Repartido Para Dios, Romanos 12:4-8
Notes
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Introducción:
Introducción:
Apertura-
ECC-
Intro al pasaje-
Habiendo desafiado a los creyentes a entregarse por completo al Señor en respuesta a Sus bondades en redimirnos por la fe en Cristo, Pablo les motiva a dejar que Dios les transforme, comenzando con su forma de pensar.
Esta forma de pensar cambia la perspectiva que uno tiene del mundo alrededor, de sí mismo, y de su lugar en la familia de Dios.
Esta forma de pensar descrito en los primeros vss. de Romanos 12, nos ayudan a responder las tres preguntas más fundamentales de la humanidad:
¿Quién soy? vs: 3.
¿Dónde pertenezco? vs: 4-5.
¿Cuál es mi propósito? vs: 6-8.
En el pasaje de hoy se comienza a responder la segunda pregunta con más detalle.
Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros.
De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza; el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría.
Oración objetiva- Cada creyente puede plantarse firmemente y crecer donde Dios lo ha puesto al incorporar dos pasos importantes que vemos en este pasaje.
Entender Tu Lugar en Su Iglesia, vs: 4-5.
Entender Tu Lugar en Su Iglesia, vs: 4-5.
Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros.
Tu lugar en Su iglesia es diferente a los demás en su parte.
Pablo presenta aquí la analogía de la iglesia, el cuerpo de Cristo, como un cuerpo físico con sus miembros particulares.
Cada miembro individual cumple una función particular (detallado en parte en los siguientes vss.), que ayuda hacia el funcionamiento general del cuerpo mismo.
Esto es a lo que se refiere con la unidad de la iglesia.
Esta unidad del cuerpo de Cristo enseña detalladamente en 1 Corintios 12-14.
No es uniformidad- teniendo la misma apariencia.
No es afinidad- teniendo la misma personalidad o preferencias.
Es unidad- teniendo la misma pertenencia y propósito.
Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo.
Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo. Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.
Esta unidad significa que no hay miembro superior ni inferior en el cuerpo de Cristo, 1 Cor. 12:14-21
Además, el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos. Si dijere el pie: Porque no soy mano, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo? Y si dijere la oreja: Porque no soy ojo, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo? Si todo el cuerpo fuese ojo, ¿dónde estaría el oído? Si todo fuese oído, ¿dónde estaría el olfato?
Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso. Porque si todos fueran un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo? Pero ahora son muchos los miembros, pero el cuerpo es uno solo. Ni el ojo puede decir a la mano: No te necesito, ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo necesidad de vosotros.
Tu lugar en Su iglesia es igual a los demás en propósito.
El propósito de provecho y edificación de la iglesia en general, 1 Cor. 12:7.
Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho.
Así también vosotros; pues que anheláis dones espirituales, procurad abundar en ellos para edificación de la iglesia.
El propósito del cuidado de cada miembro individual, 1 Cor. 12:25-26
para que no haya desavenencia en el cuerpo, sino que los miembros todos se preocupen los unos por los otros. De manera que si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él, y si un miembro recibe honra, todos los miembros con él se gozan.
Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;
sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.
Ilustración: Entender tu lugar en Su iglesia.
IMÁGENES: El sistema corporal tiene muchos miembros:
11 sistemas/aparatos, compuestos por 78 diferentes órganos con funciones particulares trabajando unidos.
Aplicación: Entender tu lugar en Su iglesia.
Niños-
Adolescentes y jóvenes-
Adultos-
Mayores-
Practicar Tu Don en Su Iglesia, vs: 6-8.
Practicar Tu Don en Su Iglesia, vs: 6-8.
De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza; el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría.
Tu don definido:
El término traducido dones viene de la palabra “gracia”. Da a entender que los dones espirituales mencionados aquí y en los otros pasajes hablando del tema son expresiones variadas de la gracia de Dios, 1 Ped. 4:10.
Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios.
La frase según la gracia que nos es dada resalta el hecho que no se trata de capacidad humana, sino depende de la obra de Dios.
El talento/capacidad humana puede ser incorporada al usar el don espiritual, pero no es el don espiritual.
