AGRADECE Y MIRA ADELANTE
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INTRODUCCIÓN
INTRODUCCIÓN
Hemos llegado a fin de año. La agitación de las festividades aun nos tiene un poco aturdidos y atareados. Pero una cosa es cierta para el cristiano: nos acompaña siempre el gozo de tener a Cristo como fuente de nuestra confianza y seguridad. Tenemos una Navidad permanente en nuestro corazón.
En esta última semana del año es necesario reflexionar que hemos logrado hasta aquí. Es tiempo de contar nuestras bendiciones y sacar provecho de aquellos contratiempos, fracasos, errores.
Bendice, alma mía, a Jehová, Y bendiga todo mi ser su santo nombre. Bendice, alma mía, a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios.
Sea que termine un año más y empiece uno nuevo, muchos no tienen más alternativa que seguir adelante, enfrentando dificultades, siguiendo en la lucha. Sin embargo, no podemos vivir por inercia, es decir, como empujados por la corriente de este mundo.
Para muchos de nosotros el horizonte próximo luce gris, como los negros nubarrones que vemos estos días, con lluvia y nieve, y nos infunden temor. Pero confiamos en Dios que más adelante veremos otra vez días más claros, como quien espera la primavera luego del invierno.
No podemos prever los obstáculos que se nos presentarán, pero sí tenemos el poder de moldear nuestro camino y diseñar nuestro futuro. Es evidente que tenemos que preparar nuestro andar, y lo mejor es que sea bajo la voluntad de Dios.
Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor.
1. NO VIVAS SIN PLAN, A LA DERIVA
1. NO VIVAS SIN PLAN, A LA DERIVA
Es riesgoso andar en la vida si no tienes un plan. Si no tienes un plan, otros te ponen sus propios planes, y vas a servir como un mero instrumento para lograr las metas de otros.
Peor aún, sin tener un plan definido, un día puedes encontrarte donde no pensabas estar. Un famoso ejemplo está en el dialogo entre la desorientada niña Alicia y el misterioso gato Cheshire, en el cuento “Alicia en el país de las maravillas” de Lewis Carroll.
IMAGEN – Alicia y el Gato Cheshire
Está muy claro en esta ilustración que, no es sabio ni prudente para nosotros que vivamos la vida sin propósito, como si fuese una barca navegando sin brújula, a la deriva, donde nos lleva la corriente y el viento. Algunas personas viven así, diciendo: “para que preocuparse, disfruta hoy, mañana ya se verá”.
El prudente se anticipa al peligro y toma precauciones. El simplón sigue adelante a ciegas y sufre las consecuencias.
En cambio, el apóstol Pablo nos enseña que no debemos a vivir a la ventura.
Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire,
2. DIOS TIENE GRANDES PLANES PARA TI
2. DIOS TIENE GRANDES PLANES PARA TI
Hoy quiero decirte, hermano hermana, que nuestro Dios es un Dios de planes y los ejecuta a su tiempo, en el tiempo Kairós. Aunque parezca que demora, es que está trabajando.
Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.
Él tiene un proyecto de vida que ha diseñado para cada uno de nosotros, pero tú debes descubrirlo. Dios te ha dado inteligencia para hacer un buen plan.
Debes preguntarte, ¿Qué deseo lograr en la vida? ¿Cómo será mi futuro de aquí a 5 años? Si estás casado, ¿Qué quieres lograr en tu matrimonio? Y si los hijos han crecido y empiezan a independizarse, ¿Cómo va tu relación con tu esposo, esposa? ¿Cómo enfrentaras los retos de la tercera edad?
El corazón del hombre piensa su camino; Mas Jehová endereza sus pasos.
La Biblia deja claro que es importante establecer metas y planes para el futuro, mientras que al mismo tiempo mantengamos una actitud humilde, confiando en Dios.
Debemos ser intencionales, pero también generosos, administradores prudentes y diligentes que saben que nuestra confianza y dependencia se encuentra, en última instancia, en Dios y no en nosotros mismos.
Si has creído en Él y entregado tu vida a Cristo, Él ha preparado un maravilloso plan para ti. Aún más, ahora eres una nueva criatura. Las cosas del pasado han quedado atrás.
Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
3. OLVIDA EL PASADO, ENFOCA EN EL FUTURO
3. OLVIDA EL PASADO, ENFOCA EN EL FUTURO
Es común la percepción de que los errores del pasado son una carga pesada que a muchas personas no las deja avanzar, que las hace quedarse atrapadas en fracasos pasados, al recordar todos los errores cometidos, todas las veces que se rindieron, las oportunidades desaprovechadas, etc.
Nuestra mentalidad latina tiende al fatalismo, haciendo que el pasado tenga mucho peso. En cambio, la mentalidad anglosajona tiende a prepararse para enfrentar el riesgo, a fin de reducir su impacto negativo.
Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.
El Apóstol Pablo usa una ilustración de la competencia deportiva, “extendiéndome a lo que esta delante” – la palabra griega expresa “una acción de estirarse a toda la longitud”. Visualicen una carrera de fondo en la cual el atleta se estira hacia adelante, con energía, sin mirar atrás, “prosigo a la meta”.
Entonces, no hay que mirar atrás. El pasado es historia, es cenizas, nada podemos hacer para cambiarlo. El día de hoy es un regalo y por ello debemos disfrutarlo. Pero más importante es saber que el futuro se conquista. El futuro es incierto, y aun así podemos conquistarlo con la bendición de Dios.
4. EXAMINA TU PROPIA VIDA
4. EXAMINA TU PROPIA VIDA
Con todo, es posible que aún te preguntes: “Pienso que he hecho todas las cosas bien hasta aquí, pero no logro alcanzar mis metas, ¿Por qué no puedo resolverlo?”. Como parte de nuestra naturaleza humana, después de la caída, siempre miramos fuera de nosotros y culpamos a otras personas, o las circunstancias adversas, o a la “mala suerte” decimos.
Todos los caminos del hombre son limpios en su propia opinión; Pero Jehová pesa los espíritus.
¿Pero, te has examinado realmente? Tal vez si no avanzas es porque aún no has abandonado un hábito pernicioso, y como estas tan acostumbrado a eso, no lo notas. Como dice el Salmista, es mejor estar dispuestos a entender nuestro propio camino.
Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos; Y ve si hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno.
Y si no recibimos lo que pedimos a Dios, aun con súplicas, es porque aún debemos corregir una mala actitud de vanagloria y autosuficiencia. Estemos dispuestos a recibir la corrección del Señor.
5. CONFÍA EN DIOS PLENAMENTE
5. CONFÍA EN DIOS PLENAMENTE
Es notable como Moisés, siendo llamado por Dios para guiar al pueblo hebreo en su salida de Egipto hacia Canaán, siguió adelante, a pesar de todos los pronósticos humanos en contra.
Por la fe dejó a Egipto, no temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como viendo al Invisible.
Si las circunstancias actuales, o a corto plazo, no son esperanzadoras, o realmente difíciles, nunca dejes de confiar en Dios. No permitas que la preocupación te invada. Solo rinde todo obstáculo delante de Dios.
Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.
Fuera de Dios no hay consejo seguro, fuera de Cristo estamos como perdidos, y vamos sin rumbo, con la brújula averiada. El Espíritu Santo es quien nos guía, mejor que el consejo de un familiar o amigo. Nuestra actitud debe ser como la de Simón Pedro: “Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.” (Juan 6:68)
6. TOMA LA LUMBRERA DE DIOS PARA TU CAMINO
6. TOMA LA LUMBRERA DE DIOS PARA TU CAMINO
Cuando estamos dispuestos a conocer y hacer la voluntad de Dios, más que cualquier otra cosa en la vida, el Espíritu Santo de Dios estará ahí para guiarnos y dirigirnos. Él nos dará la sabiduría que necesitamos para cada día.
No tenemos por qué tropezar en la oscuridad tratando de descubrir nuestro camino o pedirles a otros que nos interpreten posibles señales. La palabra de Dios proporciona toda la luz que necesitamos para encontrar nuestro camino, tal como nos dice este precioso Salmo.
Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino.
Hermano, hermana, ¿aún estas desalentado en tu corazón, o te atribulan cosas del pasado?
Deja hoy tus cargas a los pies de la cruz, y prosigue a la meta, al llamamiento santo de Cristo.
OREMOS.