola a unos que confiaban en sí mismos como justos, y despreciaban a los demás: 10 «Dos hombres subieron al templo a orar; uno era fariseo y el otro recaudador de impuestos. 11 »El fariseo puesto en pie, oraba para sí de esta manera: “Dios, te doy gracias porque no soy como los demás hombres: estafadores, injustos, adúlteros; ni aun como este recaudador de impuestos. 12 ”Yo ayuno dos veces por semana; doy el diezmo de todo lo que gano”. 13 »Pero el recaudador de impuestos, de pie y a cierta distancia, no quería ni siquiera alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: “Dios, ten piedad de mí, pecador”. 14 »Les digo que este descendió a su casa justificado pero aquel no; porque todo el que se engrandece será humillado, pero el que se humilla será engrandecido».
PONIENDO A PRUEBA A JESUS
PONIENDO A PRUEBA A JESUS
16 Y otros, para poner a prueba a Jesús, demandaban de Él una señal del cielo.
53 Cuando salió de allí, los escribas y los fariseos comenzaron a acosar en gran manera, y a interrogar minuciosamente a Jesús sobre muchas cosas, 54 tramando contra Él para ver si lo podían atrapar en algo que dijera.
1 Todos los recaudadores de impuestos y los pecadores se acercaban para oír a Jesús. 2 Y los fariseos y los escribas murmuraban: «Este recibe a los pecadores y come con ellos».
6 »Cuando llega a su casa, reúne a los amigos y a los vecinos, diciéndoles: “Alégrense conmigo, porque he hallado mi oveja que se había perdido”.
9 »Cuando la encuentra, reúne a las amigas y vecinas, diciendo: “Alégrense conmigo porque he hallado la moneda que había perdido”.
24 porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido hallado”. Y comenzaron a regocijarse.
28 »Entonces él se enojó y no quería entrar. Salió su padre y le rogaba que entrara.
32 ”Pero era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este, tu hermano, estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido hallado”».
Hijo del Hombre - IDENTIDAD
Hijo del Hombre - IDENTIDAD
24 »Pues para que sepan que el Hijo del Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados», dijo al paralítico: «A ti te digo: levántate, toma tu camilla y vete a tu casa».
5 También les decía: «El Hijo del Hombre es Señor del día de reposo».
26 »Porque el que se avergüence de Mí y de Mis palabras, de este se avergonzará el Hijo del Hombre cuando venga en Su gloria, y la del Padre, y la de los santos ángeles.
35 Y una voz salió de la nube, que decía: «Este es Mi Hijo, Mi Escogido; oigan a Él»
43 Y todos estaban admirados de la grandeza de Dios. Mientras todos se maravillaban de todas las cosas que hacía, Jesús dijo a Sus discípulos: 44 «Hagan que estas palabras penetren en sus oídos, porque el Hijo del Hombre va a ser entregado en manos de los hombres».
56 porque el Hijo del Hombre no ha venido para destruir las almas de los hombres, sino para salvarlas». Y se fueron a otra aldea.
8 »Les digo, que a todo el que me confiese delante de los hombres, el Hijo del Hombre lo confesará también ante los ángeles de Dios; 9 pero el que me niegue delante de los hombres, será negado delante de los ángeles de Dios. 10 »Y a todo el que diga una palabra contra el Hijo del Hombre, se le perdonará; pero al que blasfeme contra el Espíritu Santo, no se le perdonará.
40 »También ustedes estén preparados, porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no esperan».
20 Habiendo preguntado los fariseos a Jesús cuándo vendría el reino de Dios, Él les respondió: «El reino de Dios no viene con señales visibles, 21 ni dirán: “¡Miren, aquí está!” o: “¡Allí está!”. Porque, el reino de Dios está entre ustedes». 22 Y a los discípulos les dijo: «Vendrán días cuando ustedes ansiarán ver uno de los días del Hijo del Hombre, y no lo verán. 23 »Y les dirán: “¡Miren allí! ¡Miren aquí!”. No vayan, ni corran tras ellos. 24 »Porque como el relámpago al fulgurar resplandece desde un extremo del cielo hasta el otro extremo del cielo, así será el Hijo del Hombre en Su día. 25 »Pero primero es necesario que Él padezca mucho y sea rechazado por esta generación. 26 »Tal como ocurrió en los días de Noé, así será también en los días del Hijo del Hombre. 27 »Comían, bebían, se casaban y se daban en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, y vino el diluvio y los destruyó a todos. 28 »Fue lo mismo que ocurrió en los días de Lot: comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, construían; 29 pero el día en que Lot salió de Sodoma, llovió fuego y azufre del cielo y los destruyó a todos. 30 »Lo mismo acontecerá el día en que el Hijo del Hombre sea revelado.
