Jesús el Salvador Prometido

1.0 TÍTULO

Jesús el Salvador Prometido

2.0 TEXTO DEL SERMÓN

Isaías 9:6–7 “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto.”

3.0 ACERCA DEL TEXTO

Isaías 9 es parte de una profecía mesiánica pronunciada en un tiempo de oscuridad espiritual e inestabilidad política para Judá. El contexto inmediato incluye la promesa de liberación de la opresión, simbolizada por el nacimiento de un niño con títulos divinos y atributos reales. Esta sección específica ha sido interpretada tanto en la tradición judía como cristiana como la proclamación de un redentor venidero, con énfasis en su naturaleza divina y su reinado eterno.

4.0 PROPÓSITO DEL SERMÓN

Presentar a Jesús como el cumplimiento de la promesa mesiánica contenida en Isaías 9:6-7, mostrando su divinidad, paz, justicia y autoridad eterna.

5.0 DECLARACIÓN DEL DISCURSO

Jesús es el Salvador prometido por Dios, cuya venida fue profetizada siglos antes, y en quien se cumple plenamente la esperanza mesiánica de Israel y la redención de la humanidad.

6.0 OBJETIVO DEL SERMÓN

Que la congregación reconozca a Jesús como el Mesías profetizado en el Antiguo Testamento, y se afirmen en la certeza de su obra salvadora, su gobierno justo y su paz eterna.

7.0 INTRODUCCIÓN

Vivimos en un mundo plagado de incertidumbre, violencia y desconfianza hacia los líderes. En medio de este caos, resuena una promesa antigua dada en tiempos igualmente oscuros: “Un niño nos es nacido…”. Esta declaración no solo fue un bálsamo para Israel, sino una señal eterna de esperanza para toda la humanidad. Hoy, exploraremos cómo esa promesa se encarnó en Jesús de Nazaret, el Salvador prometido.

8.0 DESARROLLO DEL SERMÓN

8.1 JESÚS ES EL MESÍAS PROFETIZADO EN EL ANTIGUO TESTAMENTO

Isaías presenta una figura mesiánica con títulos que sobrepasan lo humano. Jesús cumple todas estas cualidades: es el Hijo dado, cuyo nacimiento virginal (Isaías 7:14) y linaje davídico (Isaías 11:1) lo califican como el verdadero Mesías.

Isaías 7:14 “Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel.”

Mateo 1:22–23 “Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo: He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros.”

Análisis Extrabíblico R.T. France en “The Gospel of Matthew” (NICNT, 2007), señala que Mateo presenta a Jesús como el cumplimiento legítimo y completo de la expectativa mesiánica judía, destacando la continuidad entre la profecía y su realización histórica.

8.2 JESÚS, EL PRÍNCIPE DE PAZ

La paz que trae Jesús no es sólo ausencia de guerra, sino shalom: plenitud, reconciliación con Dios y armonía entre los hombres. Su paz trasciende lo político y se centra en lo espiritual.

Juan 14:27 “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.”

Efesios 2:14 “Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación,”

Análisis Extrabíblico Kenneth E. Bailey en “Jesus Through Middle Eastern Eyes” (2008) destaca cómo el ministerio de Jesús restauró relaciones rotas y creó comunidades de reconciliación, en línea con el concepto hebreo de shalom.

8.3 EL REINO DE CRISTO

Isaías habla de un reino eterno, con justicia y rectitud. Jesús predicó ese Reino no como un poder político, sino como la soberanía de Dios sobre los corazones regenerados por su Espíritu.

Lucas 1:32–33 “Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre;y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.”

Mateo 4:17 “Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.”

Daniel 7:14 “Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido.”

Análisis Extrabíblico George Eldon Ladd en “The Gospel of the Kingdom” (1959) argumenta que el Reino de Dios en la enseñanza de Jesús es una realidad presente y futura, iniciada en su primera venida y consumada en la segunda.

8.4 LA PALABRA DE JESÚS COMO PALABRA DE JUICIO

Aunque Jesús es fuente de paz, su palabra también es juicio contra la incredulidad y el pecado. Su autoridad como Rey implica justicia y verdad, que confrontan y redimen.

Juan 12:48 “El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero.”

Hebreos 4:12 “Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.”

Análisis Extrabíblico N.T. Wright en “Jesus and the Victory of God” (1996) muestra cómo las palabras de Jesús tenían poder escatológico, trayendo juicio contra el sistema religioso corrupto y ofreciendo una nueva alianza.

9.0 CONCLUSIÓN

Jesús es el Salvador prometido por Isaías, el cumplimiento perfecto de las esperanzas mesiánicas. Su nacimiento, su paz, su reinado y su palabra nos revelan a un Dios cercano, justo y eterno. A través de Él, Dios ha visitado a su pueblo con salvación.