"Un Llamado a la Gratitud y al Respeto" 1Ts. 5:12-13

Texto Base:

1 Tesalonicenses 5:12–13 “Os rogamos, hermanos, que reconozcáis a los que trabajan entre vosotros, y os presiden en el Señor, y os amonestan;y que los tengáis en mucha estima y amor por causa de su obra. Tened paz entre vosotros.”

Introducción:

La Palabra de Dios nos enseña , la importancia de honrar y considerar a los siervos que Él ha llamado para Su obra. Desde los profetas del Antiguo Testamento hasta los apóstoles y líderes de la iglesia primitiva, Dios espera que Su pueblo muestre respeto, apoyo y cuidado por aquellos que dedican su vida al ministerio.

La iglesia de Tesalónica, a la que Pablo escribe enfrentaba pruebas y persecuciones, pero el apóstol les exhorta a reconocer a sus líderes espirituales y estimarlos con amor.

Este llamado sigue vigente hoy: ¿cómo podemos demostrar honra y gratitud a los siervos de Dios?

Desarrollo:

I. La Identidad de los Siervos de Dios

Para comprender la importancia de la consideración a los siervos de Dios, primero debemos definir quiénes son:

1.Son llamados y apartados por Dios

Dios llama y capacita a personas específicas para el servicio en Su obra.

Dios llama a Jeremías antes de nacer.

Jeremías 1:5 “Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones.”

Dios establece ministerios en la iglesia.

Efesios 4:11–12 “Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo,”

2.Son instrumentos de Dios para edificar Su pueblo

Hebreos 13:17 “Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso.”

1 Corintios 4:1 “Así, pues, téngannos los hombres por servidores de Cristo, y administradores de los misterios de Dios.”

3.Tienen la responsabilidad de guiar y corregir

2 Timoteo 4:2 “que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina.”

Los siervos de Dios tienen un papel fundamental en el crecimiento espiritual de la iglesia y, por lo tanto, es necesario mostrarles gratitud y apoyo.

II. El Mandato de Dios de Considerar a Sus Siervos

1.La mujer sunamita: un ejemplo de hospitalidad y honra

2 Reyes 4:8-17

Reconoció a Eliseo como hombre de Dios y le brindó hospitalidad.

No esperaba una recompensa, pero Dios la bendijo con un hijo.

Principio: La hospitalidad y el apoyo a los siervos de Dios traen bendición.

2.Jesús enseñó sobre el trato a Sus enviados

Mateo 10:40–42 “El que a vosotros recibe, a mí me recibe; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió. El que recibe a un profeta por cuanto es profeta, recompensa de profeta recibirá; y el que recibe a un justo por cuanto es justo, recompensa de justo recibirá. Y cualquiera que dé a uno de estos pequeñitos un vaso de agua fría solamente, por cuanto es discípulo, de cierto os digo que no perderá su recompensa.”

Lucas 10:7 “Y posad en aquella misma casa, comiendo y bebiendo lo que os den; porque el obrero es digno de su salario. No os paséis de casa en casa.”

Pablo exhorta a la iglesia a valorar a sus líderes espirituales

1 Timoteo 5:17 – “Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar”.

Gálatas 6:6 – “El que es enseñado en la palabra, haga partícipe de toda cosa buena al que lo instruye.”

III. Cómo Demostrar Consideración a los Siervos de Dios

Respetando su ministerio y autoridad espiritual

Hebreos 13:17 “Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso.”

1 Corintios 16:15–16 “Hermanos, ya sabéis que la familia de Estéfanas es las primicias de Acaya, y que ellos se han dedicado al servicio de los santos. Os ruego que os sujetéis a personas como ellos, y a todos los que ayudan y trabajan.”

Supliendo sus necesidades materiales y espirituales.

La iglesia de Filipos apoyó económicamente a Pablo en su ministerio.

Filipenses 4:16–17 “pues aun a Tesalónica me enviasteis una y otra vez para mis necesidades. No es que busque dádivas, sino que busco fruto que abunde en vuestra cuenta.”

1 Corintios 9:13–14 “¿No sabéis que los que trabajan en las cosas sagradas, comen del templo, y que los que sirven al altar, del altar participan? Así también ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio.”

Orando por ellos constantemente

2 Tesalonicenses 3:1 “Por lo demás, hermanos, orad por nosotros, para que la palabra del Señor corra y sea glorificada, así como lo fue entre vosotros,”

Pablo pide oración para predicar con valentía.

Efesios 6:19 “y por mí, a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio,”

Mostrando gratitud y ánimo

Gálatas 6:6 – “El que es enseñado en la palabra, haga partícipe de toda cosa buena al que lo instruye.”

Un simple “gracias” o una palabra de ánimo puede fortalecer el corazón de un siervo de Dios.

IV. La Recompensa de Dios para los que Honran a Sus Siervos

Dios bendice a quienes honran a Sus siervos

La mujer sunamita recibió un hijo como reconpensa (2 Reyes 4:16-17).

La viuda de Sarepta recibió provisión en tiempo de hambre (1 Reyes 17:9-16).

La iglesia filipense fue prosperada por su generosidad hacia Pablo (Filipenses 4:19).

Dios toma en cuenta el trato hacia sus ministros

Hebreos 6:10 – “Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún”.

Proverbios 11:25 – “El alma generosa será prosperada; y el que saciare, también él será saciado.”

Conclusión:

Honrar y considerar a los siervos de Dios no es solo una muestra de gratitud, sino un mandato bíblico con promesas de bendición. La hospitalidad, el respeto, el apoyo material y la oración son maneras prácticas de demostrarlo. Así como Dios recompensó a aquellos que mostraron generosidad con Sus siervos en la Biblia, Él sigue obrando hoy en favor de quienes los honran. Que aprendamos a valorar a quienes trabajan en la obra del Señor, sabiendo que al hacerlo, honramos también a Dios mismo.