Temor y Confianza

Introducción

¿Alguna vez te has sentido atrapado entre dos situaciones imposibles? De repente, aparece una salida inesperada que nadie vio venir. Eso es exactamente lo que vivió el pueblo de Israel en Éxodo 14.

Según un estudio reciente, el 85% de las personas admiten haber experimentado momentos de pánico o desesperación cuando enfrentan situaciones que parecen no tener salida. Ya sea en el trabajo, en las relaciones o en la salud, todos hemos sentido ese miedo que paraliza. Pero ¿qué pasa cuando Dios entra en escena?

Hoy vamos a explorar uno de los momentos más increibles de la Biblia: el cruce del Mar Rojo. Veremos cómo el pueblo de Israel pasó del temor a la confianza cuando Dios intervino de manera sobrenatural. Este relato es un recordatorio de que, cuando estamos entre el mar y el ejército enemigo, Dios siempre tiene un plan.

Ataque y Pánico

Arrepentimiento y Cambio de Opinión Egipcio (Exodo 14:5)

Exodus 14:5 NBLA

5 Cuando le anunciaron al rey de Egipto que el pueblo había huido, Faraón y sus siervos cambiaron de actitud hacia el pueblo, y dijeron: «¿Qué es esto que hemos hecho, que hemos permitido que Israel se fuera y dejaran de servirnos?»

La semana pasada dejamos al pueblo de Israel aparentemente perdidos, sin rumbo y a los ojos de un observador externo sin Dios. Pero Dios estaba trabajando.

Exodus 14:4 NBLA

4 »Pero Yo endureceré el corazón de Faraón, y él los perseguirá. Y seré glorificado por medio de Faraón y de todo su ejército, y sabrán los egipcios que Yo soy el Señor». Y así lo hicieron.

El cambio de opinión egipcio parece ser una elección razonada, pero al final Dios es el que se esta encargando de todo, porque no ha terminado con ellos.

No tenemos forma de saber el número de días o semanas que transcurrieron desde la noche de la Pascua, pero seguramente en este punto los dirigentes de Egipto ya estaban recibiendo informes relacionados con la paralización de trabajos, proyectos de construcción, etc. Por eso la expresión “hemos permitido que Israel se fuera y dejaran de servirnos”

Persecución (Éxodo 14:6-9)

Exodus 14:6–9 NBLA

6 Faraón preparó su carro y tomó consigo a su gente. 7 Tomó 600 carros escogidos, y todos los demás carros de Egipto, con oficiales sobre todos ellos. 8 El Señor endureció el corazón de Faraón, rey de Egipto, y este persiguió a los israelitas, pero estos habían salido con mano fuerte. 9 Los egipcios los persiguieron con todos los caballos y carros de Faraón, su caballería y su ejército, y los alcanzaron acampados junto al mar, junto a Pi Hahirot, frente a Baal Zefón.

Los carros eran armas militares formidables en la antigüedad. Al igual que la caballería, eran útiles en terrenos llanos.

No se menciona el número total de carros, pero debieron ser más de mil. El hecho de que 600 fueran escogidos y que tuvieran oficiales a su cargo indica que el corazón del ejército bien entrenado y equipado fue el que persiguió a los israelitas, no solo fue un pequeño contingente o fuerza simbólica.

Una vez más leemos “El Señor endureció el corazón de Faraón, rey de Egipto”, tal como lo hizo en todas las 11 señales, incluidas las 10 plagas. El propósito de Dios era humillar a faraón y a los egipcios. Dios se muestra como el único Dios verdadero.

El faraón comienza una persecución en carros de guerra contra los israelitas, quienes en este punto tenían mucha confianza, animados en su espíritu por el favor que Dios les había mostrado (“Todo va bien”).

Los israelitas eran un ejército, pero uno que viajaba a pie con todos sus dependientes y posesiones, incluido el ganado; el ejercito egipcio, por otro lado, era una fuerza militar profesional capaz de moverse mucho más rápido. Por eso leemos “los alcanzaron acampados junto al mar, junto a Pi Hahirot, frente a Baal Zefón”.

De pronto Israel se encuentra entre el ejercito egipcio y el mar, sin una ruta de escape viable.

