Testimonio y Consejo

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Introducción

Muchos de nosotros llevamos años orando por un familiar que no conoce al Señor. A veces parece que no hay avance, que no entienden, que están aferrados a sus propias creencias. Pero Éxodo 18 nos muestra que Dios puede usar el testimonio de Su obra en tu vida para tocar incluso a los más resistentes. Jetro no solo escuchó… fue transformado. Quiero comenzar la predicación trayendo a esas personas a nuestra mente y corazón. ¿Oramos?
La semana pasada David les hablo acerca de la derrota de los amalecitas, por lo que la narrativa de hoy tiene mucho sentido si se toma en cuenta que los amalecitas y los madianitas estaban estrechamente relacionados.
Israel enfrentó a los amalecitas —enemigos antiguos y persistentes del pueblo de Dios. Y ahora, en el capítulo 18, Moisés recibe la visita de su suegro Jetro, un madianita. Aunque los madianitas y los amalecitas eran pueblos diferentes, en otras partes de la Biblia aparecen unidos para atacar a Israel. Aquí vemos algo distinto.
Lo que sucede con Jetro es profundamente personal. Este hombre no era cualquier visitante: era suegro de Moisés, un líder religioso madianita, con años de tradición y creencias propias. Pero al escuchar lo que Dios había hecho —las plagas, el Mar Rojo, la victoria sobre Amalec— no pudo negar la mano de Yahvé. Lo que antes solo era el Dios de su yerno, ahora esta esta a punto de convertirse en su Dios personal.
Con tu familiar en mente, este pasaje nos recuerda que, a veces, el testimonio claro de la obra de Dios es más poderoso que mil argumentos. Lo que Dios hace en tu vida puede ser lo que lleve a ese ser querido a rendirse ante Él.

Testimonio que transforma (Conversión de Jetro)

