Sanando Nuestra Historia 1

El Eco de Sus Palabras

Como he dicho en las semanas pasadas, el cristianismo está cimentado en eventos históricos, así que las siguientes semanas hablaremos sobre Sanar Nuestra Historia. Estudiaremos los antecedentes de nuestra historia. Si creciste en la iglesia católica, protestante o como ateo, esto es historia que llenará los huecos de información que puedas tener. El propósito es que al pensar en la iglesia o al definir lo que es iglesia sea de una manera informada. Veremos ¿por qué empieza este movimiento? y si debe seguir siendo un movimiento.

¿En qué piensas cuando oyes la palabra: Iglesia? Lo que sea que piensas, seguramente es diferente a lo que significó para las personas del primer siglo. En ese tiempo la iglesia era un movimiento no un lugar o una institución. Al decir iglesia las personas no pensaban en sillas, música, biblias.

Empezó como un movimiento a partir de un evento en la historia: La Resurrección de Jesús. Eso hizo que las personas creyeran que Jesús es quién dijo que era y por el testimonio de quienes vieron SU Resurrección es que la iglesia empezó como un movimiento.

Cuando lees la palabra iglesia en los documentos históricos que ahora son parte del NT, es la traducción de la palabra “Ekklesía” (ἐκκλησία). Literalmente quiere decir: asamblea, reunión, congregación.

En las lenguas romances, esa palabra derivó del griego, pero en las lenguas germánicas, la palabra iglesia deriva del griego bizantino (kyrikē). Su significado es: “Referente al Señor”, se deriva de la palabra Kyrios, que es “Señor”.

Cuando Jesús empieza la iglesia, se trata de una reunión de personas unidas por una sola idea, una misión; pero a lo largo de la historia suceden cambios. La idea cambió y en lugar de ser un movimiento, paso a ser un espacio físico. Pasó de ser un mensaje que mueve a un edificio o institución con jerarquías. La idea de un solo mensaje ¡La Resurrección! fue cambiada. Y la idea de una reunión, un movimiento, una asamblea se cambió por la de templo, edificio y lo que empezó como un movimiento se volvió algo estático.

Por eso la idea actual con la que relacionamos la palabra Iglesia, es con la de templo y lo usamos como sinónimo. Eso cambió la teología, porque si la iglesia es lo mismo que el templo, entonces, quién controla el templo controla la iglesia. Y así controlaron la Biblia y a las personas. En algunos países o lugares de Europa pasó que quien controlaba el templo, la Biblia y las personas, controlaba al gobierno o reinos.

Y lo que empezó como un movimiento de testigos de la resurrección, en algunos lugares se convirtió en algo jerárquico. En algunos casos separado de Dios, pagano, muchas veces inmoral, otras destructoras, sin ética, que para nada reflejaba lo que sucedió en el primer siglo, y se convirtió en una fuente de poder y de control.

En ese cambio de congregación a templo pasaron cosas terribles y muchos se alejaron de la asamblea y algo similar sigue pasando.

En el siglo XVI un lingüista Inglés William Tyndale creyó que todas las personas debían tener acceso a la Biblia. En ese tiempo la regla era que las personas iban a la iglesia a escuchar al sacerdote y no lograban entender, ya sea porque era un lenguaje muy elaborado o era en latín. La Biblia no era accesible a las personas. Si controlabas la Biblia, controlabas la “verdad”, la iglesia y a las personas. Tyndale dijo: “esto no puede seguir así. El pueblo debe tener acceso a la Biblia para leerla”. Empieza a traducir del hebreo y Griego al inglés. Los líderes religiosos se enojaron por esto y lo persiguen. Abandona su país y se refugia en Alemania donde logra terminar la traducción, la imprime y la lleva de contrabando a Inglaterra. Actualmente sólo quedan 2 copias de la Biblia que él tradujo y fue la base para la traducción Reina Valera.

Los líderes religiosos hicieron de todo para quemar, incautar las Biblias que llegaban, pero ya era tarde. Ahora la gente común podía leer la Biblia en su propio idioma.

