TABERNACULO 2

JUAN 14:5-10

INTRODUCCIÓN:

EN LA CASA DEL PADRE TENEMOS LUGAR SEGURO-

comprender que Dios ha preparado un lugar para nosotros. Nos invita a confiar en Él, especialmente en tiempos de incertidumbre y angustia, recordándonos que nunca estamos solos.

Esta predicación nos enseña que Jesús es el único camino a la cercanía con Dios y que la morada de Dios es un lugar real y espiritual donde encontramos paz y esperanza.

Este pasaje muestra a Cristo como el mediador entre Dios y el hombre, resaltando su papel central en la salvación y la relación que podemos tener con el Padre. En Él, encontramos la revelación plena de Dios y el acceso a su morada eterna.

siempre seremos bienvenido amados.

1. Confía en el Camino

Juan 14:5–6

Podrías considerar que Jesús se presenta como el único camino al Padre, reafirmando que solo mediante Él podemos encontrar la verdad y la vida eterna.

Tal vez debas enfocarte en fortalecer tu relación personal con Jesús, entendiendo que Él es el vínculo crucial hacia la paz y la comunión con el Padre.

2. Conoce al Padre

Juan 14:7

Quizás debas abrir tu corazón más plenamente a la realidad de que conocer a Jesús significa vivir en una relación auténtica y transformadora con el Creador.

3. Cree que estas en su Presencia

Juan 14:8–9

Quizás encuentres que la demanda de Felipe muestra la duda humana y el deseo de una manifestación física de Dios.

A través de la respuesta de Jesús, podrías entender que su presencia encarna y refleja perfectamente al Padre.

Este punto del sermón puede recordarnos que no necesitamos buscar más allá de Cristo para ver a Dios; su vida y sacrificio lo hacen evidente y accesible.

QUE MAS PUEDE HACER EL PADRE, ESTAR CONTIGO.

Tal vez te sienta como, Felipe, anheles pruebas físicas de lo divino, olvidando que a través de Jesús ya tienes una revelación completa de Dios.

Podrías recordar que la presencia de Cristo en tu vida es la manifestación viviente del carácter del Padre.

Esta certeza debería inspirarte a confiar en lo que ya has visto en Jesús, en lugar de buscar señales externas, fortaleciendo tu fe al contemplar a Cristo como la imagen visible del Padre invisible llamado a crecer en fe reconociendo a Cristo en cada ámbito de tu vida.

4. Conviértete en un Reflejo de Cristo

Juan 14:10

Podrías reflexionar sobre cómo Jesús explica que sus palabras y obras son las obras del Padre a través de Él.

Esto sugiere que debemos confiar en su soberanía y autoridad mientras nos enfrentamos a nuestras luchas diarias.

Tal vez debas considerar cómo te está llamando a ser un reflejo de Cristo en tu comunidad, permitiendo que las acciones que Él inicie a través de ti demuestren su amor y poder al mundo.

CONCLUSIÓN:

Imagina un padre que espera a su hijo después de un largo día de trabajo. Al llegar, el hijo corre hacia él y lo abraza con fuerza. En ese instante, el padre siente una mezcla de alegría y paz.

Estar en la presencia de Dios es similar: es experimentar esa calidez y amor que nos envuelve. Dios está siempre esperando que nos acerquemos y nos entreguemos a su abrazo amoroso.

Recuerdo un tiempo en el que me sentía solo en medio de la multitud. No había nadie que entendiera mi dolor.

Pero cuando me arrodillé y oré, sentí la presencia de Dios llenando mi alma.

Es en esos momentos de soledad, que Dios se acerca a nosotros, y transforma nuestra tristeza en gozo.

EN LA CASA DEL PADRE EN LA MESA DEL PADRE HAY UN LUGAR PARA MI.

Nueva Traducción Viviente Salmo 23

5 Me preparas un banquete

en presencia de mis enemigos.

Me honras ungiendo mi cabeza con aceite.

Mi copa se desborda de bendiciones.

6 Ciertamente tu bondad y tu amor inagotable