Por ejemplo, uno puede tener talento y capacidad en la música, pero donde difiere de un artista/músico secular es su anhelo de usar su talento para animar y edificar a los demás miembros de su iglesia. Está ejerciendo el don de la exhortación.
De la misma forma, la persona capacitada en inteligencia y estudios se difiere del intelectual secular por su anhelo y uso de esas capacidades para enseñar y animar a los hermanos en la familia de Dios. Esto es el ejercicio del don de la enseñanza y exhortación.
Uno con habilidades mecánicas/técnicas ejerce el don del servicio en extender su capacidad para ayudar a otros con esas necesidades específicas.
La persona sin grandes capacidades particulares no tiene que desanimarse por pensar que no tiene algún don espiritual.
Cada creyente tiene un don espiritual, porque es un recordatorio de la victoria de Cristo por nosotros, en el cual recibimos de Su “botín de guerra”, Ef. 4:7-8.
Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo. Por lo cual dice: Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad, Y dio dones a los hombres.
Los dones espirituales, propiamente comprendidos, nos recuerdan que son un regalo de Dios que celebra la obra completa de Cristo, y que, aparte de Él, no podemos hacer nada.
— Chip Ingram, Viviendo al Límite.
El hecho de la variedad de dones espirituales, apunta a que no es el diseño de Dios que cada miembro del cuerpo se involucre por completo en cada cosa que hace el cuerpo.
Incluso, para esto mismo nos ha creado individualmente, Ef. 2:10.
Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
Mucho cristianos se sobrecargan porque le dicen “si” a todo, en lugar de enfocarse en ejercer apropiadamente su don espiritual.
No erren en escuchar, tenemos una responsabilidad mutua el uno con el otro, que demanda una regularidad de encuentro e interacción, pero es aprovechado al máximo cuando uno se enfoca en servir de acuerdo a sus dones particulares concedidos por el Señor.
Dios no quiere que estés involucrado en todo. Él quiere que estés dispuesto a hacer lo que te llama a hacer con un corazón servicial, pero quiere que enfoques la mayoría de tu tiempo y energía en desarrollar y desplegar tus dones espirituales para cumplir tu “misión” según Ef. 2:10.
— Chip Ingram, Viviendo al Límite.
Tu don aplicado:
Pablo detalla con claridad la forma del ejercicio de varios dones individuales para enseñar que el carácter con el cual se sirve es más importante que la acción misma. Esto guarda el corazón para no enaltecerse ni amargarse.
Los dones mencionados (tomado y adaptado del comentario de Timothy Keller Romanos 8-16 Para Ti): He aquí una breve definición de los dones que Pablo enumera aquí en Romanos 12:
Profecía (v 6): Este probablemente no es el don de dar mensajes divinamente inspirados por Dios. En algunos lugares del Nuevo Testamento, los profetas parecen dar mensajes divinos como en el Antiguo Testamento (por ejemplo, Agabo en Hechos 11:28), pero en 1 Corintios 12:28 Pablo pone a los profetas en una posición subordinada a los apóstoles, que tenían autoridad divina. Además, aquí se le dice al profeta que profetice “en proporción a su fe”. Muchas personas leen esto como “la cantidad de su fe”, pero literalmente el griego dice “según la analogía de su fe”, una palabra que significa “la norma”. En otras palabras, Pablo está diciendo que el profeta no debe profetizar de una manera que contradiga la doctrina cristiana. Ahora bien, si la profecía fuera una palabra divina directa de Dios, ¿por qué se establecería tal norma? Puede ser que la palabra “profecía” tenga más de un significado. Aquí, en Romanos 12:6, parece significar predicación o palabra ungida.
Servicio (v. 7): Esta es la palabra diakonia, que significa “servicio práctico”. Las personas con dones de servicio son buenas en las tareas prácticas, y buenas en la administración. Son grandes trabajadores en equipo y no necesitan ser el centro de atención.
