Instrucciones para las reuniones de Iglesias en casa.

Las siguientes instrucciones están diseñadas para las reuniones de la semana de las Iglesias en casa. Algunas Iglesias consideran tener un tiempo de alabanza al comenzar, otras un tiempo de oración y en todas se tiene al final un tiempo de comida juntos. Estas instrucciones son específicamente para el tiempo de la Palabra.

I. Base Bíblica:

Antes que nada consideremos las siguientes verdades enseñadas en la Palabra de Dios:

1. En las Escrituras se muestra que la reunión normalmente se realizaba en casas donde se propiciaba un ambiente de compañerismo y participación.

Hechos de los Apóstoles 2:46 “46 Día tras día continuaban unánimes en el templo y partiendo el pan en los hogares, comían juntos con alegría y sencillez de corazón,”

Hechos de los Apóstoles 12:12 “12 Al darse cuenta de esto, fue a la casa de María, la madre de Juan, llamado también Marcos, donde muchos estaban reunidos y oraban.”

Hechos de los Apóstoles 16:40 “40 Cuando salieron de la cárcel, fueron a casa de Lidia, y al ver a los hermanos, los consolaron y se fueron.”

Hechos de los Apóstoles 20:20 “20 »Bien saben cómo no rehuí declararles a ustedes nada que fuera útil, y de enseñarles públicamente y de casa en casa,”

Romanos 16:5 “5 Saluden también a la iglesia que está en su casa. Saluden a mi querido hermano Epeneto, que es el primer convertido a Cristo en Asia.”

1 Corintios 16:19 “19 Las iglesias de Asia los saludan. Aquila y Priscila, con la iglesia que está en su casa, los saludan muy afectuosamente en el Señor.”

Colosenses 4:15 “15 Saluden a los hermanos que están en Laodicea, también a Ninfas y a la iglesia que está en su casa.”

Filemón 2 “2 y a la hermana Apia, y a Arquipo, nuestro compañero de lucha, y a la iglesia que está en tu casa:”

2. Todos los creyentes tenemos dones que debemos ejercer para la edificación de los demás. Es necesario espacios para el desarrollo de esos dones.

Romanos 12:6–8 “6 Pero teniendo diferentes dones, según la gracia que nos ha sido dada, usémoslos: si el de profecía, úsese en proporción a la fe; 7 si el de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza; 8 el que exhorta, en la exhortación; el que da, con liberalidad; el que dirige, con diligencia; el que muestra misericordia, con alegría.”

1 Corintios 12:8–11 “8 Pues a uno le es dada palabra de sabiduría por el Espíritu; a otro, palabra de conocimiento según el mismo Espíritu; 9 a otro, fe por el mismo Espíritu; a otro, dones de sanidad por el único Espíritu; 10 a otro, poder de milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversas clases de lenguas, y a otro, interpretación de lenguas. 11 Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, distribuyendo individualmente a cada uno según Su voluntad.”

3. La reunión se realizaba de forma participativa. Cada creyente asistía a la reunión no de forma pasiva, esperando ser animado o ser servido, sino por el contrario, cada creyente iba preparado para compartir algo que fuera de edificación.

1 Corintios 14:26 “26 ¿Qué hay que hacer, pues, hermanos? Cuando se reúnan, cada cual aporte salmo, enseñanza, revelación, lenguas o interpretación. Que todo se haga para edificación.” Colosenses 3:16 “16 Que la palabra de Cristo habite en abundancia en ustedes, con toda sabiduría enseñándose y amonestándose unos a otros con salmos, himnos y canciones espirituales, cantando a Dios con acción de gracias en sus corazones.”

Efesios 5:19 “19 Hablen entre ustedes con salmos, himnos y cantos espirituales, cantando y alabando con su corazón al Señor.”

Hebreos 3:13 “13 Antes, exhórtense los unos a los otros cada día, mientras todavía se dice: «Hoy»; no sea que alguno de ustedes sea endurecido por el engaño del pecado.”

Hebreos 10:24–25 “24 Consideremos cómo estimularnos unos a otros al amor y a las buenas obras, 25 no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos unos a otros, y mucho más al ver que el día se acerca.”

1 Tesalonicenses 5:11 “11 Por tanto, confórtense los unos a los otros, y edifíquense el uno al otro, tal como lo están haciendo.”