Exodus 18:1–4 NBLA
1 Jetro, sacerdote de Madián, suegro de Moisés, oyó de todo lo que Dios había hecho por Moisés y por Su pueblo Israel, cómo el Señor había sacado a Israel de Egipto. 2 Entonces Jetro, suegro de Moisés, tomó a Séfora, mujer de Moisés, después que este la había enviado a su casa, 3 y a sus dos hijos, uno de los cuales se llamaba Gersón, pues Moisés había dicho: «He sido peregrino en tierra extranjera» 4 El nombre del otro era Eliezer, pues había dicho: «El Dios de mi padre fue mi ayuda y me libró de la espada de Faraón»
(Paréntesis) nombres de sus hijos contaban la historia de lo que Moisés había vivido: Gersón significaba ‘extranjero allí’, recordando su tiempo en el exilio; y Eliezer, ‘Dios es mi ayuda’, proclamaba que Dios lo había librado de Faraón. Hasta los nombres hablaban del testimonio de la fidelidad de Dios.
La noticia de la salida de Israel de Egipto no podía mantenerse en secreto; caravaneros, mensajeros, chismes en general, habrían permitido a Jetro escuchar como le iba a Moisés y a los israelitas.
No sabemos en que momento exacto Moisés envío a Séfora y a sus hijos de regreso a Madián pero el contexto nos permite reconstruir lo ocurrido.
Éxodo 2–4 muestra a Moisés viviendo con Jetro y casándose con Séfora, su esposa desaparece del relato cuando Moisés regresa a Egipto. No se vuelve a mencionar hasta Éxodo 18:2. Esto sugiere que en algún punto entre el capítulo 4 y el 7, Moisés tomó la decisión de enviar a Séfora y a sus hijos de vuelta con Jetro, posiblemente por seguridad, dada la intensidad de la misión.
¿Cómo llego Jetro? La visita de Jetro al monte Sinaí tiene mucho sentido geográficamente: él ya conocía ese lugar, porque fue allí donde Moisés pastoreaba sus ovejas cuando Dios lo llamó (Éxodo 3:1). Es probable que, cuando Moisés envió de regreso a su esposa e hijos, ya hubieran acordado reencontrarse en ese mismo monte, pues Dios le había prometido que volvería allí con el pueblo liberado (Éxodo 3:12).
Uno puede imaginarse a Jetro y Séfora preguntando e investigando acerca de algún viajero llamado Moisés, o de un pueblo llamado Israel. Es por eso que Jetro “oyó de todo lo que Dios había hecho”.
Esta es otra demostración de la fe de Moisés, él espera reunirse con Jetro en el Sinaí, esa fue la promesa que Dios le hizo. Éxodo 3:12
Exodus 3:12 NBLA
12 «Ciertamente Yo estaré contigo», le respondió el SEÑOR/, «y la señal para ti de que soy Yo el que te ha enviado será esta: cuando hayas sacado al pueblo de Egipto ustedes adorarán a Dios en este monte».
¿Cual monte? el monte de Dios, el monte Sinaí.
Exodus 3:1 NBLA
1 Moisés apacentaba el rebaño de Jetro su suegro, sacerdote de Madián; condujo el rebaño hacia el lado occidental del desierto y llegó a Horeb, el monte de Dios.
Séfora y sus dos hijos desempeñan un papel destacado en esta narración, porque ellos son la única razón de la reunión familiar.
Exodus 18:5–6 NBLA
5 Y vino Jetro, suegro de Moisés, con los hijos y la mujer de Moisés al desierto, donde este estaba acampado junto al monte de Dios. 6 Y mandó decir a Moisés: «Yo, tu suegro Jetro, vengo a ti con tu mujer y sus dos hijos con ella»
Cuando Jetro se entera de que Israel ha llegado al monte Sinaí, le envía un mensaje a Moisés anunciando que viene con Séfora y sus hijos. Esto nos muestra que los madianitas conocían bien la ubicación del Sinaí. Era un monte conocido y accesible para ellos. De hecho, Moisés había pastoreado ovejas allí cuando vivía con Jetro. Todo esto sugiere que el monte de Dios no era un lugar oculto, sino uno reconocido por quienes vivían en esa región.
Exodus 18:7 NBLA
7 Salió Moisés a recibir a su suegro, se inclinó y lo besó. Se preguntaron uno a otro cómo estaban, y entraron en la tienda.
Jetro era un líder público tan prominente en su pueblo que la historia de su conversión podía servir de estímulo a los israelitas como ejemplo de la importancia de permitir que la fe en el único Dios verdadero se extendiera a los demás.
Exodus 18:8 NBLA
8 Moisés contó a su suegro todo lo que el Señor había hecho a Faraón y a los egipcios por amor a Israel, todas las dificultades que les habían sobrevenido en el camino y cómo los había librado el Señor.
EL TESTIMONIO DEL PUEBLO DE DIOS SOBRE LO QUE DIOS HACE EN NUESTRAS VIDAS SIEMPRE HA SIDO UN COMPONENTE EFICAZ DE EVANGELISMO.
¿Buscaba Moisés conscientemente convertir a Jetro? Por supuesto. Moisés sabe de primera mano que Yahvé es el Dios supremo. Seguramente Moisés narró a Jetro todo lo que hemos estudiado desde Éxodo 4:27-17:16.
Quiero resaltar algo que hace Moisés “contó… todo lo que el Señor había hecho… por amor a Israel, todas las dificultades… y cómo los había librado el Señor.
Existe una tendencia en el “testimonio” evangélico moderno a enfatizar solo las partes victoriosas y exitosas de la experiencia de uno como creyente. Equilibrio: Dificultades y liberaciones.
No podemos permitir que erróneamente se piense que Dios no permite que su pueblo enfrente peligros y pruebas en el proceso de liberación, de hecho el elemento clave es: “cómo los había librado Dios”. Eso ayuda a establecer el carácter de Dios como salvador que actúa para evitar que su pueblo sea destruido.
Exodus 18:9–11 NBLA
9 Y Jetro se alegró de todo el bien que el Señor había hecho a Israel, al librarlo de la mano de los egipcios. 10 Entonces Jetro dijo: «Bendito sea el Señor que los libró de la mano de los egipcios y de la mano de Faraón, y que libró al pueblo del poder de los egipcios. 11 »Ahora sé que el Señor es más grande que todos los dioses. Ciertamente, esto se probó cuando ellos trataron al pueblo con arrogancia».
Me encantaría dejar la predicación en este punto, pero aún le falta mucho a esta historia.
Jetro se alegró, seguramente él tenía preguntas acerca de este Dios Yahvé que se apareció a su yerno y que prometió liberar a cierto pueblo esclavizado en Egipto.
“Ahora se que el Señor es más grande que todos los dioses” sugiere que estuvo preguntando quién era realmente este Yahvé y sobre todo, que era capaz de hacer.
Es díficil imaginar que Jetro dejará sus creencias teológicas de toda la vida, pero la obra del rescate por parte de Dios de Moisés y de Israel, de la mano de Faraón, era un testimonio muy poderoso.
Como resultado, Yahvé se convirtió para Jetro en ese momento en el Dios supremo “más grande que todos los dioses.
Exodus 18:12 NBLA
12 Y Jetro, suegro de Moisés, tomó un holocausto y sacrificios para Dios, y Aarón vino con todos los ancianos de Israel a comer con el suegro de Moisés delante de Dios.
¿Cómo demostraría alguien que se ha convertido a la fe?
Adoración - según su mejor comprensión.
Comunión - compartir alimento con otros creyentes en la presencia de Dios.
Los israelitas aún no habían recibido el pacto de Yahvé con ellos como pueblo, por lo que ni Jetro ni los israelitas entendían aún todas las formas exactas de obedecer a Yahvé y tenían que demostrar la conversión lo mejor posible.
¿Cómo demuestras con tu conocimiento de Dios tu fe?
Aplicación: ¿Estás compartiendo lo que Dios ha hecho en tu vida con claridad y verdad? No maquilles los procesos. El mundo necesita escuchar que sí hay luchas, pero que Dios sigue siendo fiel en medio de ellas.

