EL VALOR DE LA UNIDAD PARA LA IGLESIA HOY
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· 11 viewsDesafiar a mi audiencia a desarrollar la unidad como un valor no negociable para la iglesia, aprendiendo del ejemplo de Dios mismo como Trinidad.
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INTRODUCCION
INTRODUCCION
Una realidad ineludible es que la humanidad está cada vez más conectada, pero paradójicamente, también más dividida. Basta con mirar las noticias para ver las tensiones entre naciones, las divisiones sociales y las rupturas dentro de las familias. Esta fragmentación no se limita al mundo, pues incluso dentro de las iglesias, la falta de unidad puede surgir por malentendidos, diferencias de opinión y, en ocasiones, orgullo. Ante este panorama, la pregunta es ineludible: ¿cómo puede la iglesia brillar en medio de un mundo tan fragmentado?
Un ejemplo que desafía: Para responder a esta pregunta, debemos dirigir nuestra atención a Dios mismo. En Él encontramos el ejemplo perfecto de unidad. Desde la eternidad pasada, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo han existido en una relación de amor y cooperación perfecta. Ellos no necesitan aprender a unirse; la unidad fluye naturalmente de Su esencia. Y es precisamente esa unidad divina la que Jesús oró para que también existiera entre nosotros, Su iglesia.
Oración de transición: Para asumir la unidad como un valor en nuestra iglesia, debemos entender que…
LA UNIDAD NACE EN DIOS.
LA UNIDAD NACE EN DIOS.
Ilustración: Imaginen un hermoso baile en el que tres bailarines están completamente sincronizados. Aunque son tres personas diferentes, cada uno se mueve con gracia, en perfecta coordinación con los demás. Ninguno busca sobresalir más que el otro; en lugar de eso, cada movimiento fluye para complementar al resto. Sus pasos están tan unidos que no parece que haya tres bailarines separados, sino una sola danza perfecta. La Trinidad es como esta danza divina. El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son tres personas distintas, pero están completamente unidos en amor, propósito y esencia. No hay competencia ni conflicto entre ellos, sino una perfecta armonía. De la misma manera, la iglesia está llamada a reflejar esta unidad. Aunque somos muchas personas diferentes, con dones y personalidades únicas, estamos llamados a movernos como un solo cuerpo, siguiendo la dirección de Dios. Cuando mantenemos a Dios como nuestro centro, podemos reflejar esa misma unidad perfecta que vemos en la Trinidad.
Y como la unidad nace en Dios, Él es el principal ejemplo de unidad.
Y como la unidad nace en Dios, Él es el principal ejemplo de unidad.
Leamos:
“así como nosotros”, (ver v. 11)
“como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti”, (ver v. 21)
“así como nosotros somos uno”, (ver v. 22)
La realidad de la Trinidad nos enseña que la unidad no es un concepto novedoso, sino que existe desde la eternidad pasada y existirá siempre.
Al pensar en la Trinidad logramos entender que la unidad no es un esfuerzo que Dios hace, sino que es la esencia misma de su ser; fluye naturalmente sin esfuerzo alguno porque la posee de manera perfecta.
Además, la Trinidad nos revela que el individualismo no existe primero que la comunidad.
Y como la unidad nace en Dios, su ejemplo es el estándar o medida que se espera de la iglesia.
Y como la unidad nace en Dios, su ejemplo es el estándar o medida que se espera de la iglesia.
Leamos:
“para que sean uno, así como nosotros”, (ver v.11)
“como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros”, (ver v. 21)
“para que sean uno, así como nosotros somos uno”, (ver v.22)
La perfecta relación que existía entre Jesús y el Padre, revelada en los evangelios, es nuestro estándar o sistema de medida que nos desafía a establecer una unidad basada no en las palabras, no es el nombre denominacional, no en las visitas de cordialidad sino en las relaciones reales y sinceras.
Los esfuerzos por unidad como el compartir púlpitos, el respaldar actividades, el asistir a reuniones, entre otros, aunque tienen cierto grado de valor, no pueden llevarnos a cumplir el estándar que nos es revelado en la persona de Jesús y su unidad con el Padre.
De la misma manera en que la relación de Dios es trinitaria (entre las tres personas de la trinidad) nuestras relaciones son trinitarias… estoy yo, mis hermanos y Dios. Esto significa que la base de la unidad como estándar o medida es triangular y está basada en Dios como parte integral de ese triángulo.
Y como la unidad nace en Dios, Él trabaja activamente a favor de la unidad en su pueblo.
