La abundancia y la libertad para los hijos del Rey
Notes
Transcript
La vanidad de la vida
La vanidad de la vida
9 Además, el provecho de la tierra es para todos; el rey mismo está sujeto a los campos.
Los hombres se volvieron a los Baales
1 Entonces Elías tisbita, que era de los moradores de Galaad, dijo a Acab: Vive el Señor, Dios de Israel, delante de quien estoy, que ciertamente no habrá rocío ni lluvia en estos años, sino por la palabra de mi boca.
2 Y vino a Elías la palabra del Señor, diciendo:
3 Sal de aquí y dirígete hacia el oriente, y escóndete junto al arroyo Querit, que está al oriente del Jordán.
4 Y beberás del arroyo, y he ordenado a los cuervos que te sustenten allí.
5 Él fue e hizo conforme a la palabra del Señor, pues fue y habitó junto al arroyo Querit, que está al oriente del Jordán.
6 Y los cuervos le traían pan y carne por la mañana, y pan y carne al atardecer, y bebía del arroyo.
7 Y sucedió que después de algún tiempo el arroyo se secó, porque no había caído lluvia en la tierra.
8 Vino después a él la palabra del Señor, diciendo:
9 Levántate, ve a Sarepta, que pertenece a Sidón, y quédate allí; he aquí, yo he mandado a una viuda de allí que te sustente.
10 Él se levantó y fue a Sarepta. Cuando llegó a la entrada de la ciudad, he aquí, allí estaba una viuda recogiendo leña, y la llamó y le dijo: Te ruego que me consigas un poco de agua en un vaso para que yo beba.
11 Cuando ella iba a conseguirla, la llamó y le dijo: Te ruego que me traigas también un bocado de pan en tu mano.
12 Pero ella respondió: Vive el Señor tu Dios, que no tengo pan, solo tengo un puñado de harina en la tinaja y un poco de aceite en la vasija y estoy recogiendo unos trozos de leña para entrar y prepararlo para mí y para mi hijo, para que comamos y muramos.
13 Entonces Elías le dijo: No temas; ve, haz como has dicho, pero primero hazme una pequeña torta de eso y tráemela; después harás para ti y para tu hijo.
14 Porque así dice el Señor, Dios de Israel: «No se acabará la harina en la tinaja ni se agotará el aceite en la vasija, hasta el día en que el Señor mande lluvia sobre la faz de la tierra».
15 Entonces ella fue e hizo conforme a la palabra de Elías, y ella, él y la casa de ella comieron por muchos días.
16 La harina de la tinaja no se acabó ni se agotó el aceite de la vasija, conforme a la palabra que el Señor había hablado por medio de Elías.
En hebreo, Sarepta (צרְפַת - Tsarefat) significa principalmente "fundir", "afinar", o "crisol". Esta raíz evoca la idea de un proceso de purificación por medio del fuego, donde las impurezas se eliminan para obtener un metal más puro y valioso.
25 Pero en verdad os digo: muchas viudas había en Israel en los días de Elías, cuando el cielo fue cerrado por tres años y seis meses y cuando hubo gran hambre sobre toda la tierra;
26 y sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una mujer viuda de Sarepta, en la tierra de Sidón.
Por lo tanto, el nombre Sarepta en hebreo no solo describe un lugar geográfico, sino que también conlleva la connotación de un lugar de prueba, purificación y donde la fe es refinada a través de las circunstancias.
El peligro de la escases de su Palabra
13 Y Dios dijo a Abram: Ten por cierto que tus descendientes serán extranjeros en una tierra que no es suya, donde serán esclavizados y oprimidos cuatrocientos años.
8 Y se levantó sobre Egipto un nuevo rey que no había conocido a José;
9 y dijo a su pueblo: He aquí, el pueblo de los hijos de Israel es más numeroso y más fuerte que nosotros.
20 Como las naciones que el Señor destruye delante de vosotros, así pereceréis, porque no oísteis a la voz del Señor vuestro Dios.
