JESÚS NUESTRO EJEMPLO DE COMPROMISO.
Sermon • Submitted • Presented
0 ratings
· 8 viewsNotes
Transcript
INTRODUCCIÓN:
INTRODUCCIÓN:
¡Sin compromiso no hay victoria!, es el lema de este trimestre, pensado y considerando la victoria de nuestro Señor Jesucristo en la cruz.
Jesucristo viene a ser el ejemplo a seguir en todo nuestro caminar en la vida cristiana.
Necesitamos examinar el ejemplo de Jesús para poder comprometernos con Dios y así de esta manera tener también una vida cristiana victoriosa.
¡Ser cada vez más semejante a Cristo debe ser nuestro deseo!
Ahora también es el deseo de Dios al salvarnos, la Biblia dice que Dios "predestinó [los creyentes] para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo" (Romanos 8:29).
29 Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.
Hacernos semejantes a Cristo es la obra de Dios, y lo verá cumplirse hasta el final (Filipenses 1:6).
6 estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo;
Sin embargo, el hecho de que Dios nos transforme en semejanza a Cristo no significa que podamos sentarnos y ser llevados al cielo "en camas florecientes de facilidad".
El proceso exige nuestra cooperación voluntaria con el Espíritu Santo.
¡Llegar a ser más como Cristo requiere tanto el poder divino como el cumplimiento de las responsabilidades humanas!
Hay TRES COMPONENTES que contribuyen a que los cristianos podamos ser más como Cristo, debemos meditar en ellos y aplicarlos a nuestra vida.
El primer componente es:
I. SER CADA VEZ MÁS SEMEJANTE A CRISTO ES EL RESULTADO DE LA ENTREGA A DIOS. Romanos 12:1-2
I. SER CADA VEZ MÁS SEMEJANTE A CRISTO ES EL RESULTADO DE LA ENTREGA A DIOS. Romanos 12:1-2
Pablo dice a los romanos Romanos 12:1-2
1 Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. 2 No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
Pablo está diciendo que nuestro culto racional implica una auto dedicación total a Dios.
Ofrecemos nuestros cuerpos como "sacrificios vivos", y nuestras mentes son renovadas y transformadas.
Cuando Jesús dijo: "Sígueme", Leví dejó inmediatamente sus mesas de dinero (Marcos 2:14);
14 Y al pasar, vio a Leví hijo de Alfeo, sentado al banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme. Y levantándose, le siguió.
Así todos un día rendimos voluntariamente todo lo que tenemos a fin de seguir al Señor.
Como dijo Juan el Bautista, (Juan 3:30)
30 Es necesario que él crezca, pero que yo mengüe.
Entonces lo que hacemos es enfocamos más y más sobre Jesús y Su gloria, perdiéndonos en Su voluntad.
Dejamos aun lado lo que nos llama y atrae de este mundo, dejamos a un lado nuestros pensamientos, nuestro pecado personal, nos enfocamos en Dios, en lo que Dios quiere para nosotros, en lo que tiene preparado para nosotros.
¡Nos conformamos a su voluntad!
El segundo componente es :
II. SER CADA VEZ MÁS SEMEJANTES A CRISTO ES EL RESULTADO DE LA LIBERTAD DEL PECADO.
II. SER CADA VEZ MÁS SEMEJANTES A CRISTO ES EL RESULTADO DE LA LIBERTAD DEL PECADO.
La Biblia declara que Jesús cuando estuvo en este mundo, vivió una vida sin pecado. Son varios los versículos que lo afirman:
1 Pedro 2:22, 2 Corintios 5.21, Hebreos 4: 15
15 Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.
22 el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca;
21 Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.
Entonces, sabiendo que Jesús vivió una vida sin pecado, debemos consideramos "Muertos al pecado y vivos para Dios" (Romanos 6:11)
11 Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro.
Estamos llamados a vivir una vida de pureza y así seremos, más como Jesús.
Al ofrecernos a Dios, el pecado ya no es nuestro maestro, y nosotros estamos más claramente identificados con Cristo (Romanos 6:1- 2
1 ¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? 2 En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?
Jesús nos invita a seguirlo, y es nuetro ejemplo en:
Obediencia (Juan 15:10).
10 Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.
2. Amor sacrificial (Juan 15:12-13) .
12 Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado. 13 Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos.
3. Sufrimiento paciente (1 Pedro 2:19-23).
19 Porque esto merece aprobación, si alguno a causa de la conciencia delante de Dios, sufre molestias padeciendo injustamente. 20 Pues ¿qué gloria es, si pecando sois abofeteados, y lo soportáis? Mas si haciendo lo bueno sufrís, y lo soportáis, esto ciertamente es aprobado delante de Dios. 21 Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas; 22 el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca; 23 quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente;
Sin embargo, También tenemos el ejemplo de los apóstoles, quienes modelaron a Cristo. (1 Corintios 11:1).
1 Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo.
Cuando se trata de restringir el pecado en nuestras vidas, tenemos la ayuda divina:
Alabar al Señor por la Palabra de Dios (Salmo 119:11),
11 En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti.
2. La intercesión de Cristo (Romanos 8:34; Hebreos 7:25).
34 ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.
25 por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos.
3. Y el poder del Espíritu quien mora en nosotros (Romanos 8:4; Gálatas 5:16).
4 para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
16 Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.
El tercer componente es:
III. SER CADA VEZ MÁS SEMEJANTES A CRISTO ES EL RESULTADO DEL CRECIMIENTO CRISTIANO.
III. SER CADA VEZ MÁS SEMEJANTES A CRISTO ES EL RESULTADO DEL CRECIMIENTO CRISTIANO.
Cuando primero somos salvos, somos inmaduros en la sabiduría y el conocimiento, e inexpertos en la gracia y el amor.
Pero luego crecemos. En cada una de estas cosas, nuestra responsabilidad es llegar a ser más fuertes y más como Cristo.
Pedro dice:
18 Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén.
Pablo dice a los Tesalonicenses (1 Tesalonicenses 3:12).
12 Y el Señor os haga crecer y abundar en amor unos para con otros y para con todos, como también lo hacemos nosotros para con vosotros,
Ahora mismo, Dios trabaja en nosotros: (2 Corintios 3:18).
18 Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.
Un día, sin embargo, el proceso será completo: (1 Juan 3:2).
2 Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es.
La promesa de ser plenamente semejantes a Cristo en el futuro es en sí misma una motivación para llegar a ser más como Cristo ahora: (1 Juan 3:3).
3 Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro.
CONCLUSIÓN:
CONCLUSIÓN:
¡Cristo es nuestro ejemplo de compromiso!
Por eso nuestro enfoque debe estar en ser semejantes a Él, en pparecernos más cada día a Cristo.
Todo comenzó con nuestra conversión, cuando vinimos a Cristo, fuimos perdonados, restaurados y le recibimos, su sangre nos redimió, fuimos hecho salvos, fuimos hechos hijos de Dios, nos selló con su Espíritu,
No debería haber ningún impedimento en nosotros para ser más como Cristo cada día.
Por eso debemos ser semejantes a Él en:
Entregarnos a Dios.
Ser libres del pecado.
Crecimiento.
Evaluemos nuestra vida, todo comienza en tomar la decisión, si no hemos recibido a Cristo aún,
Y si ya lo hicimos, comienza con nuestro compromiso.
Meditemos, ¿Qué vamos hacer?, ¿Queremos ser semejantes a Cristo?
Oremos.