Dispuestos por Cristo
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· 3 viewsLa revelación de las verdades espirituales nos permitirán estar dispuestos a sufrir por la causa de Cristo, sabiendo que la recompensa será inmensamente superior.
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Hechos de los Apóstoles 2:46–47 “Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.”
Pastor: ¿Están dispuestos a someterse a la cobertura de esta iglesia, a la doctrina y aceptar las Sagradas Escrituras como la regla infalible de fe y de conducta?
Dispuestos por Cristo
Dispuestos por Cristo
1 Pedro 4:1–5
“1Puesto que Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros también armaos del mismo pensamiento; pues quien ha padecido en la carne, terminó con el pecado, 2para no vivir el tiempo que resta en la carne, conforme a las concupiscencias de los hombres, sino conforme a la voluntad de Dios. 3Baste ya el tiempo pasado para haber hecho lo que agrada a los gentiles, andando en lascivias, concupiscencias, embriagueces, orgías, disipación y abominables idolatrías. 4A éstos les parece cosa extraña que vosotros no corráis con ellos en el mismo desenfreno de disolución, y os ultrajan; 5pero ellos darán cuenta al que está preparado para juzgar a los vivos y a los muertos.”
Introducción
Introducción
Cuan hay guerra en un país, se requiere de hombres que se alisten para defender su tierra, son preparados para el combate, defenderse y atacar al enemigo, Son preparan pelear por su país, no se desea que mueran aunque se espera que estén dispuestos a morir por su patria.
De la misma manera, Dios no quiere que nosotros suframos, por eso nos proporciona su Palabra para darnos inteligencia y sabiduría que nos guiará a tomar desiciones correctas.
Proverbios 13:21 “El mal perseguirá a los pecadores, Mas los justos serán premiados con el bien.”
Pero Dios aprecia que estemos dispuestos a sufrir por cumplir con su voluntad.
Porque Cristo nos ha dejado ejemplo. Juan 13:15 “Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis.”
Los sufrimientos de Cristo
Los sufrimientos de Cristo
1 Pedro 4:1 (NTV)
“1 Por lo tanto, ya que Cristo sufrió dolor en su cuerpo, ustedes prepárense, adoptando la misma actitud que tuvo él y estén listos para sufrir también…”
Estar dispuesto a sufrir sin ninguna causa es una locura, se le llama masoquistas.
Pero estar dispuesto a sufrir por una causa es una virtud, sufrir por nuestra familia, hijos, patria, pero estar dispuestos a sufrir por Cristo es una mayor virtud.
Este fue el ejemplo de Cristo.
Estuvo dispuesto a padecer porque produciría fruto de salvación. Hebreos 12:2 “puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.”
Ahora el apóstol Pedro nos exhorta a tener la misma actitud, y estemos dispuestos a sufrir por él, pues habrá fruto de salvación y gloria eterna.
Así como una madre está dispuesta a sufrir los dolores de parto, o un padre a desgastarse en el trabajo por sus hijos.
El Señor promete recompensar a los dispuestos a padecer:
Mateo 5:11–12 “Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.” Un galardón es un premio o recompensa honorífica.
Los apóstoles lo entendían (Pedro y Juan):
Hechos de los Apóstoles 5:40–41: “40Y convinieron con él; y llamando a los apóstoles, después de azotarlos, les intimaron que no hablasen en el nombre de Jesús, y los pusieron en libertad. 41Y ellos salieron de la presencia del concilio, gozosos de haber sido tenidos por dignos de padecer afrenta por causa del Nombre.”
Para estar dispuestos a sufrir debe haber:
Conocimiento de la gracia y favor que recibimos de Dios
Entender que los placeres terrenales son temporales y no satisfacen, no se comparan con la gloria de Dios.
Comprender el grande amor de Dios para nosotros cuando no lo merecemos, por lo tanto, estar dispuestos a corresponder a ese amor.
Saber del destino lamentable de este mundo y de la esperanza gloriosa que hay en Cristo Jesús, por cual vale la pena el padecimiento.
Cuando comprendemos estar verdades, lo haremos sin ninguna duda.
Fruto de Salvación
Fruto de Salvación
1 Pedro 4:1 (NTV)
“…Pues, si han sufrido físicamente por Cristo, han terminado con el pecado.”
Aquella persona que está dispuesta a sufrir por Cristo muestra evidencia de una genuina conversión, pues está dispuesta a padecer con tal de no ceder al pecado.
El pecado ya no es atractivo ni deseable.
El pecado procura darle placer a la carne se aprovecha del orgullo, egoísmo, envidia, avaricia y ambición.
