Domingo de resurrecion 2025

Problema

Jesús ha resucitado y un grupo de mujeres ha recibido la noticia de que ya no está mas en la tumba, estas mujeres llevaron el mensaje a los discipulos pero ellos no creen. Asi mismo, Jesús se presenta frente a 2 discipulos que van de camino a Emaus. Las mujeres fueron invitadas a “recordar” lo que Jesús les decía cuando estaba con ellos mientras que los discipulos de Emaus recordaron después de haberle visto partir el pan. El mismo relato de Emaus nos dice que los discipulos de Jerusalen daban testimonio de que el Señor se le había presentado a Pedro. Mientras estas 3 historias se están llevando a cabo una vez mas el Señor se aparece a ellos. Nuestras Biblias le añaden el saludo “Paz a ustedes”. Entendemos que una parte de los discipulos se haya austado pero no entendemos que sean todos los que se asustan ¿Por qué se asustaría Pedro, los de Emaus y las mujeres? En este relato vemos que existe una diferencia amplia entre conocer algo con nuestra mente y aceptarlo directamente en nuestra corazón.

Esta introducción me recuerda un poco nuestras reuniones de culto, hablamos de lo maravilloso que es Dios, de que Jesús tiene poder, nos sentimos conmovidos el viernes santo, lloramos talvez ante el sufrimiento de Cristo, pero la realidad es que el sacrificio y la victoria de Jesús poco o nada impactan en nuestras vidas. Terminará esta semana y quizá mucho de nosotros volvamos a nuestra vida de: miedo y angustia. Me temo que la vida del Señor no sea mas que un espiritu o un fantasma para nosotros, o simplemente una buena enseñanza que vale la pena vivir. Aunque el Señor les ha saludado de una manera común, ellos exageran sus reacciones con un total desconocimiento de quien está frente de ellos, como si no creyeran todavía que el poder de Jesús es suficiente para vencer a la muerte y presentarse delante de ellos.

Análisis

Aunque Lucas nos dice que ellos están “aterrados” el Señor nota que están con dudas en el corazón. Esto lo sabemos porque el texto griego pregunta “porque entra dudas en su corazón”. El producto de la duda entonces es el terror y el miedo frente a la vida del Señor. Estos discípulos son hijos de su tiempo, en su época al igual que hoy se creía en la posibilidad de espíritus y resulta curioso que aunque han visto al Señor en persona (algunos) todavía no pueden asimilar que el Señor esté frente de ellos. Para esto va a ser necesario que el Maestro de pruebas de su resurrección. Primero les pide que lo vean, en segundo lugar muestra las manos y los pies con la invitación toquen y Él mismo da la conclusión “Un espíritu no tiene carne ni hueso”. Ahora, ellos han cambiado su ánimo, ya no están aterrados sino mas bien asombrados y contentos pero aún continúan sin creer. Finalmente el Señor se dispone a dar la prueba definitiva, pide algo para comer y ellos le dan un pescado que Él mismo se comerá ahi frente de ellos. Decimos que es la prueba definitiva proque en las tradiciones judías los angeles o espíritus no comían mientras que el Señor si lo hace. Aunque ya se había presentado en la mesa con los discípulos de Emaus, en esa ocasión no había comido sin embargo ahora disipa las dudas.

La resurrección de Jesús es el punto medular del cristianismo, si esta no existiera de nada serviría que fueramos cristianos o que predicaramos el evangelio. El apostol Pablo lo dice asi, seriamos los mas dignos de conmiseración. Sin embargo, muchos cristianos vivimos como si Cristo no hubiese resucitado, como si su victoria frente a la muerte solo se hubiera quedado en los libros o como si es algo que ocurrió una vez de a manera sorprendente y nunca mas volverá a pasar.

Resolución

Jesús tiene que dejar constancia de que en verdad ha resucitado. No se trata de una aparición o de un imitador de quien fuera en su vida terrenal. Para los primeros cristianos esto tenía suma importancia puesto que los griegos pensaban que los espiritus eran mejores que los cuerpos terrenales. Por eso, algo tan sencillo como comer le da a los discipulos la certeza de que su Maestro ha vuelto a la vida. Convencidos ahora, Jesús procede a enseñarles nuevamente. Jesús tiene que abrirles el entendimiento para que comprendan las Escrituras. Si en una primer instancia la duda, el temor y el miedo se han apoderado de los discipulos, ahora Jesús vuelto a la vida tiene que disipar esas dudas pero ahora abrir el entendimiento. Lo que viene después es la confirmación del Señor de que las Escrituras tenían razón con respecto a su ministerio. Él tiene que mencionar que lo que ha dicho el antiguo testamento acerca de Él se cumplió tal y como estaba escrito. Lo que podría resultar novedoso para la audicencia original es que en el nombre del Mesías se fuese a predicar el evangelio.

La duda y el miedo pueden tener paralizadas nuestras vidas el día de hoy, es probable que tengamos muchos años en la iglesia pero aún no estemos seguros de este milagro transformador: Cristo venciendo a quien es el aguijón del pecado, la muerte. Cuando el Señor exclama “consumado es” en realidad está marcando el inicio de una nueva realidad. Ya no más la muerte tiene poder sobre nosotros, ya no mas viviremos como esclavos del pecado, sino que ahora tenemos la oportunidad de estar eternamente con aquel que nos llamó de las tinieblas a su luz admirable. Verle fisicamente y oir sus enseñanzas debió haber sido una experiencia única para sus seguidores. Jesús ahora los constituye en sus martires, sus testigos. En efecto han sido testigos de su padecimiento, ahora lo son de su resurrección y en un futuro lo serán de la expansión del evangelio.

Consecuencias

Asi como es necesario que Cristo abriera el entendimiento para asimilar el sufrimiento y la resurrección del Mesías asi también será necesario que un “poder” revista al pueblo de Dios para predicar arrepentimiento y perdón de pecados. Jesús dice que el Espiritu Santo es una promesa del Padre y en Hechos lo veremos actuando con gran poder y transformando la vida de estos hombres y mujeres. El mismo libro de Hechos nos muestra nuevamente a los discipulos llenos de miedo, encerrados en el aposento alto y no es hasta que el Espiritu santo llega a ellos que son capaces de salir y predicar el evangelio con tanta valentía como nunca antes se habia visto en ellos.

Jesús parte al cielo, antes de irse levanta las manos y los bendice tal y como hacian los sacerdotes al dar la bendición sacerdotal. Esta asención al cielo no es un “pago” por haberse comportado de manera heroica, mas bien es la exaltación del Rey - Dios -Hombre. Asi como Moisés le entregó el mando a Josué, asi como Elías lo hizo con Eliseo, asi está comunidad de discipulos recibe el mando por parte de Jesús, su Rey exaltado. Ahora el temor y la duda tienen que vivir fuera del corazón porque por medio de su Espiritu Santo ha venido a darnos “poder” para poder predicar del arrepentimiento y del perdón de los pecados pero también del sufrimiento y de la vida eterna a su lado.