9 «Hoy ha venido la salvación a esta casa», le dijo Jesús, «ya que él también es hijo de Abraham; 10 porque el Hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que se había perdido».
Propósito y cumplimiento
Propósito y cumplimiento
3 también a mí me ha parecido conveniente, después de haberlo investigado todo con diligencia desde el principio, escribírtelas ordenadamente, excelentísimo Teófilo, 4 para que sepas la verdad precisa acerca de las cosas que te han sido enseñadas.
43 Pero Él les dijo: «También a las otras ciudades debo anunciar las buenas nuevas del reino de Dios, porque para esto Yo he sido enviado».
31 Jesús les respondió: «Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los que están enfermos. 32 »No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento».
22 Entonces Él les respondió: «Vayan y cuenten a Juan lo que han visto y oído: los ciegos reciben la vista, los cojos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos oyen, los muertos son resucitados y a los pobres se les anuncia el evangelio. 23 »Y bienaventurado es el que no se escandaliza de Mí».
20 »Pero si Yo por el dedo de Dios echo fuera los demonios, entonces el reino de Dios ha llegado a ustedes.
29 Como la multitud se aglomeraba, Jesús comenzó a decir: «Esta generación es una generación perversa; busca señal, y ninguna señal se le dará, sino la señal de Jonás. 30 »Porque de la misma manera que Jonás vino a ser una señal para los ninivitas, así también lo será el Hijo del Hombre para esta generación. 31 »La Reina del Sur se levantará en el juicio con los hombres de esta generación y los condenará, porque ella vino desde los confines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón; y miren, algo más grande que Salomón está aquí. 32 »Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio con esta generación y la condenarán, porque ellos se arrepintieron con la predicación de Jonás; y miren, algo más grande que Jonás está aquí.
49 »Yo he venido para echar fuego sobre la tierra, y ¡cómo quisiera que ya estuviera encendido! 50 »Pero de un bautismo tengo que ser bautizado, y ¡cómo me angustio hasta que se cumpla!
31 En ese momento llegaron unos fariseos y dijeron a Jesús: «Sal y vete de aquí, porque Herodes te quiere matar». 32 Y El les dijo: «Vayan y díganle a ese zorro: “Yo expulso demonios, y hago curaciones hoy y mañana, y al tercer día cumplo Mi propósito”. 33 »Sin embargo, debo seguir Mi camino, hoy, mañana y pasado mañana; porque no puede ser que un profeta muera fuera de Jerusalén. 34 »¡Jerusalén, Jerusalén, la que mata a los profetas y apedrea a los que le son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina a sus pollitos debajo de sus alas, y no quisiste! 35 »Por tanto, la casa de ustedes se les deja desierta; y les digo que no me verán más, hasta que llegue el tiempo en que digan: “Bendito el que viene en nombre del Señor”».
9 «Hoy ha venido la salvación a esta casa», le dijo Jesús, «ya que él también es hijo de Abraham; 10 porque el Hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que se había perdido».
ENSEÑANZAS IMPORTANTES
ENSEÑANZAS IMPORTANTES
DISCIPULADO
DISCIPULADO
21 Pero Él les respondió: «Mi madre y Mis hermanos son estos que oyen la palabra de Dios y la hacen».
23 Y a todos les decía: «Si alguien quiere seguirme, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame. 24 »Porque el que quiera salvar su vida, la perderá, pero el que pierda su vida por causa de Mí, ese la salvará.
28 «Al contrario», le contestó Jesús, «dichosos los que oyen la palabra de Dios y la guardan».
