¡Que se haga la voluntad del Señor!

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Introducción

William Cowper escribió varios himnos para alabar a Dios, entre ellos “Dios se mueve de una manera misteriosa”.
Escribió este himno en 1773. Pero su vida fue muy difícil.
Toda su vida fue afectado por la depresión. Después de varios intentos de suicido fue internado en un hospital psiquiatrico.
Fue en ese tiempo en que conoció a John Newton, el autor de Sublime Gracia, quien lo introdujo al mundo de la poesía e himnología.
Fue así como Dios permitió que William Cowper tomara todo su dolor, su aflicción, la oscuridad de la depresión, y entregarla en manos de Dios de tal manera que fuera el motivante que lo acercaría más a Dios en componer himnos y poesías que expresarán confianza en Dios.
El himno dice:
Dios obra de forma misteriosa, obrando maravillas; Planta sus pies en el mar y cabalga sobre la tormenta La ciega incredulidad seguramente errará y escudriñará su obra en vano; Dios es su propio intérprete y lo aclarará.
En este caso Cowper expresa la idea de como Dios obra en la vida de la humanidad en formas que no entendemos.
No podemos entender todo lo que Dios hace ni porque lo hace.
En ocasiones quedamos perplejos y queremos entender por qué hace Dios lo que hace.
A final de cuentas Cowper resuelve su incertidumbre y confiesa que Dios es su propio intérprete, Dios sabe porque hace lo que hace.
Por el momento puede que no entendamos porque hace Dios las cosas pero algún día él lo aclarará.
Esta misma idea la vemos reflejada en nuestro pasaje (Hechos 21:1-16) en el cual Pablo se dirige a Jerusalén donde lo esperan hombres que lo van a arrestar e interrumpir su ministerio.
Pero Pablo está dispuesto a todo - a ser atado y si es necesario morir en Jerusalén (v. 13).
Hoy veremos:
La voz del Espíritu Santo
La respuesta de los amigos de Pablo
La respuesta de Pablo