Pánico y Queja (Éxodo 14:10-12)

Y entonces que pasa cuando el plan de Dios no opera como nosotros esperamos. ¿Qué pasa cuando el matrimonio ya no me gusta? ¿Que ocurre cuando se vienen las pruebas? ¿Qué ocurre cuando la bendición de Dios ya no se ve como YO QUIERO?

Exodus 14:10–12 NBLA

10 Al acercarse Faraón, los israelitas alzaron los ojos, y vieron que los egipcios marchaban tras ellos. Entonces los israelitas tuvieron mucho miedo y clamaron al Señor. 11 Y dijeron a Moisés: «¿Acaso no había sepulcros en Egipto para que nos sacaras a morir en el desierto? ¿Por qué nos has tratado de esta manera, sacándonos de Egipto? 12 »¿No es esto lo que te dijimos en Egipto: “Déjanos, para que sirvamos a los egipcios”? Porque mejor nos hubiera sido servir a los egipcios que morir en el desierto»

Imaginemos: cientos - quizá miles - de carros se acercan y al otro lado esta el Mar Rojo. ¿Qué pensarías? El miedo pudiera estar justificado, pero no podemos olvidarnos que son el mismo pueblo que acaba de ver 11 señales de soberanía y poder por parte de Dios.

Aparentemente este problema hizo que se olvidaran de las garantías que Dios había dado a los israelitas.

Exodus 14:4 NBLA

4 »Pero Yo endureceré el corazón de Faraón, y él los perseguirá. Y seré glorificado por medio de Faraón y de todo su ejército, y sabrán los egipcios que Yo soy el Señor». Y así lo hicieron.

Y creo que tiene que ver con un error que nosotros también cometemos con frecuencia. Ellos escucharon la promesa pero consideraron erróneamente como promesa que la persecución del faraón no los alcanzaría sino que fracasaría en el camino. ¿Te ha pasado que interpretas una promesa y Dios tenía otra cosa en mente?

Por eso, cuando vieron realmente que los carros se acercaban a ellos y se dieron cuenta de su posición indefensa (humanamente hablando), como un ejército mal armado, sin entrenamiento y sin preparación, acampando a espaldas de mal, entraron en pánico. Lo único bueno es que al menos su respuesta fue “clamaron al Señor”, mostrando fe en que los salvaría.

En los vv.11-12 vemos el resumen de las quejas dirigidas a Moisés. Los israelitas nunca fueron obligados a salir de Egipto, de hecho, habían aceptado de buen agrado la liberación. Pero ante los problemas, lo más fácil es culpar a alguien más, culpar a Dios y asegurar que el Éxodo fue una mala idea. ¿Cómo te comportas ante los problemas?

Los israelitas simplemente, redefinieron su historia. Su pesimismo era totalmente infundado. Es más pensemos lógicamente, ¿Qué querían los egipcios, matarlos o regresarlos a la esclavitud?

Los egipcios estaban interesados en capturarlos y devolverlos a la esclavitud en lugar de matarlos, si en verdad eso querían solo debían marchar hacia ellos. Por lo tanto, se equivocaron en dos aspectos: pensaron que los egipcios venían a matarlos, y no creyeron que Dios los rescataría.

Esta fue la primera declaración después del Éxodo de los israelitas de que deberían haberse quedado en Egipto. Básicamente, cada vez que encuentran en dificultades, el pasado miserable parece de repente un buen tiempo. ¿Te ha pasado?

Como nosotros EXALTAMOS EL PASADO, CUANDO EL PRESENTE PARECE INSOPORTABLE.

Los israelitas vieron a los egipcios acercarse y entraron en pánico, olvidando las promesas de Dios. ¿Cuántas veces nos pasa lo mismo?

Aplicación: En lugar de enfocarnos en lo que vemos (el problema), debemos recordar lo que Dios es y nos ha prometido. ¿Qué promesas bíblicas puedes aferrarte en tu situación actual?

La confianza de Moisés (Éxodo 14:13-14)

Exodus 14:13–14 NBLA

13 Pero Moisés dijo al pueblo: «No teman; estén firmes y vean la salvación que el Señor hará hoy por ustedes. Porque los egipcios a quienes han visto hoy, no los volverán a ver jamás. 14 «El Señor peleará por ustedes mientras ustedes se quedan callados».