25 Grandes multitudes acompañaban a Jesús; y Él, volviéndose, les dijo: 26 «Si alguien viene a Mí, y no aborrece a su padre y madre, a su mujer e hijos, a sus hermanos y hermanas, y aun hasta su propia vida, no puede ser Mi discípulo. 27 »El que no carga su cruz y me sigue, no puede ser Mi discípulo. 28 »Porque, ¿quién de ustedes, deseando edificar una torre, no se sienta primero y calcula el costo, para ver si tiene lo suficiente para terminarla? 29 »No sea que cuando haya echado los cimientos y no pueda terminar, todos los que lo vean comiencen a burlarse de él, 30 diciendo: “Este hombre comenzó a edificar y no pudo terminar”. 31 »¿O qué rey, cuando sale al encuentro de otro rey para la batalla, no se sienta primero y delibera si con 10,000 hombres es bastante fuerte para enfrentarse al que viene contra él con 20,000? 32 »Y si no, cuando el otro todavía está lejos, le envía una delegación y pide condiciones de paz. 33 »Así pues, cualquiera de ustedes que no renuncie a todas sus posesiones, no puede ser Mi discípulo. 34 »Por tanto, buena es la sal, pero si aún la sal ha perdido su sabor, ¿con qué será sazonada? 35 »No es útil ni para la tierra ni para el montón de abono; la arrojan fuera. El que tenga oídos para oír, que oiga».
ORACION
ORACION
1 Aconteció que estando Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, le dijo uno de Sus discípulos: «Señor, enséñanos a orar, así como Juan enseñó también a sus discípulos» 2 Y Él les dijo: «Cuando oren, digan: “Padre, santificado sea Tu nombre. Venga Tu reino. 3 -”Danos hoy el pan nuestro de cada día. 4 ”Y perdónanos nuestros pecados, Porque también nosotros perdonamos a todos los que nos deben. Y no nos metas en tentación”». 5 También les dijo: «Supongamos que uno de ustedes tiene un amigo, y va a él a medianoche y le dice: “Amigo, préstame tres panes, 6 porque un amigo mío ha llegado de viaje a mi casa, y no tengo nada que ofrecerle”; 7 y aquel, respondiendo desde adentro, le dice: “No me molestes; la puerta ya está cerrada, y mis hijos y yo estamos acostados; no puedo levantarme para darte nada”. 8 »Les digo que aunque no se levante a darle algo por ser su amigo, no obstante, por su importunidad se levantará y le dará cuanto necesite. 9 »Así que Yo les digo: pidan, y se les dará; busquen, y hallarán; llamen, y se les abrirá. 10 »Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. 11 »O supongan que a uno de ustedes que es padre, su hijo le pide pan, ¿acaso le dará una piedra? O si le pide un pescado, ¿acaso le dará una serpiente en lugar del pescado? 12 »O si le pide un huevo, ¿acaso le dará un escorpión? 13 »Pues si ustedes siendo malos, saben dar buenas dádivas a sus hijos, ¿cuánto más su Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?».
Bienaventuranzas
Bienaventuranzas
20 Volviendo su vista hacia Sus discípulos, decía: «Bienaventurados ustedes los pobres, porque de ustedes es el reino de Dios. 21 »Bienaventurados ustedes los que ahora tienen hambre, porque serán saciados. Bienaventurados ustedes los que ahora lloran, porque reirán. 22 »Bienaventurados son ustedes cuando los hombres los aborrecen, cuando los apartan de sí, los colman de insultos y desechan su nombre como malo, por causa del Hijo del Hombre. 23 »Alégrense en ese día y salten de gozo, porque su recompensa es grande en el cielo, pues sus padres trataban de la misma manera a los profetas.
AY
AY
24 »Pero ¡ay de ustedes los ricos! Porque ya están recibiendo todo su consuelo. 25 »¡Ay de ustedes, los que ahora están saciados! Porque tendrán hambre. ¡Ay de ustedes, los que ahora ríen! Porque se lamentarán y llorarán. 26 »¡Ay de ustedes, cuando todos los hombres hablen bien de ustedes! Porque de la misma manera trataban sus padres a los falsos profetas.