Tyndale es traicionado por un amigo, que le dice que ha pasado el peligro y regresa a Inglaterra, pero lo atrapan y lo llevan a juicio y es juzgado como hereje por traducir la Biblia. Muere en la horca y después queman su cuerpo. Pero la Biblia ya estaba por todos lados y la iglesia como institución empezó a perder su poder.

Cuando Tyndale era enjuiciado dijo algo así: “Desafío al Papa y todas sus leyes. Si Dios me hace merced de seguir vivo, de aquí a no muchos años lograré que el muchacho que guía el arado sepa más de la Escritura que vos.” Acusó a los líderes de manipular la Escritura y a los líderes de querer tener poder político.

Cuando Tyndale encontró la palabra que habían traducido como iglesia, él lo hizo de manera diferente, usó la palabra: congregación. Con la intención de volver al propósito original del primer siglo, algo centrado en la misión y no la ubicación. Un movimiento con un solo mensaje, un evento histórico: La Resurrección de Jesús, porque ¡De eso se trata!

En el evangelio de Mateo, el Señor Jesús pregunta a sus discípulos:

“Cuando Jesús llegó a la región de Cesarea de Filipo, les preguntó a sus discípulos: —¿Quién dice la gente que es el Hijo del Hombre?” (Mateo 16:13, NTV)

“—Unos dicen que es Juan el Bautista, otros que Elías, y otros que Jeremías o uno de los profetas.” (Mateo 16:14, NVI)

Pedro le dice:

“—Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente—afirmó Simón Pedro.” (Mateo 16:16, NVI)

Y Jesús le dice:

“Jesús respondió: —Bendito eres, Simón hijo de Juan, porque mi Padre que está en el cielo te lo ha revelado. No lo aprendiste de ningún ser humano.” (Mateo 16:17, NTV)

“Ahora te digo que tú eres Pedro (que quiere decir “roca”), y sobre esta roca edificaré mi iglesia (ἐκκλησία), y el poder de la muerte no la conquistará.” (Mateo 16:18, NTV)

Edificaré mi movimiento, congregación ¡no un edificio, no una institución! No un lugar sino un ¡movimiento! Una asamblea un grupo de personas que creen la Resurrección de Jesús y las puertas de la muerte no prevalecerán.

Hay quienes encuentran en estas palabras de Jesús el argumento para decir que la designación personal fue a Pedro, se trata de Pedro. Pero más adelante, cuando Jesús les dice que será llevado a la cruz, Pedro lo llama aparte y le dice:

“Entonces Pedro lo llevó aparte y comenzó a reprenderlo por decir semejantes cosas. —¡Dios nos libre, Señor! —dijo—. Eso jamás te sucederá a ti. Jesús se dirigió a Pedro y le dijo: —¡Aléjate de mí, Satanás! Representas una trampa peligrosa para mí. Ves las cosas solamente desde el punto de vista humano, no desde el punto de vista de Dios.” (Mateo 16:22–23, NTV)

Esto se lo dice directamente a Pedro. Entonces, si es lo primero, también es lo segundo. Por lo que a lo que Jesús se refiere es algo más. Lo que dice es esto: No importa cuánta gente muera, este movimiento ¡seguirá por siempre y para siempre! porque la iglesia nace como un movimiento de personas con un solo mensaje y una sola idea.

Después de esto Jesús es crucificado y resucita, pasa 40 días con sus seguidores. Después los lleva a una colina y les da instrucciones finales, lo que llamamos ¡La Gran Comisión!

En el libro de los Hechos, escritos por el doctor Lucas, Jesús predice el comienzo de la Iglesia.

Jesús está con sus amigos, algunos le preguntan ¿Jesús, vas a restaurar el reino de Israel? Porque ellos no pensaban en una asamblea, sino en un reino terrenal. Jesús les dijo: Ustedes no saben los tiempos que mi Padre ha establecido, pero recibirán Poder cuando venga sobre ustedes el Espíritu Santo.

