ENCOMENDADOS A DIOS EN EL SUFRIMIENTO

1 Pedro   •  Sermon  •  Submitted   •  Presented
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En nuestro texto encontramos una invitación a que en el medio del sufrimiento encomendemos nuestras vidas a Dios, y respondamos al sufrimiento de una manera que honre y glorifique a Dios.

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INTRODUCCIÓN

En enero de 2025, California enfrentó una serie de incendios forestales devastadores que afectaron gravemente el área metropolitana de Los Ángeles y sus alrededores. Los incendios de Palisades y Eaton fueron particularmente destructivos, consumiendo más de 23,000 y 14,000 acres respectivamente, y causando la destrucción de miles de estructuras en comunidades como Pacific Palisades, Malibu, Altadena y Pasadena. Estos incendios resultaron en la trágica pérdida de al menos 28 vidas y obligaron a la evacuación de decenas de miles de residentes. Las pérdidas económicas fueron significativas, con estimaciones que superan los 50,000 millones de dólares, convirtiendo estos incendios en uno de los desastres naturales más costosos en la historia de Estados Unidos. Aunque los residentes de California están familiarizados con la amenaza de incendios forestales, la magnitud y la ferocidad de estos incendios sorprendieron a muchos.
De la misma manera que estos incendios fueron atroces y sorprendieron a muchos, también en nuestras vida podríamos ser sorprendidos por el sufrimiento y la prueba. El apóstol Pedro nos hace un desafió muy interesante en la porción que estudiaremos. Una invitación a “Encomendarnos a Dios en el sufrimiento”.
Para nuestra exposición de esta ocasión, la estaremos abordando bajo dos encabezados:
Para el cristiano, el sufrimiento no es una sorpresa.
Para el cristiano, el sufrir glorifica a Dios.

PARA EL CRISTIANO, EL SUFRIMIENTO NO ES UNA SORPRESA (V. 12-14)

El apóstol Pedro, una vez más, insiste a los hermanos que se encuentran en un “fuego de prueba” que esto no es nada nuevo ni lo será para toda la historia del cristianismo. El fuego en California sorprendió a muchos, y algunos murieron, pero para el cristiano, las pruebas y el sufrimiento no pueden ser una sorpresa, porque desde el inicio del movimiento, su fundador, el Señor Jesucristo, nos advirtió sobre eso, y Pedro quiere que estos hermanos, de su primera audiencia, tuvieran esto presente.
Algunas verdades incómodas de por qué el sufrimiento o prueba de fuego no puede sorprender al creyente:

No nos deberíamos sorprender por el sufrimiento o prueba porque fue asegurado por Cristo.

Creo que es muy natural llegar a la conclusión de que el apóstol Pedro está instruyendo a estas iglesias pensando en lo que nuestro Maestro nos enseñó sobre el sufrimiento.
Juan 16:33 NBLA
33 »Estas cosas les he hablado para que en Mí tengan paz. En el mundo tienen tribulación; pero confíen, Yo he vencido al mundo».
El apóstol Pablo a su discípulo Timoteo, en su carta de despedida, le dice
2 Timoteo 3:12 NBLA
12 Y en verdad, todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús, serán perseguidos.
El salmista también hace eco de esta verdad al decir que el justo sufre y mucho pero Dios le salva.
Salmo 34:19 NBLA
19 Muchas son las aflicciones del justo, Pero de todas ellas lo libra el Señor.
Desde los comienzos del Cristianismo, las pruebas y sufrimiento siempre lo han acompañado y Cristo fue el mayor ejemplo de esta verdad porque la encarnó en su vida. ¡No te sorprenda hermano si por causa de ser cristiano, de alguna manera sufres o padeces! Estás advertido.

No nos deberíamos sorprender por el sufrimiento o prueba porque esta puede ser intensa, “fuego”.