A diferencia de la mayoría de los israelitas, Moisés había comprendido la promesa de la protección de Dios. No solo la entendió, sino que la creyó. OJO: Moisés tampoco sabe que hará Dios, pero confía que lo va a proteger.

Este discurso de Moisés representa quizás su mejor momento en el liderazgo de Israel. Exhortó a la calma, ordenó una simple y paciente espera (más adelante veremos que no es “inactividad”). Les explicó el principio más básico de la guerra santa del AT: DIOS LUCHA POR SU PUEBLO Y - NO IMPORTA LO MAL ENTRENADOS, MAL EQUIPADOS, MAL ORGANIZADOS O SUPERADOS QUE ESTÉN - ELIMINA A SUS ENEMIGOS.

Desde el punto de vista de los ATRIBUTOS DE DIOS, el discurso de Moisés alude a cinco:

(1) Dios es un disipador del miedo, un consolador de los que tienen miedo.

(2) Dios es un liberador de la angustia.

(3) Dios invita y espera que su pueblo confíe en él (“Manténganse firmes… quédense tranquilos”).

(4) Dios aleja el peligro.

(5) Dios es un guerrero contra las fuerzas del mal.

Moisés se aferra a lo que ya conoce de Dios, y por eso puede ofrecer garantías a los israelitas de que Dios esta en control y humillará a Egipto.

Una mejor traducción de los vv. 13–14 sería: “No tengan miedo. Quédense donde están y vean la salvación del Señor, que les proporcionará hoy. Porque hoy han visto a los egipcios, no los volverán a ver. El Señor luchará por ustedes. No tienen que hacer nada”.

Lo que Moisés estaba diciendo era: “Deben alegrarse de ver al ejército egipcio, porque eso significa que la promesa de Dios esta por cumplirse”.

Moisés no sabía cómo Dios los salvaría, pero obedeció al extender su vara.

Aplicación: ¿Hay áreas en tu vida donde Dios te está llamando a obedecer/confiar, incluso cuando no ves el resultado final?

NOSOTROS TENEMOS UNA PROMESA SIMILAR: Juan 16:33

John 16:33 NBLA

33 »Estas cosas les he hablado para que en Mí tengan paz. En el mundo tienen tribulación; pero confíen, Yo he vencido al mundo».

Separación del Mar Rojo

Esta sección del Éxodo nos muestra una de las mayores historias de liberación divina de toda la Escritura, el cruce del Mar Rojo por Israel en seco y el ahogamiento del ejército de carros egipcios cuando intentaron perseguirlos.

Este es el último relato que implica un contacto directo con los egipcios, y proporciona una ultima y grandiosa ocasión para que DIOS, como dice el v. 17 “se glorifique en faraón y en todo su ejército”

Este es una de las más grandes demostraciones supremas del poder de Dios en beneficio de quienes depositan su fe en él. Si Dios pudo hacer este tipo de cosas a los egipcios, ciertamente se puede confiar en que llevará a cabo todo su plan para permitir que Israel conquiste y se establezca en la tierra prometida, y por su puesto que puede llevar a cabo su plan en mi vida.

Dios envía a Israel el mar (Éxodo 14:15-18)

Exodus 14:15–18 NBLA

15 Entonces dijo el Señor a Moisés: «¿Por qué clamas a Mí? Di a los israelitas que se pongan en marcha. 16 »Y tú, levanta tu vara y extiende tu mano sobre el mar y divídelo. Y los israelitas pasarán por en medio del mar, sobre tierra seca. 17 »Pero Yo endureceré el corazón de los egipcios para que entren a perseguirlos. Me glorificaré en Faraón y en todo su ejército, en sus carros y en su caballería. 18 »Entonces sabrán los egipcios que Yo soy el Señor, cuando sea glorificado en Faraón, en sus carros y en su caballería».

Los israelitas habían asumido que estaban que estaban atrapados sin remedio, de espaldas al mar ¿A donde podían ir?

¿Cual es la respuesta de Dios ante el clamor? - ¿Por qué clamas a Mí? ¡Ponte en marcha!

No podían dejar atrás a los egipcios en sus carros, no podían adentrarse en el mar, ¿verdad?

Esta última opción, aparentemente imposible y que no se le había ocurrido a ninguno de ellos, era exactamente lo que Dios tenía en mente todo el tiempo.