“pero recibirán poder cuando el Espíritu Santo descienda sobre ustedes; y serán mis testigos, y le hablarán a la gente acerca de mí en todas partes: en Jerusalén, por toda Judea, en Samaria y hasta los lugares más lejanos de la tierra.” (Hechos de los Apóstoles 1:8, NTV)

Yo creo que ¡no entendieron esas palabras! pero, quizá al oír la palabra “poder”, dijeron: No tengo idea de qué está hablando, pero si nos va a dar poder ¡esto se está poniendo bueno! Por fin tendremos poder ¿qué haremos con ese poder?

Pues por ese poder serán mis testigos, o sea, alguien que da fe, que testifica de algo que vio, alguien que relata con exactitud un evento que vivió o experimentó. Ustedes serán mis testigos en Jerusalén. Quizá meditan en esto pensando ¿cómo será esto posible? ¿qué habrán pensado?

Imagina que eres tú. Estás parado con un hombre que Roma crucificó, es alguien a quien los líderes religiosos odian. Ellos son unas 100 personas y Jesús les dice: dirán mi mensaje y lo que ustedes vieron en Jerusalén. Quizá pensaron: muy bien, lo llevamos a Jerusalén, a Judea, está lejos, pero es posible. Lo llevaremos a Samaria, ese lugar no nos gusta mucho, pero ok, lo haremos, pero eso de hasta lo último de la tierra, como que no tiene sentido. Jesús ¿tienes idea de lo grande que es este mundo? Jesús podría decir: Son ustedes los que no tienen idea de lo grande que es este mundo.

Este movimiento llegará a todo el mundo y ¡eso es exactamente lo que ha sucedido! Esta profecía la estamos viendo.

Después Jesús se va con el Padre y este grupo regresa a Jerusalén, oran juntos. Dos semanas después pasa algo asombroso. Era la fiesta de la cosecha, de las 7 semanas, el Shavuot o fiesta del Pentecostés, de los 50 días después de la Pascua. Era una fiesta en que los varones judíos, los conversos al judaísmo de otras regiones tenían que ir a Jerusalén. La Biblia dice que, al estar reunidos los discípulos, María y otros más, el Espíritu Santo se derrama sobre ellos de manera poderosa ¡tal como Jesús lo había dicho!

Fue una manifestación a tal grado que los seguidores de Jesús pudieron hablar en otros idiomas, los idiomas que hablaba la gente que estaba reunida en esa fiesta y venían de varias partes.

Estos hombres salen a las calles de la ciudad y hablan con toda la gente -en su propio idioma-, cuando la gente ve a estos hombres de la región de galilea, que era iletrados ¡se espantan! Lucas, quién investigó todo, dijo: esos hombres se preguntaban ¿cómo puedes hablar mi idioma materno, si tú eres de galilea? Después otro y otro decía lo mismo. ¿Qué están diciendo? Dicen que Jesús es el Mesías, que fue crucificado, se levantó de la muerte y ahora hay todo un movimiento que lo sigue aquí en Jerusalén.

Lo asombroso no es que fue un sólo idioma, no fue para una sola raza o gente, esto es multinacional, multi étnico, multi cultural ¡tal como Jesús lo predijo!

La gente se reúne, algunos pensaron que estaban borrachos, porque no entendían. Después se dan cuenta de que no están borrachos, lo que pasa es que hablan en otro idioma.

En ese momento Pedro da el primer sermón. Y, ¡así empieza la iglesia! Tal como Jesús lo dijo: habría una asamblea, una congregación, una Iglesia.

Con esta primera predicación queda formalmente inaugurada el movimiento de la Iglesia. El movimiento de Jesús. La Cultura de Jesús. Pedro dice: esto que está pasando fue profetizado: “No se sorprendan, Dios predijo que un día el mensaje dado a los judíos, sería un mensaje para todo el mundo”.

