OFRENDA DE CONVENCIÓN 2025

¡Paz de Cristo Distrito de León! Qué gozo es estar reunidos en nuestra Trigésima Primera (XXXI) Convención donde Dios nos está llamando y nos desafía a ser una iglesia con pastoral discipuladora, es decir, ser una Iglesia enfocada intencionalmente en la formación de Discípulos de Cristo.

¿Cuántos discípulos nos encontramos aquí? Como discípulos de Cristo, entendemos que nuestra fe no solo se expresa en lo que aprendemos, sino también en cómo actuamos; y la ofrenda es una parte fundamental de nuestra respuesta a Dios y a su obra.

La Palabra nos dice en

Proverbios 11:24–25 TLA

24 Quienes son generosos, reciben en abundancia; quienes ni sus deudas pagan, acaban en la miseria. 25 El que es generoso, progresa; el que siembra, también cosecha.

El discipulado es más que transmitir conocimiento, el discipulado es invertir en la vida de otros. Y así como Jesús multiplicó los panes y unos peces para alimentar a una multitud, cuando damos con fe, Dios multiplica nuestra ofrenda para que su obra avance y más personas sean transformadas por el evangelio. Por eso dar es parte del llamado y del discipulado de Jesús.

Hoy les invito a que preparemos una ofrenda generosa ¡una buena ofrenda! Porque lo vamos a hacer con conciencia de que cuando damos para la obra del Señor, no solo estamos apoyando un evento o una iglesia, sino que estamos invirtiendo en la formación de discípulos. Hoy, al ofrendar, pensemos en cómo nuestra semilla contribuirá a levantar una iglesia que discipula, capacita líderes, transforma comunidades y envía obreros a la mies.

Oremos juntos: Señor, te damos gracias porque nos llamaste a ser discípulos y a discipular a otros. Recibe esta ofrenda como un acto de obediencia y gratitud. Bendice a cada persona que da con alegría y multiplica estos recursos para que tu iglesia siga cumpliendo la Gran Comisión. En el nombre de Jesús, ¡Amén!

Ahora, con gozo y generosidad, presentemos nuestra ofrenda al Señor. ¡Dios les bendiga!