Siervos del Señor

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Introducción

La mayoría de nosotros podemos imaginarnos lo que hace un médico, abogado, o una diseñador de software en su jornada de trabajo.
El médico atiende pacientes, examina a sus pacientes, hace un diagnóstico y desarrolla un plan de tratamiento.
El abogado atiende clientes y estudia el caso para ver la mejor manera de apoyar a su cliente según las leyes del país.
El diseñador de software corrige ciertos errores en el software o escribe código para mejorar el software.
¿Pero, qué hace un pastor durante la semana?
Algunos cometen el error de pensar que un ministro solo trabaja los domingos porque es el día principal en que lo vemos en su trabajo dirigiendo y predicando en un servicio dominical.
En mi caso, la mayoría de ustedes saben que tengo un trabajo secular como consultor en asuntos relacionados con farmacia.
…pero, qué más hace un ministro durante la semana?
¿Qué responsabilidades tiene un ministro durante el transcurso de la semana?
¿Cuales son las prioridades que un ministro debe tener en mente al cumplir sus responsabilidades?
Hoy continuamos nuestra serie en el libro de los Hechos de los Apóstoles.
A través de este pasaje vamos a poder ver ciertas cualidades que debe cumplir todo ministro.
Ahora, usted dirá, “Hermano, yo no soy ministro ni tengo el deseo de ser un pastor.” No se preocupe, este tema es para todos…porque cuando hablamos de un ministros, no me refiere solo a los pastores que enseñan detrás de un púlpito o que tienen la responsabilidad del cuidado de una congregación.
Más bien, cuando hablo de ministros me refiero a todo servidor, todo obrero, toda persona que ha creído en Jesucristo y que ha puesto su vida al servicio de Dios.
¿Cómo es que servimos a Dios? - sirviendo a los demás, atendiendo las necesidades de otros, buscando hacer el bien a los que nos rodean.
Hoy veremos ciertas circunstancias que vive un siervo del Señor.
Animo
Peligros
Equipo
Milagros

Animo

Lucas inicia el capítulo 20 recordando el gran alboroto que hubo en Éfeso.
Fue allí donde arrestaron a Gayo y a Aristarco y los llevaron al teatro y sus vidas corrían peligro.
Estaban buscando a Pablo y aunque Pablo quería ir y dar la cara, los hermanos y algunas autoridades no se lo permitieron porque seguramente lo podrían haber matado.
Ya ha pasado la crisis en Éfeso y nos dice Lucas:
Hechos de los Apóstoles 20:1 NVI
1 Cuando cesó el alboroto, Pablo mandó llamar a los discípulos y después de animarlos, se despidió y salió rumbo a Macedonia.
Nos imaginamos a los hermanos en Éfeso espantados por todo lo que ha sucedido.
Estaban acusando a los cristianos de estar llevando a la bancarrota el negocio de los plateros que hacían templecillos de la diosa Artemisa.
Seguramente los hermanos quedaron muy afectados / espantados por todo lo que ocurrió ya que el pueblo estaba en contra del camino de Jesús.
Pero antes de dejarlos la Biblia dice que Pablo llamó a los discípulos para animarlos.
Esta palabra animar es una palabra que significa animar, exhortar, alentar.
Es la misma palabra que Jesús usa cuando dice que enviará el Consolador.
Juan 14:26 NVI
26 Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, les enseñará todas las cosas y les hará recordar todo lo que he dicho.
¿Qué es lo que hizo Pablo con los discípulos de Éfeso?
Les habló de tal manera que los animó a ser valientes, a seguir adelante, a no desmayar, a no desalentarse.
Los exhortó a confiar en Dios, los invitó a ser fieles a Dios a pesar
Pero notemos que animar al pueblo de Dios no era un evento singular en la vida de Pablo, era un estilo de vida, era parte de su ADN, era parte de su servicio al pueblo de Dios; ya que en el v. 2 vemos que llega a otra región y hace lo mismo:
Hechos de los Apóstoles 20:2 NVI
2 Recorrió aquellas regiones, dando palabras de aliento a los creyentes en muchas ocasiones, y por fin llegó a Grecia,
Pablo está visitando la diferentes comunidades cristianas y en cada una da palabras de aliento que instan al pueblo de Dios a ser fiel a Dios.
¿Quiere usted ser un ministro del Señor?
Anime a otros a servir a Dios.
Exhorte a los demás a permanecer fieles a Dios.
Haga saber a los demás que no están solos - estamos en la misma lucha y Dios ya de darnos la vida victoria; solo hay que permanecer fieles y veremos la mano de Dios.