“»Pueblo de Israel, ¡escucha! Dios públicamente aprobó a Jesús de Nazaret al hacer milagros poderosos, maravillas y señales por medio de él, como ustedes bien saben (muchos de esas personas han vivido ahí por años); pero Dios sabía lo que iba a suceder y su plan predeterminado se llevó a cabo cuando Jesús fue traicionado. Con la ayuda de gentiles sin ley, ustedes lo clavaron en la cruz y lo mataron;” (Hechos de los Apóstoles 2:22–23, NTV)

Esto a lo que Pedro se refiere sucedió ¡hace 2 meses! La gente que escucha esto piensa: Es cierto, yo estuve ahí; otro dice: esa madrugada me despertó todo el alboroto; otro dice: un amigo mío fue sanado por Jesús. Esto es algo reciente.

“pero Dios lo liberó de los terrores de la muerte y lo volvió a la vida, pues la muerte no pudo retenerlo bajo su dominio.” (Hechos de los Apóstoles 2:24, NTV)

Pedro predica el evangelio: Jesús vino, dio muestras de ser Hijo de Dios, fue crucificado, pero resucitó de la muerte y todos somos testigos de esto, no estamos dando un testimonio de lo que Jesús dijo o enseñó.

Esto es importante de entender como cristianos. Estos creyentes del primer siglo no creen porque Jesús enseñó algo bonito, no dan testimonio sólo de lo que Jesús hizo. El cristianismo no es aceptar una enseñanza o filosofía, sino aceptar un evento en la historia.

Ellos dicen: somos testigos que fue crucificado ¡muchos de ustedes lo vieron! Somos testigos que volvió a vivir y esto no fue hace años atrás, sino hace sólo 2 meses.

“Ahora él ha sido exaltado al lugar de más alto honor en el cielo, a la derecha de Dios. Y el Padre, según lo había prometido, le dio el Espíritu Santo para que lo derramara sobre nosotros, tal como ustedes lo ven y lo oyen hoy.” (Hechos de los Apóstoles 2:33, NTV)

“»Por lo tanto, que todos en Israel sepan sin lugar a dudas, que a este Jesús, a quien ustedes crucificaron, ¡Dios lo ha hecho tanto Señor como Mesías!».” (Hechos de los Apóstoles 2:36, NTV)

Esto es personal. Jesús, a quién ustedes crucificaron y los apunta con el dedo. ¡Ustedes crucificaron a Jesús! Muchos de ustedes estuvieron ahí ese día. Dios lo ha hecho Señor y Mesías. Todos quedan callados, quizá después de unos segundos, alguien dice:

“Las palabras de Pedro traspasaron el corazón de ellos, quienes le dijeron a él y a los demás apóstoles: —Hermanos, ¿qué debemos hacer?” (Hechos de los Apóstoles 2:37, NTV)

Dinos ¿qué hacer? Claro que recordamos lo que hicimos, nos arrepentimos de gritar lo que gritamos ¿qué debemos hacer?

Imagina la emoción, el revuelo, lo que está pasando; también hay temor, ansiedad, culpa. Este es el primer día de la Iglesia, asamblea, congregación como movimiento.

Hoy lo que viene a la mente al pensar en la iglesia es un lugar, edificio, pero al ver el inicio de la iglesia ¡esto no era así!

“Pedro contestó: —Cada uno de ustedes debe arrepentirse de sus pecados y volver a Dios, y ser bautizado en el nombre de Jesucristo para el perdón de sus pecados. (La promesa es esta) Entonces recibirán el regalo del Espíritu Santo.” (Hechos de los Apóstoles 2:38, NTV)

“Esta promesa es para ustedes, para sus hijos e incluso para los gentiles, es decir, para todos los que han sido llamados por el Señor nuestro Dios.” (Hechos de los Apóstoles 2:39, NTV)

Esto es asombroso, porque ¿sabes quiénes son los gentiles en este contexto? ¡Tú y yo! Nosotros, nuestros hijos, nietos, todos los que aceptan a Jesús. Pedro dice: No es algo exclusivo para Jerusalén o los judíos, no es sólo para esta generación, esto que empezó ese día tiene el impacto para nosotros hoy y la generación siguiente. Esto irá más allá de nuestro tiempo, porque Jesús dijo: “Las puertas del infierno, de la muerte, no lo podrán contener, no lo podrá conquistar”.