Se manifiesta en el deseo estar bien sin penas, no dolor solo placer, deseo de riquezas y bienestar, quiero más de lo que tengo, quiero tener más que los demás, etc.
Por eso se enfocan en cumplir sus deseos egoístas y dejan a un lado a Dios. No están dispuestos a perder una ganancia por Dios, un día de descanso por Dios, no están dispuestos a ser rechazados por los hombre por causa Dios.
Los que solo desean complacer los deseos de la carne demuestran que no han experimentado el nuevo nacimiento. Gálatas 2:20 “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.”
Estar dispuestos a morir por Cristo es fruto de nuestro amor por Él y no de los deseos egoístas de sufrir para que Dios me recompense.
Nuestro esfuerzo en el evangelio debe enfocarse en agradar a Dios y no a nosotros mismos… por su parte Dios se encargará de darnos bienestar, salud y prosperidad. Mateo 6:33 “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.”
De manera que, cuando estamos dispuestos a padecer por Cristo, ya no nos atrae el pecado, hemos muerto para él, en esto consiste la libertad en Cristo, ya el pecado no nos domina.
El rechazo de los impíos
El rechazo de los impíos
1 Pedro 4:3–4 “Baste ya el tiempo pasado para haber hecho lo que agrada a los gentiles, andando en lascivias, concupiscencias, embriagueces, orgías, disipación y abominables idolatrías. A éstos les parece cosa extraña que vosotros no corráis con ellos en el mismo desenfreno de disolución, y os ultrajan;”
Quien a nacido de nuevo ya no se comporta como antes, ha cambiado su vocabulario, sus costumbres, su vestimenta, sus deseos y toda su conducta, de tal manera que todos lo pueden ver.
En esto consiste el nuevo nacimiento, y cambio total: 2 Corintios 5:17 “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.”
Esta nueva vida no será agradable a las personas con las antes frecuentábamos. 1 Pedro 4:4 “A éstos les parece cosa extraña que vosotros no corráis con ellos en el mismo desenfreno de disolución, y os ultrajan;”
De manera que seremos rechazados, se burlarán y criticarán. Esto es padecer por la causa de Cristo.
No se trata de esperar ser perseguidos, encarcelados, golpeados o asesinados, (aunque si debemos estar dispuestos a esto), se trata de soportar las burlas, rechazos y falsas acusaciones.
La iglesia no debe buscar agradar al mundo, mucho menos imitarlo.
La iglesia debe proclamar las verdades del evangelio aun cuando esto no le agrade al mundo, la iglesia debe ser diferente al mundo. Isaías 58:1 “Clama a voz en cuello, no te detengas; alza tu voz como trompeta, y anuncia a mi pueblo su rebelión, y a la casa de Jacob su pecado.” Esta es la razón por la que debemos estar dispuestos a padecer por Cristo, por proclamar el evangelio.
No tengamos temor al rechazo, seremos amenazados pero no podrán hacernos daño porque El Señor está con nosotros.
La recompensa es grande, vale la pena el esfuerzo y los padecimientos.
Conclusión
Conclusión
Pedro nos asegura que los padecimientos son temporales, que pronto terminará:
1 Pedro 4:7 “Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración.”
Por tanto debemos velar en oración para tener la fortaleza y soportar.
Dios no desea que padezcamos sufrimientos, pero SI ESTAR DISPUESTOS a padecer por cumplir su voluntad.
Así como entrena y se prepara un soldado que dispuesto a dar su vida por su patria, así nosotros debemos prepararnos en oración y estudio de la Biblia para enfrentar la oposición y vencer, sabiendo que corona de vida nos espera. Salmo 23:4 “Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.”
El objetivo de perseverar en el evangelio no es para lograr gloria y riqueza terrenal pues somos peregrinos y extranjeros en este mundo, sino de acumular tesoros en el cielo. Mateo 6:19–21 “19No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; 20sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. 21Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.”
Por esa razón debemos estar dispuestos a padecer un poco en este mundo, sabiendo que la recompensa será más gloriosa. Romanos 8:18 “Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse.”
Vale la pena pagar el precio, esforzarnos y perseverar, vivir un evangelio de excelencia, aun cuando esto le ofenda o desagrade al mundo.
Marcos 8:34-35 “34Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. 35Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará.”
No te aflijas a los desprecios, no cedas a las presiones de este mundo, mantente firme, fiel, soportando porque este sufrimiento, esta lucha es temporal, muy pronto recibirás recompensa.
¿Te atraen los placeres de este mundo más que los padecimientos por Cristo? reconsidera si realmente eres salvo.
Que podamos decir como Tomás:
Juan 11:16 “Dijo entonces Tomás, llamado Dídimo, a sus condiscípulos: Vamos también nosotros, para que muramos con él.”