Peligros

Lucas nos dice que Pablo tenía la intención de viajar de Grecia a Siria (por barco); pero notemos que decidió mejor ir por tierra por la región de Macedonia.
Hechos de los Apóstoles 20:3 NVI
3 donde se quedó tres meses. Como los judíos tramaban un atentado contra él cuando estaba a punto de embarcarse para Siria, decidió regresar por Macedonia.
Pablo sabía que los judíos querían silenciarlo, y que mejor manera de hacerlo que subir al barco que lo llevaría a Siria.
De esta manera nadie se daría cuenta que pasó con Pablo si de pronto moría misteriosamente durante la noche mientras navegaban por el mar.
…o tal vez uno de ellos podía haberlo aventado del barco mientras Pablo estaba tomando aire fresco.
Nuevamente vemos que el peligro acecha al obrero del Señor.
En otra ocasión Pablo describió los peligros que enfrentaba:
2 Corintios 11:25–27 NVI
25 Tres veces me golpearon con varas, una vez me apedrearon, tres veces naufragué, y pasé un día y una noche como náufrago en alta mar. 26 Mi vida ha sido un continuo ir y venir de un sitio a otro; en peligros de ríos, peligros de bandidos, peligros de parte de mis compatriotas, peligros a manos de los no judíos, peligros en la ciudad, peligros en el campo, peligros en el mar y peligros de parte de falsos hermanos. 27 He pasado muchos trabajos y fatigas, muchas veces me he quedado sin dormir, he sufrido hambre y sed. Muchas veces me he quedado en ayunas y he sufrido frío y desnudez.
Los peligros para los obreros del Señor son reales.
Algunos de estos peligros atentan contra la vida del obrero del Señor.
Otros peligros atentan contra sus emociones o quizá hasta contra su salud mental.
Otros peligros atentan contra su integridad o su buen nombre / testimonio.
…y todo porque el enemigo quiere frenar la obra de Dios.
El enemigo quiere hacer todo lo posible para callar a aquellos que disponen sus vidas al servicio de Dios para animar a otros a buscar de Dios.
El enemigo quiere acabar con todos los que pretenden compartir con otros el mensaje de vida eterna.
En algunos casos Dios permite que los peligros lleguen a nuestra vida y en otros casos no permite que nos hagan daño.
Nuestra responsabilidad es en todo momento confiar en Dios sin importar las circunstancias o peligros que nos rodean.
…esta es la realidad de ser un obrero del Señor.

Equipo

Ahora, notemos que en el versículo 4 encontramos una lista de siete nombres.
Hechos de los Apóstoles 20:4 NVI
4 Lo acompañaron Sópater, hijo de Pirro, de Berea; Aristarco y Segundo, de Tesalónica; Gayo, de Derbe; Timoteo; y por último, Tíquico y Trófimo, de la provincia de Asia.
Y luego en el versículo 5 Lucas, el autor, dice “nos esperaron”. Así que Lucas se incluye en este grupo de 8.
Era un grupo de ocho personas, discípulos de Jesús, hermanos como usted y como yo que acompañaron a Pablo en esta jornada de su tercer viaje misionero.
Dejaron su lugar de origen, de los diferentes pueblos y ciudades donde Pablo anuncio el evangelio y donde ellos creyeron en Jesús por primera vez.
…y ahora que son? Son obreros del Señor…sirviendo a Dios al lado de Pablo.
El personaje de Pablo es una gran figura en el Nuevo Testamento, es un personaje titánico que escribió casi una cuarte parte del Nuevo Testamento.
No caigamos en el error y pensemos que Pablo hizo su trabajo de manera solitaria sin el apoyo de nadie.
Más bien, en este detalle de ocho personajes nos damos cuenta que el obrero del Señor trabaja en equipo.
No hay nada más alentador que ver a otros creyentes en Jesús a sumarse al trabajo en la obra de Dios.
Hombres y mujeres responsables, que anhelan trabajar en la obra de Dios y rendir un trabajo de excelencia.
Hombres y mujeres que no se quejan sino buscan soluciones.
Hombres y mujeres que buscan rendir un servicio digno de aquellos que son hijos del rey del universo.
No hay nada más alentador para un líder, para un pastor, para un ministro del evangelio de Jesús que ver personas que quieren servir no para alimentar su ego, para ganar cierta distinción, sino para ser usados por Dios por la expansión del reino de Dios sobre la tierra.
El día de ayer tuvimos una actividad en la que trabajamos varios hermanos de la congregación.
Unos en el adorno.
Otros en la comida.
Otros en dirigir una dinámica que nos dejó una gran lección para fortalecer nuestro matrimonio.
Otros le pidieron al pastor que ya se fuera a su casa porque ellos iban a acomodar todo, limpiar, y cerrar el templo.
La Biblia nos dice:
Mateo 9:37–38 NVI
37 «La cosecha es abundante, pero son pocos los obreros —dijo a sus discípulos—. 38 Por tanto, pidan al Señor de la cosecha que envíe obreros a su campo».
Oremos que Dios haga de nuestra congregación un cuerpo de creyentes que trabajan en equipo y que rinden un trabajo excelente porque no lo hacemos para los hombres sino para Dios.