Al morir esta generación el mensaje no se detiene ¡continúa! Esta generación morirá, pero la Iglesia seguirá por siempre, hasta que ÉL regrese.

En este momento que Pedro lo dijo, hubo tal arrepentimiento por todo lo que han visto que la respuesta fue:

“Los que creyeron lo que Pedro dijo fueron bautizados y sumados a la iglesia en ese mismo día, como tres mil en total.” (Hechos de los Apóstoles 2:41, NTV)

Alguien pudo decir: ¡Alto, alto, esto no es cierto! Vamos a la tumba a ver el cuerpo de Jesús. Porque fue semanas después que pasó, es en esa misma ciudad: Jerusalén, ahí fue crucificado y ahí resucitó. Como 3 mil personas dijeron: ¡Creo! ¡Creo! Y ese día se unieron a ese movimiento.

¿Puedes imaginar la agitación en la ciudad? 3 mil convertidos al cristianismo. Algo poderoso, conmovedor, miles de personas diciendo: Creo que Jesús es el Hijo de Dios, que fue crucificado y ha resucitado. Creemos que Pedro y sus amigos, junto con muchos de nosotros somos testigos de eso. Nos arrepentimos de nuestros pecados y nos unimos a este movimiento, asamblea, congregación, lo que después se llamaría: ¡La Iglesia!

Tal como Jesús dijo: ¡aquí estamos 2 mil años después! ¿Sabes qué une a los protestantes del mundo? No es la liturgia, ni los cantos, costumbres o tradiciones. Lo que une a los creyentes de todo el mundo, es solo una cosa: creemos que Jesús es el Cristo, el Hijo del Dios Viviente, que se levantó de entre los muertos, que su muerte cubre todos los pecados de quienes se arrepienten y lo reciben como Señor y Salvador., tal como Jesús lo dijo.

No se trata de un lugar, es un movimiento ¡que cambió el mundo! Desde ese día, siempre ha existido un remanente, un grupo que entiende que se trata de un movimiento con un mensaje que debe ser compartido en cada cultura e idioma. Por eso algunos son llamados a ser misioneros, traductores, predicadores; en cada generación hay un remanente, un grupo que entiende que no se trata de jerarquías. Siempre hay nuevos Tyndale dispuestos a dar sus vidas para llevar el mensaje de Jesús.

Ahora sabemos que el Espíritu Santo está disponible para todo el que cree. Ahora tú eres el templo de Dios, ÉL vive en ti y cuando nos reunimos en el Nombre de Jesús, en ese momento hacemos Iglesia, porque es un movimiento.

Cuando te reúnes en una casa a jugar y conversar, al platicar en una banqueta, al ir de paseo juntos ¡estás haciendo iglesia! Estás en un movimiento porque ¡tú eres la iglesia! Cada vez que das clases a niños, haces algo que Dios te pidió hacer, al hacer aseo ¡estás haciendo Iglesia!

No se trata de un edificio, sino de rendirse a Jesús el Cristo, el Hijo del Dios Viviente que fue crucificado en una cruz y al tercer día resucitó ¡Este es el mensaje para el mundo!

Vivamos ese movimiento porque es algo increíble. El resto de nuestras vidas, al reunirnos no olvidemos lo que pasó ese día, después de la resurrección de nuestro Señor. Esto está en la historia.

Al ser parte de esta iglesia eres parte de esa historia, gracias a esos testigos hacemos lo que hacemos, gracias a los traductores de la Biblia la puedes leer en tu idioma, no tienes que esperar cada domingo ¡la puedes leer en tu casa!

Seamos esa comunidad de Amor por la que nuestro Señor Jesús entregó Su Vida.

Palabra de Dios

Oremos