Jetro discípula a Moisés

Inmediatamente después de su conversión, Jetro pudo desempeñar un papel útil en Israel al recomendar la estructura básica del sistema judicial, una disposición debidamente jerarquizada que situaba a Moisés en la cúspide de la piramidal. Históricamente esto es importante porque la atribución de la estructura del sistema judicial de Israel al consejo de un madianita difícilmente podía servir al propósito de formación de una nación, lo se puede considerar un indicador de la autenticidad y antigüedad del pasaje.

Carga que desgasta (El agotamiento como señal de un problema)

Exodus 18:13–16 NBLA
13 Al día siguiente Moisés se sentó a juzgar al pueblo. El pueblo estuvo delante de Moisés desde la mañana hasta el atardecer. 14 Cuando el suegro de Moisés vio todo lo que él hacía por el pueblo, dijo: «¿Qué es esto que haces por el pueblo? ¿Por qué juzgas tú solo, y todo el pueblo está delante de ti desde la mañana hasta el atardecer?» 15 Y Moisés respondió a su suegro: «Porque el pueblo viene a mí para consultar a Dios. 16 »Cuando tienen un pleito, vienen a mí, y yo juzgo entre uno y otro, dándoles a conocer los estatutos de Dios y Sus leyes»
El agotamiento de Moisés no solo era un problema de estructura; era un síntoma de un corazón que no estaba descansando en Dios plenamente.
Moisés estaba haciendo “lo correcto” (guiar, enseñar, juzgar), pero de la manera incorrecta: solo, cargando con todo.
Su motivación podía ser buena (servir al pueblo, obedecer a Dios), pero había una falta de confianza en que Dios podía obrar también a través de otros.
Descansar en Dios no solo es tomarse un día libre. Es soltar el control, reconocer nuestros límites, y confiar en que la obra es de Él, no nuestra.
El agotamiento de Moisés estaba afectando tanto a él como al pueblo.
Cuando un líder no sabe descansar en Dios, termina agotando a los que lidera también. Y cuando hablo de liderazgo no me refiero solo a líderes espirituales.
Jesús dijo:
Matthew 11:28 NBLA
28 »Vengan a Mí, todos los que están cansados y cargados, y Yo los haré descansar.
Él es nuestro verdadero descanso, no solo porque nos alivia, sino porque lleva la carga que nosotros no podemos ni debemos cargar.
Aplicación: ¿Qué carga estás llevando que Dios nunca te pidió cargar? ¿Estás funcionando con fuerza propia o descansando en el poder de Dios? El liderazgo piadoso empieza por aprender a decir: ‘No puedo solo, y no tengo que poder solo.
Jetro vio que esto no podía continuar indefinidamente. Su propia experiencia como líder madianita puede haberle hecho juzgar regularmente a los madianitas, y era obvio para él que Moisés había dedicado demasiado tiempo a su función judicial. No había nada malo en que Moisés sirviera como juez; de hecho, era claramente una obligación suya como líder del pueblo. Lo que estaba mal era que actuara como único juez, sin ninguna ayuda.
Aplicación: “Algunos aquí están cansados, no por desobediencia, sino por intentar agradar a Dios desde sus propias fuerzas. No es el trabajo lo que te destruye, es la autosuficiencia.”