La voz del Espíritu Santo

Después de dejar el puerto de Mileto, Pablo y sus compañeros continuan su viaje (21:1-3) hasta Tiro (vijaron a Cos, Rodas, Pátara, Tiro (ciudad capital de Siria)).
Hechos de los Apóstoles 21:4 NVI
4 Allí encontramos a los discípulos y nos quedamos con ellos siete días. Ellos, por medio del Espíritu, exhortaron a Pablo a que no subiera a Jerusalén.
Pablo viajó en un barco de mercantil de Pátara a Tiro.
Ahora que han llegado a Tiro todos bajan del barco y hay que esperar mientras lo descargan y compran suministros para continuar el viaje hasta llegar su próximo destino.
En este lugar encontraron varios seguidores de Jesús y Pablo y sus compañeros estuvieron con ellos siete días.
Es en este lugar que vemos la voz del Espíritu Santo.
No sabemos que clase de revelación recibieron (e.g., sueño, visión, etc.) o que haya dicho el Espíritu Santo.
Algo dijo el Espíritu Santo que los hace reaccionar - esto lo veremos más adelante.
El grupo continúa su viaje y llegan a Cesarea.
Hechos de los Apóstoles 21:10–11 NVI
10 Llevábamos allí varios días cuando bajó de Judea un profeta llamado Ágabo. 11 Este vino a vernos, tomó el cinturón de Pablo, se ató con él de pies y manos, entonces dijo: —Así dice el Espíritu Santo: “De esta manera atarán los judíos de Jerusalén al dueño de este cinturón y lo entregarán en manos de los no judíos”.
Este personaje Ágabo ya lo vimos en Hechos 11:28. En aquella ocasión Ágabo predijo por el Espíritu Santo que vendría una gran hambre. Y en efecto, esta hambre ocurrió durante el reinado del emperador Claudio.
Ahora este profeta vuelve a aparecer en Cesarea y da un profecía actuada.
No olvidemos que estas profecías actuadas eran comunes entre los profetas del Antiguo Testamento como cuando Dios le dijo a Isaías que anduviera descalzo por tres años (Isaías 20:2-3).
Toma el cinturón de Pablo. No debemos pensar que es un cinturón moderno sino una pieza larga de tela.
Con el cinturón Ágabo se ata las manos y pies y afirma que el Espíritu Santo declara que Pablo será arrestado por los judíos y será entregado a los gentiles.
Es muy interesante que la frase “lo entregarán en manos de los gentiles” son las mismas palabras que se usaron en cuanto al arresto de Jesús.
Mateo 20:19 NVI
19 y lo entregarán a los gentiles para que se burlen de él, lo azoten y lo crucifiquen. Pero al tercer día resucitará».
Marcos 10:33 NVI
33 «Ahora vamos subiendo a Jerusalén y el Hijo del hombre será entregado a los jefes de los sacerdotes y a los maestros de la Ley. Ellos lo condenarán a muerte y lo entregarán a los gentiles.
Lo que dice Ágabo está en completa armonía con lo que Dios había hablado a Ananías cuando fue a bautizar a Pablo.
Hechos de los Apóstoles 9:15–16 NVI
15 —¡Ve! —insistió el Señor—, porque ese hombre es mi instrumento escogido para dar a conocer mi nombre tanto a las naciones y a sus reyes como al pueblo de Israel. 16 Yo le mostraré cuánto tendrá que padecer por mi nombre.
¿Qué está afirmando el Espíritu Santo a través de los discípulos en Tiro y Ágabo?
Pablo va a padecer, sufrir, ser arrestado, ser entregado en manos de los romanos.
Con estas revelaciones Pablo sabía lo que le esperaba en Jerusalén - no había duda alguna.
Una pregunta que surge es - ¿obra Dios de la misma manera con nosotros?
Es natural que el hombre quiera saber lo que le depara el futuro.
Queremos saber lo que nos ha de ocurrir este año.
Queremos saber los detalles de nuestro porvenir.
Pero este pasaje no pretende contestar esta pregunta.
¿Qué haríamos con tal información?
Temo que si supiéramos lo que nos va a ocurrir - viviríamos vidas llenas de temor y ansiedad.
Dejaríamos de vivir y disfrutar la vida por el constante temor de que algo negativo nos va a suceder.
Es posible que Dios nos alerte o advierta de algo negativo que va a suceder -
A través del consejo de nuestros padres.
A través del consejo de nuestros hermanos / amistades.
A través del sentido común.
…o tal vez Dios intervenga de una manera sobrenatural para avisarnos y para estar preparados.
…pero recordemos que este pasaje tiene una lección mucho más maravillosa e importante.

La respuesta de los amigos de Pablo

Lucas nos dice como reaccionaron los discípulos de Tiro.
Hechos de los Apóstoles 21:4–6 NVI
4 Allí encontramos a los discípulos y nos quedamos con ellos siete días. Ellos, por medio del Espíritu, exhortaron a Pablo a que no subiera a Jerusalén. 5 Pero al cabo de algunos días, partimos y continuamos nuestro viaje. Todos los discípulos, incluso las mujeres y los niños, nos acompañaron hasta las afueras de la ciudad, y allí en la playa nos arrodillamos y oramos. 6 Luego de despedirnos, subimos a bordo y ellos regresaron a sus hogares.
Estos discípulos sabían, por el Espíritu Santo, lo que le esperaba a Pablo en Jerusalén.
Así que exhortaron a Pablo que no fuera a Jerusalén.
Ellos no querían que Pablo sufriera / padeciera aunque esto es lo que le esperaba en aquel lugar.
Lucas enfoque el lente de su cámara sobre la playa donde vemos al grupo de discípulos arrodillados junto con Pablo, y entre lagrimas encomendando a Pablo a las manos de Dios.
Debió haber sido una despedida muy difícil sabiendo que Pablo se dirigía a la boca del león.
Luego cuando los discípulos en Cesarea escuchan a Ágabo anunciar el arresto de Pablo, leemos:
Hechos de los Apóstoles 21:12 NVI
12 Al oír esto, nosotros y los de aquel lugar rogamos a Pablo que no subiera a Jerusalén.
Le ruegan que no vaya a Jerusalén.
Lo menos que quieren es que sufra el siervo de Dios, el que les sembró la palabra entre ellos.
En el versículo 13 sabemos que corrieron lágrimas entre los discípulos.
Todos los discípulos fueron profundamente afectados pues no podían contener sus lagrimas / emoción de tristeza al ver que Pablo se dirigía como una oveja al matadero.

