El Poder de la Lectura

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Introducción

El mes pasado los centros educativos estuvieron involucrados en un programa que fue puesto en marcha por el Ministerio de educación titulado “enamórate de la lectura”
Este programa fue elaborado con la finalidad de promover la pasión por los libros.
Para ello estuvimos involucrados con la bibliotecaria de nuestro centro creando un contenido para las redes sociales resaltando el valor de la lectura y el impacto de tener el hábito y la costumbre de leer.
En dicho contenido compartíamos que la lectura:
crea y nos permite ver nuestras perspectivas,
desarrollar el pensamiento crítico,
mejorar el vocabulario,
votar el estrés,
construir el pensamiento,
e incluso es un medio de entretenimiento.
Aunque es cierto que todas estas cosas tienen un peso significativo en el hábito de la lectura, en la vida cristiana no son estos los beneficios que el cristiano debe procurar al ocuparse en la lectura.
Hay una frase que repito muy a menudo, perteneciente al teólogo anglicano, padre del metodismo, John Wesley, quien expresó: “No se puede ser un predicador profundo y tampoco un cristiano cabal sin leer mucho”.
Recuerdo que compartí esta frase cuando prediqué de 1 Timoteo 4:13 “Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza.”
La superficialidad de las predicaciones y la mediocridad espiritual son parte de los males que están carcomiendo a las iglesias en la actualidad. Los cristianos se están conformando con un cristianismo nominal.
Lo más importante es hacer muchas actividades, tener varios programas y ministerios que puedan desarrollarse. Hoy por hoy es más importante ser que hacer. El éxito se mido por la cantidad de actividades y programas que las iglesias desarrollan. Mientras tanto las iglesias van decreciendo espiritualmente.
La iglesia está perdiendo su impacto. Debido a que cada vez se vuelve más superficial evitando el trabajo duro. Ya no hay actividades que promuevan el estudio de la palabra, clubes y reuniones para socializar, memorizar y aprender versículos, nadie promueve ni se compromete con otros a leer buenos libros que les ayuden a crecer como personas delante de Dios, pero también hay pocos creyentes invirtiendo tiempo y recurso para leer buenos libros y peor aún para leer la palabra.
No es posible que nadie crezca en gracia si no se dedica a la lectura. Un pueblo que lee será siempre un pueblo que sabe. Un pueblo que habla mucho sabrá poco.
Juan Wesley
Desde hace muchos años vengo conociendo el potencial que tienen los libros. Hablar sobre mi iniciativa. Casi todos terminaban justificando su fracaso de no culminar el libro, porque no tenían tiempo, por el agotamiento, etc… Yo creo que no se trata de no poder sino de no querer.
Vaya conmigo a 2 Timothy 4:13 y veamos cómo la lectura es una herramienta poderosa para el crecimiento espiritual, intelectual y personal. Dice Pablo: “Trae, cuando vengas, el capote que dejé en Troas en casa de Carpo, y los libros, mayormente los pergaminos.”
2 a Timoteo es la última carta que escribiera el Apóstol Pablo. Fue escrita mientras él estaba preso en Roma. Es la más intima y personal. En esta carta Pablo describe que algunos denominados creyentes se habían apartado producto de sus cadenas. La prisión es de por sí una situación difícil, pero empeora cuando la gente te abandona. Además, Pablo también expresa que el momento de su partida estaba cercano.
A pesar de todos estos desaciertos que pudieron conjugarse en esta etapa de su vida y las situaciones difíciles que enfrentó, Pablo nunca perdió su pasión por la palabra, la predicación y aprender a crecer como cristiano. Dice 2 Timoteo 4:13 “Trae, cuando vengas, el capote que dejé en Troas en casa de Carpo, y los libros, mayormente los pergaminos.”
Pablo le solicita a Timoteo ir a él, y le pide tres cosas de su pertenencia que le lleve cuando haga el viaje.
La primera es un capote, que era una prenda pesada de lana que servía de abrigo y cobija en el clima frío que Pablo estaba a punto de enfrentar. 2 Timoteo 4:21 “Procura venir antes del invierno”. Para cuando llegara el invierno Pablo quería tener comodidad y protección física.
En segundo y tercer lugar, Pablo solicita los libros y los pergaminos. Los libros eran un documento escrito en papiro que se enrollaban para su preservación. Se cree que estos rollos eran de los escritos del A.T. pero también no se descartan que hayan otros libros de la época porque las cartas de Pablo reflejan un amplio conocimiento cultural y filosófico, incluso citando autores antiguos y contemporáneos a él.
Los pergaminos, eran pieles de animales, que provenían generalmente de la ciudad de Pérgamo. Estas pieles se preparaban y empleaban en la escritura. Algunos sugieren que estos pergaminos eran copias de las cartas que Pablo había escrito. Pero también es probable que se tratara de pergaminos en blanco para nueva escritura.
Tanto los rollos como los pergaminos eran bastante costosos. Más el pergamino que el rollo pero el rollo pero eran caros.
De este texto quiero resaltar dos cosas importantes para nuestro propósito esta mañana: (1) Pablo invirtió muchos recursos en literatura para su preparación y (2) a pesar de las situaciones adversas en que estaba “él no tenia planes de dejar de estudiar o de escribir”. (Privado de su libertad, con el conocimiento de que en cualquier momento llegará su partida)