El apóstol hace mención o referencia al sufrimiento unas 14 o 15 veces en esta carta, usando diferentes términos:
πάσχω (páschō) = Sufrir 9 (1 Pe 2:19-21, 3:14, 3:17, 4:1, 4:15, 4:19, 5:10)
πάθημα (páthēma) = Padecimiento 2 (1 Pe 4:13, 5:9 )
δοκιμασία (dokimasía) = Prueba 1 (1 Pe 4:12)
λύπη (lýpē) = Aflicción 1 (1 Pe 1:6)
ὀνειδίζω (oneidízō) = Vituperar 1 (1 Pe 4:14)
También usas algunas metáforas para este mismo tema como:
1. El fuego de prueba (πύρωσις | pýrosis) – 1 Pedro 4:12 – Refina la fe como el oro.
2. Probado por fuego (δοκίμιον | dokímion) – 1 Pedro 1:7 – Las pruebas muestran el valor de la fe.
3. Compartir los padecimientos de Cristo – 1 Pedro 4:13 – Sufrir con Él trae gloria futura.
Fuego de prueba” es una frase que hace alusión a la intensidad devastadora y descomunal a la que estaban siendo sometidos estos hermanos. Así como el incendio en California que consumió 23,000 acres = 93.08 km² en Palisades y 14,000 acres = 56.66 km² en Eaton, destruyó miles de estructuras en comunidades, también se reportaron 28 muertos y 50,000 millones de dólares en pérdidas económicas, de esta misma manera destructiva podrían ser las pruebas.
Solo para que tengan una idea de la destrucción en los California comparémoslo con Santiago de los Caballeros que mide 524.03 km²:
93.08 km² representa aproximadamente el 17.76% del municipio de Santiago de los Caballeros.
56.66 km² representa aproximadamente el 10.81% del municipio de Santiago de los Caballeros.
De esta misma manera eran de intensas y devastadoras las pruebas de fuego que estaban experimentando estos hermanos a los que Pedro, en primera instancia, le estaba escribiendo. Ahora el Espíritu Santo nos advierte a nosotros que nuestras pruebas también podrían ser igual de descomunales a lo que experimentaron estos hermanos.

No nos deberíamos sorprender por el sufrimiento o prueba porque puede ser frecuente en cierta medida, para el creyente.

Pedro dice: “…como si alguna cosa extraña les estuviera aconteciendo.” Al parecer, el sufrimiento por causa de Cristo era algo cotidiano para estos hermanos. Y creo que nosotros podemos decir lo mismo. Es cierto que unos más que otros, pueden experimentar aflicciones, pero no es algo nuevo para un adulto.
1 Corintios 10:13 NBLA
13 No les ha sobrevenido ninguna tentación que no sea común a los hombres. Fiel es Dios, que no permitirá que ustedes sean tentados más allá de lo que pueden soportar, sino que con la tentación proveerá también la vía de escape, a fin de que puedan resistirla.
Santiago también nos habla sobre lo diversas y frecuentes que podrían ser las pruebas.
Santiago 1:2–3 NBLA
2 Tengan por sumo gozo, hermanos míos, cuando se hallen en diversas pruebas, 3 sabiendo que la prueba de su fe produce paciencia,

No nos deberíamos sorprender por el sufrimiento o prueba porque este no discrimina.

… en medio de ustedes ha venido para probarlos.” El hecho de ser cristiano no nos exime del dolor y sufrimiento. Esta verdad Pedro la deja bien clara y se la recuerda frecuentemente en esta carta a su audiencia.
Ser obediente a Dios no impedirá el sufrimiento y la prueba porque esta no discrimina.
Ser una buena persona no impedirá que seas probado porque la prueba no discrimina.
Ser generoso y solidario con otros no te serán un salvo conducto para evitar el sufrimiento, porque la prueba no discrimina.
Involucrarte en la iglesia, servir a Dios con tus dones y talentos, cumplir con tu llamado de parte de Dios, no te esconderá del sufrimiento y prueba, porque esta no discrimina.
Amados hermanos, ante estas realidades y verdades tan incómodas sobre el sufrimiento y la prueba, no nos deberíamos sorprender. Pero ¿cuál debería ser nuestra actitud ante esta realidad? Pedro aun tiene mucho que decir al respecto. Aquí te comparto algunas instrucciones que podemos extraer de los versos 13-14:
Identifícate con Cristo y sus padecimientos. (ver v. 13a).
Romanos 8:17 NBLA
17 Y si somos hijos, somos también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si en verdad padecemos con Él a fin de que también seamos glorificados con Él.
Alégrate en Cristo en el proceso, fijando tu atención en la futura revelación de su Gloria. (ver v. 13b)
1 Pedro 1:7 NBLA
7 para que la prueba de la fe de ustedes, más preciosa que el oro que perece, aunque probado por fuego, sea hallada que resulta en alabanza, gloria y honor en la revelación de Jesucristo.
Recuerda que eres un μακάριος (makarios) = bendito, bienaventurado, afortunado, dichoso. (ver v. 14)
Lucas 6:22 NBLA
22 »Bienaventurados son ustedes cuando los hombres los aborrecen, cuando los apartan de sí, los colman de insultos y desechan su nombre como malo, por causa del Hijo del Hombre.
Hechos de los Apóstoles 5:40–41 NBLA
40 Ellos aceptaron su consejo, y después de llamar a los apóstoles, los azotaron y les ordenaron que no hablaran más en el nombre de Jesús y los soltaron. 41 Los apóstoles, pues, salieron de la presencia del Concilio, regocijándose de que hubieran sido considerados dignos de sufrir afrenta por Su Nombre.
¿Qué tenía estos hombre que ante la experiencia del dolor y sufrimiento por Cristo podía regocijarse como lo hicieron? Ellos estaban llenos del Espíritu Santo y tenía a Cristo como valor supremo en sus vidas.
También sobre la audiencia de Pedro “reposaba” el Espíritu Santo para que la misma actitud o reacción se manifestara en ellos. Pedro fue uno de estos que se regocijaron al ser considerado digno de sufrir por el Nombre de Cristo.
Y es el mismo Espíritu que estuvo sobre ellos que también nos ha sido concedido, amados hermanos. Tu también tiene el Espíritu Santo para que no te sorprenda la prueba o el sufrimiento y tu actitud ante él sea de regocijo en Cristo, considerándolo a Él como muy valioso, lo cual te hace dichoso. Cada vez que llegue la prueba y el sufrimiento, no te sorprendas. Solo fija tu mirada en Cristo y avanza tomado de su mano.