Su plan implicaba algo fácil de imaginar y de ejecutar para el Creador de todas las cosas: separar una masa de agua con viento. Pero definitivamente algo fuera de lo que cualquier humano pudiera siquiera imaginar.

v. 16 Una vez más, el bastón de Dios desempeña un papel importante en un milagro, simbolizando el poder y la presencia de Dios, recordando que no es Moisés sino Dios quien esta actuando.

Con las palabras de Dios, Moisés y los israelitas aprendieron cómo podrían escapar de los egipcios: tomarían la dirección que habían asumido como la más imposible, alejarse de los egipcios, justo en el océano.

Lección: Dado que nada es imposible para Dios, lo que no habían podido imaginar como dirección para huir era ahora su ruta de escape.

La promesa de Dios no se limitaba a ofrecer una ruta de escape, Dios pudo aparecer barcos, tele-transportar, enseñarles a nadar, verdaderamente Dios les permitió caminar por suelo seco, tan seco que los egipcios se sintieron seguros de mandar a sus carros por ese camino. De no haber sido así, los carros no los hubieran seguido.

Ningún comandante de carros sensato ordenaría a los carros entrar en una zona húmeda. Pero dos factores debieron influir en su terquedad divinamente ordenada.

(1) Observación de que ante ellos había un camino seco muy amplio a través del mar.

(2) Tenían ordenes de recapturar a Israel.

Dado que Dios había determinado “glorificarse en Faraón y en todo su ejército, en sus carros y en su caballería”los egipcios estaban condenados desde el principio.

La revelación de Yahvé (“sabrán que yo soy el Señor”) en su grandeza y soberanía como único Dios verdadero era el objetivo de esta humillación final de Egipto.

El ángel/columna divina (Exodo 14:19-20)

Exodus 14:19–20 NBLA

19 El ángel de Dios que había ido delante del campamento de Israel, se apartó, e iba detrás de ellos. La columna de nube que había ido delante de ellos, se apartó, y se les puso detrás, 20 y vino a colocarse entre el campamento de Egipto y el campamento de Israel. La nube estaba junto con las tinieblas. Sin embargo, de noche alumbraba a Israel, y en toda la noche no se acercaron los unos a los otros.

El versículo 19 se traduciría mejor: “Entonces el ángel de Dios, que iba delante del ejército de Israel, se movió y se puso detrás de ellos, así que la columna de nube se movió de delante de ellos y se puso detrás de ellos”.

En otras palabras, el ángel de Dios y la columna eran la misma cosa: la manifestación de Dios en la presencia visible de los israelitas.

Estos versículos, revelan a Dios como PROTECTOR, y no solo como un GUÍA.

Que Dios guíe a su pueblo por el desierto es importante; que lo proteja de cualquier daño en el camino es igualmente importante.

Una vez que los israelitas pudieron ver que los carros egipcios se acercaban a ellos, era solo cuestión de minutos que los alcanzaran. Por lo tanto, algo tenía que impedir que los egipcios rodearan y volvieran a esclavizar a los israelitas, para permitir al pueblo de Dios las muchas horas que necesitaban para levantar el campamento, formar filas y cruzar el Mar Rojo.

La presencia de Dios impidió que los egipcios se acercaran a los israelitas (y que cualquier israelita se desviara accidentalmente hacia el campamento egipcio) y proporcionó a los israelitas todo el tiempo que necesitaban para escapar al mar.

Israel cruza el Mar Rojo (Exodo 14:21-22)

Exodus 14:21–22 NBLA

21 Moisés extendió su mano sobre el mar, y el Señor, por medio de un fuerte viento del este que sopló toda la noche, hizo que el mar se retirara, y cambió el mar en tierra seca. Así quedaron divididas las aguas. 22 Los israelitas entraron por en medio del mar, en seco, y las aguas les eran como un muro a su derecha y a su izquierda.

El poder de un Dios invisible se manifiesta. Un viento especial del este hizo el trabajo de separar las aguas del mar.

Un detalle importante es que el viento del este se considera a menudo como destructivo o castigador, en parte porque los vientos del este en Egipto, el Sinaí y Palestina son a menudo muy secos y calurosos.