Milagros

Es maravilloso ser un obrero del Señor.
Es bendición animar a otros.
Es bendición saber que aunque corramos peligros, tenemos la seguridad de que Dios nos ha llamado y que él está con nosotros.
Es bendición saber que nos sumamos a un equipo de trabajo y que la obra de Dios no depende de uno solo.
¡Pero, aun hay más! Hay otra cosa más que debe animarnos ser servidores de Dios.
En la última escena de este pasaje vemos a Pablo predicar hasta la media noche.
Hechos de los Apóstoles 20:7–8 NVI
7 El primer día de la semana nos reunimos para partir el pan. Como iba a salir al día siguiente, Pablo estuvo hablando a los creyentes y prolongó su discurso hasta la medianoche. 8 En el cuarto del piso superior donde estábamos reunidos había muchas lámparas.
Notemos que los creyentes en Troas se han reunido el primer día de la semana. Es la primera vez que en el libro de los Hechos que vemos que la Iglesia se reúne para celebrar un culto de alabanza a Dios y no es en sábado sino en domingo.
Pablo va a dejar esta comunidad al día siguiente. Sabemos que no volvió más a esta comunidad.
Así que Pablo se dispone aprovechar el tiempo y enseñar a los hermanos lo más que pueda.
La mayoría de personas han trabajado durante el día pero por la tarde se reúnen a este hogar para aprovechar que Pablo está enseñando la Palabra de Dios.
El gran predicador de Gales, Martyn Lloyd Jones, dijo “Yo no caminaría muy lejos para escucharme predicar.” Lo mismo digo yo…pero si supiera que el apóstol Pablo estaba cerca predicando haría todo lo posible para escuchar a aquel que era perseguidor de cristianos y que ahora anunciaba el mensaje de Jesús a los perdidos.
Ahora, en el versículo 8 vemos que la gente está reunida en el segundo piso.
No es un edificio moderno.
Es el segundo piso de un hogar en Israel.
Es un lugar dedicado solo para descansar / dormir.
No hay aire acondicionado - solo hay una ventana a un extremo del cuarto.
Ahora imaginemos este cuarto lleno de los creyentes en Troas, en un cuarto apretado, caluroso, con una sola ventana; pero aparte está lleno de lámparas de aceite.
El calor de la lámpara de aceite aumenta la temperatura del lugar.
Hace bastante calor.
…pero aparte, está consumiendo oxígeno.
No son las mejores circunstancias para predicar - un cuarto lleno de gente, sin luz, sin aire, y luego el predicador sigue predicando y no da señas que va a concluir.
Es aquí donde ocurre lo inevitable:
Hechos de los Apóstoles 20:9 NVI
9 Un joven llamado Eutico, que estaba sentado en una ventana, comenzó a dormirse mientras Pablo alargaba su discurso. Cuando se quedó profundamente dormido, se cayó desde el tercer piso y lo recogieron muerto.
Un joven, de unos 8-14 años de edad (un adolescente) ya no puede más con el sueño.
Hace demasiado calor, sus ojos se sienten tremendamente pesados.
…hasta que se queda profundamente dormido y deja caer su cuerpo pero lamentablemente pierde el balance y su cuerpo cae desde el tercer piso.
Lucas, quien es medico, afirma que el joven ha caído muerto. El joven no ha quedado inconsciente - ha perdido la vida.
¿Qué cosa tan terrible ha ocurrido en este servicio?
No podemos imaginar la reacción de sus padres, hermanos, familiares, o hermanos que lo conocían.
Pero lo que pudo haber sido tragedia se convierte en una oportunidad para ver una demostración maravillosa del poder de Dios.
Hechos de los Apóstoles 20:10–12 NVI
10 Pablo bajó, se echó sobre el joven y lo abrazó. «¡No se alarmen! —dijo—. ¡Está vivo!». 11 Luego volvió a subir, partió el pan y comió. Siguió hablando hasta el amanecer y entonces se fue. 12 Al joven se lo llevaron vivo a su casa, para gran consuelo de todos.
Pablo abraza al joven y por el poder de Dios es resucitado.
La gente no lo puede creer - ha ocurrido un milagro.
El joven se reincorpora, come, y Pablo continua hablando con los hermanos.
Su familia lo recibe gozoso porque el hijo ha regresado de la muerte.
Hermanos, el siervo de Dios a lo largo de su servicio a Dios - ha de ver milagros.
Ha de ser testigo del poder sobrenatural de Dios.
Ahora, no me refiero a supuestos milagros charlatanes de gente que dice que de sus manos corre aceite, o que de pronto hacen crecer los brazos o los piez.
…me refiero a verdaderos milagros donde Dios según su santa voluntad ha de sanar y hacer un milagro en la salud de una persona,
…o donde Dios provee para una necesidad financiera de una manera completamente inesperada,
…o en el milagro más grande que puede haber - la conversión de una persona enemiga de Dios que de pronto dobla sus rodillas ante el Mesías confesando que Jesús es el Salvador - el milagro que ocurre cuando una persona pasa de las tinieblas (del vicio, del adulterio, de una vida de perdición) a la luz (al servicio de Dios).

¿Quieres ser un siervo del Señor?

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