PARA EL CRISTIANO, EL SUFRIR GLORIFICA A DIOS (V. 15-19)

¿Sabías que tu puedes traer gloria a Dios a través de tu sufrimiento?
¡Pues sí! Y esto es lo que buscaba Pedro con los hermanos a quienes les escribe: que ellos pudieran glorificar a Dios por medio de la forma en la que enfrentaban las tribulaciones que estaban experimentando.
¿Alguno de ustedes sabe lo que es un catecismo? Un catecismo es un manual de enseñanza cristiana en forma de preguntas y respuestas, diseñado para instruir a los creyentes en las doctrinas fundamentales de la fe. Su propósito es educar de manera sistemática sobre temas como Dios, la salvación, los sacramentos, la vida cristiana y la Iglesia.
El catecismo mayor de Westminster responde a la pregunta sobre el propósito del hombre.

P.1. ¿Cuál es el fin principal y más alto de la existencia del hombre?

R. El fin principal y más alto propósito de la existencia del hombre es

Este glorificar a Dios y gozar de Él debe darse:
Bajo los triunfos y fracasos.
Bajo las abundancias y las escaseces.
Bajo los tiempos de paz y tiempos de tormentas.
Bajo las alegrías que experimentemos y las tristezas que suframos.
En el v. 15 la carta nos presenta de que manera NO podríamos glorificar a Dios en el sufrimiento. Pero no solo esto, deja rotundamente descartada la posibilidad de que el creyente considere estas opciones de comportamiento ante las realidades que estaban experimentando.
Queda rotundamente descartado el sufrimiento de un cristiano por causa de asesinato como un padecimiento que traiga gloria a Dios.
Les recuerdo mis amados hermanos, que tal vez nosotros no hayamos asesinado a alguien físicamente, pero Cristo nos enseño que no es la única forma de asesinar:
Mateo 5:21–22 NBLA
21 »Ustedes han oído que se dijo a los antepasados: “No matarás” y: “Cualquiera que cometa homicidio será culpable ante la corte”. 22 »Pero Yo les digo que todo aquel que esté enojado con su hermano será culpable ante la corte; y cualquiera que diga: “Insensato” a su hermano, será culpable ante la corte suprema; y cualquiera que diga: “Idiota”, será merecedor del infierno de fuego.
Queda rotundamente descartado el sufrimiento de un cristiano por causa de robo o malhechor como un padecimiento que traiga gloria a Dios.
He visto muchos casos en el que cristianos por acciones delictivas han sido perseguidos y apresados justamente y piden oración para que Dios los libre de las consecuencias de sus acciones. No digo que no se deba orar a Dios pidiéndole misericordia, pero en tal caso, Dios no tiene ninguna responsabilidad de ayudar.
Queda rotundamente descartado el sufrimiento de un cristiano por causa de ser entrometido como un padecimiento que traiga gloria a Dios.
Diccionario Strong de Palabras Originales del Antiguo y Nuevo Testamento 244. ἀλλοτριεπίσκοπος alotriepískopos

ἀλλοτριεπίσκοπος alotriepískopos; de 245 y 1985;

Es interesante que el apóstol incluya en esta lista causas de sufrimiento en las que un cristiano no debería sufrir el ser entrometido.
Muchas veces el creyente se mete en problemas por hablar sobre cosas que no les compete.
Otras veces el chisme viene siendo una causa de problema para el creyente.
1 y 2 Pedro y Judas 2. El nombre (4:15–16)

Al interferir en vidas ajenas, el entrometido quiebra la armonía y paz de la iglesia y comunidad locales.

Ya hemos visto las formas en las que No glorificamos a Dios en nuestro sufrimiento. Pasemos a ver de qué manera podemos nosotros dar gloria a Dios, según nuestro texto, en medio del sufrimiento.