Y como la unidad nace en Dios, Él trabaja activamente a favor de la unidad en su pueblo.
En primer lugar, Cristo oró por la unidad
“guárdalos en tu nombre, para que sean uno”, (v. 11)
“para que todos sean uno”, (v. 21)
En segundo lugar, Cristo guardó a sus discípulos a fin de que tuvieran unidad.
“Cuando Yo estaba con ellos, los guardaba en Tu nombre, el nombre que me diste; y los guardé y ninguno se perdió, excepto el hijo de perdición, para que la Escritura se cumpliera.” (Juan 17:12, NBLA)
En tercer lugar, Cristo espera que estemos con Él, donde Él está.
“Padre, quiero que los que me has dado, estén también conmigo donde Yo estoy, para que vean Mi gloria, la gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo.” (Juan 17:24, NBLA)
“La unidad es algo que Dios produce y que mantenemos. La unión es algo que los seres humanos construyen con sus propios esfuerzos.” Autor: Ray C. Stedman
Frase de transición: Para asumir la unidad como un valor en nuestra iglesia debemos entender…
EL ALCANCE DE LA UNIDAD
EL ALCANCE DE LA UNIDAD
Solo de los escogidos de Dios se espera este nivel de unidad.
Solo de los escogidos de Dios se espera este nivel de unidad.
6 »He manifestado Tu nombre a los hombres que del mundo me diste; eran Tuyos y me los diste, y han guardado Tu palabra. 7 »Ahora han conocido que todo lo que me has dado viene de Ti; 8 porque Yo les he dado las palabras que me diste; y las recibieron, y entendieron que en verdad salí de Ti, y creyeron que Tú me enviaste. 9 »Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me has dado; porque son Tuyos; 10 y todo lo Mío es Tuyo, y lo Tuyo, Mío; y he sido glorificado en ellos. 11 »Ya no estoy en el mundo, pero ellos sí están en el mundo, y Yo voy a Ti. Padre santo, guárdalos en Tu nombre, el nombre que me has dado, para que sean uno, así como Nosotros somos uno.
La unidad debe ser extensiva a las generaciones futuras
La unidad debe ser extensiva a las generaciones futuras
20 »Pero no ruego solo por estos, sino también por los que han de creer en Mí por la palabra de ellos, 21 para que todos sean uno. Como Tú, oh Padre, estás en Mí y Yo en Ti, que también ellos estén en Nosotros, para que el mundo crea que Tú me enviaste.
La unidad en la iglesia revela al no creyente a Cristo.
La unidad en la iglesia revela al no creyente a Cristo.
21 para que todos sean uno. Como Tú, oh Padre, estás en Mí y Yo en Ti, que también ellos estén en Nosotros, para que el mundo crea que Tú me enviaste. 22 »La gloria que me diste les he dado, para que sean uno, así como Nosotros somos uno: 23 Yo en ellos, y Tú en Mí, para que sean perfeccionados en unidad, para que el mundo sepa que Tú me enviaste, y que los amaste tal como me has amado a Mí.
APLICACIONES Y CONCLUSIONES
APLICACIONES Y CONCLUSIONES
Amados hermanos, al estudiar estos pocos elementos, de los muchos que hay, en la oración intratrinitaria, nos vemos profundamente desafiados a seguir el ejemplo de nuestro Señor Jesucristo.
Él entendía perfectamente el valor de la unidad porque Él era uno con el Padre. Nosotros de la misma manera necesitamos tener una teología clara sobre lo que la Biblia enseña sobre la unidad en la iglesia, si queremos ser como nuestro Señor Jesús.
Él siempre trabajó en unidad con el Padre y el Espíritu Santo, dándonos ejemplo de que de la misma manera nos es necesario vivir vidas de unidad y comunión tanto con Dios como con los hermanos.
Él también se preocupó por la unidad, por eso oró con fervor tanto por los discípulos de su tiempo como por lo del futuro. Nos toca a nosotros preocuparnos por la unidad de la iglesia y orar para que Dios en su gracia conceda unión entre los creyentes ahora y en el futuro.
A Cristo lo vemos claramente tomando partido a favor de la unidad y la pregunta que nos toca a nosotros es:
¿Qué acciones hacemos a favor de la unidad?
¿Qué puedo hacer desde lo particular y personal para contribuir e incentivar la unidad en nuestra iglesia local?
¿Qué podría hacer en esta semana con un hermano o amigo que está visitando la iglesia que ayude a incentivar la unidad y de esta manera pongo en práctica lo aprendido hoy?