El fin de nuestro desierto
1 Dijo David: ¿Hay todavía alguno que haya quedado de la casa de Saúl, para que yo le muestre bondad por amor a Jonatán?
2 Y había un siervo de la casa de Saúl que se llamaba Siba, y lo llamaron ante David. Y el rey le dijo: ¿Eres tú Siba? Y él respondió: Tu servidor.
3 Y dijo el rey: ¿No queda aún alguien de la casa de Saúl a quien yo pueda mostrar la bondad de Dios? Y Siba respondió al rey: Aún queda un hijo de Jonatán lisiado de ambos pies.
4 El rey le dijo: ¿Dónde está? Y Siba respondió al rey: He aquí, está en casa de Maquir, hijo de Amiel, en Lodebar.
En hebreo, Lodebar (לֹא דְבָר - lo devar) es una palabra compuesta con dos posibles significados principales, dependiendo de la raíz de la segunda parte:
לֹא (lo): Significa "no" o "sin".
דָּבָר (davar): Esta palabra tiene múltiples significados, incluyendo:
Palabra, cosa, asunto, discurso.
Pasto, lugar para pastar.
Por lo tanto, Lodebar puede significar:
Sin palabra: Implicando un lugar de silencio, falta de comunicación o incluso insignificancia (como "no es nada de qué hablar").
5 Entonces el rey David mandó traerlo de la casa de Maquir, hijo de Amiel, de Lodebar.
6 Y Mefiboset, hijo de Jonatán, hijo de Saúl, vino a David, y cayendo sobre su rostro, se postró. Y David dijo: Mefiboset. Y este respondió: He aquí tu siervo.
7 David le dijo: No temas, porque ciertamente te mostraré bondad por amor a tu padre Jonatán, y te devolveré toda la tierra de tu abuelo Saúl; y tú comerás siempre a mi mesa.
8 Se postró él de nuevo, y dijo: ¿Quién es tu siervo, para que tomes en cuenta a un perro muerto como yo?
7 David le dijo: No temas, porque ciertamente te mostraré bondad por amor a tu padre Jonatán, y te devolveré toda la tierra de tu abuelo Saúl; y tú comerás siempre a mi mesa.
1 Y aconteció que cuando él acabó de hablar con Saúl, el alma de Jonatán quedó ligada al alma de David, y Jonatán lo amó como a sí mismo.
2 Y Saúl lo tomó aquel día y no lo dejó volver a casa de su padre.
3 Entonces Jonatán hizo un pacto con David, porque lo amaba como a sí mismo.
4 Jonatán se quitó el manto que llevaba puesto y se lo dio a David con sus ropas militares, incluyendo su espada, su arco y su cinturón.
5 Y salía David adondequiera que Saúl le enviaba, y prosperaba; y Saúl lo puso sobre hombres de guerra. Y esto fue agradable a los ojos de todo el pueblo y también a los ojos de los siervos de Saúl.
21 para que todos sean uno. Como tú, oh Padre, estás en mí y yo en ti, que también ellos estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste.
22 La gloria que me diste les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno:
23 yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfeccionados en unidad, para que el mundo sepa que tú me enviaste, y que los amaste tal como me has amado a mí.
1 Mas ahora, así dice el Señor tu Creador, oh Jacob, y el que te formó, oh Israel: No temas, porque yo te he redimido, te he llamado por tu nombre; mío eres tú.
32 Por tanto, todo el que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos.
33 Pero cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también lo negaré delante de mi Padre que está en los cielos.
Versiculos Paralelos
16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios,
17 y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si en verdad padecemos con Él a fin de que también seamos glorificados con Él.
5 nos predestinó para adopción como hijos para sí mediante Jesucristo, conforme al beneplácito de su voluntad,
7 Por tanto, ya no eres siervo, sino hijo; y si hijo, también heredero por medio de Dios.
38 Porque cualquiera que se avergüence de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del Hombre también se avergonzará de él, cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles.
12 si perseveramos, también reinaremos con Él; si le negamos, Él también nos negará;