La respuesta de Pablo

¿Qué haría Pablo con todo esta información?
Pablo supo que iba a padecer en Jerusalén.
Pablo supo que iba a ser arrestado.
Pablo supo que iba su ministerio iba a ser interrumpido al ir a Jerusalén.
Pablo pudo haber desistido y alejarse lo más posible de Jerusalén - al fin y al cabo era importante que él siguiera predicando la Palabra de Dios.
¿Acaso no miraba Pablo el dolor y lagrimas en los rostros de los discípulos que le rogaban que no fuera a Jerusalén?
¡Claro que Pablo miraba todo esto y estaba consciente de todo lo que el Espíritu Santo había anunciado!
Es más, Pablo ya sabía desde su conversión que él habría de padecer por el evangelio de Jesús.
Pablo responde con seguridad inquebrantable.
Hechos de los Apóstoles 21:13 NVI
13 —¿Por qué lloran? ¡Me parten el alma! —respondió Pablo—. Por el nombre del Señor Jesús estoy dispuesto no solo a ser atado, sino también a morir en Jerusalén.
Venga lo que venga Pablo está dispuesto a todo por Jesús.
Pablo está dispuesto a ser atado / arrestado.
Pablo está dispuesto a enfrentar aun la muerte por la causa de Jesús.
Pablo no teme lo que el enemigo pueda hacer contra él.
La reacción de Pablo no es natural, no es una reacción humana.
Esta reacción es sobrenatural.
Pablo reacciona de esta manera impulsado por el poder de Dios que obró en él para enfrentar lo que le espera en Jerusalén.
Es una confianza que existe porque aunque sabe que la prueba será grande y que lo supera a él, el Dios que lo ha llamado es más grande y estará con él en cada instante.
Es la confianza que vemos reflejada en los Salmos donde el salmista está consciente de los peligros que lo rodean.
Salmo 46:1–2 NVI
1 Dios es nuestro refugio y nuestra fortaleza, nuestra segura ayuda en momentos de angustia. 2 Por eso, no temeremos aunque se desmorone la tierra y las montañas se hundan en el fondo del mar;
Salmo 27:12–14 NVI
12 No me entregues al capricho de mis adversarios, pues contra mí se levantan testigos falsos que respiran violencia. 13 Pero de una cosa estoy seguro: he de ver la bondad del Señor en esta tierra de los vivientes. 14 Pon tu esperanza en el Señor; cobra ánimo y ármate de valor, ¡pon tu esperanza en el Señor!
Esta seguridad está al alcance de todos los que temen a Dios.
Pablo no fue un caso especial.
Nosotros mismos hemos sido testigos de como Dios ha estado con nosotros en momentos de adversidad y seguirá con nosotros en los momentos de adversidad que algún día vendrán.

Conclusión

Creo que todos podemos afirmar como Dios ha estado con nosotros, como hemos sentido la mano y fortaleza de Dios.
Esto lo hemos vivido todos los que hemos puesto nuestra confianza y esperanza en Dios.
Pero en este pasaje hay una actitud, una manera de ver las cosas, una estilo de vida que nos ayudará a mantener esta seguridad y confianza en Dios - pase lo que pase.
Hechos de los Apóstoles 21:14 NVI
14 Como no se dejaba convencer, desistimos, exclamando: —¡Que se haga la voluntad del Señor!
Desconozco cual sea la voluntad de Dios para mi vida este año, el próximo año, los próximos 40 años.
No se que pruebas y dificultades vendrán en días futuros.
Mi presente es paz y prosperidad - y no se en que momento la aflicción tocará la puerta de mi vida.
…pero, estaré preparado cuando entregue mi vida completa a la voluntad de Dios.
La voluntad de Dios siempre será hecha.
La voluntad de Dios es inquebrantable.
La voluntad de Dios es buena para todos aquellos que hemos sido llamados conforme a su propósito.
Por tanto, confío que todo lo que la voluntad de Dios haya designado para mi vida es parte del plan de Dios que formó desde la eternidad pasada.
A mi solo me toca esperar en él y confiar que él estará conmigo en todo momento - no importan las circunstancias porque tenemos la seguridad de que Dios está con nosotros.
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