El texto dice que el viento en realidad alejó una parte del mar de la otra (“hizo que el mar se retirara… y las aguas les eran como un muro”). El término utilizado para “muro” aquí, ḥōmāh, connota un muro muy grande —no un pequeño muro de piedra o de contención, sino siempre un muro masivamente grande (normalmente una ciudad)—, que se elevaba por encima de los israelitas, que marchaban en tierra firme con muros de agua a ambos lados.

Nadie imaginó que Dios abriría el mar. A veces, Dios nos sorprende con soluciones que no podemos prever.

Aplicación: ¿Estás dispuesto a confiar en que Dios puede hacer lo imposible, incluso cuando no entiendes su plan?

Dios confunde al ejercito egipcio (Exodo 14:23-25)

Exodus 14:23–25 NBLA

23 Entonces los egipcios reanudaron la persecución, y entraron tras ellos en medio del mar todos los caballos de Faraón, sus carros y sus jinetes. 24 A la vigilia de la mañana (2 a 6 a.m.), el Señor miró el ejército de los egipcios desde la columna de fuego y de nube, y sembró la confusión en el ejército de los egipcios. 25 Y entorpeció las ruedas de sus carros, e hizo que avanzaran con dificultad. Entonces los egipcios dijeron: «Huyamos ante Israel, porque el Señor pelea por ellos contra los Egipcios».

Cuatro dificultades frustraron el intento del ejército egipcio de capturar a los israelitas: se adentraron en el mar, sufrieron el debilitamiento directo de sus mentes por parte de Dios, tuvieron problemas con las ruedas de los carros y sufrieron un sentimiento de derrota.

Conclusión: HUYAMOS ANTE ISRAEL, PORQUE EL SEÑOR PELEA POR ELLOS CONTRA LOS EGIPCIOS.

¿Qué paso aquí? - El propósito de Dios de revelarse no solo a Israel sino también a Egipto se había cumplido.

El ejército, que había experimentado las plagas, sabía ahora quién era Yahvé, aunque antes de las plagas su nombre no hubiera significado nada para ellos. La declaración anterior “Yo soy el Señor” se había convertido en algo que podían entender. Lo que Moisés había prometido al pueblo en 14:14 (“el Señor luchará por vosotros”) era evidente incluso para el enemigo.

El mar ahoga el ejercito egipcio (Exodo 14:26-28)

Exodus 14:26–28 NBLA

26 Entonces el Señor dijo a Moisés: «Extiende tu mano sobre el mar para que las aguas vuelvan sobre los egipcios, sobre sus carros y su caballería». 27 Y Moisés extendió su mano sobre el mar, y al amanecer, el mar regresó a su estado normal, y los egipcios al huir se encontraban con él. Así derribó el Señor a los egipcios en medio del mar. 28 Las aguas volvieron y cubrieron los carros y la caballería, a todo el ejército de Faraón que había entrado tras ellos en el mar. No quedó ni uno de ellos.

De nueva cuenta la presencia de Dios inicia otro movimiento milagroso del mar, no para liberar a Israel, sino para atrapar y ahogar al ejército egipcio que los perseguía.

Dios, por supuesto, era el verdadero líder en todas estas actividades. Era él quien ordenaba las acciones de Moisés, y su bastón representaba su presencia divina.

Independientemente de lo que Moisés y los israelitas hubieran especulado antes sobre la forma que adoptaría la liberación del Señor, ahora lo sabían: ahogaría a su enemigo. Dios aseguró a su pueblo la eliminación total del enemigo.

Esto ocurre al amanecer, para que los israelitas pudieran ver todo el proceso con claridad, el fuerte viento ceso y los egipcios fueron atrapados.

El regreso de las aguas a su lugar habitual puede haber durado unos minutos o haber sido prácticamente instantáneo; el texto no lo dice. Fue lo suficientemente rápido como para que ningún egipcio pudiera volver a la orilla, y todos murieron.

Los israelitas no tuvieron que luchar; Dios lo hizo por ellos.

Aplicación: ¿Estás tratando de pelear tus batallas solo, o estás dejando que Dios pelee por ti?

Liberación y Fe (Exodo 14:29-31)

Exodus 14:29–31 NBLA

29 Pero los israelitas pasaron en seco por en medio del mar, y las aguas les eran como un muro a su derecha y a su izquierda. 30 Aquel día el Señor salvó a Israel de mano de los egipcios. Israel vio a los egipcios muertos a la orilla del mar. 31 Cuando Israel vio el gran poder que el Señor había usado contra los egipcios, el pueblo temió al Señor, y creyeron en el Señor y en Moisés, Su siervo.

