Dios el Espiritu Santo: Su advenimiento
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El Espíritu Santo en el Antiguo Testamento
El Espíritu Santo en el Antiguo Testamento
En el Antiguo Testamento, vemos que el Espíritu Santo estaba presente, pero no moraba en el mundo. Actuaba en diversas ocasiones, pero no habitaba ni en el mundo ni en el hombre, excepto en algunos individuos especiales que Dios Padre elegía para propósitos específicos.
Job 33:4 “El espíritu de Dios me hizo, Y el soplo del Omnipotente me dio vida.” - Este versículo muestra que el Padre y el Espíritu son personas distintas, y destaca la participación del Espíritu en la creación.
Salmo 139:7 “¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia?” - Aquí se evidencia la omnipresencia del Espíritu Santo.
Zacarías 4:6 “Entonces respondió y me habló diciendo: Esta es palabra de Jehová a Zorobabel, que dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos.” - Este pasaje resalta que el Espíritu Santo es el poder de Dios para el hombre.
El Espíritu Santo en el tiempo de Jesús
El Espíritu Santo en el tiempo de Jesús
El Espíritu Santo tuvo un papel crucial en la vida y ministerio de Jesús:
Fue el Espíritu Santo quien permitió que la virgen María concibiera y puso a la segunda persona de la Trinidad en su vientre.
Mateo 1:18 “El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo.”
Jesús realizó todas sus obras bajo la dirección del Espíritu Santo, no por su propia voluntad.
Mateo 4:1 “Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo.”
Juan 5:30–32 “No puedo yo hacer nada por mí mismo; según oigo, así juzgo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del Padre. Si yo doy testimonio acerca de mí mismo, mi testimonio no es verdadero. Otro es el que da testimonio acerca de mí, y sé que el testimonio que da de mí es verdadero.” - En este último pasaje, el “otro” al que Jesús se refiere es el Espíritu Santo.
Jesús prometió que el Espíritu Santo vendría sobre los creyentes:
Juan 14:16–17 “Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.” - Aquí se muestra que el Espíritu procede del Padre.
Juan 16:7 “Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré.” - Este versículo indica que el Espíritu también procede del Hijo.
El Espíritu Santo en la Iglesia
El Espíritu Santo en la Iglesia
En la actualidad, el Espíritu Santo realiza cuatro funciones principales en la vida del creyente:
Regenera al creyente: Juan 3:3–7 “Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo.”
Mora en el creyente: 1 Corintios 6:19–20 “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.”
Sella al creyente: Efesios 4:30 “Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.”
Bautiza al creyente: 1 Corintios 12:13 “Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.”