Consejo que edifica

Exodus 18:17–23 NBLA
17 El suegro de Moisés le dijo: «No está bien lo que haces. 18 »Con seguridad desfallecerás tú, y también este pueblo que está contigo, porque el trabajo es demasiado pesado para ti. No puedes hacerlo tú solo. 19 »Ahora, escúchame. Yo te aconsejaré, y Dios estará contigo. Sé tú el representante del pueblo delante de Dios, y somete los asuntos a Dios. 20 »Entonces enséñales los estatutos y las leyes, y hazles saber el camino en que deben andar y la obra que han de realizar. 21 »A demás, escogerás de entre todo el pueblo hombres capaces, temerosos de Dios, hombres veraces que aborrezcan las ganancias deshonestas, y los pondrás sobre el pueblo como jefes de mil, de cien, de cincuenta y de diez. 22 »Que sean ellos los que juzguen al pueblo en todo tiempo. Que traigan a ti todo pleito grave, pero que ellos juzguen todo pleito sencillo. Así será más fácil para ti, y ellos llevarán la carga contigo. 23 »Si haces esto y Dios te lo manda, tú podrás resistir y todo este pueblo por su parte irá en paz a su lugar»
Aunque Jetro no es una figura directa del Espíritu Santo, su papel aquí nos recuerda lo que el Espíritu hace en nosotros: abre nuestros ojos al desgaste que no vemos, nos aconseja con sabiduría de lo alto, y nos guía a soltar lo que no debemos cargar para volver a lo más importante: estar con Dios. ¿Cómo lo hace?
Jetro no solo está ayudando a Moisés a liderar mejor, sino a vivir centrado en su llamado principal: su relación con Dios. Consejería biblica debe apuntar a Dios.
El consejo de Jetro es sabio no solo porque mejora la estructura, sino porque libera a Moisés para enfocarse en lo más importante: su relación con Dios y su rol espiritual.
Jetro no esta pidiendo a Moisés que abandone su liderazgo sino que se enfoque en lo que solo él puede hacer.
Delegar no es abandonar es proteger lo esencial.
Como creyentes —y especialmente como líderes— nuestro llamado principal no es hacer cosas para Dios, sino estar con Dios. SOMOS LLAMADOS A INTIMIDAD, NO ACTIVIDAD.
El mayor peligro del ministerio no es el fracaso, es el éxito que te aleja de la intimidad con Dios.
Jetro lo entendió. Por eso le dijo a Moisés: ‘Esto no está bien. Te estás perdiendo de lo principal.
Jesús mismo delego ministerio Lucas 10:1
Luke 10:1 NBLA
1 Después de esto, el Señor designó a otros setenta, y los envió de dos en dos delante de Él, a toda ciudad y lugar adonde Él había de ir.
¿Qué nunca delego Dios? su tiempo de oración. Marcos 1:35
Mark 1:35 NBLA
35 Levantándose muy de mañana, cuando todavía estaba oscuro, Jesús salió y fue a un lugar solitario, y allí oraba.
Si el Hijo de Dios necesitaba estar con el Padre, ¿cuánto más nosotros?
Aplicación: ¿Estás tan ocupado que ya no tienes tiempo de estar con Él? ¿Te estás quedando con el peso del liderazgo cuando Dios te llama primero a Su presencia? Aplicación: “¿Qué espacio le das a personas sabias para hablar a tu vida? ¿Estás dispuesto a recibir corrección, incluso de alguien que apenas empieza a conocer a Dios?”