39 Pero el Señor le dijo: «Ahora bien, ustedes los fariseos limpian lo de afuera del vaso y del plato; pero por dentro están llenos de robo y de maldad. 40 »Necios, el que hizo lo de afuera, ¿no hizo también lo de adentro? 41 »Den más bien lo que está dentro como obra de caridad, y entonces todo les será limpio. 42 »Pero ¡ay de ustedes, fariseos! Porque pagan el diezmo de la menta y la ruda y toda clase de hortaliza, y sin embargo pasan por alto la justicia y el amor de Dios; pero esto es lo que debían haber practicado sin descuidar lo otro. 43 »¡Ay de ustedes, fariseos! Porque aman los primeros asientos en las sinagogas y los saludos respetuosos en las plazas. 44 »¡Ay de ustedes! Porque son como sepulcros que no se ven, sobre los que andan los hombres sin saberlo». 45 Respondiendo uno de los intérpretes de la ley, le dijo*: «Maestro, cuando dices esto, también a nosotros nos insultas» 46 Y Él dijo: «¡Ay también de ustedes, intérpretes de la ley! Porque cargan a los hombres con cargas difíciles de llevar, y ustedes ni siquiera tocan las cargas con uno de sus dedos. 47 »¡Ay de ustedes! Porque edifican los sepulcros de los profetas, y fueron los padres de ustedes quienes los mataron. 48 »De modo que son testigos, y aprueban las acciones de sus padres; porque ellos los mataron y ustedes edifican sus sepulcros. 49 »Por eso la sabiduría de Dios también dijo: “Les enviaré profetas y apóstoles, y de ellos, matarán a algunos y perseguirán a otros, 50 para que la sangre de todos los profetas, derramada desde la fundación del mundo, se le cargue a esta generación. 51 ”Desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, que pereció entre el altar y la casa de Dios. Sí, les digo que le será cargada a esta generación”. 52 »¡Ay de ustedes, intérpretes de la ley! Porque han quitado la llave del conocimiento. Ustedes mismos no entraron, y a los que estaban entrando se lo impidieron».
1 Jesús dijo a Sus discípulos: «Es inevitable que vengan tropiezos, pero ¡ay de aquel por quien vienen!
MUJERES Y NIÑOS Y MARGINADOS
MUJERES Y NIÑOS Y MARGINADOS
47 »Por lo cual te digo que sus pecados, que son muchos, han sido perdonados, porque amó mucho; pero a quien poco se le perdona, poco ama». 48 Entonces Jesús le dijo a la mujer: «Tus pecados han sido perdonados». 49 Los que estaban sentados a la mesa con Él comenzaron a decir entre sí: «¿Quién es Este que hasta perdona pecados?» 50 Pero Jesús dijo a la mujer: «Tu fe te ha salvado, vete en paz».
1 Poco después, Jesús comenzó a recorrer las ciudades y aldeas, proclamando y anunciando las buenas nuevas del reino de Dios. Con Él iban los doce discípulos, 2 y también algunas mujeres que habían sido sanadas de espíritus malos y de enfermedades: María, llamada Magdalena, de la que habían salido siete demonios; 3 Juana, mujer de Chuza, mayordomo de Herodes; Susana y muchas otras que de sus bienes personales contribuían al sostenimiento de ellos.
46 Y comenzó una discusión entre ellos, sobre quién de ellos sería el mayor. 47 Entonces Jesús, sabiendo lo que pensaban en sus corazones, tomó a un niño y lo puso a Su lado. 48 «El que reciba a este niño en Mi nombre», les dijo, «me recibe a Mí; y el que me recibe a Mí, recibe a Aquel que me envió; porque el que es más pequeño entre todos ustedes, ese es grande». 49 Y Juan respondió: «Maestro, vimos a uno echando fuera demonios en Tu nombre, y tratamos de impedírselo porque no anda con nosotros» 50 Pero Jesús le dijo: «No se lo impidan; porque el que no está contra ustedes, está con ustedes».
13 »Antes bien, cuando ofrezcas un banquete, llama a pobres, mancos, cojos, ciegos, 14 y serás bienaventurado, ya que ellos no tienen para recompensarte; pues tú serás recompensado en la resurrección de los justos».
21 »Cuando el siervo regresó, informó de todo esto a su señor. Entonces, enojado el dueño de la casa, dijo a su siervo: “Sal enseguida por las calles y callejones de la ciudad, y trae acá a los pobres, los mancos, los ciegos y los cojos”.
