Un niño observa a su padre arreglando un vehículo en el garaje. A medida que su padre trabaja, le explica cada parte y su función. El niño no entiende del todo, pero siente que está seguro, porque está con su padre. De la misma manera, aunque no comprendemos todo lo que sucede en nuestras vidas, Dios está a cargo y nos cuida. Confiemos en que su sabiduría supera nuestra comprensión.