En primer lugar, sufrir por ser cristiano (ver v. 16a)

Este tipo de sufrimiento es el que estaba experimentando las personas a las que el escritor de la carta se dirige. Por el hecho de ser cristiano estaban siendo perseguidos.
1 y 2 Pedro y Judas 2. El nombre (4:15–16)

Dos historiadores romanos, Tácito y Suetonio, informan acerca de las crueldades perpetradas por Nerón contra los cristianos después del incendio de Roma en el año 64. Tácito escribe lo siguiente: “Nerón sustituyó como culpables, y castigó con la crueldad más refinada, al grupo de hombres … que el populacho denominaba cristianos”. Suetonio comenta que “se aplicó castigo a los cristianos”

Según la Lista Mundial de la Persecución 2025 elaborada por Puertas Abiertas, los diez países donde los cristianos enfrentan mayores niveles de persecución son:
Corea del Norte
Somalia
Yemen
Libia
Sudán
Eritrea
Nigeria
Pakistán
Irán
Afganistán
1 y 2 Pedro y Judas 2. El nombre (4:15–16)

Pedro indica que el sufrimiento que el cristiano a veces experimenta no proviene de actividades delictivas o conducta improcedente. Cuando un cristiano sufre persecución, debe tener la conciencia limpia, lo que le permitirá defenderse sin vergüenza alguna.

Gracias a Dios en nuestro país no tenemos este tipo de persecución, pero esto no significa que no se sufran por ser cristiano. En ciertas ocasiones experimentaremos el rechazo y la oposición de ciertas personas, que usadas por el Maligno, serán una prueba para nosotros. Esto sería sufrir por ser cristiano en nuestra realidad.

En segundo lugar, NO avergonzándonos de Cristo y su evangelio (ver v. 16b)

De Jesús se dice:
Hebreos 12:2–3 NBLA
2 puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, quien por el gozo puesto delante de Él soportó la cruz, despreciando la vergüenza, y se ha sentado a la diestra del trono de Dios. 3 Consideren, pues, a Aquel que soportó tal hostilidad de los pecadores contra Él mismo, para que no se cansen ni se desanimen en su corazón.
Pablo dijo:
2 Timoteo 1:12 NBLA
12 Por lo cual también sufro estas cosas, pero no me avergüenzo. Porque yo sé en quién he creído, y estoy convencido de que Él es poderoso para guardar mi depósito hasta aquel día.
Romanos 1:16 NBLA
16 Porque no me avergüenzo del evangelio, pues es el poder de Dios para la salvación de todo el que cree, del judío primeramente y también del griego.

En tercer lugar, hacer el bien aun en medio de la prueba y el sufrimiento (ver v. 19c)

1 Pedro 3:17 NBLA
17 Pues es mejor padecer por hacer el bien, si así es la voluntad de Dios, que por hacer el mal.
Gálatas 6:9 NBLA
9 No nos cansemos de hacer el bien, pues a su tiempo, si no nos cansamos, segaremos.

En cuarto lugar, encomendándose a Dios (ver v. 19b)

De Esteban, el primer martir cristiano, se dijo:
Hechos de los Apóstoles 7:59 NBLA
59 Y mientras lo apedreaban, Esteban invocaba al Señor y decía: «Señor Jesús, recibe mi espíritu»
Nuestro Señor Jesucristo en la Cruz dijo:
Lucas 23:46 NBLA
46 Y Jesús, clamando a gran voz, dijo: «Padre, en Tus manos encomiendo Mi espíritu.” Habiendo dicho esto, expiró.
Amados hermanos y amigos, aunque parezca una locura pensar que aun en medio del dolor y el sufrimiento, la forma en cómo lo enfrentamos, podemos darle gloria a Dios, es una invitación que el Señor no hace. Encomendemos “al fiel Creador” nuestras almas cuando nos encontremos en medio del valle de sombra de muerte. No temamos. Dios está con nosotros en medio de todo proceso difícil de la vida. El lo permite con un propósito.

CONCLUSIÓN

Miremos a Cristo en medio de toda prueba en la que nos encontremos. Su evangelio nos invita a sufrir por el si es necesario. Pero este sufrir debería venir porque primero hemos recibido la verdad de que necesitamos a un Salvador y ese salvador es Jesús el Señor. Si aun no te haz arrepentido de tus pecados y haz puesto toda tu fe en el Señor, convirtiéndote de tus pecados y reconciliándote con Dios por medio de Cristo, hoy es el momento de acercarte a Él.
Por otro lado, que el sufrimiento y las pruebas no te sorprenda. Siempre debes estar preparado a enfrentar toda dificultad, haciendo el bien en alegría y con la visión de glorificar a Dios en tu vida, sin importar cual sea la circunstancia por la que pases. Sea Dios tu fuerzas; sea el tu brújula, sea el la razón de tu motivación para seguir hacia adelante.
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