1 Corintios 14:29–31 “29 Y que dos o tres profetas hablen, y los demás juzguen. 30 Pero si a otro que está sentado le es revelado algo, que calle el primero. 31 Porque todos pueden profetizar uno por uno, para que todos aprendan y todos sean exhortados.”

1 Corintios 12:4–7 “4 Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. 5 Hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. 6 Y hay diversidad de operaciones, pero es el mismo Dios el que hace todas las cosas en todos. 7 Pero a cada uno se le da la manifestación del Espíritu para el bien común.”

II. Desarrollo de la reunión:

1. Comiencen orando al Señor para recibir la Palabra de Dios.

Oren al Señor pidiendo que les de un corazón abierto para recibir la Palabra, que Dios les de entendimiento, que se les revele a través de las Escrituras y que puedan conocerle y amarle más por medio de la lectura de su Palabra.

Pueden orar utilizando los siguientes textos de la Escritura o los modelos de oración siguientes:

Salmo 119:18 (NBLA) Abre mis ojos, para que vea Las maravillas de Tu ley.

Salmo 119:27 (NBLA) 27Hazme entender el camino de Tus preceptos, Y meditaré en Tus maravillas.

Bendito SEÑOR, por cuya providencia todas las Sagradas Escrituras fueron escritas y preservadas

para nuestra instrucción, danos la gracia de recibirlas con paciencia y amor. Fortalece nuestras

almas con la plenitud de su enseñanza divina. Aparta de nosotros todo orgullo e irreverencia.

Guíanos en las cosas profundas de tu sabiduría celestial; y, por tu gran misericordia, condúcenos

por tu palabra a la vida eterna, por JESUCRISTO nuestro Salvador. Amén.

Brooke Foss Westcott, Oraciones comunes para uso familiar (Londres; Nueva York: Macmillan and Co., Limited; The Macmillan Company, 1903), 8–9. (Adaptado para ser usado en el culto público)

Omnipotente Dios, puesto que somos tan proclives y estamos tan inclinados a toda clase de

errores y a tantas y tan variadas formas de superstición, y puesto que Satanás no cesa de

acecharnos y tiende ante nosotros sus muchas redes—permite que nos mantengamos en

obediencia a ti por medio de la enseñanza de tu Palabra, para que no andemos jamás de acá para

allá, ni a diestra ni a siniestra, sino que podamos permanecer en esa adoración pura que tú has

prescrito; y de ese modo, testifiquemos con claridad que ciertamente tú eres nuestro Padre, y

permanezcamos bajo la protección de tu Hijo unigénito, a quien has dado para que sea nuestro

pastor y gobernador hasta el fin. Amén.

Juan Calvino Elliot Ritzema, ed., 400 oraciones para predicadores, trans. Reynaldo Medina y Juan Terranova, Serie Pastorum (Bellingham, WA: Lexham Press, 2014).

2. Lean el capítulo o párrafo de la Biblia que corresponda.

Lean el capítulo on párrafo correspondiente de una manera clara y pausada. Una persona puede leer y los demás escuchan atentamente o pueden leer todos un versículo o más cada uno hasta acabar todo el capítulo. Mientras se lee la Palabra de Dios todos deben estar atentos a la lectura con reverencia, entendiendo que es la Palabra de Dios la que se está leyendo.

3. Cada uno comparta qué es lo que le ha llamado la atención de la lectura.

Una vez que se ha leído claramente y todos han prestado atención, cada persona debe compartir lo que le ha llamado la atención de la lectura (puede ser un versículo, una palabra, una frase o una idea) y coméntele a los demás para que sea de edificación. Esta parte debe hacerse con orden procurando no desviar la conversación de lo que no se relaciona con la lectura. es importante recordar que de ante mano se debe haber comunicado al grupo el capítulo que se va a estudiar para que cuando llegue la reunión estén preparados para compartir.

4. Lean el comentario del capítulo de la guía.

Solo una vez que se ha hecho lo anterior se debe entonces leer el comentario al capítulo correspondiente en esta guía. Estos comentarios no deben reemplazar el compartir unos con otros.

5. Oren dando gracias a Dios y poniendo toda petición delante de Dios.

Tengan un tiempo de oración donde cada uno de gracias al Señor por lo que han aprendido de la lectura y poniendo toda petición delante del Señor.