Beneficios de la Lectura

Creo que Pablo tenía bien claro lo que sostenía John Wesley de que es imposible ser un predicador profundo y también un cristiano cabal sin leer mucho.
Hay una cantidad basta de beneficios para que puede disfrutar todo aquel que se expone a buenos libros. J. Oswald Sanders, conferencista, predicador y prolifico autor. A la edad de 70 años se jubiló y decidió escribir un libro cada año, para cuando murió ya había producido 19 libros. En su libro liderazgo espiritual, tiene un apartado titulado el líder y la lectura, en el cual responde a la pregunta para qué leer?
El líder espiritual debe escoger libros para su beneficio espiritual. Oswald dice que si leemos para llenar nuestras mentes de ideas, para sentirnos superiores a otros, o para hacer ver que tenemos educación, entonces nuestra lectura es inútil y vana. ¿Para qué Pablo quería libros? Yo creo que quería libros para su beneficio espiritual, para alimentar su alma. Cuando escribe a Timoteo en su primera carta 1 Timoteo 4:15 “Ocúpate en estas cosas; permanece en ellas, para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos.” Avance espiritual. Pablo no quería que Timoteo fuera un líder estancado y mediocre. La lectura de libros es crucial para nuestro crecimiento espiritual, nutriendo nuestras almas y afinando nuestra fe en Cristo.
Los líderes espirituales deben leer para el crecimiento intelectual. La Biblia habla de aquellos que alcanzan madurez “porque tienen sus sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y el mal” Sentidos significa “percepción” que es la capacidad intelectual para comprender y discriminar
El líder espiritual debe leer para cultivar su estilo de predicación y escritura.
El líder debe leer para adquirir nueva información, para mantenerse al corriente con el tiempo y estar bien informado en su propio campo de especialidad.
El líder debe leer para mantenerse en comunión con los grandes líderes espirituales de todos los siglos.
Tal vez tu estés acá y digas, bueno, yo no soy un líder, no formo parte del liderazgo de la iglesia, yo no dirijo ningún ministerio, así que esto no me compete a mi. Recuerda es imposible ser un creyente cabal sin leer mucho.
Hermanos míos, nuestro pasaje en cuestión subraya la importancia del conocimiento y la sabiduría que se encuentra en la lectura, mostrando que incluso un gran apóstol como Pablo valoraba la palabra escrita.
En un mundo lleno de distracciones, la lectura de buenos libros puede ayudarnos a crecer en nuestra fe, enfrentar desafíos y fortalecer nuestra relación con Dios.
Leer es una disciplina espiritual que alimenta la vida cristiana. Pablo nos muestra que aprender y crecer nunca termina, incluso en la vejez o en situaciones difíciles. Así que, no valen las excusas para seguir aprendiendo y creciendo en el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo.
Los cristianos de hoy son los que menos excusas tienen para aprender:
Disponemos de tantos materiales cristianos valiosos.
Disponemos de herramientas accesibles para la preparación espiritual
Conclusión No sabemos de qué trataban los libros, y solo podemos hacer conjeturas sobre qué eran los pergaminos. Pablo tenía algunos libros que quedaban, quizás envueltos en el manto, y Timoteo debía tener cuidado de traerlos. Incluso un apóstol debe leer. ¡Está inspirado y aún así quiere libros! Lleva predicando al menos treinta años y, sin embargo, ¡quiere libros! Había visto al Señor, ¡y aún así quería libros!
Había tenido una experiencia más amplia que la mayoría de los hombres, ¡y aún así quería libros!
Había sido arrebatado hasta el tercer cielo, y había oído cosas que no le era lícito al hombre expresar, ¡y sin embargo, le faltan libros!
Había escrito la mayor parte del Nuevo Testamento, ¡y aún así quería libros!
El apóstol le dice a Timoteo, y por lo tanto a todo predicador: «Dedícate a la lectura». Quien nunca lee, nunca será leído; quien nunca cita, nunca será citado. Quien no usa las ideas de otros, demuestra que no tiene cerebro propio.
Hermanos, lo que es cierto para los ministros es cierto para toda nuestra congregación. Necesitan leer. Renunciad a la literatura ligera, pero estudiad lo más posible obras teológicas sólidas, especialmente a los escritores puritanos y las exposiciones de la Biblia. Estamos convencidos de que la mejor manera de pasar vuestro tiempo libre es leyendo u orando. Podéis obtener mucha instrucción de los libros, que luego podréis usar como una verdadera arma en el servicio a vuestro Señor y Maestro. Pablo clama: «Traed los libros»; uníos a este clamor.
La lectura es una herramienta poderosa para el crecimiento en todas las áreas de la vida.
El Señor nos ayude y nos dé la gracia para tener una pasión por Cristo y Su obra.
Aplicación para los no creyentes
En el contexto más amplio de las Escrituras, podemos ver cómo la verdad revelada nos lleva a una mayor comprensión de la persona de Cristo.
La forma en que Pablo busca la sabiduría a través de la lectura refleja cómo Cristo es la fuente de todo conocimiento y entendimiento.
Juan 14:6
El camino que debes seguir
La verdad que debes creer
La vida que debes vivir
Juan 17:3
Colosenses 2:2–3 “en Cristo están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento.”
La Biblia es la revelación de Dios al hombre.
Oh, cuántos han conocido al Dios del universo a través de su palabra
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