15 Y traían a Jesús aun a los niños muy pequeños para que los tocara. Al ver esto los discípulos, los reprendían. 16 Pero Jesús, llamándolos a su lado, dijo: «Dejen que los niños vengan a Mí, y no se lo impidan, porque de los que son como estos es el reino de Dios. 17 »En verdad les digo, que el que no recibe el reino de Dios como un niño, no entrará en él».
Jesus anuncia su muerte
Jesus anuncia su muerte
31 Tomando aparte a los doce discípulos, Jesús les dijo: «Miren, subimos a Jerusalén, y se cumplirán todas las cosas que están escritas por medio de los profetas acerca del Hijo del Hombre. 32 »Pues será entregado a los gentiles, y será objeto de burla, afrentado y escupido; 33 y lo azotarán, y después lo matarán, y al tercer día resucitará».
El Joven Rico
El Joven Rico
ENSEÑAZAS UNICAS DE LUCAS
ENSEÑAZAS UNICAS DE LUCAS
Biblia de Estudio - LBLA Lucas
Sólo él, de los escritores de los Evangelios, menciona la viuda en Sidón (4:25–26), Naamán de Siria (4:27), el buen samaritano (10:30–37) y los tiempos de los gentiles (21:24). Sus comentarios acerca de los recaudadores de impuestos son positivos (3:12; 5:27; 7:29; 15:1; 18:10–13; 19:2–3).
11 Aconteció poco después que Jesús fue a una ciudad llamada Naín; y Sus discípulos iban con Él acompañados por una gran multitud. 12 Y cuando se acercaba a la puerta de la ciudad, sacaban fuera a un muerto, hijo único de su madre, y ella era viuda; y un grupo numeroso de la ciudad estaba con ella. 13 Al verla, el Señor tuvo compasión de ella, y le dijo: «No llores». 14 Y acercándose, tocó el féretro; y los que lo llevaban se detuvieron. Y Jesús dijo: «Joven, a ti te digo: ¡Levántate!». 15 El que había muerto se incorporó y comenzó a hablar, y Jesús se lo entregó a su madre. 16 El temor se apoderó de todos, y glorificaban a Dios, diciendo: «Un gran profeta ha surgido entre nosotros». También decían: «Dios ha visitado a Su pueblo» 17 Este dicho que se decía de Él, se divulgó por toda Judea y por toda la región circunvecina.
30 Jesús le respondió: «Cierto hombre bajaba de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de salteadores, los cuales después de despojarlo y de darle golpes, se fueron, dejándolo medio muerto. 31 »Por casualidad cierto sacerdote bajaba por aquel camino, y cuando lo vio, pasó por el otro lado del camino. 32 »Del mismo modo, también un levita, cuando llegó al lugar y lo vio, pasó por el otro lado del camino. 33 »Pero cierto samaritano, que iba de viaje, llegó adonde él estaba; y cuando lo vio, tuvo compasión. 34 »Acercándose, le vendó sus heridas, derramando aceite y vino sobre ellas; y poniéndolo sobre su propia cabalgadura, lo llevó a un mesón y lo cuidó. 35 »Al día siguiente, sacando dos denarios se los dio al mesonero, y dijo: “Cuídelo, y todo lo demás que gaste, cuando yo regrese se lo pagaré”. 36 »¿Cuál de estos tres piensas tú que demostró ser prójimo del que cayó en manos de los salteadores?». 37 El intérprete de la ley respondió: «El que tuvo misericordia de él». «Ve y haz tú lo mismo», le dijo Jesús.
DE CAMINO A JERUSALEN
DE CAMINO A JERUSALEN
51 Sucedió que cuando se cumplían los días de Su ascensión, Jesús, con determinación, afirmó Su rostro para ir a Jerusalén.
22 Pasaba Jesús por ciudades y aldeas, enseñando, mientras proseguía camino a Jerusalén.
11 Aconteció que mientras Jesús iba camino a Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea,
31 Tomando aparte a los doce discípulos, Jesús les dijo: «Miren, subimos a Jerusalén, y se cumplirán todas las cosas que están escritas por medio de los profetas acerca del Hijo del Hombre.
11 Estando ellos oyendo estas cosas, Jesús continuó diciendo una parábola, porque Él estaba cerca de Jerusalén y ellos pensaban que el reino de Dios iba a aparecer de un momento a otro.
28 Habiendo dicho esto, Jesús iba delante, subiendo hacia Jerusalén.