Obediencia que multiplica

Exodus 18:24–27 NBLA
24 Moisés escuchó a su suegro, e hizo todo lo que él había dicho. 25 Y escogió Moisés hombres capaces de entre todo Israel, y los puso por cabezas del pueblo, como jefes de mil, de cien, de cincuenta y de diez. 26 Ellos juzgaban al pueblo en todo tiempo. El pleito difícil lo traían a Moisés, pero todo pleito sencillo lo juzgaban ellos. 27 Moisés despidió a su suegro, y este se fue a su tierra.
Moisés no se aferra a su rol como único juez o líder absoluto.
Recibe consejo y lo aplica sin orgullo, sin resistencias.
Esto requiere humildad, especialmente viniendo de alguien a quien él había discipulado en la fe (Jetro acaba de convertirse).
El líder maduro no demuestra su grandeza acumulando funciones, sino soltándolas en obediencia a Dios.
¿Cual fue el resultado?
Se establecen líderes capaces, temerosos de Dios.
El pueblo recibe mejor atención.
Moisés puede enfocarse en su verdadera asignación: buscar a Dios y enseñar Su Palabra.
El liderazgo se multiplica, no se centraliza.
Moisés nos recuerda a Cristo, quien aunque era el Señor de todo, no se aferró a su posición, sino que se humilló a sí mismo (Filipenses 2:6-8),
Philippians 2:6–8 NBLA
6 el cual, aunque existía en forma de Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse, 7 sino que se despojó a Sí mismo tomando forma de siervo, haciéndose semejante a los hombres. 8 Y hallándose en forma de hombre, se humilló Él mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
Jesús también formó y delegó a otros, enviándolos con poder y autoridad, pero siempre modelando humildad y obediencia perfecta al Padre.
Aplicación: ¿Te está costando soltar algo? ¿Te aferras a tu rol o a tu lugar, pensando que si tú no lo haces, nadie lo hará igual? La humildad de Moisés nos reta: un líder conforme al corazón de Dios está más interesado en ser obediente que en ser indispensable.”

Aplicación final y conclusión

Este capítulo nos muestra dos verdades que necesitamos hoy más que nunca:
El poder del testimonio para transformar a los que amamos.
La importancia de descansar y delegar para poder vivir cerca de Dios.
Jetro conoció a Dios por lo que oyó… y terminó adorándolo.
Moisés descansó en Dios al soltar lo que no le correspondía cargar.
¿Y tú? ¿Qué te está diciendo Dios hoy?”

Llamado

“Si hoy estás cansado, aferrado a roles, o simplemente lejos de tu relación con Dios por estar haciendo cosas para Él…
Hoy Dios te llama a soltar y descansar.
Si tienes familiares por los que has estado orando, hoy Dios te recuerda que Él puede usarte como testimonio vivo.
Levanta tu corazón en oración. Entrégale tus cargas. Pide por los tuyos. Vuelve a Él. Él es tu descanso, tu fuerza, y el Dios que transforma corazones.”

Bendición y Oración

Iglesia Identidad, que el Señor te bendiga y te guarde, que el Señor haga resplandecer Su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia, que el Señor alce sobre ti Su rostro, y te de paz, en el nombre de Jesús, Amén.
PROPÓSITO DE IDENTIDAD
“Acercar a las personas a Jesús de una manera real y práctica, dándoles las herramientas para alcanzar la madurez en Cristo y ser miembros de Su familia; con el objetivo de prepararlas para servir a la Iglesia y a la comunidad, glorificando así el nombre de Dios.”
AÑO DE LA PLENITUD
Ephesians 3:19 NBLA
19 y de conocer el amor de Cristo que sobrepasa el conocimiento, para que sean llenos hasta la medida de toda la plenitud de Dios.
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