Enseñanza (v. 7): Es el don de hacer que la verdad sea clara y comprensible. Un buen maestro puede no ser un buen predicador y viceversa. Y los dones de enseñanza pueden variar mucho: algunos son mejores en grupos pequeños, otros en grupos grandes, algunos con niños, otros con compañeros, etc.
Exhortación (v. 8): Esta es la palabra parakaleo, que significa “venir al lado”. “Animar” es una buena traducción, pero también incluye la mayor parte de lo que hoy llamaríamos “aconsejar”: apoyo, inspiración. Los animadores no son necesariamente consejeros formales. Pueden servir de consejeros, apoyo, bienvenida y bienvenida de muchas maneras.
Repartir (v 8): Las personas con este don no sólo disfrutan dando en proporciones inusuales, sino que son sabias en sus dones. Su generosidad es espiritualmente muy fructífera.
Presidir (v. 8): Los líderes son personas con el don de hacer que la gente los siga. Pueden presentar una visión a un grupo e inspirarlos para que la alcancen.
Misericordia (v 8): Este es un don de personas específicamente movidas a trabajar con personas en situaciones difíciles, los indigentes, los enfermos, los presos, los adictos, entre otros.
Ilustración: Practicar tu don en Su iglesia.
Piense en un rompecabezas, donde cada pieza tiene su forma única y, al unirse, crean una imagen completa. Cada uno de nosotros tiene un don que es como una pieza del rompecabezas; si falta una, la imagen queda incompleta. En la iglesia, cada don cuenta, y juntos formamos un hermoso cuadro del cuerpo de Cristo en acción. — AI generated.
Aplicación: Practicar tu don en Su iglesia.
(Tomado y adaptado del comentario de Timothy Keller Romanos 8-16 Para Ti):
¿Cómo discernimos nuestros propios dones espirituales? Pablo nos da tres cosas que hacer:
1. Autoexamen. Pablo quiere que “te examines a ti mismo con juicio sobrio” (v 3) en lo que se refiere a los dones. Para empezar, miramos a nuestro corazón para descubrir los dones. Podemos mirar nuestros sentimientos. Nos preguntamos: ¿Qué me gusta hacer? ¿Qué tipo de ministerio me satisface y me atrae?
Podemos fijarnos en nuestra percepción de las necesidades. ¿Qué problemas noto más? ¿Me siento agobiado por los pobres? ¿Por las personas con necesidades de asesoramiento? ¿Siento que la iglesia está demasiado desorganizada? En otras palabras, es posible que seas especialmente sensible a los tipos de necesidades que Dios te ha llamado a cubrir.
Podemos fijarnos en nuestra eficacia. ¿Soy bueno en lo que hago? ¿Ayudo a la gente? Pregunta a quienes te conocen para estar seguro de que tu juicio es “sobrio” y rigurosamente exacto.
2. La experiencia. En el versículo 6, Pablo dice que si alguien tiene un don, “que lo use”. En general, uno no aprende sus dones antes de ejercer el ministerio. Aprendes tus dones mientras ministras. ¿Crees que tienes un conjunto de dones en un área en particular? Bien, trabaje en esa área. Usted puede revisar su entendimiento de sus dones mientras hace ministerio. Es mejor probar todo tipo de ministerio como una manera de aprender tus “aptitudes” espirituales.
3. Estudia las listas bíblicas. Estas listas probablemente están ahí para ayudar a los lectores a hacer un inventario. Es difícil discernir tus dones sin algunas categorías de aptitud espiritual a través de las cuales evaluarte a ti mismo. Por eso es útil e importante estudiar las listas de dones espirituales y los personajes de la Biblia para procesar mejor tu propia experiencia.
4. “Úsalo” (v. 6); “hazlo” (v. 8). Una vez que hemos identificado un don, debemos utilizarlo al servicio de los demás en la iglesia. Dios da sus dones como él quiere, y no debemos decir: Me gustaría tener un don diferente! o: ¡Quiero usar mi don de una manera diferente! Parte de vivir como sacrificio a Dios es entregarle nuestras capacidades y dones, para que los utilice a su servicio. Sólo lo haremos con alegría si tenemos presentes sus misericordias para con nosotros.
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