“Perseverar en Cristo: Firmes Hasta el Fin”
Mantenerme en Cristo • Sermon • Submitted • Presented
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13 Pero el que persevere hasta el fin, ese será salvo.
Objetivo del tema:
Objetivo del tema:
Motivar y equipar a los hombres a mantenerse firmes en su fe y compromiso con Cristo, a pesar de las luchas, tentaciones y desafíos de la vida cotidiana. Reconocer que la perseverancia no es en nuestras fuerzas, sino en la gracia y el poder de Cristo en nosotros.
Estructura del tema:
Estructura del tema:
1. Introducción: ¿Qué significa perseverar en Cristo?
1. Introducción: ¿Qué significa perseverar en Cristo?
Definición bíblica de perseverancia.
Diferencia entre un momento de fe y una vida de fe.
Ilustración: el soldado que no abandona su puesto.
23 Mantengamos firme la profesión de nuestra esperanza sin vacilar, porque fiel es el que prometió;
2. Obstáculos para perseverar:
2. Obstáculos para perseverar:
Las distracciones del mundo.
La lucha interna con el pecado.
El desánimo y la duda.
La soledad espiritual.
9 Y no nos cansemos de hacer el bien, pues a su tiempo, si no nos cansamos, segaremos.
3. Claves para perseverar en Cristo:
3. Claves para perseverar en Cristo:
A. Permanecer en Su Palabra
31 Entonces Jesús decía a los judíos que habían creído en Él: Si vosotros permanecéis en mi palabra, verdaderamente sois mis discípulos;
B. Orar sin cesar y depender del Espíritu Santo
17 orad sin cesar;
C. Buscar la comunión con otros creyentes (varones de fe)
25 no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos unos a otros, y mucho más al ver que el día se acerca.
D. Recordar nuestra identidad en Cristo
37 Pero en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
E. Poner la mirada en el galardón eterno
14 prosigo hacia la meta para obtener el premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.
4. Cristo, nuestro ejemplo de perseverancia:
4. Cristo, nuestro ejemplo de perseverancia:
Él perseveró en la cruz.
Él no retrocedió ante la traición, el rechazo ni el dolor.
Él terminó la carrera.
1 Por tanto, puesto que tenemos en derredor nuestro tan gran nube de testigos, despojémonos también de todo peso y del pecado que tan fácilmente nos envuelve, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante,
2 puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, quien por el gozo puesto delante de Él soportó la cruz, menospreciando la vergüenza, y se ha sentado a la diestra del trono de Dios.
3 Considerad, pues, a aquel que soportó tal hostilidad de los pecadores contra sí mismo, para que no os canséis ni os desaniméis en vuestro corazón.
5. Aplicación práctica para los varones:
5. Aplicación práctica para los varones:
Desafío 1: Examina tu vida. ¿Dónde necesitas perseverar más?
Desafío 2: Comprométete con una disciplina espiritual constante.
Desafío 3: Sé un ejemplo de firmeza para tu familia, tus hijos y tu iglesia.
Desafío 4: Busca un compañero de rendición de cuentas.
13 Pero el que persevere hasta el fin, ese será salvo.
1 Por tanto, puesto que tenemos en derredor nuestro tan gran nube de testigos, despojémonos también de todo peso y del pecado que tan fácilmente nos envuelve, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante,
2 puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, quien por el gozo puesto delante de Él soportó la cruz, menospreciando la vergüenza, y se ha sentado a la diestra del trono de Dios.
9 Y no nos cansemos de hacer el bien, pues a su tiempo, si no nos cansamos, segaremos.
14 prosigo hacia la meta para obtener el premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.
3 Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia;
4 y la paciencia, carácter probado; y el carácter probado, esperanza;
12 Bienaventurado el hombre que persevera bajo la prueba, porque una vez que ha sido aprobado, recibirá la corona de la vida que el Señor ha prometido a los que le aman.
7 He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, he guardado la fe.
5 Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ese da mucho fruto, porque separados de mí nada podéis hacer.