Estos versículos resumen el gran milagro de la liberación en el mar. El versículo 29 repite el v. 22 casi al pie de la letra. El versículo 30 describe el acontecimiento en general, destacando la gran verdad de la liberación de su pueblo por parte de Dios de sus enemigos, que de otro modo serían imbatibles, y presentando también un aspecto de sus consecuencias: cuando los cadáveres empezaron a llegar a la orilla.

Una vez más Dios había diferenciado a su pueblo de los egipcios, al igual que en todas las plagas, y una vez más la muerte había sido el resultado de la intransigencia egipcia, al igual que en el caso de la décima plaga.

“DIOS SALVO A ISRAEL” - “ISRAEL VIO EL GRAN PODER” - “EL PUEBLO DE TEMIÓ Y CREYERON”.

El versículo 31 aborda esta implicación más importante de todos los acontecimientos con atención a la fe: la fe resultante del pueblo de Dios en el Señor y su disposición a depositar su confianza en él y en su representante, Moisés.

Este versículo no solo identifica el punto de la historia de la liberación en el mar para todas las generaciones (todos deberían aprender de ella que se puede confiar en que el Señor liberará a su pueblo, sin importar su situación) sino que adorna el énfasis del Nuevo Testamento en la salvación por la fe.

Lo importante para Israel no era simplemente que ellos estuvieran a salvo y los egipcios no; lo que importaba era que la fe salva, y Dios les había mostrado cómo la fe en él podía redundar en su beneficio duradero.

Muchos de ellos, en ese momento, entendían muy poco sobre quién era Yahvé y qué esperaba de ellos. Pero ahora habían visto un último e impresionante acto de liberación de Egipto, que les provocó temor y confianza. “

Después de ver el poder de Dios, los israelitas temieron al Señor y creyeron.

Aplicación: ¿Cómo puedes permitir que las pruebas que enfrentas te acerquen más a Dios en lugar de alejarte de Él?

Conclusión

Este pasaje nos desafía a confiar en Dios en medio de nuestras "amenazas" modernas, ya sean financieras, emocionales o espirituales. Nos recuerda que Dios es fiel y que siempre tiene un plan para nuestra liberación.

Hoy hemos visto cómo el pueblo de Israel pasó del temor a la confianza cuando Dios intervino de manera sobrenatural. Este relato no es solo una historia antigua; es un recordatorio de que, cuando estamos entre el mar y el ejército enemigo, Dios siempre tiene un plan.

Dios no nos deja solos en medio de nuestras batallas. Él es el mismo ayer, hoy y siempre. Si pudo abrir el Mar Rojo para Israel, ¿qué no podrá hacer por ti?

Llamado

¿Qué "mar" y qué "ejército" estás enfrentando hoy? ¿Qué te impide confiar plenamente en Dios?

Hoy identifica una situación en tu vida donde necesitas confiar en Dios. Encuentra una promesa bíblica que te recuerde su fidelidad y medita en ella cada día.

Señor, hoy reconocemos que a veces el miedo nos paraliza, pero queremos confiar en ti. Ayúdanos a recordar que tú peleas por nosotros y que siempre tienes un plan. Gracias porque, aunque no entendemos tus caminos, sabemos que eres fiel. En el nombre de Jesús, Amén.

Bendición y Oración

Iglesia Identidad, que el Señor te bendiga y te guarde, que el Señor haga resplandecer Su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia, que el Señor alce sobre ti Su rostro, y te de paz, en el nombre de Jesús, Amén.

PROPÓSITO DE IDENTIDAD

“Acercar a las personas a Jesús de una manera real y práctica, dándoles las herramientas para alcanzar la madurez en Cristo y ser miembros de Su familia; con el objetivo de prepararlas para servir a la Iglesia y a la comunidad, glorificando así el nombre de Dios.”

AÑO DE LA PLENITUD

Ephesians 3:19 NBLA

19 y de conocer el amor de Cristo que sobrepasa el conocimiento, para que sean llenos hasta la medida de toda la plenitud de Dios.